Ayer me porté mal.
Me dejé llevar por la ira, y no puedo, no quiero, permitírmelo. Por eso quiero
pediros disculpas por mi actitud en el foro de Wasap de ayer. No me gustaría
nada que ningún compañero dejara el foro o ya no entrara en él por mi culpa.
Después os daré mi explicación, o mi justificación, que va a ser más larga y
compleja que la petición de perdón. Pero os ruego que la leáis, aunque os incomode,
porque todo tiene una explicación. Primero os diré que, aunque me considero de
izquierdas no milito en ningún partido ni he necesitado, ni consentido,
comisarios políticos que me digan lo que debo pensar y decir. Tengo mi propio
criterio que intento sea honesto y ecuánime. Aunque la situación desesperante
que vivimos, agravada en mi caso por tener una madre de 102 años en una
residencia a donde no puedo acceder y de la que solo puedo tener noticias por
teléfono, me produce un desasosiego desconocido en mí hasta ahora. Os diré que
creo que en una situación gravísima, como la actual, con ya miles de muertos,
todos debemos arrimar el hombro y dar nuestro apoyo al Gobierno y las demás
autoridades públicas, tanto si son de izquierdas como de derechas; y me indigna
y me conmueve una oposición desleal y creo que deshonesta que, en lugar de
colaborar para aliviar la angustia de tanta gente, aprovechan la coyuntura para
erosionar al gobierno que tachan de “bolivariano”, “comunista” y otras
lindezas. Os aseguro que si el caso fuera inverso y los protagonistas fueran
los otros, me indignaría igual. Vale, ya lo he dicho. Ayer me indignó
profundamente un vídeo aportado por un compañero, en el que se enlazaban dos
imágenes del doctor Simón, una dando la terrible noticia de los fallecidos y la
siguiente en un momento de distensión en la que se permitió reír levemente. Las
dos escenas eran de comparecencias distintas y se habían enlazado con muy mala
intención. Querían decirnos que el tal doctor es un desaprensivo que se ríe de
los muertos. Y eso es mentira. Ese hombre está haciendo todo lo que puede; como
el diputado Echenique, que siendo de un grupo de riesgo extremo (si cayera con
el coronavirus seguramente no sobreviviría, dada su frágil condición física),
acude de forma heroica a las sesiones del Parlamento para aportar sus opiniones
de científico. Ni Pedro Sánchez, ni Pablo Iglesias son santos de mi particular
devoción, pero estamos en guerra contra un enemigo invisible y en la guerra el
que no apoya a su bando es un traidor. Por eso, me indignó tanto el vídeo de
marras que no pude, no supe, contenerme. Lo mío, lo de mis amigos Pepe y M.
Sarceda, no son opiniones partidistas, teledirigidas, como se insinuó, es santa
y pura indignación por el ruín comportamiento de quienes hicieron recortes a la
Sanidad que tan necesaria nos resulta ahora. No debería pedir perdón, pero lo
hago, porque no quiero perjudicar a mi foro de Wasap. Os pido perdón a todos,
en especial a quien se haya sentido molesto por mi actitud y la de algún
compañero. Solo os pido a todos mis compañeros del foro de Wasap, que antes de
hacerse eco de esa conducta que yo considero inmoral por parte de quienes
deberían colaborar para sacarnos del apuro, piensen que al menos a mí me están
haciendo mucho daño. No volveré a discutir en el Wasap, ya que hay quienes se
sienten molestos con mi actitud indignada. No lo volveré hacer, pero no es
necesario, porque ya saben todos cuál es mi postura y lo que me va a doler
contenerme. Pero lo voy a hacer. Perdón a todos.
Miguel
Ángel Pérez Oca.
(617 palabras)