Las trampas de Rato y Blesa, los
emolumentos por “conversaciones” de Trillo y Pujalte, los gastos de Rita
Barberá, las imposiciones despóticas de la Espe en las Municipales de Madrid, los despropósitos en la elaboración de la lista municipal de Alicante…
Ahora dice el “Bigotes” que a él lo inició en el negocio Agag, el yernísimo. En
fin… en cualquier país civilizado europeo, el PP estaría ya muerto y enterrado,
pero aquí la corrupción y los mangoneos no sufren castigo en las urnas, al
manos no sufren todo el contundente castigo que merecen. Véase, si no, lo
sucedido en Andalucía con el PSOE. Así que el partido del impasible, hierático,
ausente y lejano Rajoy se pudre al aire sin recibir la necesaria sepultura que
la higiene política reclama. Y huele, huele mucho… Como diría Hamlet: “Algo
huele a podrido en España”.
La gente de la derecha
sociológica se pasa en masa a Ciudadanos, cuyo líder nos presenta una cara
amable y unos propósitos razonables, dentro de la ideología que defiende, que,
no nos engañemos, sigue defendiendo los intereses de los de siempre; eso sí, de
una manera más civilizada y menos casposa que sus predecesores Alianza Popular
y Partido Popular, demasiado vinculados aún a la casta franquista… o cripto y
tardo franquista. Nos dice que se propone combatir la corrupción, o sea que va
a limpiar la casa para que en el fondo nada de lo importante cambie. Lo de
Lampedusa, vamos: cambiar las cosas para que nada cambie.
Podemos, mientras, pierde fuelle.
Yo creo que la prepotencia de alguno de sus líderes y una lamentable
incapacidad dialéctica les está pasando factura. Con lo fácil que tenía el
Monedero para defenderse a la brava: “Mientras los demás políticos se llevan el
dinero a Suiza, yo soy el único que lo tae de Venezuela a España. Yo, lo único
que he intentado es organizar una televisión progresista, mientras Berlusconi y
sus amiguitos refuerzan las televisiones conservadoras. Que he intentado pagar
menos a Hacienda con el truquito de la Sociedad, sí, ¿qué pasa? Es lo que hacen
nuestros enemigos políticos, pero el dinero no era para comprarme yates y
mansiones, sino para informar al pueblo de la verdad, y una tele es muy cara y
nos hacía falta todo el dinero posible…” podría haber dicho, así, con dos
huevos, y se hubiera llevado a la gente de calle. Pero en el fondo, estos
chicos no quieren romper el sistema, como dicen, solo intentan subirse al tren,
y se les nota demasiado. Pablo Iglesias II argumenta con evasivas en la tele, y
la gente no es tonta y se da cuenta. Por eso empiezan a perder fuerza. Por otro
lado, lo que ellos pregonan son las propuestas de la izquierda de siempre, las
que desde hace muchos años ha sostenido Izquierda Unida, por mucho que ellos digan
que no son de derechas ni de izquierdas.
En fin que, como siempre desde los
tiempos de Julio César y compañía, la Política está llena de injusticias y
desengaños. Pero el pueblo, parece ser que empieza a reaccionar. No hay nada
mejor que una buena bofetada para curar la catalepsia ideológica a algunos
adocenados, y una crisis, con sus secuelas y sus abusos, es la más bochornosa y
reveladora de las bofetadas. Por eso, los pobres que votaban a la Derecha están
reaccionando y van saliendo del pozo de los tontos más tontos.
A ver si espabilamos de una
puñetera vez y conseguimos entre todos que cambie el viento y se lleve este olor
a podrido que no hay quién lo aguante.
Descanse en paz, el Partido
Putrefacto.
Y a ver qué nos traen los nuevos
tiempos.
Miguel Ángel Pérez Oca.
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