CASIOPEA.
( Ciencuento dedicado a mi amiga Mercedes )
Eran las 5 y me había despertado con el impulso de abrazar a la noche. Salí al balcón y admiré la escalera celeste de Casiopea, con sus cinco luminarias. Y más arriba, la inamovible Polar, y las Guardas, que mostraban a Colón que la Estrella no está justo en el Norte. A mi derecha, un astro rojizo no parpadeaba. Era Marte, el Barsoom de John Carter.
Tres noches me observaban: la recoleta de callejas y plazuelas, la descabellada del novelista y la inmensa de las estrellas. Y grité en silencio, recogido en mi cabeza y mi pecho:
¡ESTÁ A SALVO!
Miguel Ángel Pérez Oca.
(100 palabras)
No hay comentarios:
Publicar un comentario