sábado, 31 de enero de 2015

¿PODREMOS?


Observo en la televisión la movilización de PODEMOS en Madrid y se me ponen los pelos de punta. En la Historia hay momentos únicos e imparables; hay días en que la ciudadanía se alza y se moviliza detrás de una idea y no hay ya quien la detenga. Y eso es lo que está sucediendo, para bien o para menos bien. Durante años, gente honesta, formada, concienciada, dispuesta a arriesgarse, ha trabajado para el día en que llegase un momento como este. Pero no siempre el premio se lo lleva quien se lo ha trabajado. El caso de los comunistas y después de Izquierda Unida es trágico, lamentable, pero muy ilustrativo. Durante el Franquismo, los viejos comunistas se jugaron el tipo y muchas veces la vida, para traernos un sistema decente y acabar con la dictadura, pero llegaron a última hora los “neo sociatas” de Felipe, con la pasta gansa de los socialdemócratas alemanes y el consentimiento tácito de los aperturistas del Régimen, desplazaron a los socialistas históricos de LLopis y se hicieron con el predominio de la Izquierda, instaurando el bipartidismo de la Transición, con todas sus imperfecciones y corruptelas. Cuando el comunismo soviético cayó con el muro de Berlín y enseñó sus vergüenzas, las fuerzas clásicas de la Izquierda se reagruparon en Izquierda Unida y trabajaron denodadamente para acabar con el bipartidismo y las castas políticas prepotentes y corruptas, pero cuando llegó la hora de la crisis, surgió un impreciso movimiento de jovencitos – el 15-M - que decían, algunos, no todos, que no eran de derechas ni de izquierdas, y convencieron a los votantes concienciados para que se quedaran en casa. Fastidiaron al PSOE y le dieron en bandeja la victoria por mayoría absoluta al PP de Rajoy. La culpa en parte la tuvo un correoso Cayo Lara que colaboró a la debacle sociata con su obtusa campaña de que votar al PSOE y votar al PP era lo mismo. Y ahora, cuando llega el año de las mil y una elecciones, cuando se prevé el surgimiento inevitable de una democracia del pueblo que sustituya al sistema que se derrumba, ese heterogéneo movimiento del 15-M ha parido una nueva formación, que no sé si llamarla partido, mediática, informática y “modelna” donde millones de personas de esas que decían que ya no iban a votar nunca más, van y se animan a marchar detrás de Pablo Iglesias II y sus eslóganes facilones: “Podemos”, “La Casta”, “tic-tac, tic-tac…” La verdad es que detrás de ellos hay una ideología muy imprecisa y hasta cierto punto equívoca, pero es lo que hay. El Pueblo se mueve y todo lo que suena a viejo, incluída Izquierda Unida, ha quedado muy cuestionado. 
            Yo pienso que los viejos luchadores de Izquierda Unida lo hubieran hecho mejor, si el pueblo hubiera confiado en ellos, y que los bisoños líderes de PODEMOS están condenados a repetir todos los errores que cometió la Izquierda en el último siglo. Pero, ya digo, es lo que hay. Y ya no se trata de subirse al carro del ganador, es, simplemente, aceptar lo inevitable. Que se hunda el viejo régimen, aunque ese naufragio arrastre a gente honesta y luchadora, para que pueda venir al fin el empoderamiento de la ciudadanía. Que ya iremos denunciando los errores y las miserias que vayan surgiendo. Como afirmaba una vieja representación teatral que vi en mi juventud –“La Muralla China”-, no se puede poner barreras a la Historia. Si al fin podemos, podremos y bien venido sea PODEMOS.
               Aunque yo no me quedo tranquilo del todo.
               La vida, y sobre todo la política, es muy injusta.
           

                                                                              Miguel Ángel Pérez Oca.

miércoles, 28 de enero de 2015

GRECIA Y ESPAÑA, RECAPITULEMOS.


No sé... permítanme que exprese ciertos recelos. El otro día andaba yo entusiasmado con el triunfo de Syriza en Grecia y me las prometía muy felices si el fenómeno se repite en España con Podemos, pero... Un gobierno integralmente masculino y con uno de sus miembros perteneciente a un partido ultranacionalista y xenófobo, ¿qué quieren que les diga? No me convence. Diez tíos gobernando el país que inventó la Democracia, sin una sola mujer, solo representantes de la mitad "machorra" de la población... y la alianza de gobierno con un partido que condena el matrimonio gay y la inmigración. ¿No habían partidos de izquierda con quienes aliarse?, le preguntaría a Zipras. Y claro, con las afinidades de los chicos de Podemos con sus amigos griegos, ya no me fío de que vayamos por el buen camino. Los de aquí nos dicen que no son de derechas ni de izquierdas, pero sus propuestas son las mismas que hace años, muchos años, ha venido proponiendo Izquierda Unida. Parece que los chicos quincemayistas de Podemos han descubierto la Democracia, el Mediterráneo, el Fuego y la Rueda. Pues no, esas cosas ya las decía Marx a finales del siglo XIX, y, según mi modesta opinión, tenía toda la razón. Pero parece que no conviene mostrar los orígenes, no escandalicemos a los timoratos. Más vale estar de moda y hacer carantoñas, predicando una honradez que, cuando menos nos muestra comportamientos dudosos en sus fundadores (¿Monedero, Errejón?). Yo, desde luego, me fío más de IU, ahora que el nada simpático Cayo Lara le cede el terreno al joven Garzón, mucho más consecuente y equilibrado que sus colegas de lila. Ellos, los de Izquierda Unida, llevan luchando por la justicia social desde antes de nacer Pablo Iglesias II. Pero, claro, en este mundo mediático no hay nada como salir en la tele y ponerse de moda. No sé...Y si surge un movimiento como Guanyem que propugna la confluencia, los voceros de la prensa sacan a relucir enseguida el eslogan fácil de "la marca blanca de IU", que no es cierto, os lo aseguro, y facilitan a los chicos de lila que rechacen la unión de los partidos de izquierda en favor de imprecisas asociaciones de electores sin nombre que, sin comprometerlos a ellos, que se reservan para las generales (los ayuntamientos les parecen poco), les aseguren una victoria de facto. Hablaban de acabar con el bipartidismo, pero lo que están construyendo es un nuevo bipartidismo PP-Podemos. Y a los viejos partidos de auténtica izquierda, que les den morcilla... Como decía Lenin: "Nadie a mi izquierda". No sé qué pensar...
Habrá que esperar, a ver qué pasa: Tic-tac-tic-tac-tic-tac...

Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 27 de enero de 2015

¡LOS GRIEGOS HAN PODIDO!



Ya falta poco. Los griegos han podido, y lo han hecho con un arma que inventaron ellos mismos hace miles de años: la Democracia. Syriza ha sacado casi la mayoría absoluta y su jefe gobernará a sus anchas. Los nacionalistas moderados les han cedido sus escaños a cambio del Ministerio de Defensa, y uno de los más prestigiosos economistas progresistas del mundo se encargará de la economía. La Merkel ya tiene quien le ladre y el patético Rajoy anda en la tele visitando casas de sufridos ciudadanos (de pacotilla) para darles las gracias. Mejor haría en pedirles perdón. A ver si tengo suerte y visita la mía para que le pueda mandar a la... eso.
Ya está bien de aguantar la tercera ofensiva alemana sobre Europa. Las dos primeras, con armas, se saldaron con derrotas y nazismos que merecían una compensación por tanta miseria y tanta muerte que sembraron en Europa (a nosotros por la ayuda que prestaron al dictador Franco); pero los salvó la campana, la campana de la Guerra Fría. Habia que frenar a Stalin y sus muchachos soviéticos, y vino Mr. Marsall y se les perdonaron indemnizaciones y deudas. Y cuando la reunificación, de nuevo todo fueron facilidades. Ah, pero no le debas nada a la Füreresa, porque no te lo va a perdonar; sobre todo si eres uno de esos morenos del sur, como los griegos y los españoles, a los que el racismo ario de esa gente llama vagos y descuidados. Bien que les han venido los morenitos "vagos y descuidados" cuando han necesitado abnegada y barata mano de obra, ¿verdad? Pues, lo dicho, que ahora, en lugar de tanques utilizan bancos, y en lugar de campos de exterminio, se cargan a los seres de "razas inferiores" en su propia casa, de miseria, desahucios, y deudas impagables. Y en cuanto a "capos" sumisos y sin conciencia, ya tienen a la derechona europea, especialmente la española (que de española y patriota solo tiene el nombre), para llevar a sus compatriotas a la cámara de gas de la miseria. Ya está bien, señoritos del norte y sus esbirros del sur, ya está bien; si no sabéis lo que es la solidaridad no queráis construir Europa, porque solo os sale una de banqueros y explotadores. La Europa del futuro tiene que ser social o no será, y el Euro, si solo sirve para vosotros, os lo podéis meter donde os quepa.


¡Viva Grecia! 


Que a gusto me he quedado.

   Miguel Ángel Pérez Oca.

DOS POEMAS.



Uno propio y otro ajeno. El primero, mío, para celebrar mi trabajo número 100 en a Tertulia; el segundo, de Mercedes Manso, con motivo de mi 71 cumpleaños. Ambas celebraciones coinciden en el tiempo y en el espacio, el dia 26 de enero y en el Hotel Abba Centrum de Alicante. Fue una velada inolvidable, que agradezco a mi compañeros de tertulia.

CIEN VECES

Cien veces fui a escribir, cien veces
procuré desahogar mis emociones
de modesto escritor que os agradece
se le escuche en sus temores e ilusiones.

La tertulia fue el refugio de mis lunes
ante cenas opíparas y vinos,
compañeros poetas y escritores
que animaron a mi pluma en su destino.

Mujeres y hombres, jóvenes y ancianos,
entrañables entusiastas, realistas,
humoristas filosóficos y humanos,
sanitarios y docentes, pensionistas.

Tras de cada escrito, leído con denuedo
por la voz profunda de este vate
se escondía un corazón, un secreto desconsuelo,
una pasión o un cómico dislate.

Y así, la vida me ha premiado en estas noches
en las que lo mejor no es tanto el escribir
como admirar el ingenio del que escribe;
y admirando y escuchando, aprender así a vivir.

Cuatro años en hacer cien trabajos tertulianos
es labor de aguerridos escritores;
cien trabajos que salieron de mis manos
disipando penurias y furores.

Secular, pues, me siento en esta noche,
de redonda cifra digital.
Y proclamo que os quiero hasta el derroche
y os propongo la velada celebrar.

¡Cien trabajos! ¡cien inventos literarios!
¡Cien festejos de jolgorio intelectual!
Brindemos, pues, por este centenario
con buen vino en sus copas de cristal.

Chin, chin…

                                                            Miguel Ángel Pérez Oca.


NUESTRO MIGUEL ÁNGEL

Tres cuartos de Quijote y uno de Sancho Panza,
con la vista en el cielo y los pies en la tierra,
humanista irredento de esos que no se achantan,
artista y optimista, loco de las estrellas.

Con la memoria histórica intacta y en su sitio,
haces que no olvidemos la tragedia olvidada;
la historia de Copérnico nos regala tu libro
y aquello que divisas allende tu ventana.

La Cruz de Caravaca revive en tu novela,
con el padre Pinzón fuiste a surcar los mares,
el suicida feliz te sonríe con deleite
y de su biografía te hizo encargo Alicante.

Ilustrador de lunas, de soles y galaxias,
pintor de brocha fina, versátil dibujante,
inquieto y solidario, con tus letras en ristre,
tertuliano entusiasta y escritor incansable.

Dices que cumples años, que son setenta y uno.
Muchas felicidades y plácemes, amigo,
no te adulo si te digo: son setenta y un soles.
Miguel, no tiene precio haberte conocido.

                    Mercedes Manso de la Rosa, 26/1/15.


sábado, 17 de enero de 2015

SOBRE LA BLASFEMIA.

Sidi Ifni, 2007.- Con unos amigos musulmanes a los que respeto y aprecio.

REFLEXIONES ACERCA DE LA BLASFEMIA.
No me gusta la blasfemia, como no me gustan las palabras malsonantes u ofensivas, insultos, “tacos” y demás, vayan dirigidas a quien vayan, y se las merezca el receptor o no. Creo que hay muchas formas de expresar el rechazo hacia algo o alguien sin necesidad de caer en el mal gusto. Y digo todo esto a sabiendas de que, según mi opinión, la blasfemia es imposible, en el sentido de que se entiende por blasfemia una expresión ofensiva para la divinidad. Sin embargo, dudo mucho de que, en el caso de que Dios exista y, tal como lo describe nuestra Teologia Judeo-Cristiana, como el Ser Supremo, Creador del Universo e Infinitamente Poderoso, Sabio y Bueno, dudo mucho, digo, que se sintiera ofendido por los insignificantes ruiditos emitidos por unos infusorios pobres, ignorantes, débiles y malintencionados como nosotros que, además, supuestamente, somos sus hijos. ¿Os ofenderíais vosotros de los insultos de una hormiga o de una bacteria? Porque el hecho de ofenderse es reflexivo. No ofende quien realiza el acto de ofender, sino el que decide ofenderse.Contrariamente a lo que de pequeño me decían los frailes de mi colegio, la ofensa a Dios no es infinita por el hecho de que Dios sea infinito, sino que, en todo caso, sería infinitesimal, cercana a cero, dada nuestra desproporcionada pequeñez e insignificancia. Si eso es así, o al menos eso pienso, y dado que no creo en absoluto en la existencia del Dios personal de las religiones del Libro, ¿por qué siento rechazo por la blasfemia? No porque ofenda a Dios, desde luego, si no porque hiere la sensibilidad y, por tanto, hace sufrir a los creyentes que la escuchan o leen. Y fastidiar a alguien sin razón es un acto de incivismo. Por eso es por lo que rechazo la blasfemia, sea contra el Dios que sea, o contra la figura sagrada que sea. Todo ser humano se merece un respeto, estemos o no de acuerdo con sus creencias.
Por eso, y aunque respeto al máximo la libertad de expresión, no apruebo la conducta de algunos humoristas que no tienen reparos en insultar o faltar al respeto a los creyentes que se sienten ofendidos con sus gracias. Naturalmente, eso no justifica en absoluto el proceder del fanático que ejerce la violencia, institucionalizada o no, contra el blasfemo. En ese sentido “Je suis Charlie” y los ejecutores de sus dibujantes y humoristas son unos asesinos terroristas de la peor especie. Proceden de una vieja práctica religiosa en la que la blasfemia se castigaba con la muerte; pero estamos en estos tiempos, en los que la libertad de expresión es, y debe ser, un derecho sagrado universal, por encima de cualquier creencia.
Yo recomendaría a los creyentes que, si les ofende un chiste blasfemo de alguna revista irrespetuosa, simplemente, no la compren ni la lean; pero dejen que cada cual ejerza su derecho al mal gusto. Allá cada cual con su conciencia. Y a los humoristas blasfemos les rogaría comedimiento, prudencia y, sobre todo, caridad y solidaridad con los que pueden sentirse dolidos por unos chistes cuya gracia es más que cuestionable y, sobre todo, innecesaria.
Ya sé que con este artículo me he debido ganar la antipatía de gentes de los dos bandos, de los que queriendo ofender a un Dios en el que no creen, ofenden a sus creyentes, y de los que creen que ofendiéndolos a ellos están ofendiendo a Dios.
Por otro lado, propongo una reflexión sobre la divinidad que, al menos, debería despertar la sana duda que siempre tendría que flotar sobre nuestras creencias no demostrables. ¿Habéis pensado alguna vez que las virtudes que los creyentes atribuyen a Dios son incompatibles entre sí? Si Dios es infinitamente bueno, ¿por qué ha creado este Mundo lleno de dolor? Si no ha podido o no ha sabido evitarlo es que no es infinitamente poderoso ni sabio. Si no ha querido, es que no es infinitamente bueno. Confieso mi ignorancia al respecto - ni soy ni quiero ser teólogo - pero nadie, con sus dogmas, va a impedirme que piense en libertad sobe este asunto o cualquier otro, ¿verdad? Nadie tiene derecho a impedir mi libertad de pensamiento y expresión, ni aunque fuese un humorista de Charlie Hebdo, que no es el caso, en absoluto.
Pero insisto, la blasfemia, en todo caso, es un acto de mal gusto y de insolidaridad.
Eso es lo que creo.


martes, 13 de enero de 2015

SOBRABA NETANYAHU.


Vaya por delante mi mas absoluta condena a los atentados de hace unos días en París: "Je suis Charlie". Y vaya por delante que me repugna toda case de violencia, sea esta terrorismo de fanáticos religiosos o terrorismo de Estado. No me gustan los verdugos, vayan estos de uniforme caqui o negro; degüellen periodistas o lancen bombas sobre las escuelas.
Mi adhesión más absoluta está con los dibujantes y periodistas del Charlie Hebdo, que decían en su revista lo que les daba la gana y se burlaban de todo lo humano y divino (si es que hay algo divino en este mundo hipócrita). La libertad de expresión nos ha hecho grandes a los europeos y nos ha traído la ciencia y la tecnología, las libertades políticas y los derechos humanos, frente a la resistencia de fanáticos e inquisidores, de dictadores y reaccionarios de todos los pelajes. Pero esas libertades no se han ganado fácilmente, frente a unos señoritos feudales que se han amparado demasiado frecuentemente en religiones obsoletas, en las que la blasfemia se castiga con la muerte. Y todo eso lo han comprendido muy bien los cientos de miles de manifestantes de ayer en París; aunque algunos de los personajes políticos que se adhirieron "oficialmente", parecían estar allí solo para quedar bien, pero en el fondo pensaban que ellos, los de Charlie Hebdo, se lo habían buscado por "ofender" a Dios. Como si un Dios todopoderoso e infinitamente sabio y bueno pudiera ser ofendido por las travesuras de unos infusorios humanos que Él mismo, supuestamente, ha creado con sus defectos y virtudes. En fin, es inútil intentar razonar con los cenutrios meapilas; así que no insistiré  en estos argumentos de lógica filosófica: No se hizo la miel para la boca del asno.
Pero me pregunto qué hacía en la manifestación paralela de los políticos un individuo de la calaña de Netanyahu, Jefe del Gobierno de Israel que hace muy poco arrasaba Gaza matando hombres, mujeres y niños inocentes, en nombre de una supuesta lucha contra el terrorismo de Hamás. Hacer lo que ese tipo y sus acólitos han hecho también es terrorismo, y del peor, porque conlleva el abuso del enorme arsenal y medios conque cuenta un estado como el israelí. Hay que combatir a los terroristas, de acuerdo, pero no matando inocentes y violando los derechos humanos, como hacen los ventajistas israelíes. Otros políticos también sobraban en aquella cabecera de figurines, jefes de gobiernos que no respetan los derechos humanos y que, a su regreso, seguirán abusando de sus ciudadanos en nombre de la seguridad, de la Patria o de cualquier religión medieval hecha a la medida de sus antiguos - y nuevos - tiranos.
Ya está bien. El que no sea capaz de sentir en lo más hondo de su corazón el significado de la frase "JE SUIS CHARLIE", que no manche la calle con su presencia espuria.
He dicho.
                                                                                  Miguel Ángel Pérez Oca.  

UN CUENTO Y UN POEMA.

Ayer tenía mi tertulia literaria, pero una inoportuna gripe intestinal me mantuvo postrado en el lecho. Así que no puede disfrutar de la compañía de mis amigos y amigas, ni de la sabrosa cena que nos suelen servir (no estaba para esas cosas) en el Hotel Abba Centrum de Alicante. Mandé mi participación, que respondía al tema "Cuento" y en el que me recreaba con la paradoja de que quizá la realidad social de nuestro mundo capitalista es más irracional que los famosos cuentos para niños. También había compuesto un poema sobre la urgencia de vivir.
Espero que os gusten:


EL CUENTO DE LA VIEJA
Anochece. La niña ha terminado de cenar y se dispone a dormir. Ya se ha desnudado y puesto el camisón, ella solita, y se ha metido en la cama.
-Abuela, abuela, ¿me cuentas un cuento?
Y la vieja se sienta al borde del lecho y sonríe, mientras arropa a la niña y se deleita contemplando sus rubios cabellos ensortijados y sus ojos azules del color del mar lejano.
-Érase una vez… – dice, escrutando las rugosas vigas del techo, como si buscara en sus vericuetos carcomidos la inspiración de lejanos recuerdos – Érase una vez un extraño país donde no existían las monedas de oro, de plata ni de cobre. El dinero consistía en estampitas de papel que tenían el valor que llevaban impreso en una de sus esquinas.
-¿Y los habitantes de ese país tan extraño podían creerse que el valor de un papel depende de la cantidad que lleva escrita, y no del peso y el material con que está hecho?
-Sí, porque eran unas personas muy tontas. Tanto que en ocasiones los ricos acaparaban todo ese dinero de papel y los pobres no podían comprar pan.
-¡Ay, que risa, abuela! Pero, ¿cómo podían pensar que el papel vale más que el pan? Si el papel no se come…
-Pues, ya ves. Además, sus leyes eran muy raras. Había una ley que decía que los que aportaban una cantidad de ese ridículo dinero de papel para montar una empresa, eran ya para siempre sus dueños; mientras que los trabajadores que la hacían funcionar todos los días y sin cuya labor no daría ningún producto, no eran en absoluto dueños de nada, y solo tenían derecho a percibir un salario muy inferior al valor de su trabajo.
-Eso es increíble, abuela. ¿Y los trabajadores lo consentían?
-Sí, sí, y más todavía. Los políticos que conseguían el poder con los votos de todos, y que para ganar las elecciones hacían al pueblo muchas promesas, las incumplían luego y se dejaban sobornar por los ricos, convirtiéndose en corruptos, o sea, podridos.
-¿Y todo por esos billetitos de papel?
-Ah, por esos billetitos había quien robaba, quien mataba y quienes provocaban guerras espantosas y crisis llamadas “económicas”, en las que la gente podía morir de hambre en un país donde sobraban el trigo y la carne, pero faltaba el papel.
-No me cuentes nada más, abuela, porque no me puedo creer un cuento tan descabellado. Esa historia es tan absurda que no puedo entenderla.
Y la vieja se queda pensando un momento.
-Pues, ¿sabes?, yo creo que Lobo sí que la entendería…
-Buenas noches, Abuelita – dice la niña, negando con la cabeza.
-Buenas noches, Caperucita.                                         

                                                                                                 Miguel Ángel Pérez Oca.


SIEMPRE ES AHORA.

Pudo haber sido todo tan grande y tan hermoso.
Pudo la vida haberme dado tanto, y di tan poco.
Pude haberme subido a la cuadriga tantas veces,
cuando pasó por delante de mi puerta.
Pude haber escalado el balcón de Julieta
en alguna hermosa noche de amor y de lujuria,  
y amar así, y morir gloriosamente,
y ser inmortal por un instante eterno.
Pero me quedé sentado en mi silla de enea,
bajo el porche de mi casa enjalbegada,
por miedo al tiempo y al espacio,
por miedo al escándalo y al dolor,
pero, sobre todo,
por miedo a las decepciones, los fracasos y los ridículos,
pensando que mañana vendrían otras ocasiones
más correctas, menos arriesgadas.
Y olvidé, o nunca aprendí, que
SIEMPRE ES AHORA.

Y ahora, en este ahora de hoy,
todavía sentado en mi silla de enea,
bajo el porche de mi casa enjalbegada,
me lamento de un pasado que no fue,
de un futuro que jamás llegaría a ser
y de una vida malgastada en recuerdos y alarmadas prevenciones,
desdeñosa del presente,
equivocada sobre la auténtica realidad del devenir.
Y me grito a mí mismo: ¡Estúpido! ¿A qué esperas?
La gloria de hoy es intransferible.
Nada ocurre en el pasado, nada pasa en el mañana.
Vive hoy o prolonga para siempre tu letargo,
emulando al geranio bien regado en su maceta,
bajo tu porche, en tu sillita de enea, arropando a tu ego cobarde,
por los años, por los siglos, por las eras que nada significan.
Vive hoy, te digo, o prívate de ti mismo.
¡Vive! Vive ya. Porque
SIEMPRE ES AHORA.

miércoles, 7 de enero de 2015

ASESINANDO EN EL NOMBRE DE DIOS.



7 DE ENERO DE 2015, NO MATARÁS.

Ha sido horrible. Ver la muerte violenta de un ser humano siempre es un espectáculo deleznable. Pero lo de hoy ha sido el colmo, ver a un policía herido dirigir al fanático de turno un ademán pidiendo clemencia y cómo el muy bestia lo remataba de un disparo en la cabeza, me ha encendido la sangre.
Como decía Bertrand Russell “Que una buena persona haga el bien es lo natural, pero para que una buena persona haga el mal hace falta la religión”. Mal entendida, digo yo.
La Historia es pródiga en escenas de herejes ardiendo vivos en las hogueras de la Santísima Inquisición promulgada por nuestros Católicos Reyes. Que para ser católico no es necesario ser cristiano.
Guerras sangrientas han asolado Europa en nombre de la Reforma y la Contrarreforma.
Los judíos matan a palestinos en nombre de Jehová.
Chiitas y Sunitas se matan en el nombre de Alá y su Profeta.
Los talibanes asesinan a las niñas que estudian y a los niños que aprenden ciencias en exclusiva, en lugar de El Corán. O a las mujeres que se atreven a pedir libertad y se descubren el rostro.
Los fanáticos de la Yihad se dedican ahora a asesinar a los humoristas gráficos que se atrevieron a hacer chistes sobre Mahoma. Y es que los fanáticos y los asesinos suelen carecer de sentido del humor.
Solo conozco una religión capaz de reírse de si misma. Me refiero al Budismo Zen, pero, claro, el Zen más que una religión es una filosofía y una actitud ante la vida.Nunca han sostenido guerras en nombre de Buda o el Tao.
En verdad os digo que el que mata en nombre de Dios está matando a Dios, pues, ¿quién, en su sano juicio, podría creer en un Dios que se complazca con las muertes violentas de los cómicos y los niños?
Solo espero que los musulmanes cuerdos sepan extirpar a esos indeseables de su sociedad, y que los occidentales cuerdos no confundan a los buenos musulmanes con los integristas islámicos. Que no son lo mismo, ni mucho menos.
Vaya comienzo de año.