NUESTROS GENIOS
Sin los monumentos de Bañuls, sin los edificios de Vidal y sin las pinturas de Gastón Castelló, Alacant no sería Alacant, aunque se llamase igual. En el tránsito del siglo XIX al XX y durante el primer tercio de este último, surgieron en nuestra ciudad un conjunto de personas excepcionales en el arte, en la literatura, en la Economía y el Derecho, como nunca se había dado en nuestra Historia.
La
escuela del pintor Lorenzo Casanova había dado sus frutos en estupendos
artistas como Adelardo Parrilla, Cabrera y los escultores Vicente Bañuls
(1865-1934) y su hijo Daniel Bañuls (1905-1947). Obras de Bañuls padre son los
monumentos a Maisonnave, Canalejas, Chapí, Jorge Juan (en Novelda), los
Mártires de la Libertad (destruido por los franquistas) y el conjunto de la
“Aguadora” en la fuente de la Plaza de
Gabriel Miró. De su hijo Daniel son, entre otras obras, la fuente de los
caballos, en la Plaza de los Luceros.
Emilio
Varela (1887-1951), discípulo de Sorolla, fue un creador excepcional, con un
originalísimo manejo del color, que nos dejó paisajes irrepetibles.
Gastón
Castelló, maravilloso dibujante y pintor, nos dejó la estampa de nuestros personajes
genuinos. Sus obras son nuestra imagen, sobre todo en el gigantesco tríptico de
la escalinata del Ayuntamiento, o los murales de la antigua Estación de
Autobuses. Fue un pionero de la construcción de “fogueres” y presidió durante
años su Comisión Gestora, pese a haber sido represaliado durante la primera
posguerra.
Un
arquitecto imprescindible fue Juan Vidal Ramos (1888-1975), que dio rostro a
nuestra ciudad con edificios como el Mercado de Abastos, la Diputación
Provincial, el Hospital Provincial (ahora Museo Arqueológico), la Casa de
Carbonell, la casa de Lamagniere y la Casa de Socorro.
Otro
gran arquitecto había sido José Guardiola Picó (1836-1909), autor de la Casa de
Alberola, con su cúpula de escamas metálicas, en la avenida de Ramón y Cajal,
que en la época del “desarrollismo” fue partida en dos para construir en medio
una casa “moderna”, en un crimen urbanístico solo comparable a las dos inmensas
paredes medianeras del rascacielos de la Rambla.
El
más importante de nuestros músicos fue Oscar Esplá (1886-1976), autor de música
sinfónica de fama mundial, como su “Don Quijote velando las armas” o la
“Nochebuena del Diablo”.
El
maestro Latorre fue el autor de la música del Himno de Alicante, y don Luís
Torregrosa del himno a “Les Fogueres de Sant Joan”.
Otros
músicos destacados fueron José Juan
Pérez, el director Spiteri, José Tomás, y el pianista Soriano.
En
Literatura destaca sobre todos Gabriel Miró (1879-1930), autor de novelas inmortales,
como “Las cerezas del cementerio”, ”El Obispo leproso”, “El libro de Sigüenza”,
“Años y leguas” o “Figuras de la Pasión del Señor”.
Carlos
Arniches (1866-1943), autor teatral costumbrista, padre de sainetes de ambiente
popular madrileño, con su lenguaje castizo; que ya tiene mérito que un
alicantino nacido junto al mar y valenciano parlante en familia, fuera “el
escritor que enseñó a hablar madrileño a los madrileños”.
En
nuestra ciudad vivió y murió, en 1917, el escritor Joaquín Dicenta, autor del
drama social “Juan José”, que durante muchos años se representó todos los 1 de
Mayo. Hoy esta obra no sería aceptada por contener un crimen pasional que
podría calificarse de asesinato machista. Y es que las mentalidades cambian con
el tiempo, generalmente para bien.
En
el terreno académico, tenemos al genial economista Germán Bernacer, profesor de
la Escuela de Comercio y Jefe de Estudios del Banco de España, con sus famosos
trabajos sobre una “Economía libre, sin paro ni crisis”.
Rafael
Altamira (1866-1951), jurista e historiador del Derecho, fue uno de los
fundadores del Tribunal Internacional de La Haya y juez titular del mismo.
Estuvo propuesto para el Premio Nobel, pero, desgraciadamente falleció antes de
la fecha del fallo. Se le dedicó una calle que la dictadura franquista no se
atrevió a cambiar.
Todos
estos eminentes personajes tuvieron un centro de confluencia en el Ateneo
Científico y Literario que presidía el también escritor Eduardo Irles.
Nunca se ha dado, ni antes ni después, una más genial constelación de intelectuales y artistas de primer orden en esta ciudad.
1 comentario:
Me encanta esta serie de artículos sobre Alicante que estás escribiendo. Mediante ellos, aprendo mucho sobre la historia de mi ciudad. Este en concreto es muy interesante ya que nos recuerda, o, como en mi caso, nos informa de nuestros paisanos célebres.
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