"Giordano Bruno, el loco de las estrellas" fue la primera novela publicada por mí, en el año 2000. Desde entonces he hecho muchas cosas, que os ofrezco, porque la vida sin compartir no es nada.
martes, 30 de octubre de 2018
NO LO SOPORTO.
No soporto a ese jovenzuelo cripto fascista y neo franquista que dice llamarse Pablo Casado, ni a sus rivales de la derechona y la ultra derechona, los tiernos líderes de Ciudadanos y Vox. ¡Vaya pandilla!
Pero, aún puede la izquierda ganarles unas elecciones y pararles los pies, ¿verdad?
¿Y el resto del mundo? Está mucho peor, porque los energúmenos han alcanzado el poder en muchos países: Estados Unidos, Brasil, Turquía, Rusia, Israel... Y es que el mundo está lleno de tontos de esos que se creen que si pagan menos impuestos y confían el orden a un gorila sanguinario, todo les irá mejor. Ya lo dijo el filósofo: No hay cosa más tonta que un pobre de derechas.
Porque esta gante es peligrosa, con su patriotismo de banderitas y canciones, con su admiración por las armas y los desfiles, con su machismo y su homofobia, con su obcecación y su amor por las soluciones fáciles.
Dicen que a pesar de todo, la Humanidad sigue avanzando, y que por cada paso atrás da dos adelante.
Pero ya es triste que nos toque vivir un asqueroso paso atrás.
¡No lo soporto!
NATURALEZA CESANTE
En la Tertulia de ayer el tema era "El Cesante". Este fue mi trabajo:
NATURALEZA CESANTE (LA LEYENDA).
Cuando don Dios
decidió construir un barrio residencial de planetas alrededor del Sol, nombró
director de la Tierra al señor Naturaleza, que tenía fama de ser un excelente
administrador. Y no se equivocó en la elección. El señor Naturaleza se afanaba
todos los días en hacer de la Tierra la envidia de todos los otros mundos, e
instaló en ella un vergel de aguas tibias, jardines verdes y acogedores,
montañas nevadas y frescas e inmensas piscinas oceánicas. Y así, este planeta
se llenó de seres felices.
Pero
pasaron las eras y don Dios se fue haciendo viejo, y un día decidió que no
quería seguir complicándose la vida. Así que buscó un nuevo dueño para la
Tierra. Y lo encontró en Homo Sapiens Fondo de Inversiones. Lo primero que
hicieron los antiguos inquilinos, ahora inversores, fue inventar el dinero, supeditando
la vida del planeta a las fluctuaciones del mercado. Pero, ¿qué era eso de las
fluctuaciones del mercado? Desde luego, don Naturaleza no tenía ni idea de cómo
unos papelitos y unas cifras en unas cuentas podían tener más valor que los
bosques y sus frutos, y que el trabajo y
los desvelos de los antes felices inquilinos del mundo. Así que los nuevos propietarios
nombraron a otro administrador, el economista míster Capitalismo, que impuso un
sistema absurdo, acorde con el ficticio dinero, en el que quien mandaba no era
el que fabricaba las cosas de valor con su trabajo, sino el propietario de las
herramientas necesarias, que a cambio de su aportación dineraria se constituía
en el dueño del trabajo ajeno. Más tarde llegó un personaje funesto, una
especie de matrona absorbente y poderosísima llamada lady Tecnología. Se decía
que si, en vez de míster Capitalismo, hubiera sido don Naturaleza quien la hubiera
fecundado, el planeta Tierra habría seguido siendo el vergel del Sistema Solar,
mejorado incluso por los nuevos ingenios. Pero, amancebada con míster
Capitalismo, el fruto de su coyunda fue el consumo desaforado de tele-basura, informática
come-cocos y otras nefandas aberraciones. Y los inversores Homo Sapiens cayeron
víctimas de su propia avaricia.
Hoy,
el cesante señor Naturaleza se pasea por un desierto. Los bosques cayeron bajo
las sierras mecánicas, los antiguos vergeles que medraban a su sombra son hoy
día nuevos bosques, sí, pero de cemento, enjambres de rascacielos abandonados.
Las piscinas oceánicas son enormes vertederos de basura infinita. La vida ha
muerto, sofocada por el cambio climático que han provocado las combustiones incontroladas,
con las que Homo Sapiens Fondo de Inversiones pretendía dominar la Tierra. El
dinero volvió a ser papel inservible, como, en realidad, lo había sido siempre.
Y los pocos supervivientes de la catástrofe acabaron recluyéndose bajo oxidadas
cúpulas metálicas donde se entregaron a miserables vidas simuladas por la
realidad virtual.
Ya
no queda casi nadie. La soledad ha acabado con las ganas de vivir de la mayoría
de los antiguos felices inquilinos.
Mientras, don
Naturaleza, triste y cesante, pasea su melancolía por la superficie del más
sucio y muerto de los planetas suicidas.
Miguel
Ángel Pérez Oca.
(500 palabras)
domingo, 28 de octubre de 2018
Del Blog de Premium Editorial
El silencio de las estrellas, de Miguel Á. Pérez Oca, sigue posicionándose semana tras semana como la novela de ciencia ficción dura más descargada en Amazon Kindle España. Está demás dentro del Top 50 de novelas de Ciencia Ficción.
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Punto de partida del Premio Ciudad del Conocimiento, puede llegar a convertirse en 2019 en la obra más vendida (sumando formato papel y electrónico), y por ende más leída, del catálogo completo de Premium Editorial. #CiudaddelConocimiento #Quasar #Elsilenciodelasestrellas#PremiumEditorial
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AMAZON.ES
Avanzado el siglo XXI, la carrera por la conquista espacial se reaviva tras el hallazgo del fósil de un ser primitivo en la superficie de Marte. Tanto es así que todas las agencias espaciales se coordinan para financiar y construir una gran nave interestelar en las inmediaciones de la T...
martes, 16 de octubre de 2018
LA CANCIÓN QUEDA IGUAL.
El tema de la tertulia de ayer era "La canción queda igual" y yo presenté este trabajo que espero os guste:
LAMPEDUSA.
LAMPEDUSA.
-Señor – dijo Comín, el secretario
-, unos hombres esperan en la puerta trasera.
-Muy
bien – le respondió don Midas -, hazlos pasar por las caballerizas, que nadie los
vea, y llévalos al sótano.
Cuatro
individuos de aspecto intelectual bajaron a las cuevas donde el hombre más rico
de Despertonia guardaba sus tesoros. Observaron, admirados, las obras de arte y
los objetos de oro y plata allí almacenados.
-Buenas
noches, amigos, han sido ustedes puntuales.
Los
cuatro hombres se quitaron el sombrero e iniciaron una reverencia.
-No,
por favor, nada de ceremonias… ¿Habéis
traído sacos?
Los
hombres asintieron en silencio.
-Bien,
podéis llevaros todo lo que queráis. Os marchareis después por la puerta del
jardín, que hemos descerrajado para simular un robo, y con este botín podréis
financiar vuestra revolución… A cambio, debéis respetar mis propiedades, y las obras
de reforma que decrete vuestro gobierno las confiaréis a mis empresas. ¿De
acuerdo?
Los
cuatro volvieron a asentir.
-Bueno.
Ahora quiero que veáis cómo han quedado el nuevo himno y la nueva bandera con
su escudo… - y se volvió hacia el secretario.
-¡Comín, di a
los artistas que pasen!
Un
violinista, una cantante y un sastre entraron por una puerta del fondo. Primero,
el músico empezó a tocar el himno tradicional de Despertonia.
-Pero
- objetó el jefe de los revolucionarios -, la canción queda igual…
-Esperad
que cante la soprano, veréis que en todas las viejas estrofas se ha sustituido
la palabra “Rey” por la palabra “Pueblo”… Y en la bandera que ha confeccionado
mi sastre se ha eliminado la corona real y se ha puesto una de laurel que ensalza
a los héroes… que seréis vosotros, amigos.
-Pero,
todos los símbolos nacionales permanecen… -exclamó otro revolucionario.
-Claro,
estimado compañero, porque el nacionalismo es una idea fuerte, capaz de unir al
pueblo… Hala, llenad vuestros sacos con lo que queráis y marchaos sin que os
vean.
Y
don Midas despidió a los artistas, se fue arriba con el secretario y dejó solos
a los revolucionarios.
-Os
deseo mucho éxito en vuestra revolución… ¡Viva la Libertad del Pueblo!
Después
se volvió a Comín.
-Págales
bien a los artistas y que firmen un juramento de silencio. Y mañana embalas
todo lo que no se hayan llevado esos infelices y lo depositas en los sótanos
del Banco Nacional, no vayan a venir a por más.
-Pero,
señor, si la revolución fracasa…
-Entonces
denunciaríamos a los conspiradores por robo con asalto y a los artistas por subversivos…
Pero si triunfa, las finanzas de este país estarán en mis manos. Me habré
librado del rey y la nobleza despilfarradora y yo seré el auténtico ministro de
Hacienda. En cuanto a la bandera y el himno, son casi los mismos; así que el
pueblo podrá seguir sintiéndose orgulloso de su amada patria; los
revolucionarios tendrán el poder político y la economía estará, más que nunca, bajo
control, que es lo importante. Como dijo Lampedusa: “A veces hay que cambiar
algunas cosas para que no cambie nada”.
Miguel
Ángel Pérez Oca.
(500 palabras)
sábado, 13 de octubre de 2018
DEL BLOG DE EDITORIAL PREMIUM
El silencio de las estrellas, de Miguel Ángel Pérez Oca, viene siendo de forma reiterada durante muchas semanas, nº 1 de descargas de ciencia ficción dura en Amazon. Agradecemos la confianza de los lectores que están convirtiendo a esta novela en una de las más vendidas en formato digital dentro del género de la ciencia ficción. #CienciaFicción #Quasar#PremiumEditorial #CiudaddelConocimiento #elsilenciodelasestrellas
martes, 2 de octubre de 2018
UN VIEJO POEMA.
Lo presenté ayer en la tertulia porque trata de la tierra y el mar.
CAMINOS QUE SE UNEN
(En la boda de Natalia y
Toni)
Yo navegaba en la mar
entre las olas y el
cielo,
sumido en mi soledad,
en un silencio de
hierro.
Mi universo era de
sal,
de peces y malos vientos,
de faros, de lejanías
y de rumbos más que
inciertos.
Vivías tú en la montaña,
muchas millas tierra
adentro,
y, muy triste, suspirabas
en tus vacíos
silencios.
Tu universo era de
rocas,
de arbustos, prados y
abetos,
de rebaños y cosechas
y de caminos sedientos.
Solo una cosa tenían
en común dos universos:
Por la noche las estrellas,
que presentían lo nuestro,
allá en lo alto lucían,
adornando el firmamento.
Un día fuiste a la playa
y ese día llegué a puerto,
y el amor nos presentó
en una calle del pueblo.
Y entonces una palabra
nació de los dos silencios.
Y nuestras dos soledades,
a partir de aquel momento,
ya no fueron soledades
ni rumbos ni vericuetos,
que formaron las dos
juntas,
en un milagro de acierto,
un Universo común
y una vida en su comienzo.
Y una vereda perdida
y un rumbo en el mar
abierto
se unieron como en un río
que ha de llevarnos muy
lejos.
No volveré a navegar
solo y triste con el
viento.
Jamás volverás a estar
silenciosa, tierra adentro.
Porque el amor se comparte,
como el agua en un
desierto,
cuando dos almas se abren
y se conocen dos cuerpos.
Miguel
Ángel Pérez Oca
(28-4-2001)
CAMINO ROTO
El tema de la tertulia de ayer era "Si te vas de la tierra al mar". Este fue mi trabajo:
EL CAMINO ROTO.
Queridísimo
nieto Mohamed: Que Alá el Clemente y Misericordioso esté contigo. Me dice tu padre que te vas a ir de nuestra
tierra al mar en busca de mejor fortuna, y un temor profundo anega mi vieja alma.
Si piensas arriesgarte en una de esas frágiles pateras, toma al menos las
precauciones que te aconsejo. Debes comprarte un buen chaleco salvavidas.
Llévate una linterna resistente al agua. Hazte con una buena mochila con
provisiones y ropa. Yo pienso que deberías buscar plaza en una de esas lanchas
rápidas que ofrecen los narcotraficantes por un precio muy elevado. Ya sé que
ese medio es mucho más caro, pero es seguro. Con esta carta te mando unos
dineros que son bien poco, pero constituyen
los ahorros de toda mi vida.
Verás:
Yo pretendo que Alá, bendito sea su Nombre, me perdone un viejo pecado. Porque
no quisiera que la venganza divina por mis faltas cayera sobre ti, que ya sabes
lo que dice el Corán de la Ley del Talión: hombre por hombre, mujer por mujer…
hijo por hijo… y quizá nieto por nieto. Te explicaré: Hace muchos años, nuestro
país era una colonia francesa y los jóvenes nativos queríamos liberarlo del
yugo extranjero. Éramos nacionalistas y nuestro objetivo era una Argelia libre.
No habíamos aprendido aún que lo importante no son las naciones sino las
personas. Si hubiéramos exigido de nuestra metrópoli convertirnos en provincia
autónoma, en la que se respetase nuestra lengua, religión y costumbres, ahora
tú serías ciudadano francés y podrías irte a trabajar a París sin ningún
problema. Pero nosotros, los patriotas, queríamos un país independiente y lo
conseguimos tras un baño de sangre. Ahora, una vez vistos los resultados, cuando
compruebo que los jóvenes de hoy tienen que jugarse la vida en el mar, víctimas
de la miseria y la corrupción de nuestros políticos, veo el error que cometimos;
que cometen todos los nacionalistas engañados por unos líderes que prefieren
ser cabeza de ratón que cola de león.
Yo
luché por la libertad de mi patria, por implantar una nueva bandera, porque mis
gobernantes fueran de mi raza y mi religión. Maté a varios militares franceses.
Puse una bomba en un café europeo y provoqué la muerte de cuatro hombres, una
mujer y una niña. Mis compatriotas me consideraron un héroe y cuando salí de la
cárcel todos me aclamaban. Pero pronto vi que mi crimen había sido inútil. Y
ahora tú te vas de la tierra al mar confirmando mi error y mi locura. ¡Malditas
banderas, malditos himnos, maldito patriotismo! Como alguien dijo: El nacionalismo
es el refugio de los miserables.
Por
eso te pido que aceptes mi dinero, con el ruego de que no corras peligros inútiles.
Te
quiero, querido nieto, que Alá el Clemente y Misericordioso te proteja y me exija
a mí, exclusivamente, el pago de mis muchas deudas.
(Esta
carta fue encontrada dentro de una bolsa de plástico, flotando cerca del lugar
donde había naufragado una patera, cuyos 50 ocupantes perecieron ahogados.)
Miguel
Ángel Pérez Oca.
(500
palabras)
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