viernes, 25 de febrero de 2022

LA GUERRA.


La guerra es la más vergonzosa de las actividades humanas. Significa la legalización y la glorificación del asesinato. El héroe, en la guerra, es el que más enemigos ha asesinado; y cuantos más muertos, más medallas. En toda guerra solo hay dos bandos: el de las víctimas y el de los verdugos.

Esta que os pongo a continuación es mi poesía favorita de mi poeta favorito: MIGUEL HERNANDEZ. Se titula "GUERRA" y te la dedico a ti y a todos los ucranianos y rusos (hombres, mujeres y niños) que van a morir en esta guerra repugnante, como todas las guerras: 

GUERRA

Todas las madres del mundo
ocultan el vientre, tiemblan
y quisieran retirarse
a virginidades ciegas,
el origen solitario
y el pasado sin herencia.
Pálida, sobrecogida
la felicidad se queda.
El mar tiene sed y tiene
sed de ser agua la tierra.
Alarga la llama el odio
y el amor cierra las puertas.
Voces como lanzas vibran,
voces como bayonetas.
Bocas como puños vienen,
puños como cascos llegan.
Pechos como muros roncos,
piernas como patas recias.
El corazón se revuelve,
se atorbellina, revienta.
Arroja contra los ojos
súbitas espumas negras.
La sangre enarbola el cuerpo,
precipita la cabeza
y busca un hueco, una herida
por donde lanzarse afuera.
La sangre recorre el mundo
enjaulada, insatisfecha.
Las flores se desvanecen
devoradas por la hierba.
Ansias de matar invaden
el fondo de la azucena.
Acoplarse con metales
todos los cuerpos anhelan:
desposarse, poseerse
de una terrible manera.
Desaparecer: el ansia
general, creciente, reina.
Un fantasma de estandartes,
una bandera quimérica,
un mito de patrias: una
grave ficción de fronteras.
Músicas exasperadas,
duras como botas, huellan
la faz de las esperanzas
y de las entrañas tiernas.
Crepita el alma, la ira.
El llanto relampaguea.
¿Para qué quiero la luz
si tropiezo con tinieblas?
Pasiones como clarines,
coplas, trompas que aconsejan
devorarse ser a ser,
destruirse piedra a piedra.
Relinchos. Retumbos. Truenos.
Salivazos. Besos. Ruedas.
Espuelas. Espadas locas
abren una herida inmensa.
Después, el silencio, mudo
de algodón, blanco de vendas,
cárdeno de cirujía,
mutilado de tristeza.
El silencio. Y el laurel
en un rincón de osamentas.
Y un tambor enamorado,
como un viento tenso, suena
detrás del innumerable
muerto que jamás se aleja.

                                    MIGUEL HERNÁNDEZ.


1 comentario:

el sindrome de ulises el blog de eusebio perez oca dijo...

La guerra es inaceptable. De ninguna forma....salvo para defenderse. Como hizo Hernández, por ejemplo, en el frente de Jaén. La hipocresía humana es terrible. Sobre todo cuando una guerra, como ocurre con esta, lleva desde antes del 2014 en marcha. Cuando han muerto "oficialmente" más de 14.000 seres humanos. Cuando Europa consintió el asalto al Parlamento de Kiev tras rechazar este que se firmaran determinados pactos con la Comunidad Europea renunciando a los adquiridos y aprobados don la Federación Rusa. Los diputados demócratas se refugiaron en la Casa de los Sindicatos. El edificio fue incendiado y asesinados todos los que se refugiaban allí. Europa, que había armado a los rebeldes NAZIS de la bandera roja y negra, dijo que aquello era un asunto interno. ¿Por que no se ha protestado contra la guerra cuando era Europa la que aportaba el armamento?. Ahora el monstruo Putin ha intervenido y las bofetadas las reciben los protegido de Occidente. Europa, su economía y por supuesto la población va a pagar caro su falta de voluntad para acabar con esta guerra. Claro, Europa y en particular Alemania y la señora Merkel fueron los promotores de lo ocurrido en 2014. Pero Europa es esclava de los EEUU y siempre hará lo que le marque el señorito. La historia es mucho más larga.....pero ahora quien va a pagar los platos rotos será el pueblo ucraniano y, aunque nos parezca lejano, el resto de occidente. Mientras el inútil Biden recuperara los puntos perdidos en las encuestas y nos seguirán mintiendo con la prensa privada y sus Marhuendas de turno.

Eusebio Pérez Oca.