Yo, en la tribuna del Congreso (en una visita turística, ¿eh?)
No sé, pero a mi me da que estamos asistiendo a una representación teatral de dimensiones peninsulares, si no europeas. Sospecho que todo el asuntillo del nuevo gobierno está ya negociado desde la misma noche del 20 de diciembre y que de lo que se trata es de dramatizar los discursos para que el populacho trague con las componendas que, por otra parte son inevitables, se ponga como se ponga quien se ponga. Las concesiones del PSOE a izquierda y derecha en la confección de las mesas del Congreso y el Senado, que tantos aspavientos de indignación ha provocado en los líderes de Podemos, el abandono "sí pero no" del lamentable, incompetente e irrecuperable Rajoy, para salir del trance de la manera menos ridícula posible, y la propuesta, con cargos incluidos, de Podemos, que tanta indignación y rasgarse las vestiduras ha provocado en los barones y las viejas glorias del PSOE, no me parecen a mi más que los pasos previstos de un guión astutamente construido para llegar a una gobernabilidad con la que trague el personal variopinto de nuestra anárquica izquierda. Las concesiones son, ya lo veremos si no, una forma de asegurarse la abstención de Ciudadanos por un lado y los independentistas catalanes y vascos por otro, de forma que con tan solo PSOE, Podemos e IU puedan superar el no previsto del PP, por 161 escaños del sí de las izquierdas contra 123 de la derechona. Y ya está, se abstienen los nacionalistas y los Ciudadanos y todos tan contentos, sin problemas de líneas rojas y demás. En cuanto a la osada propuesta de Iglesias y Cía., es un desplante torero para contentar y convencer a sus bases; pues no sería lo mismo para ellos que Podemos se adhiriera a una propuesta del PSOE que el PSOE aceptase una propuesta de Podemos. No es lo mismo, digo, que a los podemitas más rigurosos se les diga: el PSOE ha tragado con nuestro proyecto, que para eso tenemos la sartén por el mando, que alguien les pueda decir: "Habéis tragado con las propuestas de Pedro Sánchez, que es de la casta". Está todo ya mascado, pero había que convencer a la basca y los gestos son muy importantes. Pero ¿qué le vamos a hacer? Cuando solo hay una solución matemática a la incógnita del problema de la gobernabilidad y las encuenstas nos dicen que unas nuevas elecciones darían exactamente el mismo resultado que las pasadas, está clarito: 2 + 2 = 4. Lo demás es folklore y comedia para borrar las antiguas lineas rojas y hacer que el pueblo soberano olvide las tonterías que se dijeron, por parte de todos, en la campaña electoral. Y si no, vivir para ver.
Miguel Ángel Pérez Oca.
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