sábado, 29 de diciembre de 2018

A LAURA LUELMO.




LA PRISA DE LA MALA BESTIA.

            La Bestia Abominable estaba impaciente por capturar a su presa. Llevaba demasiado tiempo esperando la ocasión y tenía prisa por realizar su sueño de tantos años. Él era muy macho y necesitaba hacerlo para demostrarse a sí mismo que las orgías en la celda, que los abusos a los jovencitos reclusos, habían sido solo sucedáneos de lo que reclamaba su cuerpo viril y peludo. Pero esta vez la ocasión se le brindaba como si hubiera sido diseñada por el dios de las bestias para resarcirlo de tanta penuria sexual. Desde que mató a la vieja y despanzurró a aquel perro estúpido había pasado más de 20 años en el trullo. Pero ahora había llegado el momento de culminar su brillante carrera de asesino y violador. No le importaba volver a la cárcel, en realidad la cárcel era su mundo. Después de tantos años ya no sabría vivir en ningún otro sitio. Y cuando violase a algún joven recluso, el recuerdo de lo que iba a hacer le devolvería su estima de macho peludo y poderoso, de rey de la cárcel…
            La Bestia se sentaba en la pequeña silla de enea, a la puerta de su casa, y allí esperaba la hora en que terminaban las clases y la nueva maestra regresaba a su domicilio alquilado, justo enfrente del suyo, en una calle estrecha y empinada.
A la hora en punto pasaba la chica, con sus caderas ondulantes, su estrecha cintura y su cara graciosa.
            -Buenos días – le decía con una voz cálida, y él contestaba con una inclinación de cabeza y una mirada socarrona.
            Y sentía bajo el pantalón una erección brutal, casi dolorosa.
            Tenía prisa por consumar sus deseos, pero tenía que ser cauto, hacerlo a una hora en la que no hubiera ningún vecino a la vista…
            Aquella tarde, el cielo ventoso se había teñido de rojo. La Mala Bestía aullaba de deseo, apoyado en el quicio de su puerta. En eso, la chica salió de su casita, miró a ambos lados y se dirigió a él.
            -Buenas tardes, vecino, ¿me podría decir por dónde cae el supermercado?
            ¡Esa era la ocasión, tanto tiempo esperada! Y en su mente calenturienta se imaginó las procacidades que pensaba infligir a su presa.
            -Sí, chica, ve hacia arriba y por el callejón de la derecha…
            -Gracias, vecino.
            En cuanto la muchacha dobló la esquina, la Mala Bestia salió corriendo tras ella. Nadie oyó unos gritos apagados y unos golpes sordos. Nadie vio como la Mala Bestia volvía a su casa con la muchacha inconsciente sobre su hombro. Nadie pudo ver los horrores con los que la Mala Bestia se cobró sus veinte años de cárcel. Nadie vio cuando, una madrugada de varios días más tarde, la Mala Bestia salió con su coche camino del monte. En el maletero llevaba el cadáver ultrajado de la joven maestra.
            Cuando la Mala Bestia fue capturada por la Guardia Civil, hinchó, desafiante, su pecho peludo y murmuró:
            -Necesitaba desahogarme. Es que yo soy muy macho…

                                                           Miguel Ángel Pérez Oca.
(Dedicado a la memoria de Laura Luelmo
                                               y a todas las mujeres que pasan miedo por
                                               culpa de algunas bestias).

                                                                  (500 palabras)

ÉRASE UNA VEZ UN HOTEL...

Estos días me han conmovido dos acontecimientos. A nivel personal, el cambio de propietario de nuestro Hotel Abba donde celebrábamos nuestras tertulias, y a nivel general el asesinato de la joven Laura Luelmo a manos de un monstruo. No me pude resistir a escribir dos trabajos sobre ambos acontecimientos. El primero es este que os ofrezco aquí y que es el que presenté a la tertulia de ayer. El otro os lo pondré a continuación.




LA PRISA LOCA.

            Borja Mari tenía una prisa loca por hacerse millonario. Acababa de salir de la Facultad de Económicas con la convicción de que quien a los 30 añitos no ha ganado una fortuna, será un “loser” para toda la vida. Vestía de ejecutivo agresivo, se peinaba corto y engominado, votaba a los conservadores - por supuesto -, y  acudía a cacerías selectas y caras, “donde se fraguan los mejores negocios”. Estaba dispuesto a comerse el mundo.
            Aquella tarde, en el Casino, se topó, diríase que por “casualidad”, con otro tiburón de las finanzas: Adalberto del Troncal, de los Troncales de Valladolid, prometedor alevín de directivo bancario y compañero de estudios de Borja Mari. Eran dos calcos, parecían gemelos.
            -Hola, Adalbertín, ¿cómo van los negocios? – le saludó Borja Mari.
            Y el otro puso cara interesante.
            -He avistado una presa muy suculenta, pero necesito un socio al que concederle un préstamo… Verás, en Tenerife hay a la venta un prestigioso hotel de 5 estrellas. Tendríamos que fundar una sociedad con el capital del préstamo, comprar el hotel y echar a la calle al personal. Meteríamos a cuatro imberbes con sueldos de miseria y surtiríamos la cocina con productos baratos. Como el hotel tiene fama por su excelente servicio, seguirá produciendo grandes beneficios hasta que los clientes se vayan dando cuenta del cambiazo. Y en cuanto veamos que bajan las ganancias, lo vendemos y nos repartimos los millones.
            -Y despedir a personal experimentado como ese, ¿no será muy caro?- preguntó Borja Mari, que ya se relamía de gusto.
            -¡Qué va! Con las nuevas leyes laborales está chupado.
            Y así fue como Adalberto y Borja Mari hicieron su negocio. Se falsificaron a la baja los resultados de la empresa para justificar los despidos y, hala, todos a la calle. Hubo enfermos, intentos de suicidio, denuncias a la prensa, pero todo fue inútil. El culpable era una empresa – “Dos Linces Company” – de dueños ilocalizables y todo se realizó con rapidez quirúrgica.
            Pero ni Adalberto ni Borja Mari contaban con las fuerzas sobrenaturales. La madre de Carmencita, una de las “kelis”, era Juana la “Paquira”, hechicera, bailaora, curandera y quiromante, de la que se decía que era la mejor lectora de las líneas de la mano y sanadora del baile de San Vito, poderes que había heredado de su abuela Carmen, también llamada “la Paquira”.
            -¡Malas mantecas tengan! – le dijo a la chica, cuando se enteró de su despido, y alzando la vista al cielo e invocando la memoria de su abuela, lanzó una terrible maldición gitana:
            -Permita Dios que se arruine esa empresa, que los billetes de 500 € se les vuelvan mierda, y a sus directivos les crezcan las pelotas hasta que tengan que llevarlas en una carretilla.
            Cuando, al año siguiente, Borja Mari y Adalberto se reunieron en la sede de la nueva compañía para repartirse las ganancias, les sorprendió una nauseabunda peste procedente de la caja fuerte, a la vez que un picor insoportable y una extraña hinchazón se apoderaban de sus testículos.

                                                           Miguel Ángel Pérez Oca.
           

                                                                   (500 palabras)

viernes, 28 de diciembre de 2018

ESTA NAVIDAD, MI LIBRO TAMBIÉN ME HA FELICITADO.

Publicaciones
El silencio de las estrellas, I Premio de Ciencia Ficción Ciudad del Conocimiento, también estas navidades nº1 en ventas digitales en la categoría de Ciencia Ficción Dura en Amazon Kindle. #Quasar#CienciaFicción #PremiumEditorial
AMAZON.ES
Avanzado el siglo XXI, la carrera por la conquista espacial se reaviva tras el hallazgo del fósil de un ser primitivo en la superficie de Marte. Tanto es así que todas las agencias espaciales se coordinan para financiar y construir una gran nave interestelar en las inmediaciones de la T...

SALVAR A UN NIÑO.


¿Qué mejor podíamos hacer en Navidad que salvar la vida a un niño... o a muchos niños? Yo me acabo de apuntar a ACNUR, que es una organización de la ONU que se dedica a eso, y a proteger a todos los refugiados, víctimas de guerras, explotaciones desalmadas y catástrofes naturales. Por solo 15 € al mes estás colaborando para que esas pobres personas, víctimas en su mayoría, de malnacidos seres humanos sin conciencia, puedan sobrevivir y tener una existencia decente. La diligente promotora que me ha convencido (ella también es una migrante de color), me ha regalado una pulserita azul que voy a llevar siempre en mi muñeca. Lleva escrito la palabra "refugiados" en castellano, euskera, catalán, francés, inglés y portugués. Yo la prefiero a esas otras pulseritas con los colores de banderas que representan a los nacionalismos mezquinos, que son todos los nacionalismos, y que no son más que egoísmos colectivos. Mi patriotismo va con el planeta Tierra y en él tienen cabida los seres humanos de todos los lugares y razas, porque son mis hermanos y hermanas. Cuando vemos a un niño nos damos cuenta de que todos los humanos somos, o deberíamos ser, iguales.
La Navidad que conmemora el nacimiento del niño de Belén es una buena época para decidirse a ponerse la pulsera azul en la muñeca. Y a no quitársela nunca
. ¿Verdad?

lunes, 17 de diciembre de 2018

ESCUDRIÑANDO.

Hoy se celebraba en el Abba Centrum el octavo aniversario de la tertulia y nuestra última reunión en este estupendo hotel . Noche de celebraciones y despedidas. Teníamos que presentar un cincuento (un texto de 50 palabras) y yo hice el que os pongo aquí. Pero a última hora me puse malo, algo ma había sentado mal (a lo mejor fue el telediario) y no pude presentarlo. Qué le vamos a hacer.




ESCUDRIÑANDO.

Escudriñábamos cada rincón del salón, cada detalle de la decoración, cada retrato de las paredes, cada mueble… Lo mirábamos todo inquisitivamente, como si acabásemos de llegar de un país lejano, y no era eso. Es que nos estábamos despidiendo. Era nuestra última reunión en aquel lugar de tan gratos recuerdos.

                                               Miguel Ángel Pérez Oca.

domingo, 16 de diciembre de 2018

sábado, 15 de diciembre de 2018

DE LA PÁGINA DE FACEBOOK DE DITORIAL PREMIUM

No he podido resistirme a daros la noticia:

El silencio de las estrellas, de Miguel A. Pérez Oca, Ganador con esta obra del I Premio de Novela de Ciencia Ficción Ciudad del Conocimiento, está ya en México entre las tres más descargadas de ciencia ficción dura (o tecnológica como lo llaman allí) en Amazon Kindle.
.
Mientras, en España, se siguen sucediendo críticas y reacciones positivas a esta novela como la que han volcado hoy en Amazon España: "Totalmente recomendable. No he podido parar de leerlo. Un relato muy interesante y ameno y que sin duda te hará pensar". #Quasar #CienciaFicción #PremiumEditorial #Elsilenciodelasestrellas