martes, 30 de septiembre de 2008

LECTURA APLAZADA

Por motivos de salud - me acaban de extirpar una muela y hablo con dificultad - hemos decidido aplazar mi intervención en Radio Alicante, de la SER, con la lectura de mi artículo "¿Soy buen alicantino?" hasta el próximo martes, día 7 de octubre de 2008.
Lo siento, pero los flemones no perdonan.

sábado, 27 de septiembre de 2008

LA HISTORIA DEL GUERRILLERO JUANITO


El otro día se presentó en el Club Información el documental "Guerrilleros", con la presencia del que fué jefe de la guerrilla guatemalteca comandante Santiago. Después hablamos con mi querida amiga Ángeles Cáceres, madre del realizador, y me impresionó mucho la historia del guerrillero Juanito y su triste final. Ayer me pidieron de la Editorial ECU un relato corto para un libro de relatos urbanos y les escribí la historia del guerrilero Juanito. Os la pongo en el blog.


JUANITO.

Juanito había bajado al pueblo para comprar unas botellas de agua. No quería que sus hijos bebieran el agua, quizá contaminada, de los manantiales de la hacienda donde trabajaba de mayoral para un terrateniente, al que ni siquiera conocía personalmente y que a veces pasaba volando en su helicóptero, dejando muy claro que aquellos pastos seguían siendo suyos. A cambio, Juanito percibía un sueldo muy modesto, que apenas le bastaba para mantener a la familia.
-Para esto hicimos la revolución – se decía a veces, al comprobar que todos sus sacrificios en la guerrilla, y la muerte de tantos compañeros, apenas habían servido para terminar con las masacres de los paramilitares y poco más.
Juanito había sido guerrillero en las montañas de Guatemala, a las órdenes del comandante Santiago. Su pueblo fue masacrado por los esbirros del general Ríos Montt. A su padre le cortaron la lengua, las manos, los pies y los testículos antes de morir. Y Juanito, sin familia, sin pueblo, sin esperanzas, se vio perdido en la selva, hasta que se encontró con un grupo de guerrilleros con los que apenas se entendía, porque él sólo hablaba uno de los muchos dialectos mayas que se hablan por su tierra. Los guerrilleros le enseñaron a hablar español, le enseñaron a leer, escribir, hacer cuentas y luchar. Y encontró en ellos otra familia, una familia de personas desesperadas que luchaban por salvar a su patria de las garras de los explotadores yanquis; pero, sobre todo, que luchaban por sobrevivir. Combatían a la vez al ejército regular y a los verdugos paramilitares y encontraban consuelo con un cura andaluz, pasado a la guerrilla, que les enseñaba los pasajes de los Evangelios que están especialmente dedicados a los pobres, a los bienaventurados que están perseguidos por la justicia, a los que son mansos, a los que tienen hambre y sed de justicia verdadera. Aquel buen cura no estaba bien visto entre las jerarquías católicas de Guatemala, pero a él le daba igual, porque decía que tampoco Cristo estuvo bien visto por los fariseos del Sanedrín. Y les contaba que es más difícil que un rico vaya al cielo que un camello pase por el ojo de una aguja; no porque sea rico, sino porque para ser rico hay que hurtar el sustento a los más pobres. Un día Juanito se pegó un tiro en un pie, por accidente, y el mismo comandante Santiago, el jefe de la guerrilla, que también era medico como el Che Guevara, lo curó personalmente. Juanito luchó y disparó contra sus enemigos y sobrevivió a la brutalidad de la guerra…
Un día vio llorar a algunos de sus compañeros.
-¿Qué os pasa? ¿Ha muerto algún conocido?
-No, Juanito, ha sido peor, porque hemos sido traicionados por nuestro maestro, el comandante Pancho, el que nos enseñaba la ideología revolucionaria. Se ha pasado al bando del general Rios Montt y nos entrega al enemigo.
-¿Nos matarán, como hicieron con mis padres? – preguntó, alarmado.
-No, peor que eso, nos tendremos que rendir. Tendremos que negociar la desmovilización. Volveremos a casa sin la alegría de haber hecho la revolución. Otra vez a ser pobres. Y a cambio tendremos una democracia burguesa, que solo servirá para lavar la cara a los asesinos ante los demás países.
El que así hablaba era el comandante Santiago, sumido en la pesadumbre y en la vergüenza ajena.
Y vinieron tiempos de paz. Y Juanito se casó y formó una familia. Y se puso a trabajar en la hacienda de uno de aquellos ricos que habían estado financiando al dictador, convertido ahora en presidente constitucional.
Y pasaron los años. Y un día Juanito bajó al pueblo a comprar unas botellas de agua. En la tienda había un borracho discutiendo con el comerciante.
Juanito los interrumpió.
-Perdonen, solo quiero unas botellas de agua – dijo, disculpándose.
-¡Pues te esperas, pendejo – le increpó el borracho –, que ahora estoy hablando yo!
-Pero, si solo quiero unas botellas de agua, y no les molesto más…
Y el energúmeno sacó de su cinto un machete de los de andar por la selva y le asestó un tremendo tajo en el vientre, sin darle tiempo a reaccionar.
-Te dije que te callaras, pendejo – dijo el borracho, y salió de la tienda dando tumbos.
Juanito se moría, la sangre se le escapaba a borbotones y su vista se fue nublando. Los gritos de los presentes sonaban en sus oídos como un eco lejano, el eco de los viejos combates en la selva.
-¿Para eso luché, para eso se sacrificaron mis compañeros? – se preguntaba, incapaz de hallar una respuesta que lo consolase.
-La violencia de ahora no sirve de nada – caviló -. Al menos nosotros matábamos y moríamos para salvar a nuestros hermanos…
Y ahora se estaba muriendo en el seno de una Guatemala donde unos pocos ricos siguen explotando a todos los pobres, como viene sucediendo desde hace siglos; donde los héroes se mueren por una tontería, después de haber sobrevivido a masacres y combates, después de dar un ejemplo de valor a sus hermanos de toda la América irredenta.
Lo último que vio Juanito, antes de irse del mundo, fue una hilera de botellas de agua mineral en un estante de la tienda del pueblo.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Dedicado a la memoria de Juanito y a
la de tantos héroes anónimos que lucharon
por la libertad en el patio trasero de los yanquis.)

jueves, 25 de septiembre de 2008

¿SOY UN BUEN ALICANTINO?


Ahí va el artículo que leeré el martes próximo en Radio Alicante, en el programa de Vicente Hipólito, a las 12,30 horas, más o menos (1008 de O.M.). Es una reflexión sobre si soy un buen alicantino, de acuerdo con las declaraciones de nuestra nueva alcaldesa Sonia Castedo. Y vosotros, ¿sois buenos alicantinos?



¿SOY UN BUEN ALICANTINO?

Ya saben aquello de que: “Per a ser bon alacantí, tens que ser herculá, foguerer i en Santa Faz, pelegrí”. Bueno, yo no soy herculano porque a mi el fútbol ni fu ni fa; a lo mejor es que también soy un mal español. Las hogueras me encantaban hasta que las calles de Alicante se llenaron de suciedad y de ruidos nocturnos insoportables. Y a Santa Faz sí que voy, con blusón y todo; aunque no entro en el santuario, sino que me limito a sentar mis reales en algún bancal cercano para comer tortilla de patatas y beber vino en bota.
Me estoy cuestionando mi alicantinidad porque me he sentido aludido por nuestra nueva alcaldesa, en su reciente entrevista del diario La Verdad, donde dijo que en Alicante: “no sobra nadie, pero sí determinadas actitudes, esas plataformas mediáticas… Sobra la crítica por la crítica. Sobran actitudes que van en contra de la ciudad”. Y claro, como yo pertenezco a la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, me pregunto si estaré incurriendo en una de esas actitudes negativas a las que alude la señora Castedo. ¿Oponerse al Plan Rabassa es ir en contra de la ciudad? ¿Escandalizarse de que una ciudad capaz de organizar la Volvo tenga todavía niños estudiando en barracones es criticar por criticar? ¿Protestar de que el Ayuntamiento retire sus servicios sociales a los viejecitos e impedidos es ser mal alicantino?
El otro día visité el nuevo paseo del rompeolas y todas las obras que se han hecho para la Volvo Ocean Race, ganando un espacio portuario para la ciudad y su pueblo, y me han invadido sentimientos encontrados. Por un lado, me han gustado mucho las nuevas instalaciones. Pero, después he meditado sobre el despilfarro que suponen, solo para decir adiós a unos señores que se marchan en ocho barquitos a dar la vuelta al mundo. ¿Para eso tanto montaje?, me pregunto; y después advierto el negocio que hay alrededor y, claro, los negocios son los negocios: turismo, hostelería, puestos de trabajo, economía en alza, que falta nos hace. Bien, está muy bien, eso lo justificaría todo. Puede ser... Sin embargo, como por lo visto no soy un buen alicantino, surge en mi mente la duda de si todo ese dinero, sacado de nuestros impuestos, no estaría mejor empleado en atender debidamente a los presuntos beneficiarios de la Ley de Dependencia y a los niños que todavía estudian en barracones en Benalúa Sur; en mejorar las atenciones sanitarias, que dejan bastante que desear; en enseñar debidamente a nuestros niños esa asignatura de Educación para la Ciudadanía que el gobierno de Valencia se empeña en traducir al inglés, en un alarde de chulería y derroche económico. Y esto ya no tiene que ver con el ayuntamiento ni con Alicante de forma específica. Pero es que a lo mejor también soy mal valenciano, además de mal español y mal alicantino.
Me escandaliza que hayan puesto un pajarraco metálico, que cuesta un huevo, como ornamento de la Avenida de Denia, mientras en el cercano Campo de los Almendros aún no se ha autorizado un modesto memorial a las víctimas de nuestra historia reciente. Y me duele que el dictador Franco siga siendo hijo predilecto de esta ciudad donde tantas personas sufrieron y murieron por su culpa. Así que, seguramente, reclamar dignidad es también una actitud negativa.
Yo quisiera que la señora Castedo me creyera si le digo que estoy deseando que haga algo bueno por el pueblo alicantino, para alabárselo inmediatamente. Que a mi no me duelen prendas. Y como prueba le diré que siento una gran simpatía por el concejal de cultura, Miguel Valor, en quien veo a una persona educada y amable, que no tiene inconveniente en entrevistarse con esas plataformas mediáticas que según nuestra alcaldesa sobran en Alicante. Y más aún, que la felicito ya, por su asistencia a la manifestación en favor de los empleados de Altadis. Es una buena manera de empezar, que choca con sus declaraciones contra los que, según ella, practicamos la crítica por la crítica.
No me gusta Alicante, precisamente porque amo a esta ciudad en la que nací y que he visto maltratada por ediles mediocres. Y es que, como bien dicen mis amigos de Alicante Vivo, otra de esas plataformas mediáticas que van en contra de “su” ciudad: “Ser alicantino duele”.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 30-9-2008)

miércoles, 24 de septiembre de 2008

TRES MESES DE MARTIRIO DE TÁNTALO


Como os contaba la semana pasada, por prescripción medica he tenido que ponerme a régimen para adelgazar y después de tres meses peso ocho kilos menos. Visto desde ahora, creo que el resultado ha sido bueno, pero cada vez que veo un plato de arroz con costra se me cae el alma a los pies. Ahí os pongo una composición fotográfica en la que el Miguel de hoy mira con cierto desprecio al Miguel barrigón de ayer.

domingo, 21 de septiembre de 2008

EL ARTÍCULO DEL MARTES.


Aquí os pongo el artículo que leeré el próximo martes en Radio Alicante (1008 de onda media, "Alicante, hoy por hoy" de Vicente Hipólito) a eso de las 12,30 horas. Esta vez no le doy un palo a nadie, sólo expreso mis problemas de salud y mi mal humor provocado por el régimen de adelgazamiento que estoy siguiendo.



CÓMO ESTAR SANO SIN PERDER EL BUEN HUMOR.

No sé si fue Woody Allen o Groucho Marx el que dijo que existe una contradicción insalvable entre la buena salud y el buen humor, porque la mayoría de las cosas que nos gusta hacer son malas para la salud, son pecado o están prohibidas. Así que mantener el buen humor mientras se hace un régimen de adelgazamiento es muy difícil, al menos para un comilón como yo.
Hace ahora tres meses, estaba sentado frente al médico mientras él estudiaba mi último análisis de sangre.
-¿Cuánto mide usted? – me preguntó, sin levantar la mirada del papel.
-Un metro setenta y cinco – le respondí con un ligero temblor de voz.
E hizo que me pesara en una báscula que tenía en su consulta.
-¡Pesa usted ochenta y cinco kilos! – exclamó en tono de reproche.
Yo bajé la vista, avergonzado, mientras los dos volvíamos a sentarnos a ambos lados de su mesa.
-Hummm… 270 de colesterol, 206 de triglicéridos, ácido úrico… - me miró con intensidad – y sobrepeso. Amigo, le sobran a usted diez kilos…
Y yo puse cara de víctima.
-¿Hace usted deporte?
-Bueno… paseo, me doy una vuelta de vez en cuando.
-Sí, sí, pero ¿nada, va al gimnasio?
-Pues, no…
Y sus ojos me taladraron, mientras yo me encogía en mi silla.
-Mire usted, si no cambia de hábitos de vida, le pronostico un infarto antes de cinco años. Tiene usted todas las papeletas de la rifa…
Cuando salí de la consulta, lo primero que hice fue comprarme una báscula de baño. Y después le enseñé a mi mujer la dieta de 2000 kilocalorías a la que tendría que someterme para rebajar peso y eliminar lípidos.
Ahora, después de tres meses de sacrificios, he dejado de ser un señor obeso para convertirme en un tipo de aspecto más juvenil, con 76 kilos y bajando. He empezado a interesarme por mi aspecto y me he recortado la barba y llevo el pelo corto. Ya me puedo anudar el lazo de los zapatos y respirar a la vez. Las señoras me miran de otra manera, digamos, más interesante. Me levanto del sofá sin esa sensación de llevar a la espalda una mochila llena de ladrillos, o de estar embarazado. Ando ligero y subo cuestas sin esfuerzo… pero estoy todo el día cabreado, pensando en platos de arroz en costra, gazpachos, “arros amb bacallar”, morcilla negra y demás embutidos, huevos fritos mojados con mucho pan, bocadillos de pan con aceite y “cansalá” o panceta, calamares rellenos, patatas fritas, filetes de hígado de cerdo, pescaíto frito, hueva, mojama y otros salazones, frutos secos y demás delicias pecaminosas, prohibidas y malas para la salud.
Y es que el que algo quiere algo le cuesta.
He optado por comer solo, a la una y media, antes de que Suni y mis hijas se hinchen a devorar “delicatessen” delante de mí y me conviertan en un nuevo Tántalo.
Porque, miren lo que como: Por la mañana café descafeinado, leche desnatada, 50 gramos de pan integral tostado y 30 gramos de jamón de York; a media mañana yogur desnatado y fruta; al medio día ensalada y 100 gramos de carne o pescado a la plancha, con un poquito de pasta; por la tarde más fruta y a la noche más verdura y otros cien gramos de carne o pescado. Y no es por la cantidad, no, señor, es por tener ya fijados en el paladar los mismos sabores; porque uno ya está de la lechuga, las manzanas, los filetes de gallo y el jamón de York hasta el gorro.
Desde luego, me he negado rotundamente a ir a la piscina, que decía mi abuelo que si los seres humanos estuviéramos hechos para nadar, Dios nos habría puesto escamas. Y no voy al gimnasio porque me aburren esas bicicletas que no van a ninguna parte. Con recorrerme diariamente la ciudad a pie, de cabo a rabo, ya hago suficiente ejercicio.
El lunes iré a hacerme un nuevo análisis. Seguro que tengo el colesterol, los triglicéridos y el ácido úrico como deben estar. Así que ya no me dará un infarto antes de cinco años. Pero, ¿y si mañana me atropella un coche, me estrello en un avión o me cae un meteorito en la cabeza… y me pilla haciendo dieta, como un gilipoyas?
A ver cuándo inventan los gazpachos desnatados, las paellas descafeinadas y los calamares rellenos bajos en calorías, o nos implantan estómagos recargables, que uno pueda tirar a la basura cuando están llenos, porque eso de vivir sin comer pone de muy mala uva.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 23-9-2008)

jueves, 18 de septiembre de 2008

COMPRENDER LA RELATIVIDAD



Una cosa es comprender la Teoría de la Relatividad de Einstein y otra poder operar con ella a nivel matemático. Esto último sólo pueden hacerlo los que tengan grandes conocimientos de Cálculo Tensorial. Sin embargo, todos podemos hacer un esfuerzo para tener una idea de en qué consiste esto de la Relatividad. Aquí tenéis un dibujo que podeis ampliar si no se ve claro al tamaño del blog. Vemos tres naves espaciales, una de las cuales se mueve en sentido contrario a las otras. El astronauta de esta última tiene un telescopio por el que puede ver lo que ocurre en el interior de las otras dos naves. En la de la izquierda hay una bombilla y un detector. Para el astronauta de esta nave, la luz ha tardado una millonésima de segundo en llegar de la bombilla al detector. Pero para el otro que lo observa, ha tardado dos millonésimas; porque el recorrido de la luz ha sido más largo, dado que la nave se está moviendo. Y como la velocidad de la luz es la misma, vista desde dentro de la nave, que es como si estuviera parada, y vista desde la otra, en movimiento, a mayor recorrido corresponde un mayor tiempo. En cuanto a la tercera nave, a bordo se está haciendo el experimento de Michelson-Morley donde la luz parte en tres direcciones hacia tres espejos que están a la misma distancia de la fuente de luz y que la devuelven a un detector. El detector a bordo marca que los tres haces de luz han llegado a la vez. Según el observador de la otra nave, también, pero porque el aparato del experimiento, y la nave misma, se han encogido para que esto pueda ocurrir. Así pues, tanto el tiempo como el espacio son diferentes vistos desde el mismo sistema inercial o desde otro sistema distinto; mientras que la velocidad de la luz permanece constante en todos los sistemas. ¿Por qué? Me preguntaréis. Bueno, me temo que eso ni siquiera Einstein os lo podría haber explicado. Pero es una pregunta tan válida como preguntar ¿Por qué no? La Naturaleza y la Física son así.

martes, 16 de septiembre de 2008

DE NUEVO EN LA RADIO


Hoy he vuelto a hablar por Radio Alicante de la SER, como haré todos los martes. Y pondré cada artículo que lea en este blog. Ahí va el primero, que se llama "El día de las alabanzas". Si sois de Alicante, ya sabéis por qué. Si queréis escucharme, podéis sintonizar el programa "Alicante, hoy por hoy", de Vicente Hipólito, a eso de las 12,30 h. en el 1008 de Onda Media.


EL DÍA DE LAS ALABANZAS.

“Dios te libre del día de las alabanzas”, decía mi abuela, refiriéndose a la tendencia a decir cosas buenas de quien se va definitivamente de la vida o de un cargo o destino. Ese día parece que ya no nos cuesta nada decir cosas buenas de aquel a quien hemos estado poniendo como hoja de perejil.
Y así se nos va este Verano, del que muchos podríamos decir que ha sido una estación feliz, de sol, playa y vacaciones, pero que en el fondo nos parece nefasto, con la crisis económica, con su tragedia de Barajas, con sus guerras en esos países que ni siquiera sabíamos que existían en el seno de la extinta Unión Soviética, con los cayucos y con la aparición de esa señora fanática, antiabortista, militarista y partidaria de la pena de muerte, que la derecha americana se ha sacado de la manga para contrarrestar la marcha imparable de Obama. Además, los sucesos de este verano, a nivel nacional, nos han demostrado algo penoso, que el PP no ha cambiado nada en absoluto, que la marcha de personajes como Zaplana y Acebes no ha supuesto que nuestra derecha vaya a recuperar el sentido común. En lugar de echar una mano para que todos salgamos del atolladero económico, el señor Rajoy se regodea de lo mal que le va al país y se empeña en convencer al personal de que la culpa la tiene, como siempre, Zapatero. Así que deberíamos creer que nuestro presidente de Gobierno ha provocado una crisis económica a nivel mundial. Menos mal que muchos sabemos que Solbes es uno de los mejores economistas del Mundo y que si no hace otra cosa es porque no se puede. Eso sí, lo que haría la derecha en el poder, como hace siempre que hay crisis, sería dar facilidades a los patronos con el despido libre y los recortes de derechos de los trabajadores. A ver si así se animan a seguir aprovechándose de los pobres y se deciden a invertir en lugar de esconder su dinero. Que cuando hay vacas gordas las ordeñen los listos y cuando hay vacas flacas los tontos acaben comiéndose las boñigas.
Se nos va el alcalde Alperi, al que la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas tacha de incompetente y de haber llevado a cabo la gestión más desastrosa de toda la democracia. Yo suscribo el manifiesto de la Plataforma punto por punto. No hace falta que insista en su empeño en cargarse el Monte Benacantil con un palacio de congresos, de poner la Casa del Mediterráneo en la cima de la Serra Grossa, que este hombre parece que le tiene alergia a las montañas; su incapacidad, no sé si voluntaria, para terminar de una vez el Plan General de Ordenación Urbana, después de tantos años de dejar libres a Ayuntamiento y especuladores del ladrillo para hacer de su capa un sayo; su abandono del barrio antiguo y de los barrios periféricos, que parece que solo le interesa la zona residencial; los barracones colegiales de Benalúa Sur; ese tren que ha costado una fortuna, con estaciones faraónicas, para después ofrecer un convoy a la Playa de San Juan cada media hora; y un etcétera muy, muy largo de despropósitos, a más de sus ostensibles desprecios y amenazas a la oposición, y su negativa a autorizar cualquier monumento a los demócratas de la guerra civil y de retirar honores al dictador Franco.
Ahora le va a suceder doña Sonia Castedo al frente de la corporación. Muy bien, esta es la hora de demostrar lo que vale. Yo le aconsejaría que hiciese lo que haría un político inteligente como Gallardón. En primer lugar desarmaría a la oposición y a los movimientos ciudadanos, tomándoles la delantera, ¿cómo?, pues haciendo suyas sus reivindicaciones y suspendiendo definitivamente el Plan Rabassa, sacando de una vez el Plan de Ordenación Urbana, ocupándose del barrio antiguo y de la periferia, dándole sentido al nuevo tranvía aumentando sus servicios - que no es que no haya más trenes porque la gente no viaja en él, sino que la gente no viaja en él porque no hay más trenes -, autorizando los monumentos solicitados por la Comisión Cívica de la Memoria Histórica, retirando los viejos honores al “Caudillo”… Y así, todo lo demás. A ver si un día, cuando se vaya de la política o cuando conquiste algún puesto de mayor relevancia, alabamos merecidamente su gestión en lugar de hacerlo porque toca en el “día de las alabanzas.”

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 16-9-2008)

sábado, 13 de septiembre de 2008

EL TRIQUETRUM DE COPERNICO



En 1543, el canónigo seglar Nicolás Copérnico, de la catedral de Frombork, publica su obra capital "De revolutionibus orbium caelestium", donde se defiende un sistema heliocéntrico en el que la Tierra es tan solo uno de los planetas que giran alrededor del Sol. De momento, y hasta los juicios de Giordano Bruno en el año 1600 y de Galileo Galilei en 1633, la Inquisición romana no censuró esta obra, seguramente porque no podía imaginarse la revolución científica que iba a provocar y que haría tambalear muchos de los dogmas en que se apoyaba el poder de la Iglesia. Sin embargo, esta obra editada en el mismo año del fallecimieto del autor, fue manipulada por los protestantes de Wittemberg, con Melantchon a la cabeza, siguiendo las objeciones que había hecho Lutero a "ese loco polaco que quiere subvertir el orden celeste". En primer lugar, hay en el libro un prólogo espurio, obra del pastor Osiander, en el que se afirma que los cálculos de Copérnico son solo una especie de truco matemático que no pretende representar la realidad del Universo. Por otro lado se le cambió el título que aludía a los movimientos de la Tierra y no tanto a las "orbitas celestes". También se supone que se suprimió el Epílogo y quién sabe si algún capìtulo, dejando la obra con un final abrupto impropio de los libros de esta época.

Dando por hecho que el Sol está en el centro del sistema, lo que prueba la falsedad de las afirmaciones de Osiander, Copérnico calculó la distancia de cada plaenta al Sol, obteniendo unos resultados asombrosamente cercanos a la exactitud. Pero lo que convierte esta hazaña en maravillosa es ver qué instrumento utilizó para ello. Fué el triquetrum, un aparato construido con tres palos, para tomar la altura el astro observado sobre el horizonte y su azimut, o dirección en grados respecto del Sur celeste.

Hoy día que la Astronomía depende tanto de las sofisticadísimas tecnologías óptica, informàtica y electrónica, no puede menos que asombrarnos la exactitud de los cálculos de Copérnico.
DISTANCIAS AL SOL EN UNIDADES ASTRONÓMICAS, SEGÚN COPÉRNICO.
Planeta. Mediciones de Copérnico. Distancia real.
Mercurio............. 0,376.......................... 0,387
Venus.................. 0,719.......................... 0,723
Marte................... 1,519.......................... 1,524
Júpiter................ 5,219.......................... 5,202
Saturno............... 9,174.......................... 9,539
Así, con dos.... palos. Asombroso, ¿no?

miércoles, 10 de septiembre de 2008

EL PRIMER HOMBRE QUE DIO LA VUELTA AL MUNDO SE LLAMABA ENRIQUE


No me resisto a poneros completo un artículo mío, un poco largo para un blog, que publiqué hace unos años sobre un personaje injustamente tratado por la Historia. Me refiero a Enrique de Sumatra, esclavo e intérprete de Magallanes, quien probablemente fue el primer hombre que dio la vuelta al Mundo, bastantes meses antes de que lo hiciera Juan Sebastián Elcano, quien se llevó injustamente la gloria de tal hazaña. Sobre estos personajes tengo publicado un libro en 2004 cuyo título es "Los viajes del padre Pinzón".


¿FUE REALMENTE ELCANO EL PRIMER HOMBRE QUE DIO LA VUELTA AL MUNDO?
En todos los textos de Historia se nos dice que Juan Sebastián Elcano y sus 17 compañeros de la carabela Victoria, única nave sobreviviente de la expedición del malogrado Magallanes, fueron los primeros seres humanos que dieron una vuelta completa al Globo Terráqueo. Sin embargo, hay muy buenas razones para sospechar que fue otra persona, de esa misma expedición, quien llegó primero a un lugar que había abandonado tiempo atrás, trasladándose siempre hacia el Oeste, para regresar al mismo sitio desde el Este. Me refiero a un esclavo de Magallanes, llamado Enrique, que actuaba como intérprete con los nativos de las islas Filipinas.
Este hombre, Enrique de Sumatra, es citado varias veces en la relación del caballero Pigafetta, sobresaliente de la carabela capitana, la Trinidad, y cronista oficial del viaje. También otros testigos y cronistas de la época mencionan al esclavo intérprete, aunque sin darle nombre. Nos dice Pigafetta que Enrique era natural de la isla de Sumatra y conocía la lengua que se hablaba en Cebú y otras islas de este archipiélago. Y eso nos hace pensar que debió visitarlas antes de ser capturado y esclavizado por los portugueses; dado que en aquella época no existían academias de idiomas y, por tanto, el conocimiento de una lengua presuponía la necesaria estancia prolongada en el país de origen.
Magallanes había comprado a Enrique durante su estancia en la colonia portuguesa de Malaka, con el presumible fin de utilizarlo como intérprete o “lenguaraz” en una expedición que pensaba dirigir a las Molucas, las famosas islas de las especias. Ante la incomprensión de sus jefes, marchó a Portugal con la intención de proponer dicha expedición al Rey, y se llevó con él al valioso esclavo. Resulta evidente que el tal Enrique, en este viaje entre Malaka y Lisboa, ya había hecho la mitad de su personal viaje de circunnavegación terrestre. El Rey de Portugal no aceptó la propuesta de Magallanes y éste pasó a Castilla para ofrecerla al nuevo Emperador Carlos V; quien la acogió favorablemente. Así que se organizó una flota de cinco naves, capitaneada por el navegante portugués, quien se llevó con él, una vez más, a su esclavo políglota.
Enrique era, con toda seguridad, una pieza importante en los planes de Magallanes, puesto que podía servirse de él para llegar a unas islas, las futuras Filipinas, situadas muy cerca de las Molucas. Es de señalar que en la ruta a través del Pacífico, Magallanes navega, primero, hacia el Norte, por la costa del actual Chile, para después desplazarse rumbo Noroeste hasta alcanzar la latitud de las islas Filipinas, los 10º Norte; y a partir de esa altura, sigue hacia el Oeste, siempre a la misma latitud, en una ruta loxodrómica, como si supiera de antemano que esa era la mejor forma de llegar a esas islas donde ya había estado Enrique antes de ser esclavo. Esta ruta nos hace pensar que Enrique era, quizá, un antiguo navegante, que conocía perfectamente cuál era la latitud de un archipiélago donde él podría actuar de intérprete a la hora de contratar pilotos que condujeran a la expedición hasta su cercano destino.
Cuando las naves españolas llegan a la isla de Cebú y Enrique se entiende a la perfección con los nativos, éste, con toda seguridad, ya ha completado la vuelta al Mundo, puesto que ha regresado desde el Este a un sitio que abandonó hace años, de grado o por fuerza, yendo hacia el Oeste. Esto ocurre el 7 de abril de 1521, un año y cinco meses antes de que, el 6 de septiembre de 1522, Elcano llegara a Sanlúcar de Barrameda a bordo de la Victoria.
Pero, claro, Enrique era un esclavo de raza malaya, un ser inferior, un salvaje recién bautizado, a la luz de los prejuicios de la época. Así que no esperemos que los autores de entonces ni siquiera se molesten en considerar su proclamación como héroe de esta hazaña, o atribuirle el más mínimo mérito. Se me dirá que, aunque físicamente fuera el primero, no tuvo ninguna participación intelectual ni voluntad de realizar el viaje circular. Pero, es que ni lo tuvo él ni ningún otro; puesto que la intención de Magallanes, según las órdenes que había recibido del Consejo de Indias, era navegar siempre por el hemisferio español del Tratado de Tordesillas, que fijaba un meridiano que dividía el mundo en dos mitades pertenecientes a las dos naciones ibéricas para su conquista. El comandante portugués al servicio de España sostenía la creencia de que las Molucas estaban en esa zona española del Globo, lo que años después se comprobaría que no era cierto. De tal manera que la expedición tuvo que buscar, primero, un paso al Pacífico, que se consiguió con el hallazgo del Estrecho llamado de Magallanes, en honor de su descubridor; para una vez alcanzado su objetivo, tomado posesión del rico archipiélago y cargadas las naves de especias, regresar por el mismo camino de ida. En ningún momento, nadie se planteó la posibilidad de dar una vuelta entera al planeta.
Pero Magallanes era un hombre despótico y celoso de su poder que no tuvo ningún escrúpulo en ordenar la muerte de los tres capitanes españoles que cuestionaron su jefatura, amotinándose en la bahía de San Julián (Argentina). Primero, Magallanes había destituido ilegalmente al veedor Juan de Cartagena, nombrado por el Emperador con derecho de veto sobre las decisiones del jefe de la expedición. Lo apresó y lo cargó de cadenas. Después, cuando los capitanes Mendoza y Quesada se sublevaron en defensa de Cartagena, mandó asesinar a Mendoza, decapitó y descuartizó a Quesada y abandonó a una muerte segura en una costa desierta a Juan de Cartagena y a un presunto cómplice, el clérigo De la Reina. También condenó a muerte a cuarenta miembros de las tripulaciones, entre los que estaba el mismo Elcano. Aunque, ante la indignada actitud de los marinos, tuvo que conmutarles la pena.
Con este ambiente hostil, Magallanes llega a las Filipinas y fuerza a bautizarse a todos los habitantes de la isla de Cebú. Como una aldea de la vecina isla de Mactán se niega a convertirse al cristianismo, el enloquecido y fanático comandante ordena quemar todas sus casas y plantar allí una cruz. Entonces, el caudillo Zilapulapu se levanta contra Magallanes y en una corta y mal planteada batalla le da muerte. Privados de la férrea dirección de su comandante, los derrotados españoles regresan a Cebú, y el nuevo jefe, Duarte Barbosa, maltrata a Enrique, recordándole su condición de esclavo. Se dice que entonces Enrique convenció al rey de Cebú para que preparase una celada contra los cristianos; lo que no ha podido probarse en absoluto. El caso es que el rey de Cebú, llamado Humabón, invita a todos los jefes de los barcos a un banquete de despedida y los manda asesinar por sus hombres. Los marinos que habían permanecido en los barcos, levan anclas y huyen de Cebú, dejando en la isla a unos 50 muertos. Después de lo cual, se hace cargo de la expedición el piloto Serrano, y más tarde el alguacil Espinosa, a cuyo mando llegan por fin a las islas de las especias. Solo después de llenar las bodegas con un valioso cargamento de clavo de olor, parten las dos naves sobrevivientes, una al mando del comandante Espinosa y otra al mando de Elcano, que era tan solo un maestre con experiencia de piloto, que se hace cargo de la nave a falta de otro jefe de mayor categoría. Espinosa intenta infructuosamente volver hacia el Estrecho de Magallanes, tal como se había acordado; mientras que Elcano se dirige a favor de los vientos, por el cabo de Buena Esperanza, hasta conseguir llegar a España con 17 supervivientes. Así pues, la vuelta al mundo fue un efecto circunstancial de los avatares de la más o menos fracasada y desastrosa expedición de Magallanes.
Enrique desaparece de la historia en Cebú, en la presunción de que se había unido a los nativos en contra de los españoles. Pero en realidad no sabemos nada de lo que fue de él. ¿Murió en Cebú a manos de los hombres del rey? ¿Se quedó en la isla para siempre? ¿Regresó a su isla de Sumatra donde, seguramente, tenía una familia? Eso nunca lo sabremos, pero en cambio tenemos muy buenas razones para pensar que fue él y no otro quien dio la vuelta al Mundo por vez primera.
No vayamos a cometer con aquel hombre una segunda injusticia. La primera ya se la infligieron los europeos de entonces sometiéndolo a esclavitud. Ahora cometeríamos otra si le negáramos sin más el reconocimiento histórico que merece.
En todo caso, si Enrique de Sumatra se alzó contra sus amos, no era un traidor, pues estaba en todo su derecho de recuperar la libertad que le había sido arrebatada.
Miguel Ángel Pérez Oca.

Fuentes.-

Primer viaje alrededor del Globo.- Antonio Pigafetta.- Ediciones Orbis, S.A.- Barcelona.- 1988.

La primera vuelta al Mundo.- Juan Sebastián Elcano, Maximiliano Transilvano, Francisco Albo, Ginés de Mafra y otros.- Miraguano Ediciones y Ediciones Polifemo.- Madrid.- 1989.

Magallanes: Hasta los confines de la Tierra.- Laurence Bergreen.- Editorial Planeta, S.A..- Barcelona.- 2004.

Los viajes del padre Pinzón.- Miguel Ángel Pérez Oca.- Editorial Equipo Sirius – Madrid - 2004


lunes, 8 de septiembre de 2008

LAS OPINIONES DE MIS AMIGOS.

Prefiero el diálogo al monólogo, entre otras cosas, porque hablar ante personas silenciosas es muy aburrido. Lo bueno que tiene el lenguaje es que sirve igual para expresarnos que para escuchar las expresiones de los demás. Así que escribir este Blog y no saber qué opinión merecen los artículos a los que lo leen resulta descorazonador. Por eso ruego a los amigos que me leen que ESCRIBAN SUS OPINIONES, POR FAVOR. Es sólo un momento, pero da ánimos y me motiva para seguir escribiendo.
LEER VUESTRAS OPINIONES AYUDA A SEGUIR CONFECCIONANDO ESTE BLOG.
OPINA, AUNQUE SEA PARA CRITICAR, A VER SI ESTABLECEMOS BUENOS COLOQUIOS, QUE YA SE SABE QUE DE LA DISCUSIÓN NACE LA LUZ.
GRACIAS.

domingo, 7 de septiembre de 2008

GALILEO EL JUERGUISTA


Aquí os pongo la letra de una canción "verde" compuesta por Galileo Galilei, que cantaba en sus juergas de los prostíbulos de Venecia. Que no somos de piedra, amigos, y no solo de ciencia vive el ser humano. A ver.


CANCIÓN SATÍRICA DE GALILEO GALILEI.

Una esposa se dolía ante sus padres
De que su marido estaba poco armado
Y como no podía satisfacer sus ansias
Se hallaba dispuesta a llevarle al Juzgado.
Y afirmaba que la engañaron adrede
Y debieran cambiarle de matrimoniado.

Otros, que de armamento andan sobrados
Dan con mujer de tan pequeña entrada
Que no hay lugar allí para sus instrumentos
Y así queda la esposa defraudada.

Pero antes se veía desde lejos
La proporción entre uno y otro sexo
Antes de que llegaran a echarse los tejos.

Entonces, no había miedo al mal francés,
Porque todos desnudos en el campo
Lo mostraban al derecho y al revés.

Y si mujer había con engaños
Los tenía cubiertos solamente
Por tres o cuatro hojas de castaño.

Y así no se engañaba a las personas
Como se ven engañadas bien ahora
En cuanto uno considera y mira todo:
Porque la mujer, vista por fuera,
Si la tientas un poquito bajo el paño
Se te muestra como Caja de Pandora.

Y así, pues, todo fraude y todo engaño
No nacen más que de una sola causa,
Que es la de andar vestido todo el año.

LA VIDA PRIVADA DE LOS GRANDES ASTRÓNOMOS


Nada sabemos de la vida privada de los grandes científicos de la Antigüedad, salvo que Arquímedes se bañaba y que los Pitagóricos no comían habas. La primera referencia a la conducta moral se refiere a Hypatia.

Hypatia.- Alejandría 370 a 415. Bibliotecaria, filósofa neoplatónica, matemática y astrónoma. Comentarios al Almagesto, con su padre Theon. Rivalidad entre San Cirilo, patriarca cristiano de Alejandría y Orestes, prefecto romano, amigo de Hypatia.
Fue despellejada viva por una horda de cristianos partidarios de Cirilo, con la acusación de “conducta inmoral”. Para ellos, seguramente, era inmoral que una mujer fuera filósofa y científica.

Copérnico.- Torún (Polonia) 1473 – Fombork 1543.
No se le conocen romances de juventud. Su amigo Rético era homosexual. Su hermano Andreas murió de sífilis en Roma, en 1507. Era sobrino de Lucas de Watzenrode, Obispo de Warmia, que tenía un hijo natural. Escándalo por su romance de vejez (64 años) con su sobrina Anna Shiling. Obligado a despedirla por el Obispo Dantysek, poeta, ex embajador en España, donde había tenido una hija natural.

Giordano Bruno.- Nola (Nápoles)1548 – Roma (1600)
Fraile Dominico, abandona los hábitos por disputas religiosas con sus superiores. Bebedor. No era homosexual (críticas al comportamiento en los conventos de Nápoles). Probable romance de juventud con Giulia, heroína de su obra “Los heroicos furores”.

Tycho Brahe.- Knudstrup (Dinamarca) 1546 – Praga (1601)
Tiránico con sus siervos, juerguista y pendenciero. Llevaba una prótesis de oro en la nariz, consecuencia de un duelo. Su casa era como una corte medieval, con enanos, bufones y meretrices. Tenía un alce amaestrado que emborrachaba con cerveza y que se mató al caer por las escaleras del palacio. Murió después de un banquete, como consecuencia de sus excesos: “kepler, que no se diga que he vivido en vano”, le dijo a su ayudante antes de morir.

Kepler.-Weil-der-Stadt (Suabia) 27-12-1571 (a las 14,30 horas) - Ratisbona 15-11-1530.
Ayudante de Tycho Brahe y antítesis de éste. Era un hombre puritano y tímido. Casa en 1597 con la viuda rica Barbara Müller, con una hija, que le dará 5 hijos y lo tratará siempre con desprecio e incomprensión hacia sus trabajos científicos. Los primeros hijos mueren prematuramente y el preferido Friedrich muere de enfermedad durante los sucesos de Praga en 1611, así como su mujer. Al año siguiente, después de recibir más de 14 propuestas de matrimonio, se decide por la más pobre, joven y guapa Susana Reuttinger, de 24 años, que le dará 7 hijos y lo hará muy feliz. Los primeros también morirán prematuramente. Arruinado, viaja a Ratisbona a reclamar unos dineros al Emperador y muere allí de pulmonía.

Galileo.- Pisa 1564 – Arcetri (Florencia) 1642.
Su padre, el músico y comerciante de tejidos Vincenzo Galilei fue un precursor de la música lírica italiana. Profesor de Física y Matematicas en Pisa y Papua. Filófo y Matemático de la Corte del Gran Duque de Toscana. Juerguista, comilón y bebedor. Componía poesías satíricas, incluso pornográficas, que cantaba con su laúd en las casas de prostitución de Venecia. (Un día de estos os pondré una en el blog). Apartó de su oficio a Marina Gamba, la más destacada prostituta de Venecia, que le dio tres hijos. Vincenzo, el pequeño, (paje del Duque y abogado) , y dos hijas monjas (que no podían casarse con gente de bien por el pasado de su madre), la mayor, Virginia o Sor María Celeste, lo cuida en su arresto domiciliario en Arcetri, hasta que muere en 1634. La pequeña, Lidia, desequilibrada mental, intenta suicidarse varias veces en el convento.

Newton.- Wooolsthorpe (Inglaterra) diciembre 1642 (enero 1643 en el C. Gregoriano) – Londres 1727.
De carácter extraño, huraño y egoísta. Tiene una infancia desgraciada, ignorado por su madre, que se casa con un clérigo y lo deja al cuidado de sus abuelos. No quería que estudiase y es convencida por su profesor Mr. Stokes. Como miembro del Trinity Collage, permanece célibe toda su vida. Su profesor Isaac Barow, deslumbrado por sus conocimientos, le cede la cátedra Lucasiana. Pero él prefería hacer estudios bíblicos y dedicarse a la Alquimia más que a la Física. Dice de él Voltaire en sus cartas inglesas: ”Newton nunca se acercó a mujer alguna, cosa confirmada por el médico y el cirujano en cuyos brazos murió”, de donde se trasluce la sospecha de alguna imperfección física que lo hacía imposible. Su enemigo Leibnitz comentaba que sus relaciones con el matemático suizo Fatio de Duillier eran unas “liasions tres particulieres”. Sufrió graves crisis mentales tras el matrimonio de su compañero de cuarto en el Trinity Collage, Wickins, en 1683, y tras su ruptura con Fatio de Duillier en 1692, tras las cuales su apartamento y laboratorio sufre sendos incendios. Disputó toda su vida con sus enemigos y rivales Hooke, Flamstedt y Leibnitz, hasta el punto de celebrar la muerte de éste. Su discípulo Halley tuvo que pagar de su bolsillo la edición de sus Principia ante las espantadas del autor y sus trifulcas con los directivos de la Royal Society. Fue nombrado director de la Casa de la Moneda y llevó al cadalso a varios falsificadores (Challoner). Su sucesor en la cátedra de matemáticas de Cambridge, William Whiston, decía de él: “Newton era el carácter más receloso, pusilánime y concentrado que jamás he conocido. Viviendo él no me hubiera atrevido a publicar mi refutación a su Cronología, por temor a ser asesinado”. A pesar de su pretendida conducta puritana y su alejamiento de las mujeres, se le acusaba de haber utilizado a su sobrina Catherine, amante de Lord Halifax, para obtener el puesto de director de la Casa de la Moneda.

Los Herschel.- William .- Hannover (Alemania) 1738 – Londres 1822. Refugiado político y músico profesional. Aficionado a la Astronomía y a la construcción de telescopios, descubrió Urano en 1781. Su hermana Carolina (de 1,40 m de estatura) completó su Catálogo de Estrellas, pero no podía ser miembro de la Royal Society por ser mujer. Su hijo John completo el catálogo con sus observaciones del Hemisferio Sur.

Asaph Hall y Angelina.- Angelina Stikney obligó a su esposo Asaph a seguir observando hasta que descubrió Deimos y Fobos en 1877, desde el Observatorio de la Marina de los EE.UU.

Humason.- El niño mal de casa bien. Mulero del Ejército, ayuda en la construcción del Observatorio de Monte Wilson. Allí seduce a la hija del director y la deja embarazada, tras lo que tiene que casarse con ella. Su suegro lo coloca de ordenanza y acaba revelándose como un excelente observador; hasta el punto de que el nuevo director, Hubble, a la vista de sus trabajos en espectroscopia, lo nombre su ayudante. Juntos detentan el nombre de la famosa “Ley de Hubble Humason” sobre la recesión de las galaxias y la expansión del Universo. Acabará siendo el director del observatorio y un reconocido astrónomo sin título académico.

Detrás de los más grandes descubrimientos científicos de todos los tiempos, detrás de nuestro concepto actual del Universo, están las vicisitudes cotidianas de unos hombres que eran tan humanos, tan débiles y frágiles como cada uno de nosotros. Su trabajo y su inteligencia les permitió darnos la ciencia que hoy ordena nuestra vida, pero en el fondo eran personas como todas las demás, eso sí, con una profesión maravillosa. Mi parecer es que no existen las personas excepcionales, sino las circunstancias afortunadas.


MAPérezOca.

viernes, 5 de septiembre de 2008

LA VICTIMA Y EL VERDUGO



Giordano Bruno fue quemado en la hoguera de la Inquisición Romana el 17 de febrero del año 1600, formando parte de los festejos de ese Año Santo. Había sido condenado por el delito de ser hereje contumaz, ya que opinaba que el Universo es infinito, sin centro ni bordes y que las estrellas eran soles como el nuestro, probablemente rodeadas de planetas habitados, como nuestro mundo. Lo cual, según los teólogos de entonces, contradecía a las Sagradas Escrituras. También se atrevió a pronosticar el descubrimiento de nuevos planetas en nuestro Sistema Solar, siglos antes de que fueran encontrados Urano, Neptuno, Plutón, los asteroides, etc. En realidad Bruno fue el primer ser humano que vio el Universo como realmente es, como ahora lo concebimos, ilimitado y lleno de soles y sistemas planetarios. Pensaba que la materia está formada por átomos y que es la forma que adoptan esos átomos al organizarse para formas cosas, y no las sustancias aristotélicas, las que determinan la clase de materia. También pensaba que los átomos son las unidades básicas de la materia y del espíritu, cuyas manifestaciones máximas son el Universo y Dios, cuerpo y alma de la Totalidad. Su pateísmo escandalizó a la Iglesia que pidió su extradición desde Venecia, y lo mantuvo largos años en una celda de Castel Sant'Angelo, donde era torturado regularmente. Al fin, ante la incapacidad de los teólogos del llamado Santo Oficio de desmontar sus brillantes argumentos, el papa Clemente VIII recurrió al mejor teólogo de entonces, el padre jesuita Roberto Bellarmino, ascendido a cardenal en reconocimiento de su brillante instrucción del caso, con 8 proposiciones de herejía que llevarían a Bruno a la hoguera. Cuando se le leyó la sentencia, Giordano Bruno dijo: "Creo que pronunciais mi condena con más temor del que yo siento al escucharla". Fue quemado en la plaza romana de Campo dei Fiori y sus cenizas lanzadas al Tiber. Su juez, Roberto Bellarmino, fue nombrado Doctor de la Iglesia y canonizado en 1930, cuando ya se sabía con toda certeza que Bruno tenía toda la razón. Hasta ese punto llega la soberbia de las jerarquías católicas y sus típicas huídas hacia adelante.

En mi último viaje a Roma visité el Campo dei Fiori y me saqué esta foto ante el monumento a Bruno. La estampa del niño contemplando el monumento no tiene desperdicio. Muy cerca de allí, en la iglesia del Gesú, junto a la tumba de san Ignacio de Loyola, reposa san Roberto Bellarmino, inquisidor y juez de Bruno y de muchos otros inocentes.

Esa es la Iglesia cuyos jerarcas pretenden darnos lecciones de moral y de respeto a la vida, que siguen cuestionando la Ciencia y que condenan el aborto pero no la pena de muerte.

La Historia los juzgará, como ellos juzgaron a Bruno, pero ellos sí que temen la sentencia.