El tema de la Tertulia de ayer era "El miedo y la lujuria" y yo presenté el trabajo que adjunto y que os amplío con unas notas aclaratorias.
Ojalá os guste.
EL PODER Y EL USO DEL MIEDO Y LA LUJURIA.
El
príncipe Velarico de Talonia, hijo de Veruto I el Tremendo, era un hombre muy
ambicioso, sediento de poder, hasta el punto de que en varias ocasiones había
conspirado para derrocar a su padre, arrebatarle los ejércitos y conquistar varios
países vecinos. Y eso que el rey Veruto tenía fama de despiadado, y le habría
dado una muerte horrible de haber tenido noticia de sus manejos. Cuenta la crónica
de este soberano que había ganado en una sola batalla las coronas de Malonia y
Calonia; y que mandó empalar y desollar vivos a los dos reyes vencidos y pasar
a cuchillo a todos los prisioneros. Después, ordenó que sus orfebres le confeccionaran
una hermosa corona de tres pisos que llevaba siempre sobre su cabeza y solo se
quitaba para dormir y fornicar.
Velarico
ascendía por la retorcida escalera de la torre más alta del Castillo Real de
Grok. Quería entrevistarse en secreto con fray Talardo, el Confesor Real.
-¡Alteza!
– exclamó el religioso de mirada astuta al ver al príncipe entrar en su austera
celda -, ¿Por qué os habéis molestado en subir hasta mi pobre aposento? Si me
hubierais llamado, yo habría corrido a ponerme a vuestros pies.
-Quiero
hablar a solas con vuestra reverencia – se limitó a responder Velarico -.
Decidme: Ahora que mi padre ya es viejo y se aproxima el día en que yo sea
coronado, ¿qué he de hacer para alcanzar el máximo poder sobre todas estas tierras?
Y
Talardo, después de reflexionar, dijo a su interlocutor:
-Ya
sé que sois muy ambicioso. Sabed que tuve noticias de vuestras maquinaciones
contra nuestro Rey, pero callé por prudencia y porque pensé que Talonia no
tendría en el futuro mejor soberano que vos. Pero yo os pregunto: ¿Qué
ambicionáis realmente? ¿Ser el titular de todos los poderes y recibir todos los
honores o… mandar de verdad? Porque, ¿os gustaría disponer del país y su pueblo
a vuestra entera voluntad, aunque nadie supiera que sois el verdadero amo, por
encima de un rey nominal?
El
príncipe mostró su desconcierto en un silencio expectante.
-Mirad
– prosiguió el monje -, hay dos caminos que llevan al verdadero poder, y ambos se
complementan: el camino del miedo y el de la lujuria. El Rey tiene muchos caballeros y soldados, y provoca terror entre
sus enemigos y súbditos, pero siempre puede surgir algún revolucionario, adalid
de hermosas ideas, dispuesto a morir por ellas y convertirse en mártir. Mas, ¿quién
se arriesgaría a sufrir eternamente las llamas del Infierno? Y en cuanto a la
lujuria, todos somos esclavos de los deseos carnales, así que el que sea capaz
de administrar su monopolio, tendrá a sus fieles metidos en el bolsillo.
Y
ambos cruzaron una mirada de inteligencia.
-Nosotros,
los sacerdotes – razonó Talardo –, sancionamos el matrimonio, que torna lícitos
los impulsos de la lujuria, y también impartimos el miedo al Infierno para
quienes nos desobedecen. Podemos incluso excomulgar a un rey, así que mandamos
más que los soberanos de este mundo. Mi consejo es que vayáis a ver a vuestro
padre y le digáis que anoche se os pareció la Virgen María, que os reclama a su
servicio, y que renunciáis a la corona a condición de que se os nombre Cardenal
Primado del Reino. Vuestro hermano Veruto el joven, destinado hasta hoy a ese
puesto, será el futuro Rey. Es débil de carácter y podréis manejarlo a vuestro
antojo. Así que el que gobernará estas naciones de Talonia, Calonia y Malonia seréis
vos desde la sede cardenalicia.
Cuando
el príncipe bajó las escaleras, su aspecto había cambiado y sus ademanes comedidos denotaban la más profunda humildad
del santo varón que nunca fue.
Cien
años después, el que un día fuera príncipe, era proclamado en Roma como San
Velarico de Talonia. En cuanto a Talardo, nunca fue canonizado, pero sí que llegó
a Papa, con el nombre de Clementino VI, gracias al apoyo del Cardenal Velarico
en el Cónclave y la influencia política del rey Veruto II el Estólido.
Miguel Ángel Pérez Oca.
P.D.- NOTAS SOBRE “EL PODER Y EL USO DEL MIEDO Y LA LUJURIA”.
Como no me
cabían en la página del relato, página que debe ser la extensión máxima del
mismo, tal como impone la normativa de esta Tertulia, cuyas disposiciones yo
sigo religiosamente, no he podido añadir ciertos datos de interés que a
continuación expongo:
1.- Veruto I el Tremendo murió
poco después de la escena narrada, justo en la semana siguiente a que llegase a
Talonia el comunicado de la Santa Sede con el nombramiento de Cardenal Primado
a nombre de su hijo Velarico. El monarca falleció repentinamente mientras oía una
misa oficiada por el monje Talardo. Algunos historiadores descreídos, de
ideología marxista, sostienen que la causa del deceso fue la ingestión de una
hostia envenenada.
2.- Veruto II el Estólido vivió
prácticamente confinado en sus aposentos del castillo de Grok, víctima de una extraña
estupidez o pasmo intermitente. Nunca se casó ni tuvo hijos y, casualmente, también
murió unos años después mientras oía una misa oficiada por su hermano el
Cardenal Velarico.
3.- Le sucedió su sobrino Talardo
I el Melífluo, entonces niño de corta edad, hijo del barón Trasegardo de Grok, que
era primo del Rey y del Cardenal, y sicario y hombre de confianza de éste; y a
quien se le había confiado el cuidado del débil Rey Veruto II. El nuevo soberano
había sido bautizado con el nombre seglar del Papa por haber sido apadrinado
por éste, e inauguró una nueva dinastía reinante, ante la inesperada muerte de
su padre el barón, casualmente, mientras oía misa días antes de su proyectada
coronación,
4.- Los enemigos de la Monarquía
de las Tres Coronas propagaron el rumor de que Talardo I era hijo natural de
San Velarico; aunque otros aventuraron que en realidad su padre podía ser el Papa
Clementino VI (Talardo), pues su madre, la esposa del barón, era la amante
secreta del Cardenal, y éste la cedía al Papa en los muchos viajes que el Santo
Padre hizo a Talonia. Según algunos historiadores, este rumor es bastante
verosímil, dada la costumbre talonesa de ceder la amante al señor en
determinadas ocasiones, como viajes, guerras, etc. en una muestra de sumisión y
hospitalidad.
5.- Durante la larga minoría de
edad de Talardo I, ejerció la regencia su tío el Cardenal San Velarico, quien
falleció justo cuando se iba a cumplir la mayoría de edad del soberano. Murió
repentinamente en Roma, a donde había acudido para entrevistarse con el anciano
Papa Clementino, tras una discusión muy acalorada con éste acerca de la inconveniencia
de ceder ciertos privilegios eclesiásticos al Rey ya adulto, lo que
perjudicaría los intereses de la Iglesia talonesa. Esta lucha le valdría la
santidad.
6.- Durante 612 años, la dinastía
de los Talardo gobernó los tres reinos de Talonia, Malonia y Calonia, hasta el
advenimiento de la República Socialista de la Federación Gran Talonesa, en 1945.
7.- El último soberano de las
Tres Coronas, Talardo XII el Aprovechado, vive todavía en la actualidad, en
Saint Tropez (Francia), y su hijo Talardín es un conocido play boy, campeón
mundial de Polo y corredor de Rallyes.
8.- Tras la caída del comunismo,
algunos monárquicos taloneses reclaman la vuelta de un rey, que podría ser,
dada la decrepitud del viejo Talardo XII, su hijo Talardín, que ostentaría el
nombre de Talardo XIII el Cachondo. No obstante, una gran mayoría del pueblo
prefiere la república.
Esta historia
es una ficción, pero podía haber sido rigurosamente cierta, tan solo cambiando algunos nombres, ¿verdad?
7 comentarios:
Claro, veamos. Fernando de Aragón, su yerno el Hermoso, su padre Juan II, su hijo bastardo y primero reconocido que a los 7 años iba a ser nombrado arzobispo de Toledo, no fue así. Se le nombró Arzobispo de Zaragoza. Isabel de Portugal, madre de la también loca Isabel la Católica y a su vez madre de Juana la Loca. Isabel llega al trono tras la muerte extraña de su hermano el Impotente, Enrique IV. Tras las luchas contra la Bertraneja......etc. Y por medio un elenco de curas, obispos, cardenales e incluso papas además de un cuerpo administrativo del tesoro compuesto por judios y conversos. De estos últimos tenemos a Santangel, señor de Benejuzar, a Pedro Martinez de Vera (curioso nombre muy parecido al de un "supuesto" mosen poseedor de la Santa Faz) señor de Busot. Entre los curas tenemos a gentuza como Torquemada, Pedro Arbues, los Mendoza, etc. Resaltar al confesor de la reina loca Hernando de Ayala, judio converso que "escapo" de su apellido rebautizandose como de Talavera. Y eso solo en un periodo de menos de cincuenta años allá por el siglo 15-16.
Eusebiet.
Tambien recuerdo una organización que se llamaba PSOE. Allí tambien se practica el bello arte de la traición. Sanchez traicionado por sus compis. El último apuñalamiento el de su amiguito Pachi (Patxi en la lengua de los nordicos). La Susana el viejo Felipe (el de las Electricas), etc. La historia se repite. Ya ocurrió con los traidores Casado, Besteiro, Wences Carrillo, etc). Así nos va.
Eusebiet el que no se olvida.
Bueno... Yo, por principios, me resisto a considerar traidor a todo el que rompe el estatus de una organización del tipo que sea.Creo que la mente de cada cual debe ser libre y que es posible que tanto Patxi, como Casado, Besteiro, W. Carrillo y un largo etcétera hayan obrado de buena fe y convencidos de que su opción era la mejor para todos. Para mi un traidor es el que rompe la baraja con ánimo de lucro, y no me imagino qué sacaría el pobre Besteiro de su presunta "traición" muriéndose de asco en la cárcel de Carmona. En cambio sí te admito a Felipe como animal de compañía, pero desde el mismísimo principio, cuando dijo aquella sandez de que "hay que ser socialista antes que marxista". Pero es mi opinión.
MAPérezOca.
Besteiro estuvo muy a gusto en la prisión del Cisne, junto con decenas de curas vascos allí encerrados por Franco. Después ya se sabe ni Roma ni nadie paga a traidores. Ser el principal culpable del asesinato de miles de conciudadanos y correligionarios es de ser un traidor con mayúsculas. Leamos a Viñes o escarbemos sus relaciones con los británicos. Le salió mal la jugarreta. Era un iluso, lo que puede llegar a ser peor que un traidor. Franco no le pagó el encontrar muchas cárceles llenas de "fusilables" comunistas encerrados allí por sus turiferarios. Ya lo leeras pronto en un trabajito que estoy haciendo.
Eusebiet.
A mí, ¿qué quieres que te diga? Julián Besteiro me merece un respeto imponente. No creo en absoluto que en el Cisne ni en Carmona estuviera muy a gusto y, al fin y al cabo, murió como Miguel Hernández, por falta de cuidados médicos, tras coger una infección que, según Preston, pudo muy bien adquirir al ser obligado a limpiar las letrinas... a sus 70 años y condición enfermiza. Apenas duró un año. Y no creo que fuera el principal culpable del asesinato de miles de conciudadanos, entre otras cosas, porque el principal culpable fue Franco. Estoy convencido de que actuó siempre de buena fe, creyendo en la honorabilidad de sus enemigos. Ni siquiera quiso exiliarse y tuvo la decencia de permanecer en Madrid cuando entraron los franquistas. Fue un ingenuo y ese fue su fallo, y lo pagó muy caro.
En cuanto a Carrillo y Casado, no sabría decirte, pero, eso sí, tengo entendido que ninguno de los dos murió millonario ni obtuvo grandes beneficios de su "traición".
Y ya sabes lo que contaba el papá de los que en marzo de 1939 querían asesinarlo. ¿Te acuerdas de qué partido eran? Pues eso.
Creo humildemente que hay que ponerse en el lugar de cada cual para saber por qué hicieron lo que hicieron en aquellas circunstancias terribles.
Pero es solo una opinión mía.
Que no, Eusebio, que no. Lo siento, pero no voy a publicar tu último comentario. Y es la primera vez que lo hago en mi vida. QUE NI LA HISTORIA NI LA VIDA SON UNA PELÍCULA DE BUENOS Y MALOS. No. Que Besteiro se quedó en Madrid y no hizo nada para salvar el pellejo, como dices, mientras que otros maravillosos políticos, según tú, ya hacía un mes que se habían largado en avión por Monovar. Que decir que hay malvados intrínsecos que lo llevan en los genes es una forma de racismo. Que es muy aventurado juzgar ahora, a toro pasado, lo que hizo cada uno; pero, en todo caso, hay que ser más ecuánime y no perdonar todo a un bando y condenar todo a otro... En fin, que no, que no, que no... Que esta vida, ya te lo he dicho muchas veces, no es una película de buenos y malos y que el simplismo no resuelve nada ni ayuda a comprender las cosas. El odio gratuito no sirve de nada. Que aparte de algún monstruo suelto (Calígula, Franco, Hitler... y sus mariachis psicópatas) la mayoría de la gente se cree que obra bien y que tiene razón. Hay que estar más tranquilo, hombre.
Se fueron desde Monovar tras volver de Francia tras la caida de Catalunya. Tagueña uno de ellos. Tuvieron que salir de Yuste por que los socialistas y anarquistas de la zona de Elda fueron a detenerlos. El plan era, desde Yuste, preparar la evacuación de los que quisieran marchar. No pudo ser. Buiza la cagó y Casado continuó la labor. El Stanbrook fue el único gesto de decencia en aquel momento por parte extranjera. Por supuesto un civil. Y como bien dicen entre "tontos" la mataron y ella sola se murió. Pero de ahí a que me conviertan en buenos a determinados personajes hay mucho. ¿Recuerdas cundo vinieron los hijos de Dickson? Allí estaba Viñes. Hay que leer los diez puntos que aportó al congreso donde se devolvió la militancia, a titulo póstumo, a Negrin. Coincide totalmente con Preston. Yo ya te he dicho muchas veces que no creo en buenos y en malos....pero si en tontos y "listos". A veces de tan buenos somos tontos. El otro día en una televisión local se enfrentaban una concejala de Ciudadanos, otra del PP y Victor y Bellido. Como siempre la del PP dijo a los de su izquierda que querian "reescribir la historia". Al final para justificar su GILIPOYEZ confesó que su abuelo habia sido alcalde socialista de un pueblo de Cuenca. Pero que al acabar la guerra habian llegado los de la División Azul...¿? y lo habian quitado. En su charla dijo bastantes incoherencias que demuestran su desconocimiento sobre el tema. Se mueven por consignas. Son la ultraderecha española. Aquí no hace falta ningún Lepen. Ya tenemos a Rajoy. El problema es que después de aguantar las groserias de la tipeja tanto Bellido como Victor trataron de no humillar al personaje. Así nos va. Es un momento duro en que no nos ponemos en nuestro sitio. Y así no. Les perdonamos la vida a cada paso y les justificamos. Pero ya te digo, me dí un plazo. Y ya se ha acabado.
Eusebiet.
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