A ver si nos
enteramos de una puñetera vez de que hay dos izquierdas. Una es idealista y
utópica y persigue (o eso dice) la sociedad ideal en la que todos los que nos
consideramos de izquierdas querríamos vivir. La otra, mal que nos pese, es
realista y posibilista y trata (o eso dice) de defender los derechos de los
perjudicados por el sistema capitalista, sin salirse del sistema, porque eso,
hoy por hoy, parece imposible. Esto ya viene de los años 20, cuando los
comunistas y los socialdemócratas rompieron la Internacional y se dividieron en
dos bloques más o menos irreconciliables.
Los
primeros intentaron realizar su sistema mediante la revolución. Eran los
soviets de Rusia, capitaneados por Lenín, que decía que había que implantar la
Dictadura del Proletariado, malinterpretando (es mi opinión) a Marx, mediante
el uso a destiempo histórico de la dictadura de un partido intransigente,
excluyente (“nadie a mi izquierda”) y muy disciplinado. Después de muchos años
de purgas y de enfrentamientos con los países “democráticos” (no puede haber libertad
sin igualdad, digo yo), el régimen se hundió solo, haciendo un gran ridículo
histórico del que aún no se han repuesto los izquierdistas utópicos, en Rusia,
China, Corea del Norte… Por su lado, los sicialdemócratas, con un gran
sentido de la demagogia y la “democracia” liberal, renegaron indebidamente de
Marx, para romper cualquier vínculo con los comunistas; lo que fue una triste decisión,
puesto que Marx está plenamente vigente, el capitalismo sigue siendo una
aberración socio-económica y lo que habían hecho los comunistas era
malinterpretarlo.
Ahora,
en España, se vuelven a enfrentar comunistas y socialdemócratas, que ahora se
llaman Unidas Podemos (con teorías enfrentadas y pretensiones de
trasversalidad) y el PSOE de toda la vida. Pero si se trata de gobernar en un
entorno europeo como el nuestro, donde no nos ha ido tan mal, no hay más opción
que la sicialdemocracia, nos pongamos como nos pongamos, a la que habría que
exigir un mayor rigor social, eso sí. Por lo menos hasta que el calentamiento
global y las crisis financieras hundan al capitalismo en un marasmo precursor de
una revolución inevitable (como las que predecía el Marx que no supieron
interpretar Lenin, Mao, Stalin, etc.).
Así
que no le demos más vueltas. Pablo Iglesias representa a la sociedad que
quisiéramos tener si fuera posible, Pedro Sánchez nos ofrece un gobierno
progresista dentro del capitalismo que, hoy día, tiene el poder y que hay que
vigilar y controlar para que no derive hacia el capitalismo salvaje o el
fascismo.
Lo
demás son zarandajas.
¿Comprendéis
ahora por qué Pedro no hubiera podido dormir con un gobierno de coalición
PSOE-UP ?
A
mí me indigna mucho el slogan que implantó Cayo Lara (que no caza elefantes,
como otro que yo me sé, pero si conejos y perdices, que tienen el mismo derecho
a vivir que un paquidermo, ¿vale?). Lara dijo a bombo y platillo que PP y PESOE
son lo mismo: “PPSOE”, y eso ha hecho mucho daño a la izquierda, porque abrió
una herida que aún no se ha cerrado, e hizo imposible un gobierno de izquierda
posibilista. Para ellos la única izquierda de verdad son ellos, y así reducen
la izquierda a un gueto que no gobernará nunca.
¿Qué
os parece si en vez de aferrarnos a frases hechas, nos ponemos a pensar?
¿Eh?
Miguel Ángel Pérez Oca.
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