jueves, 25 de diciembre de 2014

2015, EL AÑO DE LA ESPERANZA.


ADIÓS, 2014.


HOLA, 2015

         Dice uno de mis yernos que este año que finaliza es el último de los viejos tiempos obsoletos y que el 2015 será el primero de una nueva era. Yo también lo creo.  Creo que los malvados están entrando en la cárcel, los corruptos están dimitiendo y los mentirosos van a perder todas las elecciones. Creo que en los nuevos tiempos hay una demanda general de una verdadera democracia en la que no haya castas ni puertas giratorias, donde los elegidos en listas libres y abiertas entre candidatos nombrados en primarias y asambleas populares, sean en todo momento revocables si defraudan al pueblo. Creo, o espero, que a nivel mundial los pueblos acabarán repudiando el capitalismo salvaje y que las élites de verdugos y banqueros (las dos profesiones más despreciables de la Historia) serán desterradas a las tinieblas. Creo que el futuro no puede venir de la mano de la cerrazón, el fanatismo y las maniobras de los privilegiados, y que pronto veremos caer, por su propio peso irracional, a las religiones machistas y a las sectas integristas sangrientas, y la gente, al fin, podrá tener un despertar feliz en un tiempo nuevo.
          Y si no es así, seguiremos luchando, desde la paz y la firmeza, para que así sea.
         Yo creo que esta vez podemos, que esta vez ganaremos, que esta vez los viejos luchadores, los indignados y los jóvenes sin lastres se unirán para traer el mundo feliz y justo que reclama la Humanidad, porque, sobre todo, ES POSIBLE, mal que le pese a los canallas.
         Aquí, en Alicante y en nuestro País Valenciano, las cosas están cada vez más claras. Todos sabemos ya que nos engañaron y que miles de ingenuos votaron a un partido “popular” cuyos líderes sabían de antemano que no iban a cumplir ninguna de sus promesas; porque no tenían la más mínima intención de hacerlo. Sabemos también que ante esa pandilla de estafadores sin legitimidad democrática, había una oposición “socialista” sumida en luchas fratricidas e intereses inconfesables, paralizada de tanto mirarse el ombligo. Y sabemos que la izquierda real trataba en vano de ganar la confianza de la gente, dividida en grupúsculos empeñados en mantener a toda costa presuntas purezas ideológicas y discusiones bizantinas, en un ambiente de creciente frustración. Le hacía falta el amalgamante empuje de una juventud vuelta a concienciar. Y el milagro ha ocurrido al fin. Ahora podemos ganar… ¡Ganemos! ¡Guanyem! Unamos voluntades y seamos fuertes.
         Que ya va siendo hora.
         ¡FELIZ AÑO 2015!
                                                        Miguel Ángel Pérez Oca.

                                                    

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una pregunta sobre la foto del sol y la gaviota ¿la gaviota se va o viene?.
Lo lógico seria que se fuese.....pero aún quedan personas dispuestas a votarles. Y parte de la culpa la tenemos los de la izquierda de siempre que hemos pensado que con hablar bastaba. Hay que ser didácticos. Por ejemplo, los de la derecha han dicho que los demócratas de izquierda somos los viejos rojos que se comían a los curas y a los niños crudos. Cosa totalmente falsa. Por contra ellos, los fachas de nuevo corte que se colocaron , los primeros en Austria, el adjetivo de liberales, si que son los defensores del continuismo consentido por la mayoría de los participantes en la "transición" de 78. Han manipulado la sociedad con mentiras que deberían ponerlos fuera de la Ley de la misma forma que a los Franquistas declarados. A veces es difícil distinguir a unos de otros, yo personalmente creo que son los mismos. Con sus mentiras han revertido el precio sobrevalorado de millones de viviendas a los bancos que a su vez y ante la duda de poder cobrar todo este dinero han sido ayudados absorbiendo las Cajas de Ahorros que tuvieron su transformación de Montes de Piedad a lo que fueron desde la gran República del 31. De esa forma aumentaban el bolsillo de los amiguetes y se deshacían de una competencia que bien dirigida podía poner parches a las injusticias del sistema. Todas las viviendas que no han podido ser pagadas revierten al banco que las hipotecó doblando cuando no triplicando el beneficio de una forma no ya usurera como dice Europa, si no de forma criminal. Seria motivo para un revolución social total. Ahora los mínimos cambios de la izquierda de siempre o la nueva pretenden presentarnolos como algo imposible, como algo demoledor. ¡Ellos que han destrozado una sociedad para llenarse los bolsillos!. La justicia es lenta y son pocos y tarde los que entran en la cárcel. Lo peor es que eso no son cárceles. Yo quisiera ver a más de un malnacido en cárceles como en la que estuvo nuestro padre o en campos de reeducación estilo chino. Pero saben que "juegan" con demócratas que nunca les harán daño. Pronto estarán el la calle y la mano negra les pagará los servicios prestados. De momento el tal Kasquety el privatizador de la Comunidad de Madrid se lo quitan de en medio mandandolo a Guatemala. ¿Que maldad hará allí?. En fin: Salud y República.

Eusebiet el zurdo.