"Poca duda puede haber de que la causa formal
de nuestra presente crisis, esta que día a día nos aflige, radica en los
tratamientos que los sedicentes mejores y más expertos economistas han
aconsejado instrumentar a los políticos. Que les han hecho caso ciegamente por
la sencilla y curiosa razón de que, al haberse envuelto en el ropaje externo
del lenguaje científico, esos economistas han logrado engañar a todo el mundo
haciéndoles creer que la Economía es una ciencia como las demás, que hay una
Ciencia Económica que es la que se imparte en la Academia de modo mayoritario y
que, puesto que domina allí salvo por algunos heterodoxos partidarios de
Economías Alternativas, es la única a la que recurrir en casos como el actual,
aunque curiosamente esa misma Economía Dominante sea incapaz de explicar la
causa final de la crisis en la medida que siempre supone que el sistema de
mercado si se le deja solo se ajusta rápida e inexorablemente ante cualquier
perturbación."
"No, el hábito no hace al monje, como bien
dice el refrán. La Economía no es una ciencia como la Física, la Química o la
Medicina. Ahora que, si los economistas cercanos a los políticos pretenden que
sí lo es para así aumentar su influencia, poder y remuneraciones, pues bien, no
estaría mal que así sea. Pero en justa contrapartida habría que exigirles algo.
Y es que si a los médicos, arquitectos y otros profesionales que hacen
pifias se les persigue judicialmente por sus negligencias, lo cual encontraría
justificación en el hecho de que sus errores se deberían a su mala praxis en la
medida que sus conocimientos son científicos, sería ya hora que los economistas
que tanto se envanecen de serlo sean asimismo responsables de sus consejos,
decisiones y prescripciones de política económica. ¿Es o no un poco vergonzoso
que los economistas académicos que van de científicos despreciando cuanto
ignoran tengan la patente para decir e influir en las decisiones sin arrostrar
las consecuencias de las mismas? Creo que su majestad la reina Isabel II
pensaba algo semejante cuando en una visita en noviembre de 2008 a la
prestigiosísimaLondon School of Economics,
preguntó por qué nadie de entre aquel reputadísimo elenco de los mejores
académicos del mundo entero había previsto lo que estaba sucediendo, o sea, los
primeros pasos de la crisis financiera. Quizás un sistema de castigos por los
malos consejos económicos de los economistas, disminuiría notablemente el
riesgo moral que les hace tan proclives a enarbolar en nombre de la ciencia las
banderas de la necedad o del interés espurio."
¡Sí, señor! Totalmente de acuerdo.
¡Sí, señor! Totalmente de acuerdo.
1 comentario:
En la antiguedad muy antigua, los poderosos se dieron cuenta que con un grupo de gente armada y otro de comecocos religiosos, podian manipular al pueblo y sacarle la sangre y las mantecas y vivir a su costa. Hoy la ciencia ha superado a las religiones. Habia que buscar un sustituto. Buscadores de ovnis, orientalistas, por lo de la novedad, cuantos chinos, vamos, reptilianos, horoscopos, etc. Pero habia una élite que antes ponia velas a los santos benefactores. Eso nao cuela. Vivimos en un mundo globalizado. Los democratas cristianos tuvieron que cambiar el nombre por otro que aglomerara a los democratas protestantes, a los democratas budistas (JApon), y a los democratas agnosticos. Siempre se ha dicho que en la politica sobran los adjetivos. O se es democrata democrata o se es facha facha. Alternativa, los nuevos gurus. Los ECONOMISTAS. Pero es mentira. La economia es una serie de formulas para administrar una casa, una empres, un país. Determinados economistas han visto que con su poder pueden influir en la economia y manipular. ¿Que podria venir que fuera positivo o simplemente democrático de los Estados Unidos?. Nada. Y, claro, si no se encuentra a un economista que venda a sus ancestros, se fabrica. Rodigo Rato NO ES ECONOMISTA. Pero tiene pasta. Ha servido al señor dinero y le han devuelto el favor. Como bien dice el artículo el que la hace debe pagarla. ¿Cuantas empresas ha hundido el Rodrigo Rato? Y ahí sigue. Chupando del bote. Bien paga el Señor a quien bien le sirve.
Eusebin
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