jueves, 31 de julio de 2014

HEIL! BENJAMIN NETANYAHU



Me produce usted tanta repugnancia, usted y todos los que lo apoyan, que no sé si seré capaz de terminar este escrito sin vomitar. Es usted, entre otras muchas aberraciones, un asesino en serie de niños, un genocida repugnante. Ya, ya sé que los de Hamás han aterrorizado a su pueblo con sus cohetes de feria y que ustedes tienen derecho a defenderse, pero no de esta manera. En España, la ETA nos estuvo aterrorizando durante muchos años y a ningún español se le ocurrió arrasar Euzkadi para acabar con los terroristas. Nos costó muchos años, pero al final se acabó la pesadilla con el mínimo número de muertos posible. ¿Pero, qué se ha creído usted? ¿Qué se han creído ustedes? Acaso piensan que como esos niños muertos no pertenecen al Pueblo Elegido no merecen el respeto a sus vidas como personas. Mire, yo he estado en Auschwitz y he visto lo que hacían los nazis con los judíos (también con los gitanos, con los homosexuales, con los disminuídos psíquicos, con los rusos prisioneros de guerra, con los demócratas, con los comunistas, con los exiliados republicanos españoles...) y acabé enfermo de ver de lo que es capaz el ser humano en cuanto se cree impune. Pero nunca me podía imaginar que un gobierno perteneciente al pueblo que sufrió el Holocausto pudiera caer tan bajo, pudiera corromperse y degenerarse y cubrirse de ignominia como usted, ustedes, están haciendo, asesinando civiles inocentes, asesinando niños. ¿No le da vergüenza? ¿No tiene vergüenza? Y los gobiernos del mundo, y el Gobierno de España, ¿a qué esperan para romper las relaciones diplomáticas con ustedes? ¿Qué diferencia hay entre Hitler y usted? ¿Cómo puede gobernar Israel un asesino de niños?
Me da usted tanto asco. Me repugna usted tanto que me deshidrataría escupiéndole a la cara. 
Ah, y no me tache de antisemita, por favor, que ese es el viejo truco que todo lo justifica, porque los niños que usted asesina con sus bombas "inteligentes", también son semitas en su mayoría.
Es usted un malnacido, despreciable monstruo sin entrañas, al que le deseo fervientemente, con toda la fuerza de mi corazón, que un día se vea ante un Tribunal de Justicia que lo condene como se merece. A usted, a los que secundan sus crímenes, a los israelíes egoístas capaces de justificar sus crímenes para acabar con el crimen islamista, como si un crimen, el que sea, pudiera estar justificado, a los que les venden armas, a los que no les condenan.
Nos chantajean con Auschwitz, pero han hecho de Gaza otro Auschwitz.
Repugnante malnacido, ha manchado usted el nombre de Israel, al que dice defender. Y cuando los hijos de Israel recuperen la cordura no se lo van a perdonar.
Le deseo lo peor.
Que Yavéh lo maldiga.

Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 29 de julio de 2014

¡LA REVOLUCIÓN!



El tema de ayer en la Tertulia de la Bodega Adolfo era "la Revolución" y yo escribí esto:

¿QUÉ REVOLUCIÓN?
Los siete reos estaban en capilla. Unos escribían sus últimas palabras a la familia, alguno rezaba, otros permanecían silenciosos, sumidos en un pasmo del que no sabían salir. Aquella celda era la antesala de la muerte y ellos lo sabían muy bien.
            “… No quiero que dejéis que el rencor os amargue la existencia, hijos míos. En esta guerra todos hemos acabado siendo víctimas: los fusilados y los fusiladores. Unos porque ya no veremos a los seres queridos; otros porque el remordimiento los acompañará el resto de sus vidas. Yo ya los he perdonado a todos, jueces y carceleros, porque cuanto más malos son, más pena me dan…” – escribía don Blas Pedraza, antiguo director de un Instituto y diputado de Izquierda Republicana.
            -Por muchos camaradas que fusilen estos fascistas, la Revolución acabará triunfando – afirmaba, muy convencido, Telesforo Vallés, alcalde comunista de Torrent.
            -¿Revolución? ¿Qué revolución, la vuestra o la nuestra? – le replicó Floreal, el viejo líder miliciano, con una ironía no exenta de reproche.
            -¡Anarquista estúpido! – intervino Calviño, un militar socialista, incondicional de Largo Caballero - La única revolución posible es la nuestra, la de los socialistas y los comunistas unidos. Si vuestro régimen libertario hubiera abolido el Estado, ¿cuánto tiempo habrían tardado las mafias en hacerse con el poder? Lo vuestro es pura utopía. Y encima queríais hacerlo ya, antes de ganar la guerra. Hemos perdido por vuestra culpa.
            -Sí –dijo don Blas, dejando de escribir-, pero, ¿de qué sirve hacer una revolución como la soviética, dirigida por una cúpula que se considera infalible y que desprecia la libertad? Stalin extermina a todos los discrepantes, incluso dentro de su partido...
            -Eso es cierto – afirmó Jordi, un intelectual trotskista catalán - ¿Qué hicieron los comunistas con nuestro Andreu Nin? ¿Eh? Por eso nosotros queremos hacer una Revolución Permanente, que no descanse nunca sobre los hombros de un tirano…
-Pero, en vuestra revolución, la democracia vale solo de puertas adentro. Los demás partidos tampoco tienen cabida en el sistema – se oyó decir muy bajito a Cosme, un tímido profesor socialdemócrata, amigo personal de Indalecio Prieto.
            Don Blas asintió varias veces, interrumpiendo una vez más su escritura.
            -El poder corrompe, y todo lo que no se haga desde la democracia, acabará corrompiéndose – dijo con solemnidad -. La vigilancia de la oposición, aunque sea conservadora y burguesa, es indispensable para que el que manda no se deje tentar.
            -Sí, hombre - se revolvió Telesforo -. Y viva el Capitalismo, ¿verdad?
            -Al Capitalismo habrá que derribarlo, o quizá controlarlo, desde las urnas, no desde la sangre… como quería hacer “Chavito”, matando curas y terratenientes – le replicó don Blas, apoyado por Cosme y, en cierto modo, por Jordi y algún otro.
            “Chavito” no se defendió. Acurrucado en un rincón, ocultaba su rostro machacado por la tortura y sollozaba en silencio. Se había pasado la guerra en la retaguardia, dando tiros en la nuca a la gente de derechas. Nunca fue un valiente.
            -Ya vienen a por nosotros – advirtió don Blas, mientras firmaba su carta y la metía en un sobre –. Ojalá, la próxima vez, la Izquierda sepa estar unida.
            Por el pasillo se oían las recias pisadas del director de la prisión, comandante Zarzalejos, con su fino bigotito, sus gafas oscuras y su eterno gesto de mala leche. Venía con el padre Aniorte, del que se decía que siempre llevaba una pistola del nueve largo bajo la sotana, y con varios guardias civiles de gesto inexpresivo, embrutecidos ya por las innumerables ejecuciones que habían acabado encalleciendo sus conciencias.
            -Compañeros, ¡Viva la República! – gritó Telesforo, coreado por todos.
            -¡Viva la Revolución! – exclamó después.
            Y don Blas reflexionó en voz alta, con un inmenso desánimo:

-¿Qué revolución? – preguntó, y se hizo el silencio.     
                                                                                        Miguel Ángel Pérez Oca.

sábado, 26 de julio de 2014

ME VAIS A PERDONAR...


    Vistas de Alicante.-
Patente de Sanidad del año 1700, grabado de la Crónica de Viravens y foto actual de Antonio Soler.

Me vais a perdonar que tenga un poco abandonado el blog. Me han llegado las pruebas de mi próximo libro "ALICANTE, Biografía de una Ciudad" y voy de cráneo leyéndomelas de cabo a rabo y viendo la distribución de las ilustraciones. Va a quedar estupendo. Ya veréis.
Creo que he tenido la gran suerte de que nadie me ayudase - económicamente se entiende - en Alicante. Ya se sabe que nadie es profeta en su tierra. El motivo, o la excusa, de las entidades oficiales para no soltar un euro ha sido la crisis; pero yo pienso que el arte de administrar está en saber fijar prioridades, y este libro, modestia aparte, es un libro de primera necesidad.
Y no me atribuyo ningún mérito. Simplemente, el libro estaba ahí, esperando ser escrito por alguien que pudiera, o quisiera, dedicar año y medio de su vida, a jornada completa, a escribirlo. Pero había que hacerlo para que los alicantinos puedan conocer su historia sin esfuerzo. Y como ningún profesional de la Historia ni ningún excelso escritor local se decidía a hacerlo, pues lo he hecho yo y ahí queda eso.
Porque creo sinceramente que la memoria, individual o colectiva, es imprescindible para la personalidad. Y la personalidad colectiva es imprescindible a la hora de resolver problemas que nos afectan a todos. Y esta, por desgracia, es una época de problemas muy gordos.
Así que, señores responsables de las entidades culturales alicantinas: Muchas gracias por no haberme ayudado. Gracias a ustedes tuve que buscarme la vida, y encontré en Madrid a un excelente editor que supo valorar mi obra y hacerla realidad. Y en eso estamos.
Ya os iré contando cómo va el libro. Y ya os invitaré a su presentación, que yo calculo será para octubre.
Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 15 de julio de 2014

CANIBALISMO LITERARIO.



El tema de la reunión de ayer en la Tertulia Literaria de la Bodega Adolfo era "Caníbal" y yo he escrito esta burrada que espero no os escandalice demasiado. El humor negro tiene esas cosas:

EL CANÍBAL CIRCUNSPECTO.
            Norberto no tenía sentido del humor, no le hacían gracia los chistes, ni sabía entender las frases de doble sentido, ni leer entre líneas, ni captar el significado de las metáforas. Su interpretación del lenguaje, tanto hablado como escrito, era siempre literal, rigurosamente literal. Tampoco admitía que su forma de entender las palabras supusiera un defecto o un síndrome, dado que estimaba que su interpretación era la más correcta, seria y exacta posible; y que las palabras, decía, significan lo que significan y no otra cosa. Alguien aventuró una vez que su riguroso y limitado carácter podía ser el producto de una grave deformación profesional, después de tantos años de ejercer de abogado especialista en Derecho Mercantil, interpretando y redactando enrevesados contratos; pero él se alegraba de ser como era, porque así  no perdía el tiempo riéndose de bobadas o buscando extraños mensajes en frases con sentido muy preciso.
            Por eso cuando la lasciva Enriqueta, desnuda y con las piernas muy abiertas, le gritó entre jadeos de lujuria “¡Cómeme!”, él se la quedó mirando un tanto sorprendido.
            -¿De verdad quieres que te coma? – le preguntó para comprobar que había oído bien.
            -¡Sí, sí, ladrón, cómeme! – repitió ella, agitándose y separando aún más las piernas.
            Norberto decidió hacer caso omiso del insulto. Él no era ningún ladrón, pensó, pero a lo mejor la palabra tenía otro significado oculto para aquella mujer tan extraña. Así que se dispuso a satisfacerla y le dio una tremenda dentellada en el cuello.
            -¡No, burro, así no…! - gritó Enriqueta antes de quedarse tiesa.
            -¿Qué habrá querido decir? - se preguntó Norberto - ¿Quizá que no le gusta que me la coma cruda? - Era posible, pero no comprobable, porque la chica ya no respiraba.
            Aquella tarde, Norberto se fue de compras. Adquirió un arcón frigorífico y un libro de cocina titulado “Las mil y una maneras de servir la carne”. Y durante una temporada estuvo degustando exquisitos platos de solomillo de Enriqueta a la jardinera, muslitos de Enriqueta con patatas gratinadas, estofado de nalgas de Enriqueta al Jerez, sopa de menudillos de Enriqueta, arroz serrano con Enriqueta, caracoles y garbanzos, paté de Enriqueta a las finas hierbas, callos de Enriqueta a la madrileña, ensalada de pasta, gulas, palitos de mar y taquitos de Enriqueta marinados, así como una excelente sobrasada de Enriqueta con pimentón de la Vera y un magnífico y sensacional Pastel de Enriqueta en hojaldre, con frutas del bosque y mermelada de arándanos.
            También se compró una trituradora con la que fabricaba abono de los huesos y otras partes no comestibles de Enriqueta; y con él nutría a las legumbres y verduras que plantaba en su huerto ecológico, para que sirvieran de guarnición a sus guisos.
            El día que vio su arcón vacío, una gran tristeza se adueñó del corazón de Norberto. Añoraba a Enriqueta. No se resignaba a su ausencia. Y, además, se había acostumbrado a su particular régimen de comidas y no deseaba volver al mercado a comprar trozos de carne anónima, procedente de cualquier ternera estúpida, cordero sin personalidad o conejo asustadizo, que jamás le dirían aquello de “¡Cómeme!”.
Nunca más caería en la desconsideración de comerse a ningún ser, que no le hubiera manifestado previamente su conformidad con servirle de alimento.
            Así que sacó su mejor corbata del armario, se puso el traje nuevo y se roció con una carísima colonia de caballero con feromonas en sus efluvios. Y se marchó a la discoteca, donde confiaba en que no le iban a faltar voluntarias.
            Solo tres horas más tarde tenía sobre su cama a la lujuriosa Pepa, abriendo las piernas y gritándole entre jadeos: “¡Cómeme, canalla…!”

            Lo que nunca entendió Norberto fue la manía que tenían todas ellas de insultarle antes de ser devoradas. La gente es muy rara.                        
                                                                                 Miguel Ángel Pérez Oca.


DE NUEVO EN TABARCA.



En la noche del 5 al 6 de este mes, estuve de nuevo en Tabarca con los chicos de Centro 14, y con motivo de esta visita astronómica he compuesto un poema de verso libre que ayer leí en la Tertulia de la Bodega Adolfo y que os pongo a continuación:



LA LUNA SOBRE TABARCA
            Riela sobre Tabarca
            y no estás tú.
            En mi telescopio, los cráteres se agrandan
como vacías cuencas que no devuelven mi mirada... ¿o sí?
Y no estás tú.
Más allá de los gigantescos contrafuertes de Tyco y Clavius,
el horizonte lunar se quiebra
y un mar celeste de estrellas rodea a la Reina de la Noche,
como otra isla, como una Tabarca cósmica.
Y no estás tú.
Marte, tan cerca de la Luna,
es una minúscula esfera de rojizos e imprecisos bordes,
cabalgada por la mancha blanca de las nieves eternas de su polo austral…
Y no estás tú.
Y más lejos, un gigante amarillo y caníbal, Saturno,
me muestra sus anillos increíbles y sus satélites:
Titán el rojo, y Tetis, Dione y Rea como tres pequeños,
apenas visibles, copitos de nieve…
Y no estás tú.
¿De qué me sirve la doble y hermosa Albireo,
con sus dos desiguales estrellas, la una roja y la otra azul…
si no estás tú?
¿Y de qué me sirve la sobrecogedora nebulosa anular de Lyra,
la agonía gloriosa de un sol lejano…
si no estás tú?
Ni el enorme Triángulo del Verano,
ni la estrella Doble Doble, con sus complejas evoluciones,
ni la nebulosa caliente Trífida, parturienta de estrellas,
ni La Laguna, donde beben los unicornios del cielo,
ni las fabulosas constelaciones, con sus mitos fantásticos,
como el evidente Escorpión, o Sagitario,
la tetera celeste tras la que se esconde el corazón de la Vía Láctea,
ni las remotas galaxias de Virgo…
Si no estás tú.
El Cosmos, a nuestro alrededor, hace más isla a Tabarca,
y las lejanas luces de la costa se humillan, ignoradas, bajo el Firmamento.
Las olas prestan su incierto rumor a las viejas murallas,
y rompen los brillos cómplices de la pálida Luna sobre la mar satinada,
en una noche de Verano, oscura y luminosa a un tiempo.
Todo se impregna de los enigmas del Universo, pero…
no estás tú, para compartirlos conmigo.
No estás tú.
Como siempre, te has quedado en casa.

Miguel Ángel Pérez Oca.


jueves, 10 de julio de 2014

EL GUAPO, EL SERIO Y EL ROJILLO.



Se disputan el liderazgo del PSOE y aportan su presencia y poco más. Se trataba de hacer un "menage a trois" de guante blanco. Y, claro, siguen sonando a rancio. La casta pesa mucho en el PSOE, la sombra de Felipe González, aquel que dijo la gran sandez de que "hay que ser socialistas antes que marxistas", es muy alargada. El uno, un tal Sánchez, confía en su buena planta para encandilar a las féminas del PSOE y a los que se dejan llevar por la estética; el otro, Madina, tan formalito él y con su pasado de víctima de ETA, parece que convence más a los sociatas reflexivos; en cuanto a Tapias, el de Izquierda Socialista (¿se dice así?), argumenta cosas que están bien, pero sonarían mejor fuera que dentro de su partido, y asusta a los social - liberales de la nueva y vieja escuela, además de ser mayor y recordar viejos tiempos. El PSOE arrastra un gran lastre histórico, el peso del bipartidismo, de la Casta, de las puertas giratorias, de los chollos para los líderes jubilados y de la Historia de la Transición; por no mentar los EREs y otras corruptelas de hoy y de ayer. Suenan a viejo, por mucho que se empeñen en mantener el bipartidismo con formas modernas... o más bien "modernistas". Se ve, se siente, que tanto a ellos como a los mentirosos profesionales del PP se les ha acabado el rollo. Ya no nos emocionan las sonrisas impostadas, las consignas y las operaciones de imagen. No nos gusta la gente que en lugar de hablar, recita. Nos atraen cada vez más las verdades del barquero, y si el barquero es profe de universidad, mejor aún.
Cuando Pablo Iglesias II cuenta su rollo, tiene varias ventajas sobre los aspirantes del PSOE: suena a nuevo, suena a verdad, a sinceridad y a saber de qué está hablando. Esa es la ventaja enorme de PODEMOS. Por eso el PP y el PSOE le tienen tanto miedo. Porque la verdad resplandece sobre los slogans y las consignas. Y por mucho que la prensa canalla se empeñe y los jerifaltes "populares" (qué nombre tan poco apropiado) fuercen los argumentos de sus discursitos, solo van a conseguir promocionar más a sus enemigos y llevarse alguna querella en los tribunales. ¿Es que no ven que utilizar argumentos tan miserables como llamarlos "bolivarianos" o pretender asociarlos con ETA, solo consigue convertirlos en víctimas de sus evidentes injuriadores y darles más apoyos? Son así de burros, o no serían "fachas", claro.
En cuanto a la izquierda de verdad, la otra izquierda de verdad, la Izquierda Unida, tiene que pensárselo. Si quiere ser tan creíble como PODEMOS debe ofrecer el mismo o parecido discurso; y eso solo lo puede ofrecer otro muchacho que, como Pablo Iglesias, procede del 15-M. Me refiero a Garzón. Los demás, en mayor o menor medida, ya suenan a rancio, a la época anterior, la época de don Juan Carlos I, heredero del Tío Paco. Así que a espabilarse, Cayo y Llamazares, que o ponéis a Garzón al frente o nadie se va a creer vuestro mensaje. La vida es cruel, pero es lo que hay: O vas a la moda o no te mira nadie; y la moda, hoy, son los chicos que dicen la verdad que les sale de las entretelas, eso sí, muy bien documentada y creíble, sobre todo si son universitarios y llevan coleta.
Qué divertidos van a resultar los meses próximos. ¿Eh?
Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 1 de julio de 2014

EL VACÍO EXTERIOR Y EL VACÍO INTERIOR.

En la Tertulia Literaria de la Bodega Adolfo nos habíamos puesto como tema para la pasada reunión del lunes, "El Vacío". A mí el tema me pareció muy sugerente, así que esta vez presenté dos trabajos, uno en prosa, titulado "En el vacío", un cuento de ciencia ficción que plantea un grave dilema ético: ¿Deberíamos invadir, para nuestra supervivencia, un planeta dotado de una civilización superior, pero incapaz de defenderse por ser sus habitantes contrarios a toda violencia? El segundo trabajo es un poema, digamos "abstracto", en el que se muestra el vacío interior del poeta que, lejos de buscar el significado y el compromiso para su poesía, solo se preocupa de su calidad estética, la rima y la métrica, pero que detrás de todo eso no hay absolutamente nada. Como en el cuento de Hans Christian Andersen, un niño descubre al impostor, aunque esta vez, en lugar de estar desnudo, está vacío.
Bueno, pues ahí os pongo los dos trabajos. Ya me diréis qué os parecen.



EN EL VACÍO.
            Mientras la nave surcaba un vacío cuajado de estrellas, nueve cápsulas de hibernación se abrieron lentamente y de su interior fueron surgiendo los tripulantes.
            -¿Ya han pasado seis años? – preguntó Julia, la bióloga, mientras se desperezaba sensualmente.
            -No, solo tres – les dijo el Capitán, que parecía muy tenso -. Ya sabéis que a los tres años debía interrumpir mi sueño inducido para supervisar la operación de invertir la dirección de los cohetes… Pero, ante lo que he podido averiguar, he decidido despertaros y celebrar una asamblea. Vamos al área de descanso.
            La nave había estado acelerando durante tres años, creando así una gravedad inercial y ganando velocidad hasta acercarse a la de la luz. Ahora tocaba invertir la orientación y ponerse con los motores de antimateria apuntando hacia delante, para ir decelerando y llegar con una velocidad razonable a las cercanías de la estrella doble Alfa Centauri, objetivo de la expedición.         
-Lo primero que he hecho al despertar ha sido repasar todos los mensajes procedentes de la Tierra – aclaró el Capitán a sus nueve compañeros -. Pues bien, siento deciros que la Tierra ya no es un planeta vivo – hizo una dolorosa pausa -. Hace dos años, hubo un conflicto entre Andorra y China que degeneró en un enfrentamiento militar. Y cuando los chinos se disponían a invadir Andorra, ésta, en una acción desesperada, hizo estallar sobre Pekín una bomba sucia de aniquilación total; de esas que se prohibieron en la Conferencia de Antartic City. Parece que se les fue la mano; y la radiación, demasiado fuerte, ha ido matando en unos meses a todos los seres vivos de nuestro mundo. Así que nunca podremos regresar. Aquello es ahora un desierto letal.
            Los tripulantes bajaron la cabeza, apesadumbrados. Pero el ingeniero Thunderball, que era el más animoso y enérgico de todos, no tardó en recuperarse.
            -Bueno, colonizaremos el planeta Alfa Centauri B-c, que tiene agua y oxígeno, y fundaremos allí una nueva Tierra. Somos 5 hombres y 5 mujeres, jóvenes y sanos…
            -Un momento – le interrumpió el Capitán -. Es que también he estado estudiando los informes que nos ha ido mandando la sonda Precursor IV, que llegó a la órbita de ese planeta hace cinco años. Y no sé si será conveniente que desembarquemos allí.
            -¿Por qué? ¿Es que está habitado por  monstruos agresivos?   
            -Todo lo contrario, lo habitan criaturas buenas y sabias, de una rara belleza. Su coeficiente intelectual es mucho más alto que el humano. En su cultura predominan las artes y las letras. Su música, su literatura y su filosofía están muy por encima de las nuestras. En cambio, y aunque su ciencia es muy avanzada, su tecnología, condicionada por el más estricto ecologismo, está más atrasada y no utilizan energía nuclear ni combustibles fósiles; solo energías limpias. Además, no tienen armas ni conciben la violencia. En fin, que si nos establecemos allí y competimos con ellos, acabaremos exterminándolos; y habremos destruido una de las culturas más hermosas del Universo. Así que quiero proponeros que pasemos de largo y busquemos otro objetivo…
            -¡De eso nada! ¡Iremos allí y conquistaremos nuestra nueva Tierra a esos bichos maricones! – gritó el ingeniero, imponiéndose al Capitán. De modo que procedieron a invertir la orientación de los motores, y vivir así el momento más peligroso del viaje; pues, a esa velocidad relativista y con el gran colector de protones inactivo, el más leve impacto con un cuerpo tan insignificante como un copo de nieve podría destruir la nave. Aunque la probabilidad de que eso ocurriese en el vacío interestelar era remotísima.

            Por suerte para los angélicos habitantes de Alfa Centauri B-c, eso fue lo que pasó: Los bárbaros terrícolas se toparon con el único copo de nieve en diez millones de kilómetros a la redonda y, después de un cegador destello, el espacio volvió a quedar gloriosamente vacío, indiferente y ajeno a los afanes humanos.      

Miguel A. Pérez Oca.



EL GRAN VACÍO.

Canta el poeta:

“Calcinadas preces de angulosas cejas,
me castiguen vanas de presuntos haces
si el valor transpuesto de largas madejas
resolviera el pasmo de mis pobres paces.

Torpe vorágine de oscuros élitros,
canción desnuda de muy arcanas eras,
texto carnal que promulga los méritos
de la parca inerme que se muestra entera.

Ardientes presagios que cancelan brotes
y obnubilan versos de yermas salinas.
En silencio bebo de las cúbicas dotes
que ocupan silentes las gualdas colinas.

Escupen las cumbres sus lúgubres mitos
en el ancho cráneo de las santas fieras
y el azar nos mece, cantando sus hitos
en la negra selva de pardas barreras.

Sálvame, palmaria, sin mirar siquiera
la marchita enjundia de mis deshonores
y resuelve, enhiesta, la plantar quimera
que fenece a empeños de tus mil colores.

Ya me voy, brillantes catenarias.
Me marcho espantado de prístinas cruces.
No esperéis mis rimas centenarias
ni anheléis la vuelta de mis vanas luces…”

-¡Mira, padre – exclama el niño inocente -, el poeta está desnudo!
-Peor que eso, hijo mío – responde el hombre -. El poeta está vacío.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(A la memoria de Hans Christian Andersen)