"Giordano Bruno, el loco de las estrellas" fue la primera novela publicada por mí, en el año 2000. Desde entonces he hecho muchas cosas, que os ofrezco, porque la vida sin compartir no es nada.
viernes, 28 de diciembre de 2018
SALVAR A UN NIÑO.
¿Qué mejor podíamos hacer en Navidad que salvar la vida a un niño... o a muchos niños? Yo me acabo de apuntar a ACNUR, que es una organización de la ONU que se dedica a eso, y a proteger a todos los refugiados, víctimas de guerras, explotaciones desalmadas y catástrofes naturales. Por solo 15 € al mes estás colaborando para que esas pobres personas, víctimas en su mayoría, de malnacidos seres humanos sin conciencia, puedan sobrevivir y tener una existencia decente. La diligente promotora que me ha convencido (ella también es una migrante de color), me ha regalado una pulserita azul que voy a llevar siempre en mi muñeca. Lleva escrito la palabra "refugiados" en castellano, euskera, catalán, francés, inglés y portugués. Yo la prefiero a esas otras pulseritas con los colores de banderas que representan a los nacionalismos mezquinos, que son todos los nacionalismos, y que no son más que egoísmos colectivos. Mi patriotismo va con el planeta Tierra y en él tienen cabida los seres humanos de todos los lugares y razas, porque son mis hermanos y hermanas. Cuando vemos a un niño nos damos cuenta de que todos los humanos somos, o deberíamos ser, iguales.
La Navidad que conmemora el nacimiento del niño de Belén es una buena época para decidirse a ponerse la pulsera azul en la muñeca. Y a no quitársela nunca
. ¿Verdad?
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