miércoles, 19 de septiembre de 2012

LA DEBACLE SOCIALISTA DE ALICANTE.



Ayer me publicó el diario Información de Alicante una carta que os pondré a continuación, después de exponeros algunas consideraciones que, dada la limitación a 15 líneas que por razones de espacio impone este periódico a las opiniones de los lectores, no pude desarrollar con la extensión que el caso merece. Después de mandar la carta he tenido ocasión de pulsar opiniones de personas de las dos partes involucradas en el asunto, así como de muchos amigos, potenciales votantes del PSOE, a los que los últimos acontecimientos en el Grupo Municipal han sumido en la más desalentadora consternación. "¡Ya está otra vez Ángel dando por c... en el PSOE!" fue la frase más repetida entre estos amigos. Y esta, por desgracia, es la triste imagen que, con tanta puñalada trapera, con tanta maniobra solapada que al final sale a la luz en los medios, da el socialismo alicantino. Estas cosas pasarán factura en próximas elecciones, ahora que el bipartidismo está liquidado y otras formaciones, de izquierda pero también de una derecha equívoca, vienen pegando fuerte. En estos momentos de confusión y de penosa administración de la mayoría absoluta por parte del impresentable señor Rajoy, la más sólida de las formaciones políticas, que podría aspirar a recuperar el predominio de la izquierda y sacarnos así de los intentos de la derecha de arrebatarnos el Estado del Bienestar con la excusa de la crisis, se tambalea en su prestigio, una vez más, a los ojos de los votantes alicantinos, en medio de un penoso espectáculo de luchas intestinas.¿De quien es la culpa? El muñidor de todo este lío, el viejo dinosaurio de mi artículo, podrá argüir que el PSOE es un partido democrático y que nada se ha hecho fuera de los cauces establecidos. Muy bien, pero a veces es preferible no recurrir a las posibilidades de enredar que nos da el funcionamiento democrático, para no desacreditar a nuestra propia organización. Para mí, el comportamiento de los que han provocado el desgaste y el acoso insoportable, provocador de la rendición y sumisión de Elena Martín, y la probable defenestración de sus colaboradores más fieles, ha sido cruel, indigno e imprudente, a más de revelador de unas conductas que a los votantes les parecen impropias de una ideología honesta, para incurrir en intereses particulares, ya sean estos de lucimiento personal y notoriedad o de otra clase quizá más inconfesable. No es momento del "aquítate tú para que me ponga yo". No lo es, aún en el caso de que el impulsor, o sea Ángel Franco, pensase que él, o sus amigos, pueden hacerlo mejor. No es así. No debe ser así. A la vista de los alicantinos progresistas, el grupo municipal funcionaba bastante bien, Elena se estaba haciendo popular en Alicante, la gente empezaba a considerar que el PSOE había superado una etapa oscura y triste, tanto en nuestra ciudad como a nivel nacional; y ahora nos vienen los viejos dinosaurios y vuelven a "cagarla". Tendrán que hacerlo muy bien, tendrían que demostrar que el lamentable espectáculo que han armado valía la pena, deberán revelarse como una nueva fuerza arrasadora y potente de auténtica izquierda para que yo les reconozca que me he equivocado con ellos en mis críticas... pero lo dudo, lo dudo mucho. Y, por otra parte, me encoge el corazón la suerte que va a correr gente tan válida y tan honesta y trabajadora como Pablo Rosser y Gabriel Moreno, concejales con dedicación exclusiva a los que ahora se les priva de emolumentos; con lo que, por una parte, Pablo tendrá que volver a sus ocupaciones como funcionario municipal, que son incompatibles con su condición de concejal, o sea, que tendrá que irse, y Moreno tendrá que volver a su trabajo anterior y privar a nuestro Ayuntamiento de una parte muy importante de su valiosísima dedicación. Y todo esto, ¿para qué? La primera consecuencia de este lío es el desprestigio del PSOE en Alicante que, con toda seguridad, ya no será capaz de ganar unas próximas elecciones municipales; ahora que la alcaldesa Castedo, del PP, parace que va a ser imputada en casos de presunta corrupción. No era el momento de divisiones, ¿verdad?, pero la avaricia rompe el saco, y me parece que este es el caso. Así que por muy bien que piensen que lo van a hacer los nuevos portavoces y concejales con dedicación exclusiva, ¿valía la pena este desaguisado? Porque para mí, y no sé si para Ángel Franco, primero debe estar el socialismo, después Alicante y en último término, solo en último, las posturas más o menos particulares e interesadas dentro de un partido, el que sea; por muy democráticamente que se puedan defender. La Ética debe estar por encima de todo, y yo, sinceramente, la veo mejor representada en personas que me han demostrado ya su honestidad, como Rosser, Moreno, Ana Paula y demás. Así que, por desgracia, me temo lo peor.

Bueno, y ahora ahí va la carta que me publicó ayer el Información:


EL PSOE ALICANTINO Y EL VIEJO DINOSAURIO.
Conozco muy bien al viejo tiranosaurio. Milité con él cuando el partido era todavía clandestino y había que ingeniárselas para que las reuniones con los líderes madrileños no acabaran con la policía llamando a la puerta. Íbamos a los Arenales del Sol y Ángel Franco nos daba la dirección de la Playa de San Juan donde nos veríamos con Paco Bustelo o Pablo Castellanos. Después, cuando Felipe dijo aquella solemne y demagoga sandez de que “hay que ser socialista antes que marxista”, dejé el partido, porque quise seguir siendo socialista y marxista. Siempre he hecho lo que mejor pude por el triunfo de la izquierda real en mi país y en mi ciudad. Y algún disgusto me he ganado por ello, como cuando taché de sectario al líder de IU que decía en la última campaña que era lo mismo votar al PSOE que al PP. Pero lo de ahora ha sido ya el colmo y no me lo voy a callar: Los que menos han trabajado, intrigan y desplazan a la portavoz municipal y sus compañeros más trabajadores y honestos, para imponer a un viejo espécimen de la “familia” del tiranosaurio. Estoy indignado, triste y asqueado. Y pienso que mientras el PSOE alicantino no se libre de estos viejos y marrulleros dinosaurios, no se va a comer una rosca. Qué pena, con lo bien que estarían ellos en un museo, dándose importancia.
Miguel Ángel Pérez Oca. 







1 comentario:

Eusebio Pérez Oca dijo...

Rosser ha dimitido. Alicante ha perdido. ¿Quien ha ganado?. ¿Quien se ríe de los votantes alicantinos?. No se si Cayo Lara se columpia cunado dice lo de Rublajoy. Pero aquí le pasan de largo al "la misma mierda es". Y no quito una palabra. Me duelen los cojones del alma. ¿No son capaces de hacerlo peor?. ¿Es que o quieren llegar al poder en el Ayuntamiento o en la Generalitat? ¡¡Que lo digan y nos haremos un favor mutuo!!.

Eusebiet d´Alacant.