sábado, 1 de noviembre de 2014

GARCIA LORCA EN "EL TUMBAO"



Ayer, en la sala cultural "El Tumbao" de Benalúa, tuvo lugar un recital de poesías de Federico García Lorca, realizado por el grupo teatral "El Desván" que dirige Carmina Pacheco, dentro de un ciclo dedicado a los poetas de la Generación del 27. Yo tuve el honor de hacer la presentación, leyendo el escrito que os adjunto.

EL DESVÁN REPRESENTA “POETA EN NUEVA YORK”.
Mi tío Perfecto, hermano de mi madre, fue quien me puso en primer contacto con la poesía, cuando era un niño. De él oí los primeros versos que llenarían para siempre mi corazón y lo abrirían a la magia de las palabras.
Después, en la Escuela de Comercio de Alicante, un joven profesor ayudante de Lengua y Literatura, llamado Enrique Cerdán Tato, nos habló por primera vez de los poetas mártires, Miguel, Federico, don Antonio Machado, muertos por culpa de la Guerra Civil. De sus labios oí por vez primera la Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández: “Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano…”, que todavía me emociona y me hace llorar cuando la recito para algunos amigos, con los que visito la casa del poeta en Orihuela; en el huerto, junto a la higuera: “Volverás a mi huerto y a mi higuera, por los altos andamios de las flores...”
Algo más tarde, ya siendo un adolescente inquieto, me reunía con mi pandilla en un pub inglés de la Playa de San Juan, “The Hideaut” (La Guarida), y allí, mi amigo Guillermo Armengol, en pleno éxtasis poético, se subía alguna vez a una mesa, sobresaltando a los “guiris” presentes, y recitaba “La sangre derramada”, dedicada por Federico a la muerte del torero Ignacio Sánchez Mejías: “¡Que no quiero verla! Dile a la Luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena. ¡Que no quiero verla! La Luna de par en par. Caballo de nubes quietas, y la plaza gris del sueño con sauces en las barreras. ¡Que no quiero verla! Que mi recuerdo se quema. ¡Avisad a los jazmines con su blancura pequeña! ¡Que no quiero verla!...” Y nos dejaba a todos temblando de emoción, incluso a los extranjeros que no habían entendido el texto...
Miguel y Federico murieron cuando eran todavía unos jóvenes treintaañeros (Federico tenía 38 años y Miguel 32), con toda una vida de creaciones por delante, asesinados, por acción u omisión, por los secuaces de Franco. Porque Franco y sus secuaces, además de ser  unos delincuentes despreciables y asesinos en serie, fueron unos poeticidas. Y por su culpa murieron Miguel y Federico… Y nos privaron de unas obras nonatas que jamás podremos recuperar, ni siquiera adivinar. Los bestias que fusilaron a Federico, los fariseos (el canónigo Almarcha y el padre Vendrell) que dejaron morir a Miguel sin los cuidados que podrían haberle salvado la vida, no solo les hurtaron la existencia a dos seres humanos, también nos robaron a todos, y para toda la eternidad, quién sabe qué obras encendidas y maravillosas que hubieran escrito, enriqueciendo al Mundo, si se les hubiera permitido morir de viejos.
¿Os imagináis que el turco que dejó manco a Cervantes en Lepanto hubiera tenido mejor puntería y le hubiera dado en todo el pecho? Nunca se hubiera escrito el Quijote y ahora careceríamos de esa importantísima referencia cultural universal. Aunque no lo sabríamos. Pero quizá un vacío extraño nos invadiría cada vez que nos faltase ese símil extraordinario del loco-cuerdo y el tonto-sabio.
A mí, al menos, me pasa eso algunas veces. Siento que me han robado algo muy importante. Porque siento que me faltan los mejores versos de Federico y Miguel. Y me pregunto qué nos ofrecerían hoy los amigos del Desván, bajo la dirección de Carmina Pacheco, si habitásemos en un mundo paralelo donde los poetas no hubieran sido exterminados por el fascismo en la España de la Guerra y la Posguerra Civil. Qué oiríamos esta tarde, que nos llenaría de gozo, y que los franquistas nos han robado al robarnos la vida de Federico. Los franquistas nos privaron de muchas cosas: de la democracia, la dignidad de ciudadanos, el orgullo, la poesía y el arte comprometidos, una infancia feliz, la libertad de pensamiento y expresión, el progreso… Y, yo al menos, no los voy a perdonar jamás.
Afortunadamente para nosotros, Miguel y Federico fueron unos poetas prolíficos e inspirados, y en el poco tiempo que les concedió la vida dejaron una obra ingente. Hoy veremos y escucharemos al grupo “El Desván” representar a Federico García Lorca en su obra “Poeta en Nueva York”.
Perteneciente, como Hernández, a la Generación del 27, Federico escribió este conjunto de poemas con motivo de su viaje a la megápolis americana en los años 1929 y 1930. En ellos, como escuchareis, expresa el horror que le produce ese mundo urbano e industrial deshumanizado por el capitalismo; la soledad insolidaria en un laberinto tecnológico repleto de masas de gente que se  amontona en un entorno cruel, movido tan solo por el interés y el dinero de los poderosos egoístas; la opresión de los negros; la brutalidad de un mundo sin amor… Y el poeta nos llama al regreso a la Naturaleza y a la descalificación de esa sociedad de tecnología perfecta, pero tan ignorante de los verdaderos valores humanos, que oprime y explota a las criaturas inocentes e indefensas.
Oigamos a los compañeros del Desván y reflexionemos sobre qué cimas de la poesía universal hubiera alcanzado Federico si los bárbaros no lo hubieran fusilado, junto a un maestro de escuela y dos toreros, el 18 de agosto de 1936, en el camino que va de Víznar a Alfacar, provincia de Granada. Según sus verdugos, lo ejecutaron por los delitos - ¿qué delitos? - de ser republicano y homosexual; aunque yo creo que lo asesinaron por ser poeta.
Solo por ser poeta.

Miguel Ángel Pérez Oca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto ester artículo como el anterior son impecables. Hacen referencia a una parte reciente y amarga de nuestra historia que no se ha cerrado y que , por vergüenza, algunos pretenden que se cierre en falso. A propósito de la inauguración del monolito del Campo de los Almendros determinado personaje habla de que estamos agitando cadáveres.... es curioso. Además es alguien que se las da de demócrata. Alguien muy próximo al Partido Podrido. Pero si escribo esto es por que desde determinadas filas del Ejercito se ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy que se descalifiquen diez mil documentos relativos al pedido que va desde la Guerra Civil hasta el posfranquismo y que toca hacerlo. Es por ley que debe hacerse. El Gallego, siempre hay un gallego en el poder cuando a España le va mal, no sabe no responde. O como mucho dice que llueve. ¿A que tiene miedo estos fachas camuflados? ¿Quizás a que las encuestas les den menos votos? . Mientras habrá que insistir en abrir los armarios para que salgan las vergüenzas de todos, sobre todo de los que no quieren enseñarlas. Ayer contacté con un amigo para investigar los fusilamientos en el Campo de Albatera. Será largo pero espero averiguar cuanta gente, aproximadamente, fue asesinada sin juicio ni razón en el campo de este pueblo. El tema seria muy fácil en un país decente pero aquí estamos en España que como cantaba el tío Eusebio: "Yo he nacido en España bajo un cielo nublado y sin pizca de Sol". Se murió en el año 1948 esperando que empezara a amanecer.

Eusebiet de los Almendros.