viernes, 12 de agosto de 2016

FRUSTRACIÓN PERSÉIDA.

Dibujo para la portada de mi novela "Giordano Bruno, el loco da las estrellas (1999)

El plan era perfecto. Varios compañeros de la Agrupación Astronómica de Alicante íbamos a ir a Tabarca, acompañando a una treintena de jóvenes del Centro14, para ver la lluvia de estrellas fugaces de las Perseidas, que se da con mayor intensidad en la noche del 11 al 12 de Agosto. Yo había convencido a algún compañero y compañeras (Miguel Sarceda, Mercedes y Ana) de mi Tertulia Literaria para que también nos acompañasen. Haríamos observaciones de la Luna, Saturno, Marte y cielo profundo con nuestros telescopios, daríamos una charla informativa en el aula del CEMA y, después de cenar un excelente pescado en un restaurante de la Plaza Mayor, nos dedicaríamos el resto de la noche a ver perseidas, formular deseos secretos y tener una excelente y amena conversación, para regresar el día siguiente a casa.
            Ese era el plan, pero los designios de los hados son imprevisibles; y una ridícula (nunca mejor dicho) indisposición de salud, me forzó a última hora a renunciar al viaje en el que había puesto tantas ilusiones. Mis amigos me telefonearon desde la embarcación que los llevaba de Sata Pola a Tabarca. Por lo que se oía de fondo, reinaba el buen ambiente. Después, a la noche, salí a mi terraza con la vana esperanza de ver alguna estrella fugaz. Pero estaba nublado; si bien al sur, por la zona de Tabarca, el cielo estaba limpio y se veían las estrellas, con la Luna creciente, Marte y Saturno reinando en lo alto. Así que supongo que mis amigos gozarían del espectáculo cósmico.
            Qué le vamos a hacer, el cerebro propone y el cuerpo dispone.
            Otra vez será.
            Esnifff…

                                                                    Miguel Ángel Pérez Oca.

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