jueves, 23 de julio de 2020

ADANA.


Como ya os anuncié hace unos días, la editorial ECU me comunica que ya ha puesto a la venta mi última novela ADANA, LA MUJER PERFECTA. Tendrá un precio de 11,90 € y estará disponible en todas las librerías y plataformas como: Amazón, Casa del Libro, El Corte Inglés, Agapea y Edisofer. También lo podéis adquirir por medio de la Página Web de esta editorial (ECU) que está haciendo una oferta por la que con este libro os obsequiará con otro de su catálogo,

GARBANCITO DE LA MANCHA.

Estos días ha sido noticia el hallazgo en Nueva York de una copia de la película española de dibujos animados "GARBANCITO DE LA MANCHA" con sus colores originales. Dicho film fue estrenado en Barcelona el 23 de noviembre de 1945, y fue la primera película europea de animación en color, contemporánea a las primeras de Walt Disney. El director era Arturo Moreno y el encargado del diseño de personajes y de animación de la cabrita Peregrina, fue un dibujante alicantino llamado Eusebio Oca, primo hermano de mi madre. Él había sido el dibujante que realizó el retrato yacente de Miguel Hernández, a quien acompañó en la cárcel de Alicante hasta su triste fallecimiento. Otro compañero de prisión era el capitán del Ejército leal a la República legítima, Miguel Pérez Pérez, mi padre, que se honró de tener tan maravillosos compañeros de cautiverio bajo la férula franquista. Eusebio Oca también realizó las ilustraciones y la rotulación de "Dos cuentos para Manolillo", con los que Miguel Hernández obsequió a su hijo Manolillo cuando fue a verle a la cárcel. El original de estos cuentos y dos más, que estaba en poder de mi primo Petete, su hijo, está hoy en la Biblioteca Nacional, con el Cantar del Mío Cid y otras muchas joyas de nuestra lengua.
Modestamente, creo que mi tío Eusebio Oca no ha sido convenientemente reconocido en su tierra natal. Tras pasar varios años en la cárcel, fue desterrado a Barcelona, donde realizó su trabajo en la famosa película y se dedicó al diseño de interiores, no pudiendo ejercer su título de maestro por estar represaliado por los fascistas. Su esposa, la maestra represaliada que fue mi tía Isabelita, también trabajó en la película coloreando los dibujos de mi tío.
Mi hermano Eusebio Pérez Oca ha realizado un detallado estudio del que he obtenido los datos que aquí os ofrezco. A veces, uno se siente orgulloso de su familia, y no puede evitar proclamarlo.

Mi tío Eusebio Oca.

 Miguel Hernández yacente.

 Dos páginas de "Dos cuentos para Manolillo".


lunes, 20 de julio de 2020

DON QUIJOTE PANDÉMICO

Durante mis cortas vacaciones en la Playa de San Juan había realizado este retrato de mi amigo Don Quijote, pero me he dado cuenta de que he cometido una ilegalidad y la he corregido. Os pongo los dos dibujos. Espero que me perdonéis la impertinencia.
Antes.


Después.

miércoles, 8 de julio de 2020

ADANA, LA MUJER PERFECTA.



Dentro de unos días saldrá a la venta, editada por ECU, mi novela "ADANA, LA MUJER PERFECTA". Es una obra de ciencia-ficción que relata una historia de 200 años, desde la captura de la muchacha de color Ana Mbonga en las selvas del Golfo de Guinea y su esclavitud en Torrevieja, su posterior abducción, cuando ya es una anciana, por una extraña burbuja gigante durante un naufragio, hasta su segundo regreso a la vida, tras una nueva abducción, como Adana la mujer perfecta, la primera  Fémina Sapiens Perdurábilis, con la que "Ellos" pretenden salvar al planeta Tierra del desastre ecológico provocado, como tantas otras tragedias, por la testosterona del macho de la especie Homo Sapiens.
Sus amores con el narrador, Daniel Evans, sus relaciones con los personajes a través de dos siglos: el patrón negrero don Bonifacio, capitán del Blas de Iranzo; Perico, su servidor negro; doña Paca la Rasposa; Paco, el combatiente de la Nueve; el teniente Amado Granell;  las hijas de sus dos vidas: Amelia, Basilia, Camelia y Aitana; y, sobre todo, "Ellos", los guardianes de los mundos, y el dinka, un longevo escarabajo que habla y que ejerce de consejero de Adana, forman un grupo de personajes que acompañan a la heroína de esta historia.
Pronto os anunciaré su salida a la venta, su presentación (si es posible en estos tiempos de pandemia) y su forma de adquisición, tanto en papel como en su versión electrónica.
Espero que os guste.

jueves, 2 de julio de 2020

HOMICIDAS POR IMPRUDENCIA.



            La verdad, me da miedo salir a la calle. Yo voy con mi mascarilla y las manos recién lavadas con hidroalcohol, pero me cruzo con un montón de energúmenos sin protección, o con la mascarilla en el codo, en la barbilla o en la muñeca, discutiendo a voz en grito y repartiendo “perdigones” a su alrededor, sin respetar las distancias, y me siento agredido y en peligro de ser invadido por el coronavirus y caer víctima de la neumonía letal que amenaza a quien pertenece a un grupo de riesgo.
            Cuando veo en la tele a idiotas celebrando el triunfo de su equipo de fútbol, o las fiestas suspendidas de su pueblo, o en restaurantes, playas y bares, hacinados, sin respetar las distancias y sin protección, me invade una profunda decepción hacia mi especie, el pretencioso Homo Sapiens. Solo veo a montones de monos mal evolucionados, prisioneros de los instintos gregarios propios de un depredador grupal, incapaces de reflexionar sobre la propia responsabilidad ante la pandemia. Y caigo preso de la ira, también propia de un primate que comparte con el chimpancé más del 90 % del genoma.
            Presiento una inminente segunda oleada de la pandemia, todavía más asoladora que la primera, y veo a montones de viejecitos muertos en las residencias y hospitales, y a los heroicos sanitarios vencidos por la fatiga y la impotencia, y no puedo por menos que considerar que todos esos imbéciles que se arremolinan en multitudes estúpidas serán reos del delito moral de homicidio por imprudencia.
            ¿Nadie va a pararles los pies? ¿No hay policías suficientes para correrlos a  porrazos? Pues nada, amigos, resignación y a esperar a los cuatro jinetes del Apocalipsis. No tenemos arreglo.
            Y es que por encima del peligro está la inminente e inevitable necesidad imperiosa de salvar la economía; porque estamos ante un dilema: elegir entre morirnos de la enfermedad o morirnos de hambre.
            Esto no ha sido una guerra ni un terremoto. Nada se ha destruido. Ahí están las fábricas de embutidos, las tiendas de alimentación, los campos de cultivo, las ganaderías y establos, todo intacto, pero podemos morirnos de inanición, rodeados de abundancia, si no teneos dinero con que comprar nuestro sustento. Esa es la más flagrante paradoja de esta Economía Capitalista que sufrimos. El dinero, con su valor simbólico, que no real (al menos antes era el oro), ha de moverse incesantemente de un bolsillo a otro, y si se detiene en todo el mundo solo por dos meses, viene la hecatombe, el fin de la humanidad. Así que hay que ser tolerante con los idiotas, abrir los restaurantes, dejar que vengan los turistas foráneos y nos traigan sus virus, y que la máquina económica se ponga en marcha otra vez, aunque nos arrolle a todos.
            Esta situación nos ha desvelado lo absurdo del Sistema Capitalista. En una economía socialista, en la que el Estado administrase todos los medios de producción, que serían propiedad del pueblo, los salarios seguirían llegando regularmente a todos los ciudadanos, por mucha pandemia y confinamiento que se produjeran. Sortearíamos el temporal, nos aislaríamos lo suficiente, mientras llegase la vacuna, y saldríamos airosos del trance. Pero no se le pueden pedir peras al olmo. A un chimpancé no se le puede hacer reflexionar sobre cosas tan graves y tan contradictorias con los instintos animales que inevitablemente nos dominan y nos llevan al precipicio.
            Solo quiero manifestar que, visto lo visto, y ante la decepción que me produce mi propia naturaleza, proclamo solemnemente que abjuro, renuncio, niego y dimito de mi falsa condición de Homo Sapiens.
            Que os den, hermanos.
                                                                                  Miguel Ángel Pérez Oca.