domingo, 2 de mayo de 2010

UN ARTÍCULO DE MI AMIGO CHEMA.


DIA 28 DE ABRIL

En 1832 se cambia, en España, la horca por el garrote vil, como forma de ejecutar la pena de muerte. En 1945, en Berlín, se casa Hitler con Eva Braun.
En algunas ocasiones, debido a mi estado de ánimo, o a las noticias que leo en los diarios, o a las cosas que me cuentan mis amigos, o quizás a todo ello junto, tengo la sensación de que lo que se conmemora tal día 28 de Abril, es cualquiera de los dos acontecimientos señalados en el párrafo anterior y no la muerte de 188 trabajadores en un incendio en su lugar de trabajo.
Es por ello que entiendo este día como una jornada de lucha y de profunda reflexión acerca del fracaso en las políticas en materia de salud y seguridad.
Cuando esto escribo, aun no sé de qué manera se va a conmemorar, por parte de la Administración, de la Patronal, así como por parte de algunas organizaciones sindicales. Pero por experiencias anteriores me lo puedo imaginar.
El Ministro de la cosa, nos endilgará un discurso cargado de buenas intenciones y glosará los éxitos conseguidos en esta materia. Entregará unos premios a distintos organismos, a algún trabajador y por supuesto a algún empresario, gerente o director general, por no sé qué de unas supuestas “buenas prácticas”. Después, como siempre, la nada.
Ese mismo empresario galardonado, podría explicarnos a cuantos trabajadores ha mandado al paro en los últimos tiempos. Podría explicarnos cuantos trabajadores y/o trabajadoras han rotado en su empresa con distintos contratos eventuales. También podría explicarnos cuál es su política salarial, o como aplica las políticas de igualdad en su empresa, pero no porque una ley la haya obligado sino porque su filosofía consiste en incorporar esos valores en su empresa.
¿Es que la salud como “el total bienestar físico, síquico y social”, ya no vale? ¿Es que “ la conquista de la identidad en el terreno de lo social” es una tontería.¿ O es que ya hemos dejado de entender como estado saludable aquel que nos permite llevar una vida “gozosa, autónoma y solidaria”?
¿Se puede hablar de salud laboral con casi cinco millones de parados?
Después de 15 años de aplicación de la LPRL, estamos en la misma situación. O peor y me explicaré: durante estos 15 años se ha avanzado muchísimo en el conocimiento de los riesgos derivados del trabajo; se han realizado innumerables estudios específicos para determinar el riesgo, para conocer los factores múltiples que intervienen en la ocurrencia de un accidente, las fórmulas para evitarlos; se han puesto a disposición unos recursos económicos como nunca se habían puesto. Se han formado un sinfín de expertos, técnicos con titulación universitaria y el mercado está lleno de empresa dedicadas a la prevención. Pero… pero los trabajadores y las trabajadoras se siguen muriendo por las mismas causas que hace cien años y por otras nuevas debido a la cada vez más amplia utilización de productos químicos.
Los albañiles se siguen cayendo de los andamios y la culpa es de Newton por haber “inventado” la ley de la gravedad y después, por supuesto, el albañil por tener poco estudiado a Newton. Un auténtico disparate.
Resulta sencillamente repugnante que la empresa Terra Mítica haya utilizado madera creosotada en sus instalaciones, cuando si hay algún decreto claro este es precisamente el que prohíbe el uso de la creosota, y que haya sancionado a una trabajadora por la denuncia del hecho.
Resulta paradigmático del desconocimiento de la LPRL e incluso del desprecio, la carta que días pasados escribía, en diario de tirada nacional, un pequeño empresario que indignado se quejaba de haber recibido una visita de inspección conminándole a realizar el plan de prevención. ¿Qué plan, qué riesgos, con tres trabajadores? Eso es cosa de la construcción.
¿Cuál o cuáles son las causas de este fracaso? Yo no me atrevo a dar una respuesta contundente, pero sí, por supuesto a apuntar alguna. Creo que la principal no es otra sino la falta de protagonismo del trabajador/trabajadora en cuantos asuntos se refieren a su salud y seguridad. Los técnicos y/o expertos se convierten en tutores de los afectados e impiden su participación. Los empresarios pagan esos servicios e inducen a los mismos a ocupar el papel que los propios trabajadores o trabajadoras deberían desempeñar. Su independencia está en cuestión pues “quien paga manda”. Las Mutuas no se han liberado de su condición de “Patronales”. En definitiva el trabajador y la trabajadora sólo son protagonistas cuando mueren.
La desigualdad en la relación hace imposible esa afirmación que tan bien suena y que tanto repiten “La salud y la seguridad es cosa de todos”. Mentira. Unos son portadores de derechos, otros de obligaciones. Uno manda y otro si no obedece es despedido.
(Lo que me faltaba. Me acaban de informar que un sindicato importante va a conmemorar el día 28 con un desfile de modelos con EPIs. ¿Se puede trivializar más este día?)

José María Rubio Gallo
Alicante, 27 de Abril de 2010

1 comentario:

epoca dijo...

Le pido a mi amigo Chema que si el quiere, remita mi contestación que en su día di a su extraordinaria carta. Gracias Chema. Ni un paso atras ni para tomar impulso. Siempre contigo. Tu lo sabes.

Eusebio Pérez Oca.