martes, 17 de junio de 2014

LA CASTA, LAS CASTAS.



El político del momento, Pablo Iglesias II, ha hecho un descubrimiento genial: "La Casta", denomina a esas minorías dirigentes del aparato de los viejos partidos políticos, que manejan el cotarro en la sombra y deciden las cosas en comidas privadas o charlas de café y que son muy dados a la "puerta giratoria", por la que estos autodesignados o cooptados líderes acaban de Consejeros de importantes empresas más o menos multinacionales que antaño pudieran resultar favorecidas por sus acciones políticas. Ya se sabe: "El que se mueve no sale en la foto", argumentarios, consignas, listas cerradas y demás virguerías y chanchullos piramidales. Son los hijos de la Transición, aquella Transición a la Democracia en la que nos dieron a elegir entre "Monarquía con dictadura" o "Monarquía con democracia (dentro de lo que cabe)". Los herederos de don Paco reclamaron para sí buenos enchufes en la empresa pública o privada a cambio de su hara-kiri, y los nuevos políticos del Centro y la Izquierda no iban a ser menos. Y ahora, nos dice Iglesias, ya está bien de mangonéos, ha llegado la hora de la verdadera Democracia. El pueblo tiene derecho a elegir permanentemente, no cada 4 años y entre dos listas cerradas. Benditos sean estos muchachos surgidos del 15-M. No sé si lograrán su liberador objetivo en su totalidad, pero de momento ya vale el susto que le han dado a los de la Casta, que no ganan para papel higiénico, y benditos sean los frutos de esta irrupción de la juventud virgen en la política acartonada de la ya viejísima Transición. Se va el Rey, se va Rubalcaba, se debería ir Rajoy... ¿Se debería ir alguien de Izquierda Unida? Ya veremos en qué termina todo esto. Pero dejadme que me ilusione y que piense que esta vez va en serio.
Ahora, una vez dicho lo dicho, permitanme que lleve las cosas un poco más lejos. ¿Creen ustedes que lo de "la Casta" se circunscribe solamente al mundo de la política? Noooooooo... Claro que no. Hay Casta, o castas, en otros ámbitos, en los que se maneja poder o sustanciosas ganancias. Ya lo creo. ¿Qué me dicen del mundo de la Cultura? Conozco "eminentes" literatos que se pasan la vida formando parte de jurados de conocidos premios literarios, menos el año en que presentan una obra propia a un premio literario, que juzgarán sus amiguetes del jurado. Ellos "están en el ajo", ellos son la Casta literaria. Conozco artistas que se han empeñado en tomarnos el pelo, haciendo bueno el cuento de Andersen "El nuevo traje del Emperador", y nos muestran mamarrachos que los papanatas deben admirar y elogiar si no quieren ser tildados de ignorantes.Todo queda entre ellos y los presuntos críticos o gurús del Arte... 
¿Y en las empresas, no hay castas? Pues eso.
Como decía León Felipe, ya he oído todos los cuentos y me sé todos los cuentos.
En fin, que lo del amiguismo, el enchufismo y el grupismo deben ser consustanciales a los genes humanos. Creo que en la compleja política tribal de los chimpancés y los gorilas ya se manifiesta. Así que no sé si podremos erradicar del todo ese mal, ni siquiera en la política. Pero, ¡Narices!, debemos intentarlo, al menos para poder dormir tranquilos, con la conciencia del deber cumplido y la esperanza de que alguna vez tenía que ser verdad.
Qué jolgorio lo de Podemos, ¿no es cierto?
Mierda de castas.
Miguel Ángel Pérez Oca.

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