domingo, 30 de diciembre de 2012

QUIZÁ EXISTIMOS.



A veces, pese a mis convicciones rigurosamente materialistas y racionalistas, me cuesta creer que lo sublime solo anida en los engranajes inconscientes y tibios de la máquina cerebral; que las emociones, que los sentimientos, que el amor son solo espejismos que un ordenador orgánico proyecta sobre una pantalla hecha de… nada y destinada a… nadie.
Hoy, que la Física cada vez se aleja más del mecanicismo, y que los físicos teóricos, devenidos en filósofos metafísicos atormentados por las paradojas de la Mecánica Cuántica, buscan la realidad en sofisticadísimas teorías de “cuerdas”, “simetrías gauge”, “bosones de Higgs”, “gatos de Shroedinger”, “Universos paralelos de Everett”, “Energía y materia oscuras” y demás misterios que nada tienen que envidiar al de la Trinidad y que cada vez se hacen más irrepresentables, empieza a ser incómodo permanecer en una honesta posición atea, o al menos agnóstica. Hubo quien dijo, hace muchos años, que los campos electromagnéticos que proponía Maxwell eran una descabellada representación de pretendidos entes sobrenaturales, comparables con la discutible alma de los mortales creyentes; pero los científicos de hoy los aceptan sin ninguna objeción, una vez probada su verdad, y aplicada a una tecnología ya imprescindible y omnipresente. Chalmers propone una especie de “campos de conciencia”, de manera tal que, así como todos los objetos están sujetos a la gravedad y al electromagnetismo, todas las cosas de este Universo, cada una a su nivel, deben ser conscientes. Pero también hay quien, como Searle, se ríe de él y lo considera un visionario, como visionarios debían ser Giordano Bruno y Teilhard de Chardin. Quizá lo sea, pero a mí cada vez me cuesta más creer que nuestra mente es solo el producto del funcionamiento ciego y automático de una maquinita formada por cien mil millones de neuronas absolutamente bobas, que solo saben recibir y enviar impulsos eléctricos a través de sus sinapsis. Se habla de propiedades emergentes para justificar lo absolutamente sofisticado surgido de lo absolutamente simple, pero ¿emergentes para quien, o para qué? ¿Quién es el usuario de esta maravilla surgida de la nada y presuntamente destinada a la nada? ¿La NADA?
En estas fechas, cuando los sentimientos se agudizan, cuando nuestra piel se vuelve más sensible, cuando nuestro corazón palpita de amor, y cuando lloramos las desgracias que la guerra, la crisis y la desfachatez de los aprovechados están provocando en tantos inocentes; cuando los sentimientos y la emociones estallan ante las maravillas del arte o el heroísmo sublime de la filantropía… Me cuesta, me cuesta cada vez más identificarme con una máquina deslumbrada por un espejismo.
¿Me estaré haciendo viejo? ¿Será esto un síntoma de debilidad, de tanatofobia mal dominada, o… o quizá la prueba de que mi escepticismo se ha incrementado hasta el punto de dudar incluso de la Ciencia?
Más allá de nuestro horizonte mental debe hallarse la Verdad Objetiva, pero la experiencia nos dice que el horizonte, como el Arco Iris, es inalcanzable, porque no está en ningún sitio sino dentro de nuestros propios ojos y ante nuestra particular perspectiva.
Así que, dejadme que os mande, en estas Pascuas, un modesto rayo de esperanza.
Quizá existimos.
                                                                           Miguel Ángel Pérez Oca.
                                                                          (en los umbrales de 2013)   

¿DÓNDE ESTÁN LOS ALMENDROS DEL CAMPO DE LOS ALMENDROS?

El pasado Verano, la alcaldesa Sonia Castedo inauguró el "Campo de los Almendros" en la zona de césped que hay, aproximadamente, donde más de 12.000 republicanos fueron confinados al final de nuestra triste Guerra Civil. Max Aub inmortalizó este sitio en su novela "Campo de Almendros", y la Comisión Cívica de la Memoria Histórica propuso la instalación, en ese mismo lugar, de un memorial adecuado. Como siempre pasa con nuestro Ayuntamiento, no se aceptó la propuesta de la Comisión, pero nuestros ediles se marcaron el farol "progre" de bautizar el lugar con ese nombre legendario. Se puso un cartel, pero no se plantaron almendros, porque, según los responsables, "en Verano no se pueden plantar, porque no cogerían". Así que había que esperar a diciembre. Y esperamos, y seguimos esperando. De momento en el sitio solo está el cartel, pero nada de almendros. Y en cuanto pase enero y llegue febrero, y florezcan los almendros, ya será tarde para hacerlo. Me temo lo peor, me temo que estas cosas solo se hacen para poner una vela a Dios y otra al Diablo, o sea para callar a los de la Comisión sin incomodar demasiado a los viejos y nuevos "patriotas" de la Derecha; esa Derecha que cree que la Patria es su finca particular, y por eso quieren privatizarlo todo, no vaya la chusma a beneficiarse de ella. Pues eso, que no hay almendros, todavía, en el Campo de los Almendros. 
Y es que llueve sobre mojado: La Comisión pidió una calle para el Stanbrook, y la tuvo... en un descampado del Barrio Obrero, donde no hay ni vecinos. Se solicitó un monumento a los últimos refugiados del puerto, pero... que si eso corresponde a la Autoridad Portuaria, que si al Ayuntamiento, que si... Ahora parece ser que ya se ha llegado a un acuerdo con lo del Monumento a los muertos del 25 de Mayo... Pero, veremos si el próximo mayo nos reuniremos al fin junto a la obra de Elena Albajar o de nuevo estaremos en la plaza sin más recordatorio que las pequeñas plaquitas de la pared y con cada vez menos abuelitos supervivientes... Y es que parece que respecto a la Memoria Histórica, nuestros ediles de la Derecha han escogido la ley del mínimo esfuerzo, no se vayan a cabrear nuestros recalcitrantes locales. ¡Qué pobreza de espíritu, leñe!
Bueno, pues eso... ¡QUE QUIERO VER ALMENDROS EN EL CAMPO DE LOS ALMENDROS!
Y que el 2013 nos refresque la memoria, no vayamos a caer en un Alzheimer histórico.
¿O es que la Historia de Alicante nos importa un bledo?

                                                                                             Miguel Ángel Pérez Oca.

                                                                              



sábado, 29 de diciembre de 2012

SINTIÉNDOLO MUCHO...

     

     Cuando abrí este blog me propuse no censurar ningún comentario que se me enviase, y hasta ahora los he publicado todos, aunque en ellos se incluyeran insultos a mi persona y juicios temerarios sobre mi conducta; pero, sintiéndolo mucho, no aceptaré, a partir de hoy, ningún comentario en el que se dedique a nadie menciones insultantes a su familia, como: "hijos de p...", "me c... en sus muertos", etc.
     Recientemente he recibido un comentario a uno de mis artículos en el que el comunicante me acusaba de haber consentido insultos de ese cariz en otro blog distinto del mío. Por supuesto, le he pedido perdón por mi descuido y, a pesar de que no había leído el texto de marras ni tenía nada que ver con él,  le he asegurado que, al menos en mi blog, eso ni ha sucedido ni sucederá jamás.
     Una cosa es la calificación moral que pueda, o no, merecerse, por su conducta, determinado individuo o colectividad, según la opinión libre del comentarista, y otra los insultos violentos que pretendan herir sus sentimientos filiales o familiares atacando a terceras personas solo relacionadas con el criticado por un vínculo de sangre. 
     En este blog he dedicado juicios muy duros a determinados personajes, y no me arrepiento de ello; pero en todos los casos mis calificativos iban dirigidos exclusivamente a la persona o personas criticadas, que según mi libre criterio se lo merecían. Dichas personas han tenido siempre la oportunidad de desmentirme o defenderse de mis acusaciones dirigiendo un comentario a mi blog, que de ninguna manera sería censurado. También sé que determinados epítetos se refieren a la catadura moral del afectado y que su significado no es aplicable literalmente (las pobres prostitutas no se lo merecen), pero también sé que hay otras formas de decir lo mismo sin involucrar a las madres o a las personas fallecidas, que merecen todo nuestro respeto.
     Todo tiene un límite. Lo siento.

                                                                                               Miguel Ángel Pérez Oca.

P.D.- No nos hagamos mala sangre, ¿eh? Hala, así que FELICES PASCUAS Y MIS MEJORES DESEOS - A TODOS, TODOS - PARA EL AÑO 2013.  Y perdonad las molestias.

viernes, 28 de diciembre de 2012

¡QUÉ CARA MÁS DURA!


O sea que cuando el PSOE subió el IVA, Rajoy y sus compinches recogían firmas en contra. "no más IVA, NO + IMPUESTOS, NO + PARO, NO + MENTIRAS" decía el cartelito de la mesa donde firmaban Rajoy y la Espe cuando el PP estaba en la oposición desleal. Ahora están en el Gobierno igualmente desleal (esta vez contra el pueblo y sus propios votantes), suben el IVA, bajan los despidos, sube el paro, cuentan mentiras y no quieren que nos acordemos de cuando les hicieron esta foto... y no se les cae la cara de vergüenza. Y es que las hemerotecas son muy útiles... y peligrosas. 

¡CAROTAS! ¡SINVERGÜENZAS!


miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿Qué MAS nos espera en 2013?



Si el Molt Honorable Señor MAS fuera japonés, se habría hecho el hara kiri después de las últimas elecciones en Cataluña. Pero no lo es y, por lo visto, el índice de dureza de su rostro supera al diamante. El señor Mas, no lo olvidemos, es un líder de derechas cuya política social y económica es idéntica a la de sus homónimos del Partido Popular en el resto del Estado Español. Como bien dijo Loquillo, el viejo roquero, en un programa de la Sexta (sí, esa televisión donde Wyoming y Ébole, entre otros, mantienen la decencia del medio televisivo) "Si mañana se hiciera un referéndum y ganara la independencia de Cataluña, seguiríamos teniendo 700.000 parados". Y calificó las supuestas ansias independentistas de Mas de "cortina de humo". A veces un artista curtido tiene una visión mucho más clara que muchos comentaristas políticos, sobre todo porque no está condicionado por las directrices de la superioridad. Yo creo firmemente que los catalanes son el pueblo más inteligente y sereno de toda la Península Ibérica, y tienen la buena costumbre de hacer cuentas antes de tomar cualquier decisión. Saben muy bien que Cataluña saldría perdiendo si se separase de España, que no podría permanecer en la Comunidad Europea por las buenas y que el precio de su independencia quizá haría que el remedio fuera peor que la enfermedad. Lo que pasa es que los catalanes, muy justamente, están hasta "les pilotes" del trato que han recibido desde siempre por parte de los nacionalistas centralistas castellanos y, claro, en un momento de calentón, potenciado por la crisis y sus presuntas soluciones neo liberales, con sus recortes y maniobras privaticionistas, salen a la calle y les dicen a los de Madrid que se metan España por donde les quepa. Pero estoy seguro de que tras una tranquila y ponderada reflexión no todos los manifestantes del otro día votarían por una problemática independencia liderada, para mayor INRI, por un señor como Mas. Lo que pasa es que el tío vio en la famosa manifestación una manera de justificar su catastrófica gestión política. Se dijo: "Ya está: me envuelvo en la Senyera, me proclamo independentista, prometo un referéndum y consigo una cómoda mayoría absoluta que me permita hacer de mi capa un sayo". Y así lo hizo, pero los inteligentes catalanes le vieron la patita por debajo de la puerta y el resultado de los comicios sumió al Molt Honorable en el más espantoso de los ridículos. Lo dicho, si fuera japonés se habría hecho el hara kiri, y si fuera inglés, francés, belga o de cualquier otro país europeo, democrático y decente, habría al menos presentado su dimisión. Pero no, el señor Mas no va a dejar el "machito", y ahora se alía con los ingenuos e idealistas de Izquierda Republicana con el sano propósito de  abusar de su buena fe. No durará mucho esta alianza antinatural. Estoy seguro de que en este próximo 2013, que os deseo lleno de venturas y prosperidad (al menos que no os haga demasiado pupa la crisis) , Mas tendrá que elegir entre las exigencia de IRC y los intereses de la Unió del señor Durán i Lleida y de los banqueros y empresarios catalanes.Pero el insumergible Mas ya lo tiene pensado: cuando toque hablar del referéndum o de tomar medidas de izquierda que no le gusten a sus socios, buscará un tema de conflicto (tendrá muchos para elegir), lo aventará y romperá con sus efímeros e incompatibles socios y se buscará un apaño con el PSOE o con cualquiera que lo exima de realizar la famosa consulta antes del término de 2014; y dejará el asunto para ser llevado a cabo "sine díe". Pero, vamos a ver: ¿Qué harían los nacionalistas de derechas (¿todos?) si consiguieran la independencia? Su negocio consiste en vivir pidiéndola, pero sin conseguirla nunca, porque entonces ya no tendrían nada que reclamar y se les acabaría el chollo. Así que ojo con el señor Mas, que vamos a tener show divertido para rato en este próximo 2013.
Por lo demás, os deseo que el 2013 sea mejor que el maldito 2012, y a ver si encontramos un líder europeo o nacional (con perdón) que nos proponga alguna solución decente y humanista para salir de este infierno neo liberal al que nos ha llevado gente como el Reagan, la Teatcher, la Esperanza Aguirre, el Mas y todos sus compinches, que quieren acabar con el Estado y volver a una nueva era, feudal y capitalista a un tiempo. Pero eso depende de nosotros, que lo consintamos, que nos dejemos engañar por sus señuelos y sus triquiñuelas, o que nos unamos todos los trabajadores en lugar de volver a caer en nacionalismos que solo favorecen a los señoritos locales, que ellos tienen la cara muy dura, pero todas las sustancias duras son frágiles.
Tenemos, me temo, poco tiempo, pero un año más de frustraciones quizá pueda despabilar a muchos incautos.
¡Buen 2013! (si ello es posible)
Miguel Ángel Pérez Oca.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

ESPAÑA CAÑÍ, EL REGRESO.



El mismo Gobierno de derechas que ha recortado las asignaciones a la Ciencia y a la Investigación, trae de vuelta a la escuela la asignatura de Religión y quita la de Educación para la Ciudadanía. ¿Por qué será? Me temo que volvemos, a toda prisa, a la España Cañí, esa de la Sacristía y la Pandereta que decía un poeta desengañado. Los señoritos de escapulario y gomina han resucitado y se aprovechan de la crisis para, entre otras cosas, devolvernos a los tiempos de Frascuelo y de María, del "Que inventen ellos" y las saetas, los toros, las peinetas, el hambre (ya viene, ya viene...), los curas trabucaires, los siervos analfabetos y sumisos, los caciques... Que no se queje nadie si también vuelven los bandoleros (los de guante blanco nunca se fueron), los viajeros de países civilizados que venían a reírse de nosotros y a escribir truculentas historias de cigarreras y carabineros, los ingenieros de minas foráneos que llegaban dispuestos a sacarnos las entrañas (de la tierra) y demás. Venga lo que venga, nos lo merecemos por haber otorgado mayoritariamente la confianza política a este grupo de mentirosos beatos que hoy nos gobiernan. Nos lo henos ganado a pulso.

EL TIEMPO Y EL ESPACIO EN LA TERTULIA DE LA BODEGA ADOLFO.

El tema, esta vez, era "el Futuro" y sobre el futuro condicional versó mi trabajo, centrado en un tema de actualidad: los desahucios. También intervine con una composición poética-astronómica sobre la galaxia de Andrómeda. Ahí os pongo los dos:




FUTURO CONDICIONAL
            Saturnino, como todos nosotros, no sabe si solo hay un futuro inevitable en un universo mecanicista, o si nuestro hipotético libre albedrío nos facilita un abanico de múltiples posibilidades, o incluso si infinitos futuros azarosos coexisten como distintas realidades cuánticas en universos paralelos. El caso es que hace tan solo unos días imaginaba un futuro muy diferente al que ahora ve ante sí. Pero esto ya le ha ocurrido otras veces, en cada ocasión en que renunció a algo valioso para cambiar ilusiones por tranquilidad de conciencia. Así que, en cierto modo, está acostumbrado.
            El apartamento era un bomboncito con vistas al mar: amplio, cómodo y bonito, recientemente reformado y con una inmensa terraza sobre el Mediterráneo, orientada al sur, para una perfecta observación del firmamento con su telescopio de astrónomo aficionado. Estaba situado en una urbanización que, salvo la inmensa piscina, era más un parque natural, con bosquecillos de pinos y macizos de flores silvestres, que  cualquiera de las áreas artificiales cercanas, llenas de jardines cuadriculados, pistas de tenis y pádel, gimnasios y demás inventos cuya utilidad se le escapaba, teniendo montañas y playas tan cerca. No se podía pedir más, y a un precio tan asequible.
            Así que Saturnino se imaginaba el futuro envejeciendo su soledad plácidamente a la orilla del mar, paseando por las blancas arenas o por las trochas de los pinares; y por las noches, observando la Luna, los planetas y las estrellas desde su atalaya.
            Pero en toda belleza hay algún vicio oculto; y el apartamento en cuestión lo tenía, vaya si lo tenía. Su precio de ganga lo había obtenido en una subasta bancaria “on line”; así que era fruto de un embargo. Saturnino, hombre comprometido y progresista, manifestante contumaz contra los desahucios, había caído en la tentación de adquirirlo por un medio que consideraba innoble. Aunque se justificaba pensando que la urbanización fue promovida, en su día, por una cooperativa de altos funcionarios de un ministerio franquista; así que se consideraba moralmente por encima de aquellos abuelitos fascistas de finos bigotes y opiniones trasnochadas que pululaban por la zona todos los veranos. Y así se imaginaba, quizá gratuitamente, a los antiguos dueños del que iba a ser su hogar: veraneantes ricos venidos a menos. Sin embargo, cuando fue a ver el pisito, antes de pujar, ya le había alarmado la mirada hostil de una joven vecina de al lado. Y el día en que ganó la subasta encontró en Internet, casi por casualidad, un anuncio olvidado en la red en el que, unos meses antes, el anterior propietario aún pretendía venderlo a un precio más justo, advirtiendo que tenía una hipoteca por 30 años que se comprometía a liquidar. Y a Saturnino no le cuadró esta carga con una persona mayor. Una deuda así solo es propia de gente joven, con un largo futuro por delante. Así que se sintió inquieto, en cierto modo temeroso de estar comprando objetos robados o, mejor dicho, usurpados por la banca depredadora. Esa noche se despertó sobresaltado por una pesadilla en la que el desposeído dueño lo esperaba, oculto en la galería de acceso, para lanzarlo al vacío desde la novena planta. Y ya no pudo resistir la tentación de volver a la urbanización y llamar a la puerta de la vecina de mirada rencorosa.
            -Dígame, señora, ¿conocía usted a los vecinos de al lado? – y ella asintió con la cabeza, adoptando un rictus de desprecio.
            -¿Y eran buena gente?
            -Eran una pareja muy joven y simpática, con dos críos, que vivía aquí todo el año. Pero un día la empresa donde trabajaban los despidió y se quedaron en la ruina. Se fueron de esta casa con lágrimas en los ojos…- y le dio con la puerta en las narices.
            Saturnino supo lo que tenía que hacer. Llamó al banco y les presentó su renuncia al apartamento. Se volvió a su vieja y entrañable casa, se olvidó de un futuro que solo había sido condicional por unos días y sintió en lo más hondo de su alma, como otras veces, el fresco aliento de la conciencia tranquila.                    
                                                                                   Miguel Ángel Pérez Oca.


ANDRÓMEDA.

Más allá del horizonte vertical de la noche,
más allá de las últimas estrellas,
una confusa mancha blanquecina,
se insinúa en el terciopelo negro de los cielos.
De siempre, el hombre sospechó que un misterio muy profundo
anidaba en la borrosa nube de Andrómeda.
Y hoy sabemos que ese polvo tan lejano
es la imagen de otra Vía Láctea espiral llena de mundos.
Que son estrellas las partículas de lo que percibimos.
Que son luces que alumbran otras tierras
en cien mil millones de sistemas planetarios,
cuya luz partió de allí hace miles de milenios,
cuando el hombre de aquí no era aún un ser erguido.
Cuando el hombre de aquí no tenía nombre…
Miro a Andrómeda con mi telescopio,
y me siento tan pequeño...
La miro y pienso que, inevitablemente,
del otro lado de las lentes,
lejos, muy lejos,
algo, parecido a un ojo,
me está devolviendo la mirada.
Que alguien o algo dirige hacia mí su vista inquieta,
tal como yo hago con él, o con ella, o con ello.
Tal como yo lo miro, tratando de imaginar
sus inimaginables formas, su impensable pensamiento…
¡Y un escalofrío recorre mi espalda!

Miguel Ángel Pérez Oca.   

domingo, 9 de diciembre de 2012

¿FELICES PASCUAS?

Bueno... pues... ¡FELICES PASCUAS!
¿Qué os voy a decir?
Pues, eso, que FELICES PASCUAS  y que el 2013 sea menos cabrón que el 2012.
Y... perdonad el pesimismo. ¿Eh?


martes, 4 de diciembre de 2012

NUESTRA TERTULIA LITERARIA DE LA BODEGA ADOLFO.

En estos días se cumplen dos años del inicio de la magnífica realidad que es la Tertulia Literaria de la Bodega Adolfo. El tema para nuestra reunión quincenal era, precisamente, "dos años". Y esta es la redacción que yo presenté. Espero que os guste. Está escrita con el corazón:


MI TERTULIA
            Dice nuestro anfitrión que la tertulia tiene ya dos años de vida. Yo no estuve en su jornada inaugural. Llegué unos meses más tarde, y vine a comer canguro.
No recuerdo qué libro estaba presentando, ni quiénes me acompañaban en la mesa, ni el local donde se hacía la presentación. Fue una de esas jornadas aburridas que ya habría sido borrada de mi frágil memoria si no fuera porque mi editor, sentado a mi lado, me susurró al oído, librándome por unos momentos del tedioso discurso de uno de los presentadores: “¿Te apetece cenar canguro?” Mi curiosidad gastronómica es insaciable, así que me apresuré a asentir con la cabeza. Un rato más tarde, entrábamos en la bodega y fui presentado a los tertulianos. Por supuesto, cené carne de canguro, muy bien guisada por el dueño del establecimiento, escritor de interesantes y amenas novelas históricas, como pude comprobar más tarde. Me gustó el ambiente y la gente que allí se reunía ante aquellos platos exóticos y, sobre todo, ante las opiniones de personas muy valiosas. A mi derecha se sentaba una mujer atractiva y simpática que resultó ser la persona más culta y leída que jamás he conocido, genial poetisa y escritora. Frente a mí, un hombre curtido, de barba canosa y unas curiosas gafas de leer que se desmontan por el puente, ejercía de lector de los excelentes trabajos de todos los contertulios. Traumatólogo, comprometido con la humanidad, viaja todos los años a África a enderezar piernas y curar fracturas de los niños nativos; es un gran tipo. A ese lado de la mesa, algunas de sus colegas doctoras: una anestesista de rostro bondadoso, una pediatra de actitud reflexiva y resuelta, y la que después sería mi médica de cabecera… y también una amiga siempre alegre y feliz de la vida, y otra seria, militante y formal… Junto al anfitrión se sentaba un poeta y narrador de mirada escéptica, escritor de bellas historias de final generalmente trágico, y un erudito de finísimo sentido del humor, que nos ha ido sorprendiendo con ingeniosas adivinanzas sobre temas literarios. Y a mi izquierda – geométrica, se entiende - un veterano piloto de sorprendentes opiniones. Después han venido otros que han enriquecido el grupo; unos se han quedado y otros no, como mi editor, que tras unas cuantas reuniones no volvió a aparecer, o algún ilustre literato que nos visita solo de vez en cuando. Entre las nuevas presencias hay que destacar a una compañera que nos sobrecoge con historias de una dureza y un desgarro tremendos, algunos entusiastas de sólida formación, y un buen amigo cuyas opiniones estimo muchísimo.
La tertulia suele comenzar a las 9 de la noche, un lunes de cada dos, con la lectura, por parte del médico de la voz profunda, de los trabajos en prosa que aportan los tertulianos y alguna composición de nuestros poetas. Por su estilo, es fácil averiguar quién es el autor de cada texto. Después viene la cena preparada por el anfitrión, que a menudo nos presenta originales guisos, como ancas de rana, canguro, potro, búfalo… qué sé yo. Se opina de algún escrito corto de autor famoso y se termina con las adivinanzas y los “deberes” para la próxima reunión. Pero lo más interesante, sin duda, son las personas. Para mí, la tertulia se ha convertido en una parte muy importante de mi vida, en una de esas cosas que lo mantienen a uno despierto. La confección, cada quincena, de un relato de una sola página que dedico a mis compañeros, es mi actividad predilecta, y un acicate para seguir escribiendo en esta época de crisis y editores remisos. No soy persona de halagos ni confesiones en público, me comunico mejor por escrito que de viva voz; así que esta redacción me vendrá muy bien para expresar a mis amigos de la tertulia cuánto los aprecio a todos y lo muy importantes que son para mí.
            En cuanto al editor, le estoy profundamente agradecido por haber publicado tres de mis mejores obras; pero todavía valoro más, infinitamente más, aquel gesto que tuvo de invitarme una noche a cenar carne de canguro. Nunca se lo agradeceré bastante.                                                                                     
 Miguel Ángel Pérez Oca.

lunes, 3 de diciembre de 2012

¡ESTAFADORES!

Apenas un año después de tomar posesión de la Jefatura del Gobierno, el estafador político Mariano Rajoy ha incumplido la última de sus promesas del Programa Electoral que quedaba por violar. Y hablo del programa Electoral con el que ganó, ahora se ve que fraudulentamente, las elecciones que le llevaron a la mayoría absoluta. Como bien ha dicho alguien: o bien ese programa se elaboró con el exclusivo propósito de engañar al electorado y ganar las elecciones, pero sin la más mínima intención de llevarlo a cabo, o Rajoy y sus colaboradores son tan sumamente ineptos que no se apercibieron de la imposibilidad de su cumplimiento. Imposibilidad, desde las premisas insoslayables, para la derecha, de librar a sus Protegidos y Patrocinadores de las consecuencias de la crisis, a costa de perjudicar inmisericordemente a sus votantes, los Pobres Perjudicados (¿quieren decir eso las siglas PP?). Quizá concurren ambas circunstancias: la estafa intencionada y la ineptitud. ¡En qué manos estamos! Una vez castigados los dependientes, los trabajadores conducidos al paro con despidos baratos, la sanidad y la educación públicas, los funcionarios incluidos policías y militares, los desahuciados con un decreto mezquino que no es más que un avaricioso parche con el previo visto bueno de los banqueros, y guardándose mucho de recortar nada a la Iglesia, la Banca y los especuladores y defraudadores de cierta entidad, ahora dicen que suben las pensiones el 1%, cuando de hecho están castigando también a los pensionistas, ya que la vida ha subido el 2,5%, o sea que se les hurta el uno y medio. ¿Qué otra canallada les falta por hacer a esta gentuza? Un programa electoral es, o debería ser, un contrato entre los candidatos y sus votantes, y su incumplimiento sistemático, sea por deliberada intención de engañar o por fuerzas mayores no previstas por oteadores incapaces, debería conducir automáticamente a la dimisión del responsable y a la inmediata convocatoria de elecciones generales. Pero el PP no hará eso, porque su compromiso es con los ricos a los que debe proteger de la crisis que ellos mismos provocaron en un desmedido ataque de avaricia. ¿Qué esperabais? La derecha necesita mentir más que respirar, porque no se pueden defender los privilegios de unos pocos sin los votos de la mayoría, al menos en una democracia formal, y para eso es necesario engañar a los pobres, o sea: prometer hasta haberla metido, y una vez metido, olvidar lo prometido, como dice el viejo chascarrillo. Pero ya lo dijo quien lo dijo: Se puede engañar a muchos una sola vez, o a unos pocos todas las veces, pero no se puede engañar a todos todas las veces. Y ya los votantes pobres del PP se están dando cuenta y comprenden que están sufriendo una agresión y una estafa, y frente a las agresiones existe el derecho a la legítima defensa. Que no hay peor cosa que sentirse engañado y en ridículo. En las últimas manifestaciones los que más gritaban eran votantes del PP.
Ahora solo falta que la izquierda recupere su sentido de mayoría, como recientemente dijo el ex presidente González, o su sentido de la Revolución, diría yo.
¡Que ya está bien de estafas! ¡Maldita sea!
Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 20 de noviembre de 2012

EL DOLOR DE LOS MUERTOS.


Dolor, nada menos que dolor, era el tema sobre el que teníamos que escribir en la Tertulia de la Bodega Adolfo. Pues ahí va mi participación. Quizá os parecerá muy triste o muy truculenta, pero me apetecía escribir sobre la dolorosa e injusta muerte de un poeta muy querido para mí: Miguel Hernández.


EL DOLOR DE LOS MUERTOS.
   Me duele el pie derecho, me duele mucho, sobre todo en las noches húmedas y frías de esta enfermería destartalada y triste. Me duele, inexplicablemente, un pie que no tengo, que debería estar dos palmos más abajo de un muñón cubierto de vendas roñosas. Se me congeló este invierno en la inhumana cárcel de Palencia y, por falta de atenciones médicas, acabó gangrenándose y hubo que amputarme la pierna por la rodilla. Y sin embargo me sigue doliendo. ¿Cómo puede doler algo que no existe? ¿Cómo puede dolerme un miembro que ahora debe estar descomponiéndose bajo tierra desde hace ya más de un mes? Pues me duele, me duele de manera insoportable… como le dolían los “cojones del alma” al pobre Miguel, el poeta moribundo que yace en la cama de al lado. A él no se le congelaron los pies en Palencia, pero la tisis le come los pulmones desde entonces y su respiración se hace cada vez más penosa. Ni siquiera se queja, no por falta de dolor, sino por falta de fuerzas. Y sus ojos claros y saltones permanecen abiertos aunque duerma. Dicen que es a causa de una afección en la glándula tiroides. Qué de enfermedades sórdidas y extrañas no adquiriremos en estas prisiones terribles.
   A Miguel, cuando la guerra, le dolían los cojones del alma, según pude leer en su poema dedicado a los cobardes; y en su “Elegía a Ramón Sijé” también decía de su pena por la muerte del amigo: “Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento”. Y es que la poesía de Miguel siempre salió de sus entrañas, de lo más hondo de su ser físico o, si acaso, de una sorprendente alma visceral y orgánica.
   Pobre Miguel, que se muere sin remedio, abandonado por sus carceleros y por esos curas hipócritas que querían forzarlo a que volviera al redil de la Santa Madre Iglesia, como condición indispensable para su adecuado tratamiento en un sanatorio antituberculoso. Pobre Miguel, que ha preferido una muerte horrorosa a la ignominia de renunciar a sus ideas; como hemos hecho otros, menos valientes, a cambio de un trato más humano, más caritativo, de ese odioso padre Vendrell, nuestro capellán inmisericorde de la sonrisa burlona. El muy canalla se ríe de nosotros hasta cuando nos da la extremaunción.
   El dolor aumenta conforme se aproxima el filo helado de la madrugada y, a mi alrededor, apagados ronquidos y lamentos perturban mi leve dormitar. Los tuberculosos tosen bajito, mientras los febriles tiritan y murmuran sus pesadillas disparatadas; pero aquí no hay nadie que acuda en socorro de un enfermo que se agrava o agoniza. Los enfermeros, presos como todos nosotros, son llevados por la noche a sus celdas, y nos dejan solos y a oscuras en medio de un dolor inmenso que flota fantasmagóricamente sobre nuestra enfermería, sobre nuestra cárcel, sobre nuestra triste y aplastada España.
   Hace rato que no oigo respirar a Miguel. A lo mejor se ha muerto y ya no sufre. Si es así, lo envidio. Aunque, ¿quién me dice a mí que aún después de muertos no sentiremos dolor, como yo siento dolor en mi pie muerto?
   No, no respira. Así que ya se ha ido para siempre. Esta mañana vendrán los carceleros y los sanitarios, con el médico y el capellán que han de certificar su defunción y rezarle un falsario responso, y llevarán su cuerpo a las duchas, envuelto en sábanas sucias de pus y sangre, lo dejarán desnudo sobre las losas, lo lavarán con un sucinto chorro de manguera y esperarán a que su familia traiga alguna ropa decente para amortajarlo.
   Le tengo que pedir a su amigo Eusebio, el dibujante, que le haga un retrato póstumo para la Historia, porque algún día este país, tan lleno hoy de odio y de miseria, reconocerá la genialidad del poeta al que le dolían los cojones del alma; como a mí me duele el pie que no tengo, como a todos los que aquí languidecemos nos duele la libertad perdida, doblemente perdida en la guerra y en la cárcel.
   Cómo me duele este maldito pie invisible. Cómo me duele… 
Miguel Ángel Pérez Oca.

lunes, 19 de noviembre de 2012

LO HA DICHO IÑAKI GABILONDO.



Iñaki Gabilondo dijo el otro día en su miniprograma radiofónico:

"HAY DOS CLASES DE ANALFABETOS, LOS QUE NO SABEMOS NADA DE NÚMEROS Y LOS QUE SOLO SABEN DE NÚMEROS. ESTOS ÚLTIMOS SON LOS MÁS PELIGROSOS, PORQUE SON LOS QUE VAN AL VOLANTE."

¡¡¡MAESTRO!!!

sábado, 17 de noviembre de 2012

LA AGONÍA DEL RÉGIMEN DE LA TRANSICIÓN.



La manifestación del día 14, al menos en Alicante, fue impresionante, por lo multitudinaria, por lo heterogéneo y general de los participantes, por su rotundidad. Y lo más significativo era que nadie enarbolaba una alternativa convincente, dentro del sistema socioeconómico imperante; ni siquiera se veían muchas banderas republicanas, como en otras ocasiones. Estaba muy claro que lo que condenaban los participantes, más o menos conscientemente y subyacente a las generales condenas al gobierno de Rajoy, era un sistema capitalista depredador dentro de un régimen que se muestra incompatible con los intereses del Pueblo Soberano. Y es que se ha perdido la fe en las instituciones, en todas las instituciones, en el mismo concepto de institución. El paro galopante y omnipresente, nos ha hecho perder la fe en muchas cosas que se constituían como pilares del Régimen de la Transición, instaurado poco después de la muerte del dictador Franco. La monarquía está en plena decadencia física y de prestigio. El monarca se muestra cada vez más envejecido y falto de energía, su familia se deshace, alguno de sus parientes ha caído en desgracia tras revelarse como corrupto, y el heredero de la Corona no entusiasma a nadie. Los políticos, ineficaces, incapaces de conjurar la crisis, corruptos muchos de ellos, privilegiados, ya no convencen, sean del color que sean. La judicatura se desprestigia a sí misma con decisiones absurdas o politizadas, a la vez que evidencia su falta de sanción democrática por el pueblo - ¿alguna vez han participado ustedes en elecciones a jueces? – El tercer poder de la democracia, tal como la describió Montesquieu, está constituido hoy por funcionarios de carrera con un antidemocrático poder para decidir sobre la libertad de los ciudadanos que jamás los votaron. La Iglesia se queda en el siglo XIX, ajena a la realidad histórica y, para colmo, envuelta en turbios asuntos de monjas que robaban niños y abusos sexuales a menores por sacerdotes. Los funcionarios están cabreados porque los han sometido a las mismas rebajas que al resto del pueblo – en ocasiones, a peores -. Los pensionistas temen por sus pensiones y se indignan con el copago - repago - de las medicinas. Las farmacias, en algunas autonomías – la nuestra – permanecen cerradas porque no cobran. Los desahucios indignan a todas las personas decentes y nos hacen pensar que los banqueros no lo son –decentes, digo- . En Cataluña, la derecha hermana del PP, que allí se llama CiU, disimula sus desmanes y su incompetencia reclamando la Independencia, como tubo de escape a las frustraciones que sentimos todos, y con ello cuestiona la misma integridad del Estado fundado por los Reyes Católicos. El Gobierno la caga a diario, en una vorágine de torpezas y traiciones a su propio programa electoral, levantando la sospecha de que lo hace en defensa de intereses inconfesables. La economía se hunde en beneficio de las directrices de la füreresa teutónica, al servicio de los peores psicópatas capitalistas. ¿Qué más nos puede pasar? Esto se va a pique, y lo malo es que no se ve alternativa alguna que pudiera mejorar la situación. A la derecha, con su partido único - PP -, se le ha visto el plumero, y no podrá volver a aspirar a mantener su poder, como no ceda en su defensa de los grandes capitalistas que quisieran comerse el mundo como si fuera un huevo crudo con dos agujeritos en la cáscara, y conceda algún beneficio a las clases inferiores, las de esos tontos pobres que votan a la derecha. La otra alternativa sería una nueva dictadura, como todas más o menos provisional – aunque haya provisionalidades de 40 años -. En cuanto a la socialdemocracia, está obsoleta frente a las hienas de los mercados y la especulación. Porque no se pueden defender los derechos de los trabajadores desde dentro del sistema y por las buenas. Y la gente, que no se fía de los políticos, tan dados a los privilegios y a la corrupción, los rechaza aunque pertenezcan a partidos ajenos al denostado bipartidismo. “No nos representan”, dicen los quincemayistas y, hasta cierto punto, tienen razón… Esto es una crisis nacional, dentro de una crisis europea, dentro de una crisis global. El capitalismo va a acabar con la salud del planeta, la austeridad va a acabar con el desarrollo europeo, la desesperación acabará con el régimen de la transición española.
            Durante la pasada manifestación del día 14 vi a mucha gente que no había podido hacer huelga porque no tienen trabajo que suspender o porque, teniéndolo en precario, sus patronos los amenazaban, tácita o explícitamente, con el despido; que ríete tú de la violencia de la que acusan los medios "fachas" a los piquetes del otro lado. Eran los que más gritaban, cargados de justa indignación e impotencia. Y un amigo que me acompañaba me decía: “¿Ves, Miguel? Todo el mundo está cabreado. Esto se hunde. Estamos asistiendo al fin de un régimen que nació viciado por la herencia franquista, en una transición que debería haber sido una verdadera y drástica ruptura democrática, con condena y erradicación del fascismo incluidas”. Y me añadía que el día en que los policías y los militares, hartos del trato vejatorio que les da el gobierno, miren para otro lado, el Estado se caerá como un castillo de naipes.
            ¿Qué vendrá después del terremoto? Eso es lo peor: que puede ocurrir cualquier cosa, una dictadura fascista, un populismo vacuo, un vacío anarquista, la Carabina de Ambrosio o la Tripa de Jorge… O a lo mejor –quiero ser optimista- una verdadera democracia, con políticos honestos, listas abiertas, socialismo auténtico, banca pública, y la industria, transportes, educación, sanidad, justicia, vivienda y trabajo controlados y garantizados por el Estado de todos los ciudadanos; y con los psicópatas del gran capital en la cárcel o en el manicomio. Depende de nosotros; aunque ya sé que es solo un hermoso sueño y que me temo que el presunto homo sapiens no da para tanto. Pero sería tan bonito…
            En fin, que Dios nos pille confesados. 
Miguel Ángel Pérez Oca.

jueves, 8 de noviembre de 2012

UNA DE DICTADORES.



Ayer, en la Tertulia de la Bodega Adolfo, teníamos que hacer un relato cuyo tema sería "el sexo anal"; que vaya caprichito del compañero que lo propuso. Como a mí lo que más me "sodomiza" son las dictaduras, escribí algo sobre un dictador sodomita. El texto leído ante mis amiguetes de confianza era más explícito, pero he preferido darle una nueva forma más universal, para que valga para todas las dictaduras, de aquí o de allí. Porque abrigo la convicción de que todos los totalitarios, todos los que se creen, o pretenden hacer creer, que se hallan en posesión de la verdad absoluta, ya sean de un color u otro, son, con toda seguridad, sodomitas políticos (en el sentido peyorativo y humorístico del concepto "dar por c...", como sinónimo de fastidiar o perjudicar; que yo no tengo nada contra quien le guste practicar el sexo anal, ¿vale?).
Bueno, pues ahí va:


EL SODOMITA.
   Nunca se había atrevido a practicar sexo anal, pero no podía evitar considerarse un sodomita. Y es que en lugar de tener un ángel de la guarda, como todos los mortales, tenía un diablo de la guarda que a menudo lo tentaba con invitaciones al nefando vicio. Él se resistía, porque su sólida fe católica y su inflexible condición moral le prohibían caer en los pecados que provocaron la destrucción de Sodoma. Y se imaginaba las calles y plazas de la famosa ciudad bíblica sumidas en una orgía general, donde los hombres gozaban del coito anal con fruición incansable y las mujeres se entregaban al mutuo cunnilingus, entre jadeos de placer y alaridos orgásmicos, que se reflejaban en rostros soeces y enfermizos. Le parecía justo que el Creador los hubiera fulminado a todos con una lluvia de fuego. Él, desde luego, hubiera hecho lo mismo de haber sido Yahvé; e incluso los habría exterminado mediante torturas más terribles y dolorosas, tal como se merecían. Por ejemplo: habría empalado a los sodomitas en barras de hierro al rojo vivo… La escena, llena de anos penetrados por ardientes brochetas, le producía un intenso gozo; hasta que comprendía que prolongar más sus fantasías justicieras también formaba parte de las tentaciones pecaminosas, auspiciadas por su demonio de cabecera.
   Si al menos se hubiera atrevido a proponer a su esposa que le cediera el trasero para realizar en él sus fantasías… Ella no era, precisamente, el efebo que hubiera deseado y del que pudiese esperar una placentera prestación recíproca, pero, al fin y al cabo, un culo es un culo… Sin embargo, todavía más católica que él y más celosa de la moral, no solo se habría negado en redondo, sino que lo hubiera condenado a un desprecio perpetuo. No digamos nada de solicitar los servicios de su asistente. Era un soldado tan recio, tan guapo, que a veces no podía evitar que su diablo de la guarda le sirviera fantasías en las que el joven se le ofrecía en la postura que adoptan algunos pueblos para rezar a sus dioses. Entonces, el sodomita se retorcía de espanto, se veía sucio y pecador, se despreciaba a sí mismo y, lo que es peor, se sentía incapaz de implorar el perdón de Dios por sus repugnantes deseos. Porque nunca se había atrevido a confesar sus pecados de pensamiento a su capellán. Aquel adusto cura castrense no hubiera podido seguir guardándole respeto de haber conocido sus inclinaciones…
   -Debes salir al balcón – le dijo el general de las gafitas -, el pueblo quiere aclamarte.
   Cómo odiaba a aquel tipo de las gafas. Si el muy imbécil no hubiera organizado el  golpe de estado, él seguiría tan tranquilo en su cuartel, sin complicarse la vida. Pero entre su ambiciosa mujer y el tonto miope lo habían forzado a encabezar la rebelión. Y es que ella parecía adivinar sus secretas tendencias y las explotaba para dominarlo. Por eso, cuando lo apremió a que fuese hombre y se pusiera al frente de los facciosos, él la obedeció fingiendo que estaba de acuerdo con ellos desde el primer momento. Pero al generalito de las gafas no se lo iba a perdonar. Además, el tío era un putero fanfarrón y bocazas que le recordaba demasiado a su propio padre. Y sospechaba de él que también intuía sus pérfidas inclinaciones. Afortunadamente, sus asesores extranjeros le habían asegurado que podían eliminar a cualquiera, provocando un accidente de aviación… Así que cargárselo sería lo mejor: los muertos no incordian.
   Salió al balcón. A sus pies formaban los soldados, presentando armas. En primera fila, el Señor Obispo saludaba brazo en alto, como los jóvenes fascistas, los curas de negras sotanas, las monjas de tocas aparatosas, los señoritos rancios y el pueblo simple, pobre y sumiso. Todos ellos representaban a la Patria eterna, ahíta de temor de Dios.
   Cómo se hubieran reído todos de él – pensó - si supieran que era un sodomita…
   Y el diablo de la guarda le susurró al oído una frase que le provocó una sonrisa placentera y un cierto regocijo interior, antes de horrorizarse, como era habitual en él.
   -Hala, que te vas a pasar la vida dando por culo a todos tus súbditos, ¿eh?
                                                                                                    Miguel Ángel Pérez Oca.

sábado, 3 de noviembre de 2012

LAS DOS MUERTES DE MIGUEL HERNÁNDEZ.




El próximo martes, día 6 de noviembre de 2012, a las 19,30 horas, en el Casino de Orihuela, la Fundación Miguel Hernández entregará el Premio Internacional de Periodismo que otorga dicha entidad a los investigadores Miguel Ángel Nepomuceno y Santos Escarabajal, el cual, por residir en México, lo hará por persona delegada. Estos dos leoneses han realizado un interesantísimo estudio histórico de los últimos años de la vida del poeta, principalmente el tiempo transcurrido en la cárcel de Alicante, hasta su muerte el 28 de marzo de 1942. Dicho trabajo, reflejado en una serie de artículos aparecidos en el diario La Crónica de León, desenmascara a unos cuantos impostores que durante años se han atribuido un protagonismo que no merecían y que incluso en algún caso era imposible, por no hallarse en la prisión alicantina en la fecha del fallecimiento de Miguel; asimismo desvelan episodios desconocidos hasta la fecha, o mejor ocultados por quienes querían ser sus “biógrafos oficiales”, sacando de las sombras a algunos compañeros que fueron los verdaderos amigos del poeta en sus últimos días.
            Es falsa la versión dada por alguno de estos presuntos protagonistas, en la que se nos pinta el entierro de Miguel Hernández con una pompa imposible. Es mentira que el féretro fuera llevado a hombros por los compañeros, mientras una presunta banda de música, que nunca existió, tocaba la Marcha Fúnebre de Chopin. Ni la dirección del centro lo hubiera consentido, ni los presos estaban por la labor. El féretro fue sacado por una puerta lateral hasta el vehículo que debía transportarlo al cementerio y aparte de unos cuantos familiares, solo lo acompañaron sus amigos Ricardo Fuente y Miguel Abad, recientemente excarcelados. En aquellos tiempos oscuros eran muchos los que morían a diario de tuberculosis en las cárceles de España, y la mayoría de los presos no sabía quién era Miguel o, todo lo más, pensaban de él que era “un chico de Orihuela, pastor de cabras, que hacía unos versos muy bonitos”. Incluso mi padre, Miguel Pérez, compañero de prisión de Miguel en Ocaña y Alicante y primo político de su amigo Eusebio Oca, se murió en 1968 sin tener plena conciencia de que había compartido penurias con el más grande poeta español de todos los tiempos. El círculo de amigos del poeta oriolano estaba formado por un pequeño grupo de intelectuales, como el músico José Juan, los pintores Melchor Aracil, Ricardo Fuente, Miguel Abad, Vicente Olcina y el poeta José María Lobregad, así como el maestro y dibujante Eusebio Oca Pérez, primo de mi madre. Según confirman Nepomuceno y Escarabajal, fue mi tío Eusebio Oca quien realizó los dos retratos de Miguel muerto, y no José Ramón Clemente Torregrosa, como afirmaba el “protagonista” Ramón Pérez Álvarez. El tal Torregrosa ni siquiera estaba en la cárcel en esas fechas. Así que se ha hecho justicia a un hombre modesto y silencioso que no solo realizó estos retratos, sino que también ilustró y puso su caligrafía a los famosos “Dos cuentos para Manolito”, recientemente editados. En su casa de Gerona, mi primo Julio Oca, hijo de Eusebio, guarda los textos originales de estos dos cuentos y otros dos inéditos, escritos por Miguel en un cuadernillo de papel higiénico y que, sin duda, fue lo último que escribió el poeta en su vida.
Uno de los dos dibujos de Miguel muerto realizados por Eusebio Oca.

            Ha sido muy importante esclarecer la biografía de Miguel Hernández en sus últimos días y desenmascarar a los que quisieron aprovecharse de su posterior fama para atribuirse un protagonismo que no tuvieron realmente y que durante años ha confundido a los historiadores. Nepomuceno y Escarabajal han realizado su trabajo apoyándose en documentos contrastables y no en discutibles testimonios. Así es como deben trabajar los buenos investigadores. Enhorabuena. Se ha hecho justicia.
Miguel Ángel Pérez Oca.

FE DE ERRATAS.-  Como bien me corrige mi hermano Eusebio en un comentario publicado a continuación, el presunto "dibujante" de los dos retratos no era Clemente Torregrosa, sino Torregrosa Juan, que en la fecha del fallecimiento ya estaba en libertad. Este nombre había sido impuesto por el "protagonista" Ramón Pérez Álvarez a Guerrero Zamora, primer biógrafo de Miguel Hernández, iniciando una confusión que había perdurado hasta ahora y que Nepomuceno y Escarabajal han aclarado, haciendo justicia a nuestro tío Eusebio Oca Pérez.

domingo, 21 de octubre de 2012

EL SUICIDIO DE FRANCO.



Me acabo de enterar de que el PSOE va a expedientar a Pablo Rosser y a Pablo Reig por criticar en público las decisiones de la Ejecutiva Local del partido, liderada extraoficialmente por Ángel Franco. La indignación me ahoga, no puedo consentir más atropellos a la democracia por parte de unos individuos que no solo están suicidándose políticamente, sino que están matando al PSOE. Conseguirán acaparar unos cuantos sillones en la oposición eterna a cambio de destruir su propio partido, de traicionar al socialismo y de sumirnos a todos en la noche oscura de la derecha casposa neo liberal y criptofranquista, al menos en Alicante. A mí que Franco (éste o el otro) se suicide me da igual, pero que arrastre en su agonía estúpida a "mi" PSOE, no se lo voy a perdonar nunca. En cuanto a Echévarri, está claro que la ambición ciega a los imprudentes. Echévarri será Alcalde de Alicante cuando yo sea Obispo de Orihuela. Aunque a lo mejor se conforma con llegar a ser portavoz del grupúsculo socialista (tres o cuatro concejales) en nuestro Ayuntamiento. Más le valdría presentarse por Unió Valenciana. Qué pena de gente.
En fin, os pongo un artículo que hace una semana mandé al Información y que no me han publicado. Quizá piensan que el tema ya no tiene actualidad. Humildemente, creo que se equivocan y que el tema va a traer cola para rato, para años, quizá. Además de que se trata de un asunto de permanente vigencia: Se trata, nada menos, del respeto que los partidos políticos deben a sus votantes, o sea, al Pueblo Soberano.
Ahí va:


A VER SI ME ENTIENDE USTED.
            Sí, sí, usted, que parece no entender mis argumentos en contra del “golpecito de estado” que se dio hace unos días en el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Alicante. Voy a ver si puedo explicarme con un sencillo ejemplo de la vida cotidiana en nuestra sociedad de consumo. Imagine usted, si es tan amable, que va a unos grandes almacenes a comprar una nevera, y el vendedor le oferta una de marca alemana con grandes prestaciones y un buen precio. Le parece a usted muy bien y la compra, la paga con su tarjeta de crédito y encarga que se la lleven a su domicilio. Pero al día siguiente los servicios de transporte de los grandes almacenes le llevan otra nevera distinta, de marca italiana, que nada tiene que ver con la que usted había comprado y pagado. Naturalmente, usted llama de inmediato al vendedor y le dice que no quiere la nevera que le han servido, porque no es la que usted adquirió. El vendedor intenta convencerle de que la que le han enviado es más barata y tiene mejores prestaciones; pero usted se niega a hacer el cambiazo, del que sospecha turbios intereses comerciales por parte de su proveedor. Pero éste se muestra inflexible, ordena a los del transporte que le dejen la nevera italiana en su domicilio y se niega a servirle la comprada por usted. Claro, usted monta en cólera y requiere los servicios de un abogado, y con la factura y el albarán en la mano acude al juzgado de guardia a denunciar el fraude. Porque de un fraude se trata. Y está usted en todo su derecho, ¿verdad?
            Entonces, ¿por qué no entiende mis argumentos contra el golpecito político de marras? Mire usted: El proveedor, en este caso, es la Ejecutiva Local del PSOE, la mercancía a comprar es la lista presentada por el PSOE en las últimas elecciones municipales, y el precio es mi voto. Yo soy el cliente, y el cliente, ya lo sabe usted, siempre tiene razón. Lo que yo he comprado con mi voto es la lista que se presentó y en el orden en que se presentó. Si hubiera obtenido una mayoría que le permitiese gobernar, Elena Martín debería ser la nueva alcaldesa, y si no se alcanzaba la mayoría, como en realidad ocurrió, Elena Martín debería ser la cabeza del Grupo Socialista en la oposición. No hay vuelta de hoja: esa es la “nevera” que yo compré. Y ahora, la Ejecutiva Local, o sea el “vendedor de neveras”, me dice que cambia a Elena por Ull como portavoz municipal, que le quita el sueldo y el cargo al hasta ahora portavoz adjunto Gabriel Moreno, que tira a la calle a Rosser y que yo, el votante, es decir, el cliente, no tengo nada que reclamar al respecto. Bueno, pues puede que legalmente no tenga derecho a denunciar en un juzgado lo que para mí es, indiscutiblemente, un fraude político - lo que demuestra, entre otras cosas, lo precario de nuestra democracia y la falta que hace una reforma de la Ley Electoral -, pero nunca más le compraré otra “nevera” a ese “vendedor”. ¿Estamos? Que yo no le regalo mi voto a nadie.
            Pues, eso.
Miguel Ángel Pérez Oca.
            P.D.
Si hubiera listas abiertas otro gallo nos cantaría.

(Dedicado a Ximo Puig y a quienes
corresponda, para que espabilen).

            

jueves, 18 de octubre de 2012

ENDOGAMIA REAL



El tema para la reunión de ayer de la Tertulia de la Bodega Adolfo era el incesto. Mi escrito fue el siguiente, que os pongo a continuación. Creo que a pesar de que desde entonces han pasado 3000 años, el asunto no ha perdido actualidad:


LOS DIOSES IDIOTAS.
            El joven Tutankhamon agonizaba en su dormitorio, rodeado de médicos y sacerdotes, mientras en la antesala de columnas labradas esperaban los cortesanos. El general Horemheb y el Gran Sacerdote de Amón estaban sentados en uno de los bancos de madera de sándalo. Hablaban en voz baja, como si no quisieran ser oídos por la cercana esposa y hermana del Faraón, que ocupaba un trono de alabastro, tan hierática e inexpresiva como sus retratos en bajo relieve del cercano muro de mármol negro. A los pies del sacerdote, un escriba de la Orden de Amón tomaba nota de cuanto éste decía.
            Sinuhé, el médico real, salió del dormitorio para unirse a los dos hombres.
            -No podemos hacer nada por él – se lamentó -. El pobre muchacho está aquejado de todas las enfermedades hereditarias conocidas. Es un idiota deforme, con huesos de cristal y vísceras atrofiadas, una pobre víctima del incesto secular de la familia real.
            -Su padre y su madre estaban locos y enfermos – apuntó el general - y eran hermanos, como su abuelo y su abuela, su bisabuelo y su bisabuela, y así hasta infinitas generaciones de faraones incestuosos. El incesto no es sano…
            -Sin embargo, así lo manda la ley – sentenció el Gran Sacerdote, mientras su escriba garabateaba letras demóticas en un rollo de papiro -. La sangre real es sangre de dioses y no debe mezclarse con la de los mortales… a menos que sea imprescindible.
            -Pero ved como su padre, el demente Akhenaton – insistía Horemheb -, estuvo a punto de llevar nuestro país al desastre con sus locas ocurrencias, y con aquella absurda religión de culto al Sol que quiso imponer a sus súbditos. ¡Una religión de un solo dios!
            -Afortunadamente – dijo el Gran Sacerdote, adulador -, te teníamos de nuestra parte, amado general Horemheb. Y dominaste la situación con mano firme, y restauraste el culto a los dioses tras el suicidio del pobre Akhenaton. Ahora, cuando muera su hijo Tutankhamon, tú, Horemheb, deberás ser nuestro nuevo Faraón, fuerte e inteligente…
            -Pero nuestro amigo Horemheb no tiene sangre real, no es un dios – objetó, irónico, Sinuhé, ante un vehemente y peligroso gesto de contenida rabia del militar -.
            -Lo será – afirmó el Sumo Sacerdote – cuando una su sangre a la de la hermana y viuda de nuestro desgraciado Faraón, que hoy va a reunirse con los dioses.
            La hermana y aún esposa de Tutankhamon había oído la última frase, pero no hizo ningún ademán que revelara su opinión. Seguía de perfil, como un bajo relieve.
            -Ella también es idiota…– insistió el médico, incomodando a sus interlocutores.
            -Sí, pero la sangre nueva de Horemheb prevalecerá, y tendrá con ella muchos hijos e hijas, entre los que podremos escoger a los más sanos como pareja heredera. No tenemos otra opción. No queda en todo Egipto ninguna otra persona de sangre real.
            -Ya se ocupó Horemheb de eso – murmuró Sinuhé para sí -… Pero, ¿y Moisés?
            -Al príncipe Moisés hicimos muy bien en desterrarlo con todos sus esclavos judíos. Él también adoraba al Sol, como su hermano Akhenaton y, en su locura enfermiza, proclamó que su dios único se le manifestaba en forma de zarza ardiente.
            El mayordomo real, tras dar unas palmadas, llamó a todos los presentes a los aposentos del moribundo, para que pudieran despedirse de él. Pero el Gran Sacerdote se demoró unos instantes, mientras miraba significativamente a su escriba y discípulo.
            -Te preguntarás, querido Ptah, por qué imponemos el incesto a la familia real, mientras lo prohibimos al pueblo, ¿verdad? – y el escriba asintió en silencio -. El pueblo ha de ser fuerte y sano para cultivar los campos y construir templos a los dioses, pero los faraones… - y se puso en pie para seguir a los demás hacia el dormitorio real – Has de saber que la paz y la prosperidad de este reino dependen de una sola circunstancia: Durante miles de años hemos sido gobernados por idiotas y administrados por sabios. Los faraones  fuertes e inteligentes son muy peligrosos… Pero esto no lo escribas.
Miguel Ángel Pérez Oca.  

martes, 16 de octubre de 2012

PARA MUESTRA, UN BOTÓN.

Aquí os pongo dos páginas del libro de mi amigo Chema Rubio "ECOS DEL SENADO", que presentamos mañana a las 7,30 horas de la tarde en el local de Comisiones Obreras en Alicante, Av. Salamanca, 33. Los dibujitos son míos:


domingo, 14 de octubre de 2012

OTRA VEZ EN LA PRENSA.


Ayer, día 13, el diario INFORMACIÓN de Alicante me publicó una carta en contestación a un artículo de opinión aparecido en el mismo periódico unos días antes. Estaba firmado por don Fernando Ull Barbat en defensa del nuevo portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Alicante, don Miguel Ull Laita (deben ser familia, ¿no?). El artículo no tenía desperdicio: Según el firmante los defenestrados miembros de la antigua lista electoral del PSOE Elena Martín (que ya no es portavoz) y Pablo Rosser (que ya no es concejal, por haber sido despojado de sus emolumentos y forzado a dimitir por su incompatibilidad de funcionario municipal con el cargo de edil) deberían haber estado muy agradecidos al Comité Local por haberles permitido presentarse "bajo el amparo de sus siglas". En fin, uno se pregunta si el señor Ull (el firmante) se refiere a la militancia presuntamente soberana, cuando habla de siglas, o a los mandamases del cotarro local. 
En otro diario he leído un documentadísimo artículo de un periodista que demuestra "estar en el ajo" mencionando la totalidad de "familias" del PSOE local implicadas en esta "operación" de acoso y derribo. La verdad, me han dado náuseas y me he sentido extraño a este extraño socialismo del PSOE alicantino. Yo entiendo que en un partido político pueda haber diferentes tendencias o grupos, formados alrededor de distintas corrientes ideológicas: Dentro del PSOE podría haber gente más socialdemócrata que marxista, más izquierdista, nacionalista, etc. De hecho mi apoyo a la candidatura de Elena Martín, Gabriel Moreno, Pablo Rosser, Carmen Sánchez Brufal, Ana Paula Cid, todos ellos buenos amigos míos, se justificaba en esta idea, considerando que formaban el núcleo más progresista y honesto del PSOE local. Lo sigo creyendo y me temo que es esta característica de modernidad y voluntad de transparencia y renovación la que los convierte en molestos para el resto de familias, agrupadas, no en torno a una idea sino a un "padrino" rodeado de estómagos agradecidos e intereses más o menos extra políticos. Personajes de tan discutible calificación como Ángel Franco, Valenzuela y otros, que parecen salidos de un museo o de un circo, siguen dando la matraca con sus intrigas personalistas y sus grupúsculos ridículos. A mí todo esto me da asco, me repugna, me desilusiona y me invita a renunciar a seguir creyendo en el ser humano y en la política. Porque políticos, no nos engañemos, los hay buenos, pero los chacales y las hienas no los dejan vivir y desarrollarse. Esa es la triste lección que parece imponernos la "defenestración" de los miembros más válidos del PSOE alicantino. Y el caso es que, o el PSOE se renueva y produce en su seno una imprescindible Primavera Socialista o, sencillamente, se muere por inanición de votos; y los grupitos familiares acabarán en tertulias nostálgicas en alguna cervecería del tres al cuarto.
En fin, a continuación os pongo mi carta, inevitablemente breve, dadas las normas habituales en los todos los medios, donde la concisión es imprescindible:


LOS VACÍOS, LOS SILENCIOS Y LOS SEÑORES ULL.
            Leo con estupor el artículo de fecha 9 de octubre, firmado por un señor Ull en defensa del señor Ull, nuevo portavoz del Grupo Socialista de Alicante. Nos acusa el firmante a los que opinamos en contra de lo sucedido, que desconocemos el funcionamiento interno de los partidos. Por mi parte le diré que no solo lo desconozco, es que no me importa en absoluto, porque estimo que una vez elegidos los ediles por el Pueblo Soberano, nos pertenecen a nosotros, los votantes, por encima del partido que los presentó, que ya no es quién para modificar nada a posteriori, después del veredicto popular; o esto no sería una democracia. Si quieren cambiar algo, que esperen cuatro años y presenten otra lista avalada por la militancia. Al fin y al cabo, a los de la Ejecutiva los han votado unos cientos de militantes, mientras que a los concejales los eligieron miles de alicantinos. Nuestro voto es sagrado e inmodificable, y los votantes, le guste o no al firmante, tenemos la sartén por el mango, porque siempre podemos votar a otro partido. Para terminar: Si el PSOE hubiera presentado una lista encabezada por el señor Ull, yo no la hubiera votado. Por eso me siento engañado por el PSOE.
Miguel Ángel Pérez Oca.
(Diario Información, 13-10-2012)


jueves, 11 de octubre de 2012

jueves, 4 de octubre de 2012

CARTA A UN SOCIALISTA ALICANTINO.



Para clarificar de forma definitiva, sobre todo a algunos queridos amigos del PSOE, cuál es mi postura respecto a los acontecimientos ocurridos recientemente en el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Alicante, he escrito esta carta abierta que os pongo a continuación y de la que me gustaría que opinaseis libremente:


CARTA A UN SOCIALISTA ALICANTINO.

4 de octubre de 2012.

            Mi querido amigo y compañero de ideales:
                                                                                  Te escribo esta carta para intentar explicarte cuál es mi posición ante lo ocurrido estos días pasados en el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Alicante.
            Quiero decirte, antes que nada, que, aunque votante del PSOE en las últimas elecciones y en ocasiones anteriores (otras veces he votado a IU), no soy militante de tu partido, por diversas razones, todas ellas atribuibles a mi acendrado sentido crítico de independencia intelectual que no me permite aceptar, así como así, las directrices y razones que me pudiera dictar la dirección de un partido al que estuviese afiliado; lo cual no quita para que me haya mojado apoyando al PSOE en diversas campañas que me parecieron dignas de mi contribución, actitud que buenos disgustos me ha procurado con amigos de la izquierda en enfrentamientos muy desagradables que no viene al caso comentar ahora. Sí te diré, para resumir, que para mí lo primero es el socialismo democrático y después el PSOE que, por desgracia, no siempre son la misma cosa.
            Voy a comentarte en esta carta cuál es mi idea de la democracia que practicamos en este país: No me gustan las listas cerradas, porque conceden demasiado poder a los “aparatos” de los partidos, en detrimento de la lealtad que los elegidos deberían guardar hacia sus votantes, por encima de la que deben a sus dirigentes. Pero, en fin, ya que en estos momentos los partidos son los que elaboran esas listas cerradas, sería democráticamente obligado que dichas listas fueran inamovibles para los partidos, una vez que fueran elegidas, de la misma manera que lo son para los votantes en el momento de la elección. Quiero decir que si yo he votado a la lista del PSOE en las últimas elecciones municipales, y en esa lista iba Elena Martín como cabeza y Pablo Rosser como otro de los integrantes en la misma, que salió como concejal por pertenecer su número al de los que quedaban incorporados a la corporación, por los votos recibidos, ese orden y esa lista son sagrados y deben permanecer inamovibles, porque la Democracia así lo exige en obediencia a la voluntad del Pueblo Soberano manifestada en las urnas. No puedo aceptar que un comité local imponga ningún cambio a posteriori a lo que el pueblo soberano ha decidido, puesto que el que manda (o debiera mandar en una verdadera democracia) es el pueblo, el que vota, o sea: yo, y todos los demás que pusieron su confianza en la lista presentada en su día por tu partido. Imponer desde fuera de las urnas un cambio en la cabeza del grupo o, lo que es peor, realizar una maniobra maquiavélica (propia por otra parte de algunos amigos nuestros que ambos conocemos) para forzar la dimisión de uno de los miembros de dicho grupo es, sin paliativos de ninguna clase, traicionar a la democracia. Todos sabemos que Pablo Rosser es empleado municipal, con cargo de Arqueólogo, y que la situación de empleado municipal es incompatible por ley con la de concejal. Por eso Rosser estaba en situación de excedencia y, al negársele el sueldo de concejal, ha tenido que volver a entrar en la nómica del Ayuntamiento y, consecuentemente, presentar su dimisión. Eso, en mi tierra se dice: no se ha ido que lo han echado. Y esa maniobra, que a mí me parece innoble, puede ser legal pero siempre será ilegítima, dado que modifica, de forma si quieres indirecta, pero con la clara intención de su resultado, la constitución del Grupo Muncipal Socialista de Alicante que yo (y varios miles más), voté (votamos) en las últimas elecciones locales.
            No voy a consentir de ninguna manera que se altere mi voto democrático desde la dirección de un partido, el que sea, que debe estar sometido a la voluntad soberana del pueblo. Y en esto me es indiferente si la gestión de los afectados ha sido mejor o peor que la que lleven a cabo los designados espurios que dicha dirección se haya atrevido a imponernos ahora. No es esa la cuestión, ni la disciplina de partido justifica estas acciones, porque la lealtad de los votados se debe a los votantes, y el partido en cuestión no tiene nada que decir (o no debería tenerlo) al respecto. La democracia debe estar por encima de la voluntad de los dirigentes de los partidos o no es democracia. Y si no les gusta cómo lo hacen, que se esperen 4 años y propongan otra lista cuando toque, que al fin y al cabo a ellos, los dirigentes, los han votado solo unos pocos cientos de militantes del PSOE, mientras que a los concejales de su grupo los han elegido miles de alicantinos.
            Esta es mi postura, independientemente de mi amistad con Pablo Rosser, ya que también he sido amigo por muchos años (ya no sé si me puedo considerar amigo todavía) de quien creo que ha participado en la elaboración de esta triste maniobra; que, no sé si lo sabéis, pero va a hacer mucho daño al PSOE local y también a nivel nacional, porque los votantes no somos tontos y no nos gusta que nos tomen el pelo. En las próximas urnas se verá la respuesta de los votantes a la deslealtad de la cúspide socialista.
            Y es una pena, porque no hay cosa que yo desee más que ver de una vez a un gobierno de izquierdas en nuestro Ayuntamiento; un gobierno de izquierdas formado por el PSOE, con o sin coalición con IU o cualquier otra formación de la izquierda. Y quizá, vistas las maniobras dudosamente democráticas del PSOE local y su orientación hacia las tendencias más liberales de la socialdemocracia, un contrapeso de IU por vuestra izquierda serviría para autentificar la democracia en un hipotético Ayuntamiento alicantino, que me temo nunca veremos mientras nuestro grupo local se desangre en luchas intestinas que lo ponen en ridículo y evidencian la preponderancia de los personalismos sobre la idea socialista, la democracia y los intereses de la ciudad, que deben estar siempre por encima de las directivas de los partidos.
            En fin, te pido perdón por haberme extendido demasiado, pero considero que las cosas, entre amigos y compañeros, deben estar claras en todo momento. ¿No crees tú lo mismo?
            Un abrazo muy fuerte, con el deseo de tu honesta reflexión al respecto.
            Tu amigo,
            Miguel Ángel Pérez Oca.