En el blog del Club de Lectura "EL LIBRO DURMIENTE" se ha publicado, con fecha 4 de marzo, la siguiente entrevista, realizada por mi amiga Mariángeles Salas. Como siempre que me pasan estas cosas, tengo el feo vicio de hacer un Streep Tease completo, para regocijo de amigos y enemigos. Será que no tengo nada que ocultar, al menos como escritor. Ahí va:
Entrevista
a Miguel Ángel Pérez Oca.
Miguel Ángel Pérez Oca es autor de diversas
novelas y trabajos literarios, entre los que destaca su “Trilogía Copernicana”
compuesta por las novelas El libro secreto de Copérnico, Giordano
Bruno, el loco de las estrellas y Tomo el librero, la primera de las cuales
fue adquirida por la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de México con
una tirada de 65.000 ejemplares.
También ha publicado la novela de ciencia ficción Nuestros
Señores Químicos y la novela histórica Los viajes del padre
Pinzón, sobre los navegantes descubridores del siglo XVI.
En 2006 publicó 25 de Mayo, la tragedia olvidada,
sobre el terrible bombardeo sufrido por la ciudad de Alicante en 1938; y
en 2008, El Telescopio, una recopilación de sus artículos de los
martes en Radio Alicante. En 2010, publicó la novela La Cruz
Ausente, sobre el misterioso robo sufrido por la Cruz de Caravaca en las
fiestas de Carnaval de 1934.
Ha ganado el Premio Literario de Cuentos “Pou de la Neu” en 2007, con su
narración “La última Neu”.
El Suicida Feliz es su último trabajo… por ahora.
¿Cuándo empezó a escribir y por qué? Creo que he escrito desde que tengo uso de
razón. Mi primer relato, un cuento sobre Diógenes y la felicidad, debí
escribirlo a los 12 años, o así. Desgraciadamente, lo perdí.
El escritor, ¿nace o se hace? En mi caso, creo que
nace, pero no estoy seguro de que sea así en todos los casos.
Cuáles son los escritores que han influido en su
creación literaria, si es que ha habido alguno? Ninguno. Siempre he
escrito lo que me salía de dentro, y con mi propio lenguaje, de la manera más
directa y clara posible. Admiro a los escritores sobrios, a los que escriben
como hablan, a los que “van al grano”: Hemingway, Vázquez Montalbán, Delibes…
Cuáles son los géneros literarios que desarrolla
y en cuál de ellos trasmite mejor sus ideas? ¿Pertenece a una escuela,
corriente o tendencia determinada? La ciencia-ficción y la novela histórica son mis
géneros habituales. Casi siempre… no, siempre, siempre escribo para reivindicar
algo o alguien, y los dos géneros me valen, según las circunstancias. En cuanto
a si pertenezco a una escuela o corriente o tendencia, Dios me libre. En todo
caso pertenezco a mi propia escuela. Quiero decir que cuando leo, lo hago
simplemente para leer, no para emular a nadie.
Para ser escritor hay que ser buen lector?
Aconséjenos 3 libros imprescindibles. No necesariamente. Según
mi opinión, los libros se leen para leer y se escriben para escribir, y leer y
escribir son dos actividades perfectamente diferenciadas. Tres libros, veamos:
“La Isla del Tesoro”, “Yo Claudio” y, claro, “El Quijote”… bueno, y “De la
Tierra a la Luna”, que leí a los 4 años. Doy por supuesto que te refieres a
novelas; porque hay otros libros, del ámbito científico, como “La nueva mente
del Emperador”, de Roger Penrose, o “El mono desnudo”, de Desmond Morris, que,
para mí, han resultado imprescindibles.
¿Qué precisa para ponerse a escribir? ¿Cuáles son
sus rituales, si tiene alguno? ¿Hay algún secreto que le convierte cada noche
en escritor? Para ponerme a escribir
preciso haberme pasado varios meses “pariendo” una historia, hasta que la pienso
como un suceso real, y tengo de ella un “recuerdo imaginario”. Después,
escribirla es coser y cantar, y en unos pocos meses el trabajo creativo está
concluido. Después viene “pasarle la garlopa”, depurar el estilo, corregir las
repeticiones (mi pesadilla) y darle el toque final, que suele ser lo más
engorroso. No tengo rituales ni escribo por las noches. Mi único ritual es
encender el ordenador, y creo que las noches fueron creadas para leer, amar y
dormir.
¿Cuál es su forma de trabajo: usa un mapa o
brújula, improvisa o planifica? Invento la historia en el plano mental, ya lo
he dicho, durante el tiempo que sea necesario. Después, cuando la historia ya
es un ser vivo en mi cabeza, dejo que la creatividad se exprese por sí misma,
espontáneamente, y se plasme en el teclado del ordenador, con las palabras que
usaría para hablar. Sin florituras estilísticas, que no me gustan. No hay más.
¿Se deja llevar por las musas o camina totalmente
a ciegas? No creo en las musas, ni en las hadas, ni en los Ovnis… Planifico,
construyo, afianzo la historia y la escribo.
¿Para escribir un libro es necesaria una
investigación previa? Depende del tema. Desde luego, si se trata de una novela
histórica, si. No se puede, ni se debe, traicionar la confianza del lector
inventando algo que no pudo haber sucedido.
¿Cuánto tiempo le dedica a escribir diariamente? No hay un tiempo determinado. A lo mejor me paso
semanas sin escribir, pero he estado todo el tiempo pensando en la próxima
historia.
¿Escribe para un determinado grupo de lectores? Escribo porque necesito expresarme, porque me
pesa algo que llevo dentro y deseo compartir. El que quiera que lo lea y me
hará un favor. Es todo.
¿Alguna vez has caricaturizado a un enemigo en un
personaje? Bueno, el mundo está lleno de personajes ridículos, sean o no mis
enemigos.
¿Cree que es una buena idea, para la gente que
empieza, que acudan
a un taller de escritura creativa? Pueden hacerlo, si necesitan construirse un
estilo; aunque sospecho que el que habla bien, escribe bien. En todo caso,
deben procurar, por encima de todo, que el resultado siga siendo suyo, no del
instructor. Uno no debe nunca renunciar a sí mismo.
Las editoriales ¿son el campo de batalla del
escritor? Los premios ¿son males necesarios en la carrera de un escritor? Por desgracia, una
editorial es un negocio en un mundo capitalista y consumista; así que a menudo
se constituyen en una pesadilla que nos produce sinsabores y decepciones. En
cuanto a los premios, tengo poca fe en ellos, porque el ser humano es gregario
y demasiado dado a los cotarros, las componendas y el clientelismo. He
participado en muy pocos concursos y espero no depositar nunca demasiadas
esperanzas en ninguno.
¿Autopublicación o editorial? Yo creo que sirvo para
escribir, pero no para vender lo que escribo. Sin embargo conozco a algunos
escritores que saben vender su obra muy bien. Quizá para ellos la
autopublicación sería una alternativa a la rapiña y la falta de sensibilidad y
profesionalidad de algunos editores. Y no quiero señalar.
¿Qué opina de los libros digitales? Lo mismo que opinaría,
supongo, un viejo monje copista de los primeros libros impresos. No le
gustarían, pero el progreso es inevitable y, quizá, preferible.
Díganos, el libro con el que más ha disfrutado al
leer, el que más le ha sorprendido, y ese que siempre está pendiente. El que más he disfrutado,
el “Quijote”, sin duda. El que más me ha sorprendido, y a la vez más me ha
costado entender, “La Nueva Mente del Emperador”, de Roger Penrose. El que
siento pendiente, alguno que me explique qué soy yo y qué es el mundo que me
rodea… nada menos. Pero desconfío de encontrarlo nunca.
¿Cuántas obras tiene publicadas? Once, y una más a punto
de salir. También he participado en varias obras colectivas, artículos y demás.
Además de la escritura, ¿qué otras facetas del
arte cultiva? A veces me cambio el “chip”, dejo de escribir y me dedico a
pintar. He hecho Pintura Espacial como ilustrador de carteles y libros
científicos, con un tema tan fascinante como la Astronomía. Y he dibujado
algunas ilustraciones de mis obras literarias. Creo que cuando me canse de
sufrir a los editores (a algunos editores), mandaré la literatura a paseo por
una temporada y volveré a coger los pinceles, aunque esta vez me atrae el
abstracto, un abstracto expresionista.
Díganos brevemente… ¿qué intención le mueve al
escribir: es un escritor con vocación de entretener, de divulgar, de formar?;
¿es un escritor de su tiempo o un escritor comprometido con su tiempo? Escribo para expresarme,
para entregar a los otros lo que llevo dentro, para reflexionar con mis
lectores. No pretendo entretener, divulgar o formar a nadie, solo pensar con
ellos y que me ayuden a encontrar un camino común. No sé si soy de mi tiempo,
porque mi tiempo no me gusta; pero quiero comprometerme con un futuro más justo
y más racional, que henos de hacer entre todos, si sabemos lo que nos conviene.
¿Qué le gustaría que olvidaran en el futuro
de su actividad literaria? ¿Qué quedará de su obra para la posteridad a pesar
suyo? No me gustaría que
olvidasen nada, porque lo que no me gusta de mi obra ya me he ocupado de que no
se publique. Lo que quedará, no lo sé, pero si queda algo, que sea mi empeño en
reivindicar causas que parecían perdidas, pero no lo eran.
¿En qué está trabajando ahora? Estoy terminando una obra
sobre la historia de mi ciudad, Alicante. Y estoy muy contento porque la falta
de apoyo de personas e instituciones alicantinas que deberían haberme ayudado a
publicarla, me ha permitido encontrar una rara avis de la edición, un editor
madrileño que ha tenido fe en mi obra y la está haciendo realidad, demostrado
así su intuición, su sensibilidad y su profesionalidad... a pesar de no ser
alicantino.
¿Qué palabra o concepto le caracteriza como
escritor?: ¿se considera un escritor creativo, original, optimista, fantasioso,
soñador, imaginativo, idealista, etcétera? Solo soy alguien que intenta
expresarse como puede, que quizá es un idealista romántico y trasnochado, porque
no tiene nada que perder, ni tampoco que ganar, y que no escribe para adquirir
notoriedad, ni dinero, ni poder. Escribo por amor, porque quiero entregar a los
demás algo que llevo dentro y que creo que tiene cierto valor. Nada más.
¿Cómo se definiría a sí mismo? Ya lo he hecho. Pero
podría añadir que se me nota demasiado que soy una especie de budista Zen que
va por libre. No me gusta pertenecer a grupos organizados, me revientan las
vacas sagradas, los líderes, los mitos intocables. Me importa muy poco triunfar
en este mundo tan falso y manipulado. No soporto a personajes como Cela, Tapies,
Brando y todos los demás mediocres de este mundo, que se auparon en influencias
extra literarias o extra artísticas para conseguir el reconocimiento de los
papanatas. Quiero volar libre, por mi cuenta, y dar a los demás lo poco que
tengo. Y, sobre todo, estoy loco por comprender qué soy y qué es el micro y el macrocosmos
que me envuelve. Leer me ayuda a comprender, escribir me ayuda a exponer mis
conclusiones. Al fin y al cabo, todo es cuestión de amar desinteresadamente: la
verdad, la justicia y el propio amor. Lo demás son pamplinas. ¿Vale?
1 comentario:
Miguel, me ha encantado la entrevista...enhorabuena.
Saludos Tony
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