martes, 28 de junio de 2016

MAS COSAS DE LA RADIO.



Ahí va la coplilla. Espero que os guste y le pongáis música.

TE LLAMÉ POR LA RADIO.
(Coplilla)

Te llamé por la radio y
no me escuchabas.
Te adoré por la radio y
no te enterabas.

Si pudiera por radio
decirte cosas,
mis palabras por radio
serían hermosas.

Te amaría por radio,
te enviaría besos
y tendrías por radio
amores de esos,

de esos que por la radio
son solo historias,
pero que en tu radio
suenan a gloria,

suenan a gloria, niña,
y a dicha cierta,
si después de la radio,
si después de la radio
   me abres la puerta,

me abres la puerta, niña,
de tu alcoba
y apagamos la radio,
y apagamos la radio
   por unas horas.

Viva la radio, niña,
si abre tus puertas,
que yo te quiero, niña,
si estás despierta,

si estás despierta, niña
de mis amores.
Pon ya la radio, niña.
¡No te demores!               
                                      

                                   MAPérezOca.

COSAS DE LA RADIO



El tema de la Tertulia de ayer era "La radio" y yo participé con esta narración en prosa y con una poesía (más bien la letra de una coplilla) que os pondré después.
Ahí va:

LLAMANDO A INEFABLE.
            Aquí “Agnóstico”, desde su emisora EA 1 XYZ que emite en HF a 7.232 kilo hercios. Llamando a Inefable. Inefable, ¿me “copias”? Escúchame, por favor:
Me dirijo a Ti, Inefable, cuando no sé siquiera si existes; si eres un ente, un principio o una mera idea de este humano que tampoco sabe nada de sí mismo.
No sé si eres infinitamente sabio y poderoso, como dicen los creyentes; aunque estoy seguro de que no eres en absoluto infinitamente bueno y justo, porque esas virtudes son solo inventos de los humanos e incompatibles con las primeras en este mundo de dolor. Y ni siquiera sé si el verbo “ser” significa algo en tus alturas.
Te han llamado Zeus, Tao, Dios Creador, Ormuz y Ahrimán, Providencia… pero todos esos apelativos son actos de fe gratuita e irracional, como toda fe.
Por eso prefiero llamarte Inefable, o sea: aquello de lo que nada se puede decir.
Según mi osado parecer, Tú debes ser la razón por la que el mundo es como es y no de otra manera; y, en última instancia, por la que el mundo es en lugar de no ser. Si hay una razón para ello, yo la llamaré Inefable.
Y si todo se debiera al azar y la realidad más profunda fuese del todo ajena a las causas, los efectos, los principios y las razones, yo debería preguntarme qué ha permitido al azar crear este complejo Universo ordenado en leyes inviolables y exactas.
No alcanzo a concebir - o no quiero -, que el Todo sea solo producto de una ciega casualidad; que las cosas sean porque sí; que las leyes de la Naturaleza y de la Matemática hayan surgido espontáneamente, sin origen, meta ni motivo alguno; que la triple alternativa entre la nada, el caos y el orden se haya resuelto sin ninguna razón. Porque yo diría que no hay un solo fenómeno que no sea precedido por alguna causa.
Ni tampoco me resigno a ser una ilusión de la Nada, entre otras cosas, porque la Nada, por definición, no existe. Existe, sí, lo existente, todo aquello que se manifiesta a mis sentidos y a mi razón, y con lo que me identifico en el convencimiento de que siempre es ahora; porque el tiempo es tan solo una ficción, una falsa perspectiva de este Universo supra-dimensional que no sabemos ver desde nuestro limitado punto de vista.
Y sin embargo, ¿por qué no te manifiestas, y por qué me ocultas mi propia naturaleza? ¿Dónde está la explicación suprema? ¿Quién - y para qué - puso en su sitio los principios que rigen el Universo de lo enorme y lo mínimo? ¿De dónde viene el Orden Universal? ¿De dónde viene mi consciencia? ¿De dónde vienes Tú, Inefable?
Estoy, con mi emisora de radio, al borde del acantilado que separa lo evidente de lo misterioso, y veo ante mí el inmenso océano de lo incomprensible. Que nadie crea, me digo, que la Física va a revelarnos todos los secretos. Que nadie espere que los secretos se limiten tan solo al campo de las magnitudes; porque me temo que el misterio está mucho más allá de la Filosofía más honda, de la más sofisticada razón humana.
Por ello, Inefable, te pido que me des una explicación reveladora y definitiva, si es que eso tiene sentido a tu nivel, y si es que ella resultase comprensible en mis profundidades de pobre simio ignorante que te increpa por la radio. O al menos te imploro que, en este presente, me mandes un impulso de radio-faro que guíe mis pasos.
Un día ya lejano recibí una señal, quizá de Ti, y fue maravilloso. Y aunque no te conozco, espero reconocerte. Solo confío en que regreses a mí en el momento oportuno.
Incluso me conformaría con que, a la hora de la muerte, pueda irme confortado  por la esperanza de que alguna vez se desvelarán los misterios que me esperan más allá de mí mismo; que alguna vez, en algún lugar, alguien comprenderá el Universo por mí.
Si así ha de ser, allí te espero, Inefable.
Porque estás ahí, ¿verdad? ¿Me escuchas, Inefable?
Cambio y… Amén.

                                      Miguel Ángel Pérez Oca (“Agnóstico” EA 1 XYZ).

domingo, 26 de junio de 2016

RESACA ELECTORAL. UNA REFLEXIÓN APRESURADA.

Pues no hubo sorpasso y ganó la derecha del PP.  El sueño de la lechera de Podemos se quedó en nada, Pedro Sánchez aguantó, pero con 5 diputados menos y Ciudadanos se dio el batacazo. En mi País Valenciá ganó el PP, superando los resultados de diciembre, a pesar de la corrupción, a pesar de todo. Y hubo mucha abstención. Los resultados de Cataluña y Euzkadi son diametralmente opuestos al resto de España, lo que me hace temer que, ante los entusiasmos independentistas por un lado y la intransigencia y el inmovilismo del PP triunfante por otro, habrá, más temprano que tarde, un choque de trenes de consecuencias imprevisibles. No era este el momento de disputar el liderazgo de la izquierda. La falta de visión política de Pedro Sánchez y la cúpula de su partido, y el optimismo injustificado de los podemitas, tras fagocitar a IU, nos han traído a esta situación todavía peor que la de las elecciones anteriores, que hicieron imposible la formación de un Gobierno. Ahora el panorama, más escorado a la derecha, es todavía peor y, sin embargo, la perspectiva de unas terceras elecciones sería desesperante. ¿Qué hará el PSOE, con Pedro o sin Pedro? Podría abstenerse y facilitar el gobierno del PP, lo que equivaldría a un suicidio, o votar que no y propiciar otras elecciones con resultados previsiblemente aún peores. Lo tiene crudo el PSOE, al borde del precipicio. Y los emergentes también tienen el horizonte negro. ¿Para qué hablar de Ciudadanos, que sigue el camino de su predecesor UPyD? y Podemos ya ha alcanzado su techo y su inestable estructura podría resquebrajarse, sumiendo a la izquierda en el marasmo en que se va hundiendo desde el 15-M, cuando sus muchachos descubrieron el huevo frito, y dijeron aquello de que no son de izquierdas ni de derechas, sino los de abajo contra los de arriba. Como si no fuera lo mismo...Estamos apañados los de izquierdas con tanto listo.  
En fin, que ha triunfado el voto del miedo y la mezquindad de los que les importa un bledo la corrupción, los recortes y los desahucios, o prefirieron irse a la playa antes que molestarse en votar. Así que tenemos lo que (colectivamente) nos merecemos. Somos un pueblo enfermo de tardo-franquismo y así nos va. Ahora tendremos más procesiones, más obispos estúpidos y más desigualdad. Muchas gracias mezquinos de arriba y de abajo, de derechas y de izquierdas.
Felicidades.
Solo faltaba el Brexit con su panorama secesionista escocés, que reforzará las tesis catalanistas, y que dentro de poco gane en EEUU el incalificable Donald Trump.
Que paren el Mundo que me bajo.
Socorro 

FELIZ DÍA DE ELECCIONES.


A ver si acertamos esta vez.
¿Vale?

sábado, 25 de junio de 2016

GRAN BRETAÑA Y LAS GRANDES MENTIRAS.



Hay algunas palabras, generalmente escritas con mayúscula, sobre las que se ha asentado nuestra civilización, e incluso la mayoría de las civilizaciones, y gracias a las cuales se ha incrementado el poderío de unos Estados sobre otros, y se ha ordenado la sociedad. Se me ocurren varias de ellas: Patriotismo, Honra, Fe y un largo etcétera. Vayamos analizándolas una a una:
El Patriotismo significa un amor desmesurado a la comunidad política a la que pertenecemos, en el convencimiento de que nuestro grupo humano es el mejor del mundo. En el fondo es una forma de egoísmo colectivo, una forma de racismo. Estoy seguro de que los nacionalismos serán delito en un futuro. Yo, desde luego, prefiero la Solidaridad Universal al patriotismo aldeano, y me considero ciudadano del Mundo. Mi patria es el planeta Tierra. Y creo que, en esta época de grandes confluencias, en esta época en la que de lo que se trata es de construir una Gran Europa, querer ir contra corriente, además un error imperdonable, es una mezquindad lamentable.
            La Honra es una equivocada forma de entender la bondad. Ser honrado significa ser respetado por los otros. Es decir, que ser bueno consiste en el fondo en cuidar el “qué dirán”. Generalmente, la honra se ha basado, sobre todo para las mujeres, en la sumisión sexual, en la obediencia a las normas “morales” de la Iglesia dominante. Yo prefiero la honestidad ética a cualquier norma de moral basada en una honra inventada por obispos oficialmente célibes.
La Fe es una creencia en algo que no se puede comprobar, es decir: un acto irracional que nos hace renunciar a nuestra condición de homo sapiens. La fe está inventada por los sacerdotes para vivir a costa de los fieles. Los fieles no son otra cosa que pobres tanatofóbos que combaten su miedo a la muerte aceptando mitologías gratuitas que, en el fondo, todos saben que son mentiras. El camino correcto es la ciencia en busca de la verdad, por muy duro que resulte, si somos honestos y solidarios.
            Toda esta disquisición viene a cuento de la deserción de Gran Bretaña del sueño europeo. Es verdad que los magnates de la Banca y la economía especulativa han empobrecido este sueño, lo ha ensuciado y vuelto mezquino, con sus torpes maniobras ante la crisis económica que ellos mismos han causado y cuyos remedios a aplicar solo benefician a sus intereses. Los pobres pagan los pecados de los ricos y estos intoxican a los pobres con ideas patrióticas, honorables y religiosas. Siempre ha pasado así; de ahí el interés en mantener al pueblo en la ignorancia, sirviéndole prensa sensacionalista y telebasura, por muchos estudios y medios de información que tenga a su disposición. Los ingleses, obsesionados, como todos los nacionalistas, en ahondar las diferencias, se obstinan desde hace mucho tiempo en ser patéticamente diferentes, conduciendo por la izquierda, resistiéndose al Sistema Métrico Decimal y al Euro y manteniendo esa actitud de superioridad que su pasado Imperio potenció. Ahora, ante las dificultades de esta crisis mal resuelta por los poderes europeos, en lugar de intentar cambiar a Europa, prefieren abandonarla a su suerte, y ellos seguir siendo los maravillosos británicos que creen ser en su islita mínima y aldeana, donde las cosas se hacen al revés.
            Con su pan se lo coman.
            Pero nosotros, reconozcamos que a Europa hay que cambiarla, que ha llegado el momento de sustituir la Europa de los bancos y las bolsas por una Europa de las personas. Y para ello hay que ir desprendiéndose de tantas mentiras como los plutócratas y los jefes religiosos nos han hecho creer que son verdades incuestionables y propias de los buenos que buscan su salvación.
            ¡Mentira, mentira, mentira!

                                                                       Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 21 de junio de 2016

POBRE PEDRO SÁNCHEZ.



Pobre Pedro Sánchez, triste sino el suyo. Si el sorpasso se confirma, solo podrá hacer dos cosas con su rival Pablo Iglesias: O lo convierte en Jefe del Gobierno o lo hace Jefe de la Oposición. Es decir: o se va con el PP y se suicida con todo el PSOE, o se va con Podemos y sucumbe al abrazo del oso izquierdoso. Y con el marrón que le espera al que mande después del 26 de junio, a lo mejor le hace un favor al podemita dejándolo cuatro años en la gloriosa y fortaleciente oposición parlamentaria, tan lucida y mediática ella; y dentro de 4 añitos lo tenemos con la mayoría absoluta sobre los ataúdes de los difuntos viejos partidos de la Transición. ¿Qué tal un nuevo bipartidismo con Ciudadanos y Podemos? Pues se ve venir. 
Pedro pudo haber sido Jefe del Gobierno en diciembre, pero ya conocemos, o sospechamos, el viejo compromiso del PSOE de Felipe y sus muchachos, cuando Willy Brand les dijo, a cambio de su sustancioso apoyo: "Nunca gobernaréis con los comunistas". Felipe, en el colmo de la cara dura, y después de desplazar a los verdaderos socialistas en Suresnes, dijo aquella majadería de "Hay que ser socialistas antes que marxistas" y gobernó, cultivó bonsais y acabó hecho un burguesazo en un buen Consejo de Administración. Y si había que gobernar, para eso estaban los vascos y los catalanes de derechas, que aún no querían ser independientes, porque el PP todavía no les había tocado los bemoles lo suficiente.
Pobre Pedro Sánchez, qué triste sino el suyo. Ahora, para quedar bien y que nunca le llamen traidor, tendría que decir a su electorado a quién piensa apoyar el 27 de junio; pero eso sería suicidarse con dos cuerdas en lugar de con una sola. Así que acabará en la calle, defenestrado por sus colegas del PSOE neoliberal, haga lo que haga, y encima será el hazmerreir de la Historia. Con la planta de buen chico que tiene. Pobre.
Y lo siento por su rubia y sofisticada esposa, en cuya sonrisa de oreja a oreja se adivinan las ganas locas de mudarse a la Moncloa y poder hablar de tú a la Reina Letizia.
Pues va a ser que no.
Que cuando uno antepone la ambición personal a una ideología firme y consecuente, puede pasar cualquier cosa.
Lo siento, majo.

miércoles, 15 de junio de 2016

LUZ EN LA COCINA DE SALLY



El tema de la Tertulia, esta vez, era "LUZ" y a propósito de esta palabra he presentado el siguiente trabajo:

LUZ EN LA COCINA DE SALLY.
      De alguna manera, yo había aprendido a viajar por el tiempo y a volver a vivir los momentos más felices de mi vida. Mis prácticas de Filosofía Oriental, aplicadas a mis conocimientos de Física Relativista, me habían procurado una extraña habilidad. A veces, cuando el recuerdo se hacía doloroso, me levantaba a media noche y encendía la luz de la cocina, adoptando una forma de concentración mental que no os sabría explicar, y en lugar de aparecer ante mi vieja y sucia placa de vitrocerámica y mi nevera cubierta de imanes con notas, lo hacía en la hermosa y añorada cocina del apartamento de Sally, en Miami Beach, donde ella y yo vivimos los días más apasionantes de nuestra tormentosa relación. Había regresado a un pasado feliz.
       Bebía un vaso de agua y me volvía a la habitación donde me esperaba su turbador cuerpo desnudo, con su piel satinada, con su rostro pecoso y su cabeza rubia de peinado muy corto, que dejaba a la vista una nuca fascinante, incitadora de mis deseos más lúbricos. Su boca carnosa, anhelante, dirigía un reproche a mi viaje a la cocina.
        -Tenía sed – me excusaba.
        -Yo también tengo sed… de ti – me contestaba a la luz de lejanos rascacielos.
        Y nuestros cuerpos, febriles, rodaban sobre las sábanas y se enredaban con ellas en audaces e inverosímiles posturas. Sus ojos claros, de un extraño azul turquesa que siempre me había inquietado, iluminaban sus gritos de placer. Mi boca buscaba su sexo, su boca me devoraba entre orgasmos muy profundos, dulces desmayos y enloquecidas convulsiones, una y otra vez, una y otra vez hasta perder la consciencia. Y después, un cigarrillo fumado a medias en la calma satisfecha, colmada; y el sueño reparador…
        No es que hubiera vuelto a vivir esos momentos, no. Los vivía “la misma vez” que entonces. No experimentaba “de nuevo” instantes recordados, sino que, simplemente, los percibía en su versión original, sin conciencia de repetición.
        Y al despertar, estaba de nuevo en mi hoy de ahora, en mi estrecha cama desierta. Y recordaba la apasionada noche vivida… o soñada, como algo reciente y real. Como de un ayer inmediato, a pesar de los años transcurridos desde entonces.
        No sabía si aquella escena rediviva era real y si yo podía viajar de veras por el tiempo, pero mis experiencias de “crono-traslación” me proporcionaban sensaciones tan firmes que me permitían abrigar la esperanza de estar regresando a la noche mágica. Real o no, repetí la aventura muchas veces, siempre con el mismo resultado.
        Hasta que una noche de hace tres meses, al encender la luz de mi cocina, una chispa crujió en el pulsador y un olor a quemado inundó la estancia a oscuras. Habían saltado los fusibles y un pequeño incendio consumió rápidamente el embellecedor de plástico. Me apresuré a sofocar las llamas con un paño y, después, fui al cuadro de luces y volví a levantar la palanca de contacto. Cuando regresó la luz, estaba todavía en mi cocina, no en la del apartamento de Miami. Así que, resignado, me fui a dormir.
        Al día siguiente, recibí una llamada telefónica de mi amigo Leo, nuestro vecino de apartamento en los días dichosos.
       -Hola, Edgar, ¿qué tal te va en Houston? – y, sin esperar respuesta, prosiguió – Oye, ¿puedes llamar a José, el portero de la urbanización, y decirle que me deje ocupar tu apartamento por unos días? Chico, es que anoche hubo un incendio tremendo en el de Sally; y el mío, como está al lado, se ha llenado de humo, que no se puede estar aquí hasta que lo limpien todo. Ha sido muy extraño. Sally, como tú sabes, se marchó a Nueva York hace años, y su apartamento ha estado cerrado desde entonces, con la luz y el agua cortadas y, sin embargo, según los bomberos, ha habido un cortocircuito en la cocina y ha ardido toda la vivienda. Nadie se puede explicar lo que ha pasado.
       Yo sí que hubiera podido explicar lo que había pasado, pero nadie me habría creído.

       El caso es que nunca más he podido volver a viajar en el tiempo.       
                                                                                                               MAPérezOca.

domingo, 5 de junio de 2016

HOMENAJE AL POETA FRANCISCO ALONSO.

Ayer, sábado 4 de junio de 2016, en la Sede Universitaria de Alicante, un grupo de amigos dedicamos un homenaje al poeta alicantino FRANCISCO ALONSO.
            Como bien nos dijo el también poeta y escritor Manuel Parra, es una injusticia que a nuestro amigo Paco Alonso no se le considere como personaje famoso e imprescindible en la historia de la poesía alicantina, valenciana y española. En el fondo, todos sabemos que la fama y el mérito no siempre van de la mano; y que deben haber quedado en las cunetas de la Historia muchos Cervantes, Góngoras, Albertis y Celas… Todo, en esta vida es cuestión de suerte y de haber tenido una promoción adecuada.
            La poesía de Alonso es poderosa, firme, enérgica, contundente a la vez que trasluce una ternura inefable; como su autor, que bajo su apariencia roqueña esconde un ser tan duro y a la vez tan frágil como el diamante.
            Paco Alonso nos recitó de memoria algunas de sus mejores obras, que apenas puede leer por su problema de visión. Nosotros, sus amigos, también recitamos algunas obras de él o dedicadas a él. A mí me tocó leer un soneto dedicado a mi persona con motivo de la publicación de mi libro “25 de mayo, la tragedia olvidada”.
            Nunca he recibido un honor y una recompensa más valiosa en toda mi vida, que el haber sido merecedor de una obra poética de Francisco Alonso.