El tema de la Tertulia de ayer era "Nalgas" y yo aproveché para presentar este trabajo que es un "homenaje" a Gabriel García Márquez y su Realismo Fantástico. Sinceramente, yo prefiero cultivar la Fantasía Realista, quizá debido a mi carácter cartesiano. Por eso no me gustó su cuento "El ahogado más hermoso del mundo" que leímos en la tertulia pasada. Ya me diréis.......
LAS NALGAS MÁS HERMOSAS DEL MUNDO.
Porculillos
de la Sierra es un pueblo con fama de tener mujeres de culo breve. Cuenta la
leyenda que, en un tiempo remoto, las mujeres de Porculillos, celosas de la
torre que corona el vecino caserío de Porculones del Valle, atáronle una soga y
tiraron de ella para traerla a su tierra; pero la soga se rompió y cayeron
todas de culo, aplastándose el trasero. De ahí que el ínclito poeta Tristán
Castaña lo denominase “el lugar de las nalgas escuetas”.
El
tío Pajarito, dueño de un bancal de habas peludas próximo a esa población, estaba
trabajando su finca, cuando su azada tropezó con algo blando y extenso que al
pronto creyó que se trataba de una bolsa llena de oro morisco. Pero conforme
iba despejando terreno, diose cuenta de que era de carne cálida y sonrosada
que, al quedar totalmente expuesta, se mostró como dos nalgas gigantescas que
surgían de las profundidades.
Cuando
el tío Pajarito corrió al pueblo a dar la nueva, nadie lo creyó en principio,
si bien, por mera curiosidad, todos los hombres que atestaban la taberna del Puto
Colgao, la única del pueblo, fueron a ver lo que había encontrado el labriego
en su bancal. Y maravilláronse ante el prodigio de un culo tan enorme y suave
como nunca se había visto en esa localidad ni en ninguna otra de la comarca.
Aunque
un gran disgusto invadiría el ánimo de las mujeres, a las que probablemente soliviantaría
que sus esposos admirasen tan hermosas carnes, ítem más si tenemos en cuenta su
fama de culiestrechas.
Así
que, extendida la noticia, la totalidad de los habitantes de Porculillos, con
el alcalde, el cura y el alguacil al frente, aprovecharon el asueto del domingo
para personarse en el ya famoso bancal de habas peludas del tío Pajarito y presenciar
el portento.
-Ya
nunca nos podrán llamar “el lugar de las nalgas escuetas”, teniendo esta
maravilla en nuestro término municipal – exclamaba el alcalde don Ambrosio
Lechuga, dueño de una modesta venta caminera, que ya proyectaba convertir en un
hotel de muchas estrellas al que llamaría Beautiful Nalgas Palace.
Estaba
el cura con su hisopo bendiciendo aquellas maravillas carnosas, para mayor
gloria del pueblo, cuando un raro temblor sacudió el bancal y los alrededores,
de cuyos árboles frutales surgió una nube de pájaros asustados.
Y
la color de las dos gigantescas prominencias fue tomando un tono cárdeno, y
agitáronse en un estremecimiento precursor de raros fenómenos. El cura,
asustado pero muy profesional, proseguía con sus ceremonias. Y entonces, un atronador
y descomunal pedo surgió de entrambas, como el rugido trasero de una bestia de
poderosos intestinos y resonancias telúricas. Pero lo peor fue la nauseabunda peste
que, conforme avanzaba entre los presentes, iba tornando amarillos los rostros
de todos, que, despavoridos, salieron huyendo por los campos.
El
alcalde ordenó al tío Pajarito que volviera a cubrir de tierra su
descubrimiento y, tácitamente, todos acordaron no hablar más del enojoso
asunto.
Miguel
Ángel Pérez Oca.
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