martes, 25 de mayo de 2010

PLAZA DEL 25 DE MAYO, ¡AL FIN!




Momento en el que la alcaldesa dice "fascistas" y no se le caen los anillos.






Tumba del niño Lorenzo Sanz Valenti.




"Os felicito por la petición al Ayuntamiento del nuevo rótulo para la Plaza del Mercado: Plaza del 25 de mayo."

"Así quedará el recuerdo público y permanente de las gentes de bien, a tantas víctimas inocentes masacradas por la aviación fascista a las órdenes del dictador Franco."

"Como alicantino, gracias por tan atinada y noble iniciativa de Alicante Vivo."

"Un fuerte abrazo"

"Enrique"

(20 de mayo de 2008.- comentario de Enrique Cerdán Tato en el blog Alicante Vivo)


"El bombardeo del 25 de mayo formaba parte de la campaña de terror ordenada por las autoridades FASCISTAS cuando las tropas rebeldes alcanzaron el Mediterráneo..."

( del discurso de la Alcaldesa de Alicante, doña Sonia Castedo, el día 25 de mayo de 2010, tras descubrir la placa que denomina a la plaza del mercado como "Plaza del 25 de mayo")


Los periodistas de Información TV me han preguntado qué me parece que el Ayuntamiento haya hecho caso a la solicitud cursada en su día por Alicante Vivo y la PIC para que la plaza del mercado se llame de hoy en adelante "Plaza del 25 de mayo". Yo les he respondido que después de oír a la Alcaldesa rconocer en su discurso que los atacantes eran "fascistas", no veo inconveniente alguno para que también lo ponga por escrito en la leyenda del monumento a erigir en esa plaza, promovido por la Comisión Cívica de la Memoria Histórica. Esa palabra parece ser que era el inconveniente para llegar a un acuerdo sobre el texto que condujera definitivamente a la colocación del monumento de Elena Albajar. Pero una vez puesta la palabra en boca de nuestra primera edil, quiero suponer que todos los obstáculos habrán desaparecido. Al menos eso me parece, si todos somos consecuentes.

Yo, lo reconozco, estaba sentado en una de las terrazas de los bares de la hasta entonces plaza de las flores. Oía el discurso sin participar en el acto, pues no le perdonaba a la señora Castedo su negativa a considerar la posibilidad de que el texto quedase de una vez como lo escribió la arquitecta Albajar en su proyecto ganador del concurso de ideas. Pero cuando he oído, no una sino varias veces, la palabra "fascistas" en boca de doña Sonia, una oleada de entusiasmo y de triunfo (ojo, de triunfo de todos), me ha llenado de alegría y emoción, y he tenido que aplaudir desde mi refugio frente a las cervezas y los pescaditos rebozados. Ahora esperaré acontecimientos, que no deben ni pueden tardar, ¿verdad?

Qué día el de hoy. Hemos empezado en el cementerio, a donde nos han acompañado, a los amigos de Alicante Vivo, algunos miembros de las Juventudes Socialistas, y otros compañeros muy queridos, como la poeta Julia Díaz Climent y familiares de alguna de las víctimas. Cuando llegamos no había ninguna flor sobre las lápidas del cuadro 12, donde reposan los restos de los 300 asesinados del 25 de mayo. Por lo visto, nadie se había acordado realmente de ellos hasta entonces. Pero cuando nos hemos ido varios ramos de flores han quedado allí como homenaje. Después hemos marchado a la tumba del niño Lorenzo Sanz Valenti y su padre Blas Sanz Peral. La lápida del niño es un prodigio de ingenio y heroicidad materna. En una época en la que no se podía hablar del bombardeo, la madre se las ingenia para darnos las claves del infanticidio, y nos enseña un calendario con la fecha y un reloj con la "hora fatídica". La foto del niño, de dos años y medio, está en el centro de una cruz, pero si uno se fija bien, los brazos de la cruz son en realidad bombas con sus aletas delatoras.

Después fuimos al mercado, donde nos esperaba la agradable sorpresa de oir a la alcaldesa pronunciar la palabra tabú con toda naturalidad.

Ahora, a ponerlo por escrito, doña Sonia, y a ver el monumento puesto de una vez en su sitio; y todo se habrá consumado por el bien de los alicantinos, la dignidad de su Ayuntamiento y la justicia con nuestra maltratada Memoria Histórica. Hay días en los que da gusto levantarse y ver el sol a través de la ventana. Sí, señor.

A continuación os pongo el texto del discurso que he leído ante las tumbas de los 300 mártires del 25 de mayo.

Un abrazo y ¡FELICIDADES, ALICANTE!


LOS CULPABLES.

¿Quién fue el culpable? ¿Quién o quiénes tuvieron la culpa de que bajo nuestros pies reposen ahora 300 cadáveres inocentes de ancianos, mujeres y niños? Indudablemente, y en primer lugar, 45 aviadores fascistas italianos que el 25 de mayo de 1938 dejaron caer sus bombas sobre el mercado y las calles de Alicante. Y por encima de ellos, los jefes de las dos escuadrillas de bombarderos Savoia, capitanes Zigiotti y De Prato. Y más arriba, porque el culpable último siempre está más arriba, el jefe de escuadrón y sus oficiales de estado mayor que dieron las órdenes y las instrucciones precisas para que el ataque se hiciera sobre la población civil indefensa. Pero por encima de los tácticos siempre hay un estratega, el general - ¿Kindelán, el mismo Franco? – que decidió desencadenar una campaña de terror aéreo, de guerra total, para amedrantar a la República, una vez llegados los franquistas al Mediterráneo y marchar sobre Valencia. ¿Eso es todo? ¿Ya hemos desenmascarado a los culpables? Porque esta ya lejana guerra fue desencadenada por una banda de generales traidores a su patria que nos trajeron una dictadura de 40 años de olvido y silencio. Y detrás de ellos estaba el fascismo internacional, el movimiento reaccionario que en Alemania, Italia, Portugal y otros países surgió como respuesta al que parecía imparable avance de las clases trabajadoras del Mundo. Ellos ayudaron a nuestros rebeldes y los armaron con aviones, tanques, cañones y voluntarios profesionales. También deberíamos hablar de los ingenieros y científicos que entonces - y por desgracia, ahora - se han dedicado a inventar armas y artilugios de muerte en lugar de poner la ciencia y la tecnología al servicio del ser humano y su felicidad. Y la banca depredadora, la iglesia vendida al poder, los ricos temerosos de perder sus privilegios y latrocinios, los terratenientes… y los tontos que se creen ricos porque reciben algunas migajas. Todos ellos apoyaron a los generales golpistas, mientras una parte importante del pueblo luchaba por la República legítima y se enfrentaba a los traidores con las armas en la mano. Aunque hubo otra gente que permaneció pasiva o se sumó a los rebeldes por cobardía; esa gente indiferente, cobarde y adocenada, que dice ser apolítica, como si ello fuera posible, esa gente que, como decía Bertrold Brech, callaba cuando de noche, en Alemania, venía la policía a detener a un judío, porque ellos no eran judíos, cuando venían a detener a un sindicalista, porque ellos no eran sindicalistas, cuando venían a detener a un izquierdista, porque ellos no eran políticos… hasta que el país entero se convirtió en una cárcel y ellos quedaron dentro, sumidos en una dictadura que podrían haber evitado si hubieran estado dispuestos a luchar y trabajar por la libertad. Todos ellos fueron los culpables de esta masacre.
Ahora todos podemos ser culpables de masacres futuras si hacemos como hicieron los responsables de esta que tenemos bajo los pies, si perdemos la memoria histórica y dejamos que el fascismo avance de nuevo con otras caras, con otros disfraces, si no hacemos nada para evitar que nuestros políticos nos lleven a guerras injustas - ¿qué guerra no lo es? -, si consentimos que la irracionalidad violenta, desde el vandalismo y la violencia de género al terrorismo, se adueñe de nuestras calles, si nos dejamos seducir por la frivolidad consumista y nos olvidamos de nuestro pasado. Porque entonces serán de nuestra incumbencia las matanzas que han de venir. Que en Iraq ya han sido bombardeados de nuevo mercados llenos de mujeres y niños, y en Afganistán, y en Palestina… Por eso la Memoria Histórica es imprescindible, por eso, para evitar los males futuros debemos recordar los males pasados y aprender de ellos, honrando y recordando a nuestros muertos, que son de todos.

Miguel Ángel Pérez Oca.

1 comentario:

Joaquín Botella dijo...

¡Cuántas verdades y qué bien escritas! ¡Bravo, Miguel Ángel!, eres un rayo de esperanza (incluso a mí me haces creer que algún día este mundo será mejor).

Joaquín Botella