domingo, 9 de septiembre de 2012

LA REVOLUCIÓN DE LOS RICOS.

Hace unos días escuché en una emisora de radio a alguien que decía que la actual crisis económica es una especie de "Toma de la Bastilla" dentro de una solapada "Revolución de los Ricos".

Cuando cayó el Muro de Berlín, mucha gente se congratuló del fracaso final de un sistema, el Comunismo, que había devenido casi desde sus principios en un régimen totalitario y policíaco. Durante muchos años, el camarada Stalin engañó a la izquierda mundial, haciéndola creer que él era  el paladín de la clase trabajadora. Todo justificaba las purgas, las deportaciones, los gulags y los asesinatos políticos, porque el fin era pretendidamente noble. Después se vio hasta dónde llegaba la monstruosidad de ese equívoco modo de gobierno, que tanto daño ha hecho a la utopía (en el buen sentido de la palabra) progresista mundial. Sin embargo, el contrapeso planetario que el Comunismo ejercía frente al Capitalismo imponía una cierta contención de los privilegiados de este lado a la hora de abusar de su posición. Fruto de este enfrentamiento, inscrito en la Guerra Fría, fue el Estado del Bienestar. Porque había que demostrar a la humanidad indecisa entre los dos sistemas, que el Capitalismo era capaz de dar más felicidad y libertad a los ciudadanos. Al final, la corrupción se comió a los soviéticos, la Nomenklatura se convirtió, de una élite de dirigentes con ciertos privilegios, en una panda de ladrones, de millonarios clandestinos que salieron del armario en cuanto cayó Gorbachov. Los chinos fueron más listos y se pasaron por el forro los dogmas leninistas, a la vista de todos, para entrar de lleno en el más feroz capitalismo, sin abandonar su monopolio político de Partido "Comunista"; una contradicción que no sabemos a dónde les va a llevar. 
El caso es que cayó el Comunismo y los ricos ya no tienen miedo a que, si se pasan en sus abusos, nos hagamos bolcheviques. Ahora pueden sodomizarnos todo lo que quieran sin que nadie les amenace desde enfrente o les utilice como propaganda de otro sistema en el que los ciudadanos podrían ser más felices. Ahora pueden manipular la economía impunemente para llevarnos a una bancarrota nacional que justifique la liquidación de todas las ventajas sociales que un día conseguimos con tanto esfuerzo y sacrificios. No quieren deducir, de su rapiña a la plusvalía, la financiación de una sanidad y una educación gratuitas, de unas pensiones que pudimos cotizar los trabajadores porque nuestro salario no era de mera supervivencia. Quieren más, lo quieren todo. Y esta crisis es el caballo de batalla en su Revolución de los Ricos. Manipulan los medios de comunicación y quieren manipular la enseñanza para convertirnos en súbditos ignorantes y sumisos, como los viejos siervos medievales. Nos quieren llevar a una nueva Edad Media y convertir el Capitalismo en un sistema feudal. Y de momento lo están consiguiendo.
Porque han conseguido que gran parte de la población, idiotizada y alienada, vote en contra de sus propios intereses. Que no hay nada más tonto que un pobre de derechas. Y seguirán robándonos, hasta ahora disimuladamente, para arrebatarnos, por las buenas o por las malas, las migajas de riqueza que, por miedo al enemigo bolchevique, nos habían dado de limosna.Y si nos resistimos intentarán que el hurto se convierta en atraco a mano armada. La democracia, para ellos, vale mientras les sea útil; que ya lo henos visto en muchas dictaduras del Tercer Mundo. Nos agreden, nos están agrediendo ya, y deberíamos saberlo, como deberíamos saber que contra la agresión es lícito ejercer la legítima defensa.
Contra la Revolución de los Ricos no hay más que una opción: la clásica y siempre justa Revolución de los Pobres. Ojalá la podamos hacer pacífica y democráticamente, sin recurrir a la violencia ni a la imposición de dictaduras estériles, que es lo propio de ellos, los explotadores y especuladores sin conciencia.
"¡Arriba parias de la Tierra. En pie famélica legión..!"
Que se vayan preparando, porque no pueden vivir sin nosotros. ¿Qué ladrón puede vivir sin nadie a quién robar? Pero nosotros sí que podemos vivir PERFECTAMENTE sin ellos.
Que no nos toquen más las gónadas.
He dicho.
Miguel Ángel Pérez Oca.

1 comentario:

Eusebio Pérez Oca dijo...

Creiamos que la letra de la Internacional estaba desfasada. Lo hemos hablado alguna que otra vez. Pero vemos que esta de total actualidad aunque a los comemocos de Intereconomia o la 13, de los curas, les sepa mal. Enrique de Diego, el que te insultó por el canal porno 37 pide asaltar el economato de Marinaleda, un perro retirado pide llevar los tanques a Catalunya (y Rajoy callado como una puta). Se exige con multa de no acudir, que los parados acudan a la extinción de los incendios. ¿Se puede ser más idiota?. Convertir parados en bomberos es muy peligroso. Lo repito por enesima vez. En los setenta habian incendios en lo que hoy es el Parque Natural de Sierra Nevada. La explotación maderera por los municipio y el control del AMA (Agencia Medioambiente Andaluza) han evitado el problema. Raro es un incendio en la zona. ¿El secreto? el PER. A cambio de un pequeño jornal, los parados limpian cortafuegos y recogen la pinocha de debajo de los bosques. Una red de pistas mantenidas por el AMA dan paso a camiones, equipos y, cuando haya necesidad, a los bomberos. Pero ya sabemos que aquí tenemos dirigentes hijoputescos. Un parado sin forma fisica, preparación, equipo a su medida, es una victima en potencia del fuego. Desde luego es mas ingenioso que las cámaras de gas de los nazis.

Eusebiet de Marinaleda.