¿Tan difícil es establecer una
tregua? ¿Tan humillante renunciar a nuestras líneas rojas por un periodo de
tregua? “Yo renuncio por dos años a mostrarme intransigente en esto si tú haces
lo mismo con esto otro”, no tenéis más que decir. Y negociarlo. Por dos años,
lo suficiente para reparar los daños más urgentes y tomar un camino nuevo,
destronando de una santa vez al preboste estólido y podrido con toda su
canalla. En este país enfermo, atiborrado de gente cobarde, miserable,
mezquina, heredera de un viejo dictador y sus sacerdotes y verdugos, hace falta
la sangre nueva de los adalides de la honestidad, de la verdadera libertad y del
progreso. Pero, ¿sois vosotros esos campeones? No sé… Porque si no sois capaces
de establecer una tregua para salvar a este país de la mugre miserable que lo
atenaza, es que no lo sois y tendremos el liderazgo casposo que los viejos
podridos nos quieren imponer…
Vosotros
veréis.
(Dedicado
a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Ribera)
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