miércoles, 29 de octubre de 2008

OBAMA Y EL CAPITALISMO SALVAJE.


Las elecciones en EE.UU. están ya a la vuelta de la esquina, y Obama sigue subiendo como un cohete. Os pongo aquí este cuento corto en el que intento explicar el secreto del éxito del candidato demócrata a la presidencia del Imperio Occidental, y que leeré un día de estos en Radio Alicante.


Érase un pueblo llamado Yankitown. Los ricos del lugar se habían reunido en el Casino para decidir a quién iban a apoyar en las próximas elecciones de sheriff. El terrateniente señor Smith tenía la palabra.
-George, el actual sheriff, nos prometió ahorrar gastos y darnos más libertad de circulación quitando los semáforos de todas las calles y despidiendo al guardia de tráfico de la plaza, pero la situación se ha hecho insostenible. Se han producido demasiados accidentes.
-Bueno – intervino el señor Travis, el banquero, quitando importancia al asunto - , la mayoría han sido solo atropellos de peatones pobres.
-Sí – le respondió la señorita Braun, que era hija de un industrial -, pero mi padre está en el hospital por culpa de usted y su pésima manera de conducir. Debería haberle cedido la derecha, señor.
-Eh, eh, eso iría contra la libre competencia – se defendió el aludido -. ¡Controlar la libertad es comunismo!
-Bueno - aclaró el señor Smith -, pero esa libertad de tráfico nos está costando muy cara. ¿Quién de ustedes tiene en este momento el coche en el taller de reparaciones?
Casi todos levantaron la mano.
-Y las piezas de nuestros coches deportivos valen una fortuna, ¿verdad? Vamos a quedarnos sin fondos.
-¡Eso si que no! – reaccionó el banquero -. Habrá que hacer algo.
Y todos bajaron la cabeza.
Entonces, el señor Smith hizo su propuesta.
-Conozco a un aspirante que, además de reponer los semáforos, se ofrece como guardia de tráfico en la plaza… Solo tiene un defecto, pero lo podemos pasar por alto: Es negro y se llama Obama.
La moción fue aprobada por unanimidad.
Miguel Ángel Pérez Oca.
29-10-2008.

lunes, 27 de octubre de 2008

EL OJO DEL ASTRÓNOMO


Hace ya algunos años, el Museo de la Ciencia de Barcelona me compró una colección de 30 pinturas al gouache titulada "Retratos del Universo" que ya se ha expuesto al menos dos veces en esa prestigiosa entidad cultural, una de ellas, por más de un año, desde finales del 2002 a principios del 2004. En esa colección se hace un recorrido por todo el Universo, desde lo más cercano a lo más remoto, y termina con un retrato de Galileo junto a su telescopio, y una reflexión que os reproduzco aquí.

Dice así:

"30.- GALILEO GALILEI"

"La mirada inteligente"

"Venecia, 1609. El eminente físico Galileo Galilei se entera, en una conversación con marinos holandeses, de que en ese país se ha inventado un juguete, consistente en un tubo con lentes de cristal en sus extremos, que acerca a la vista los objetos lejanos. Galileo decide hacerse con uno de esos "juguetes", el incipiente telescopio, y dedicarlo al estudio del cielo. Con esta intuición genial nace la Astronomía moderna."

"Nada hay, en todo el Cosmos que conocemos, más complejo que un cerebro humano. Nada más sobrecogedor ni mas interesante, entre todos los prodigios aquí rerpesentados, que la mirada del astrónomo, la MIRADA INTELIGENTE del ser humano, que alza la vista al cielo en busca de sí mismo, de la explicación racional del Todo que incluya su propia realidad personal."

domingo, 26 de octubre de 2008

UNA IGLESIA EN EL FIN DEL MUNDO




En las pasadas vacaciones fuimos a Ripoll, a ver su Monasterio donde reposan los restos de Wifredo el Peludo, primer conde independiente de Cataluña, y sus sucesores. Subimos después a San Juan de las Abadesas, otra joya del Románico, y a Camprodón, con su puente medieval. Ascendimos camino de Francia hasta una carretera modesta, llena de curvas, y pasamos por el pueblín de Rocabruna. Cruzamos luego un profundo e inmenso valle, tan hondo que a veces nos sumíamos en la sombra, y de repente, nos dimos de bruces con un pueblito modesto de casas de piedra y cubiertas de teja, con balcones de madera llenos de geranios y pequeños puentecillos que cruzan los torrentes, entre las peñas que sirven de asiento a la población. Encima de todo, reina sobre las casitas una soberbia iglesia románica, con un campanario impresionante, de tamaño quizá desproporcionado, que nos hace pensar en el poder que en la Alta Edad Media tenía la Iglesia Cristiana sobre el pueblo y los nobles. Hacer ese templo allá en el fin del mundo, es una proeza cuyos esfuerzos, imposiciones y sacrificios desconocemos, pero que ha dejado una huella bellísima. Es el pueblo de Beget, al pie de las alturas que nos separan de Francia. Un paraje inolvidable.

sábado, 25 de octubre de 2008

LA RESTAURACION DE NUESTROS MUNUMENTOS


Ayer le mandé un correo al concejal Miguel Valor felicitándole por su iniciativa de restaurar algunos de los monumentos de nuestra ciudad, cuyo estado era lamentable, después de muchos años de incuria municipal. Le adjuntaba el artículo que leeré el martes en Radio Alicante, que os pongo a continuación.

Debo poner de relieve que mucho mérito de lo que por fin va a hacer nuestro Ayuntamiento se lo debemos al tesón de los amigos del blog Alicante Vivo y su campaña "Ser alicantino ¡duele!"

Me gustaría que me diérais vuestras opiniones en respuestas de este mismo blog.



EL VALOR DE VALOR.

Andaba yo la otra mañana paseando mi colesterol por Alicante cuando, al pasar por la plaza de Gabriel Miró, me pareció que había retrocedido en el tiempo a mis años mozos, que todo resultaba más armónico, que el gigantesco ficus amparaba a la aguadora de Bañuls con más ternura que nunca, y que el maestro Miró contemplaba la escena con un expresivo gesto de complacencia. Y entonces me di cuenta del prodigio: ¡Don Gabriel tenía otra vez nariz, y la aguadora se había curado de la lepra que le corroía el brazo! Un inesperado gozo se apoderó de mí, y un sentimiento de gratitud hacia quien fuese el responsable de aquella operación de cirugía estética ciudadana… A la noche, entré en el blog de Alicante Vivo y lo comprendí todo. También a la mañana siguiente, la prensa se hacía eco de la decisión de nuestro concejal de Cultura, don Miguel Valor, de rehabilitar y reponer las muchas esculturas urbanas deterioradas o depositadas en los almacenes municipales durante tanto tiempo de desidia. De nuevo podremos ver a don Ramón de Campoamor en su paseo. Otra vez podremos inclinarnos ante Rubén Darío y recitar muy bajito su poema “Lo Fatal”. Al fin veremos al doctor Rico, el padre de las pinadas de los castillos, con la cabeza sobre los hombros. Y también recuperarán su cabeza las esculturas que guardan el cadáver de don Trino Quijano, nuestro santo civil. Y el niño flautista que antaño se sentaba sobre las colas de los tres peces en la fuentecita de Canalejas, volverá a deleitarnos con su pífano. ¡Qué alegría, Dios, qué alegría! Y los perros y leones de Canalejas volverán a tener hocico y cola. Y podremos empezar a estar de nuevo orgullosos de nuestras señas de identidad.
Con lo fácil que era, con lo sencillo que hubiera resultado dedicar una mínima parte del presupuesto municipal a mantener el viejo patrimonio en buen estado, en lugar de llenar la ciudad de monumentos que no conmemoran nada. Porque para eso apenas hace falta dinero, lo que hace falta es amor a Alicante. Lo que hace falta es voluntad, decisión y eficacia; y por lo visto el concejal Valor las tiene. Así que, reciba usted, señor Valor, mi reconocimiento más sincero.
Y que sepa la señora Alcaldesa que nosotros, los que nos inquietamos por el aspecto de Alicante, los que formamos esas plataformas mediáticas que tanto le incomodan, no criticamos por criticar, y que no nos duelen prendas a la hora de alabar un acierto. Espero que algún día se disculpe por sus imprudentes palabras, que fueron un mal comienzo de su mandato; porque, en primer lugar, la crítica, justificada o no, entra en su sueldo de alcaldesa, y segundo, la crítica siempre resulta estimulante para el que quiere hacer las cosas bien y no tiene nada que ocultar.
Solo tengo que hacer una reserva al Plan de Rehabilitación de Esculturas que emprende el señor Valor. El Monumento a los Caídos de la Vega Baja, por sus connotaciones franquistas, va a resultar un tema polémico, que solo se solventaría si una clara voluntad de concordia final se hiciera patente por parte de nuestros ediles de la derecha; si, a la vez que se ordena restaurar el monumento a los 50 fusilados falangistas, se mandase erigir el memorial del Campo de los Almendros en la Goteta, y la “Paloma” de Eusebio Sempere a los últimos republicanos del puerto, y un recordatorio decente a los 300 muertos del 25 de Mayo, y se repusiese el tradicional monumento a los Mártires de la Libertad en la Plaza del Mar. Para mí, que soy acérrimo enemigo de la pena de muerte, todos los asesinados y ejecutados de nuestra contienda merecen un respeto. Honremos a los muertos y reneguemos de sus verdugos, sean del color que sean, tuvieran o no razón, y al fin podremos convivir en paz. Bauticemos calles con los nombres de los muertos de una y otra parte, tal como durante muchos años se hizo solo con los del bando ganador, y reconozcamos, por parte de la derecha, que Franco y sus secuaces fueron unos criminales, y por parte de la izquierda, que en nuestro bando también se cometieron monstruosidades. Y todo quedará saldado.
Yo no podría hacer más concesiones, pero Miguel Valor y doña Sonia Castedo sí; en bien de Alicante y de la paz entre todos los alicantinos. Ojalá tengan el valor de hacerlo, señor Valor.

Miguel Ángel Pérez Oca.

lunes, 20 de octubre de 2008

RETRATO DE GALA, POR DALÍ.



Hace unos días estuve en Figueras, visitando el Teatro-Museo-Mausoleo de Salvador Dalí. La verdad es que uno acaba apabullado con tanta paranoia crítica, que más diría yo que fue ironía crítica, burla a los panolis que se embelesan con las tomaduras de pelo de los genios. Y esto, aunque suene a políticamente incorrecto, vale tanto para el genio Dalí, como para Picasso y otros muchos personajes de la ola innovadora que floreció en el arte del siglo XX. Supongo que la Historia y el sentido común pondrán a cada uno en su sitio, pero, a pesar de lo dicho, estoy convencido de que, entre toda la hojarasca de sus trucos de perspectiva y presuntas locuras, quedará para siempre el genio de uno de los pintores más perfectos de la Historia. Porque yo admiro a Dalí, profundamente, a pesar de que era un pelota del franquismo, a pesar de que buscaba la pasta por encima de todo, a pesar de que nos tomó el pelo durante muchos años con su presunta locura. Él creo un personaje y lo explotó hasta el final. Pero, si prescindimos de juicios y prejuicios y entramos en el Museo de Figueras para ver un solo cuadro, el llamado "Retrato de Gala", donde no hay locuras ni surrealismos de ninguna clase, donde solo hay un retrato impresionantemente realista, con una joya que parece que se sale del lienzo y unas manos de piel viva y transparente, en las que se traslucen las venas y los músculos y que se posan cruzadas en el regazo, bajo el busto, con un pecho al descubierto, dominado por el rostro inteligente y un tanto malévolo de la mujer autoritaria que domeñó por años la ambigua personalidad sexual de su pintor; si vemos ese cuadro y nos entregamos a él, la conclusión es que Dalí es uno de los genios más auténticos de la historia, disfrazado, eso sí, de bufón paranoico, al que hay que desnudar para ver el interior. Dalí, con este cuadro asombroso, nos demuestra el secreto del Arte, el secreto de la admiración que produce una obra irreproducible, una obra llena de mérito por su maestría. Mi modesta opinión sobre este asunto, con riesgo de que se me califique de analfabeto artístico, es que cuando algo se somete a la admiración del público, es porque solo su creador es capaz de realizar algo así. Si vamos al circo es para admirar a quienes son capaces de hacer cosas insólitas. Si vamos al teatro es para ver a quienes son capaces de imitar a la vida como no podráimos hacer nosostros. Si vamos a un museo es para envidiar al artista capaz de crear algo que nadie podría imitar a la perfección. El que tenga narices que pinte un cuadro como el "Retrato de Gala", donde están las manos más perfectas de la pintura española. Yo podría fácilmente imitar un cuadro de Picasso, o de Tapies... Nada digo de Miró, al que un niño podría remedar. Cuando se me dice que, según Tapies, un desconchado en la pared ya es arte y que Miró ha perfeccionado su pinura hasta ser como un niño, yo me digo, pues entonces sobran Tapies y Miró, porque ya tenemos desconchados en las paredes y niños que dibujan para divertirse, y nunca el ser humano podrá superar a la naturaleza. No he podido ver ningún cuadro de Picasso comparable al "Retrato de Gala" de Dalí. Nunca Picasso reflejó en su pintura una maestría tan insuperable. Sus personajes de las etapas azul y rosa y de los primeros tiempos son hieráticos, inexpresivos, monigotescos. Las "Señoritas de Aviñón" son una aventura osada, una burla a los burgueses que compran arte para hacer inversiones. Y los cuadros posteriores están pintados en serie, como el producto de una firma ya consolidada en el mercado. Dalí no hace eso. Sus cuadros más conocidos tienen siempre un trabajo ingente y un oficio insuperable. Se dice que si Rubén Darío solo hubiera escrito su poema "Lo Fatal" ya debería ser considerado uno de los más grandes poetas. Pues si Dalí solo hubiera pintado su "Retrato de Gala" también se habría ganado con ello el reconocimiento de genio que merece. A pesar de que se pasara la vida tomándonos el pelo.

Y si no estáis de acuerdo conmigo, pues lo siento mucho. Qué le vamos a hacer.

miércoles, 15 de octubre de 2008

BLUES PARA DESPUÉS DE LA VOLVO.


Os pongo el artículo que leeré el martes próximo en Radio Alicante. Esta mañana he paseado por la pasarela elevada del rompeolas y he podido ver en qué ha quedado la Volvo Village. También me he enterado que aún se está negociando el uso del espacio que ocupaban sus instalaciones y que yo creía definitivamente ganado para el pueblo de Alicante. Me he puesto a pensar en lo efímero de las ilusiones terrenales y me ha salido un artículo como una canción triste para después de la Volvo Ocean Race.

Ya me diréis que opinión os merece.


¿HAY VIDA DESPUÉS DE LA VOLVO?

“Esto, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado
fueron un tiempo Itálica famosa…”

que dice el verso de Rodrigo Caro. Y esto que aquí ves ahora, dolorido alicantino, espacio vacío y yermo, fue la Volvo Village, hoy convertida en un espacio caótico, lleno de obreros que, destornillador y llave inglesa en mano, desmontan los efímeros palacios publicitarios de los promotores para, seguramente, llevárselos despiezados en avión a la siguiente etapa, la ciudad de El Cabo, antes de que lleguen allí los sofisticados barquitos de plástico con GPS, y siga la fiesta.
Y después, ¿qué ocurrirá después? ¿Podremos pasear libremente por los campos de soledad de nuestro muelle de levante, en medio de la nada? Me han dicho las malas lenguas que hasta las palmeras que se pusieron allí eran alquiladas, y que nada quedará de provecho en el espacio portuario que creíamos ganado para la ciudadanía. Ni restaurantes, ni bares, ni exposiciones, ni jardines. Solo asfalto y efímera madera, que ya empieza a agrietarse y que va a durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio.
Y es que, a lo peor, ya no hay vida después de la Volvo.
Hoy me entero por la prensa de que la Autoridad Portuaria está negociando el libre uso para los alicantinos del espacio que ocupó la Volvo Village. Pero, ¿cómo?, me pregunto, ¿es que eso no había sido acordado ya antes del evento? ¿No nos dijeron que ese espacio era una nueva zona lúdica para uso y disfrute del pueblo de Alicante? Entonces, salvo el paseo elevado del rompeolas, que hemos pagado todos nosotros con nuestros impuestos, ¿no va a quedar nada nuevo para nuestra ciudad?
Típico, típico de la administración del señor Camps. Pan y circo… bueno, circo solo, que el pan hay que pagarlo. Viajes papales, carreras automovilísticas, regatas oceánicas, y detrás… nada, nada de nada. Bueno, nada, no, detrás está la famosa carta que reciben los hemipléjicos y parapléjicos, los nonagenarios con pañales y silla de ruedas, que les dice que no reúnen suficiente minusvalía para ser beneficiarios de la nueva Ley de Dependencia (lo sé por experiencia en mi propia familia). Detrás están los barracones donde los niños aprenden la asignatura de Educación para la Ciudadanía en Inglés, en Benalúa Sur, todavía sin una escuela decente después de tantos años. O mejor, no la aprenden por falta de profesores de Inglés. Detrás están los barrios cochambrosos, los hospitales insuficientes, los servicios sociales restringidos, los tranvías escasos que circulan por túneles faraónicos, la avaricia que rompe el saco con sus miles de pisos sin vender y los bancos en peligro… de no ganar tantos millones como estaban acostumbrados. La crisis que tanto cacarean los que quieren ganar unos votos aunque sea a costa de asustar al personal y que todos queramos llevarnos el dinero a casa y precipitemos aún más la crisis; como en aquella película de Disney, “Mary Popppins”, donde un banquero se niega a darle un penique a un niño y ante los gritos del infante todos los clientes se precipitan a las ventanillas para retirar sus depósitos y el banco quiebra.
Al final, los alicantinos vendimos nuestra primogenitura por un plato de lentejas, dimos el visto bueno al circo de la Volvo a cambio de un paseo para toda la vida. Y se fue la Volvo y todo parece que volverá a estar como antes. Si al menos nos dejasen las palmeritas y los banquitos y pusieran unos parterres con flores en la zona yerma, con algún bar y un parque infantil, pues, vale, eso que habríamos ganado.
Pero me temo que, ahora que ya está hecho el negocio y que los barquitos andan por mares ecuatoriales, la hospitalidad de los alicantinos les importa un bledo a los promotores y a los ediles. ¿Verdad?
A lo mejor hay suerte y el año que viene se vuelve a montar la juerga mediática por unos días. Y después, los malos alicantinos volveremos a criticar por criticar.
De todos modos, si nos falla la anhelada Volvo, ya nos buscará alguna otra fiesta el señor Camps… mientras los niños siguen en sus barracones y los viejos pasando miserias en sus desvencijadas sillas de ruedas. Que para todo no hay. Faltaría más.
Si quieres tener de todo, oye, haberte dedicado a la construcción.


Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 21-10-2008)

HOLA, ¿HAY ALGUIEN AHÍ? ¡YA HE VUELTO!



Ya he vuelto de pasar una semanita por la tierra de Dalí y el Románico Catalán. Me he saturado de Paranoia Crítica y de pequeñas y bellísimas iglesias medievales en pueblos remotos de los Pirineos, de ruínas griegas y de "suquet de peix", de dulces y vinos del Ampurdán, y de gente amable y seria que te atiende muy bien, sobre todo si les hablas en valenciano y se sienten algo así como tus hermanos del norte. Me he traído muy buenos recuerdos de los que os hablaré más adelante. De momento os pongo dos imágenes, una de la iglesia románica de Beget, un pueblín situado en el fin del mundo, y otra de una sonriente virgen medieval fotografiada en el Museo de Arte de Girona, donde se pueden apreciar verdaderas joyas del románico y el gótico. Otro día os hablaré de Dalí y sus presuntas locuras, que yo creo que de loco no tenía nada aquel genio, pesetero y pelota con el franquismo, pero que pintaba como Dios.

Un abrazo a todos.

sábado, 4 de octubre de 2008

LA MANO DERECHA DE MI HIJA NATALIA.


Mi hija Natalia es muy deportista, navega a vela, hace remo, sube en bicicleta y el otro día se compró unos patines... y se cayó y se rompió una muñeca. Ha escrito un artículo sobre este suceso, que demuestra que las mentes despiertas sacan provecho de todas las experiencias, aunque en principio parezcan dolorosas y molestas. No me resisto a ponerlo en este blog, para que lo leáis.


MI MANO DERECHA.

Hace una semana que ando con el brazo escayolado sin saber aún cual es el misterioso hueso que me he roto. Es toda una incógnita que no deja de tener su gracia. Para GOOGLE el hueso que aparece en el informe de urgencias esta en el pie y para el médico de aquel agradable lugar, en la mano. En fin, salvo por ese ligero detalle que solo va a marcar la diferencia entre llevar la escayola un mes o dos, por lo demás todo bien, gracias. No he perdido mi autonomía. Sí, es cierto que no me puedo pelar las manzanas, pero si uno deja de lado el miedo a sulfatarse y sufrir una mutación, puede comérselas con piel tranquilamente y con una mano. Me ducho sola, me visto sola y sigo trabajando...Es curioso, los matices que aporta un traspiés como este y la de cosas que uno puede aprender y disfrutar si se presta a ello. Desaparecido el dolor nocturno, que fue jodido pero se rindió al segundo día, todo esto es lo que de momento he vivido:
Curioso, pero hay gente de esa con la que uno se cruza al ir a comprar o trabajar y con quienes nunca he intercambiado más que un cruce de miradas, que me han parado, sonrientes, para preguntar qué me había pasado. “Es curioso, no saben como me llamo, pero ahora ya saben que patino”, me digo cuando se marchan deseándome lo mejor. Te das cuenta entonces de que existes para muchos y que formas parte de muchos caminos. Ahora, a mi lista de gente a quien saludar sonriente cada mañana, se ha añadido un tendero, una dependienta, un conductor de autobús, un camarero....
Increíble, mi velocidad para escribir a ordenador con la mano derecha acabará entrando en el record de los Guinness si esto se prolonga. Como ya escribía con un dedo, pues la cuestión se ha resuelto con darle aceleración al asunto, ¡chincharos, seres perfectos que escribís con los 10 dedos de la mano! Si os rompierais un brazo perderíais 5 dedos eficientes, yo solo he perdido 1.
Perfecto, a mi edad, una se mira al levantarse el canalillo del pecho y descubre unas desagradables arruguitas que se producen por dormir de lado (las chicas me entienden) y aparte de pensar que debe empezar a ahorrar para cremas, se plantea seriamente que debe empezar a dormir boca arriba para luchar contra la gravedad y el tiempo. Pero después de 37 años durmiendo de lado, ni de coña lo consigo y mira por donde, este bracito mío me obliga a dormir boca arriba y sin moverme, y oye, que estoy durmiendo a pierna suelta y me despierto lisita, lisita...
Sorprendente, lo rápido que vamos siempre, todo a cien por hora y no a dos sino a cuatro manos si pudiéramos... Cuando uno solo usa una mano, todo se ralentiza y se hace más intenso. Tardo 20 minutos en tender la ropa, es cierto, pero soy consciente de cada acto, me concentro al máximo en la operación de tender como si me fuera la vida en ello ( bueno, algún que otro calcetín se me ha ido, pero son daños colaterales) y me las ingenio buscando estrategias para no soltar el cuello de la camisa con el dedo pulgar e índice mientras los otros tres que me quedan se contorsionan y clavan la pinza... ¡Olé, torero! grita la plaza y una se siente como si hubiera subido el Everest, la mar de orgullosa por su hazaña..
A estas alturas pensareis que me he fumado un porro antes de escribir y que estoy desvariando, pero no, y ahora en serio, todo esto me lleva a la reflexión de lo mucho que nos enriqueceríamos como personas si a lo largo de nuestra vida se nos facilitara la posibilidad de pasar un mes con el brazo en cabestrillo, un mes con los ojos vendados, un mes con tapones en los oídos y un mes a la pata coja. Seguro, seguro que aprenderíamos a tener más tolerancia a la frustración, entenderíamos mejor la importancia de las rampas y la eliminación de barreras y sobre todo disfrutaríamos de lo que tenemos, sea poco o mucho, cien veces más que ahora. ¿Qué os parece? ¿No creéis que nuestra lista de gente a quien saludar por las mañanas sería más amplia? ¿No creéis que sonreiríamos más a menudo? Mi mano derecha y yo estamos convencidos...
Besitos a todos.
Natalia Pérez Chazarra.

viernes, 3 de octubre de 2008

ME VOY DE VACACIONES



Como todos los años por estas fechas, me voy de viaje por ahí. Esta vez le ha tocado a la Costa Brava, con su Románico, su Dalí y sus Pirineos. Así que os dejo el artículo que leeré en Radio Alicante desde Rosas. Se refiere a la réplica de la nao Victoria que se puede visitar estos días desde las instalaciones de la Volvo Ocean Race.

¡Hasta la vuelta!



LA NAO VICTORIA.

El otro día, viendo las instalaciones de la Volvo, tuve la oportunidad de visitar la réplica de la nao Victoria, el primer barco que dio la vuelta al mundo. Subir a ese pequeño cascarón de madera calafateada, conociendo su historia, es muy impresionante.
La nao Victoria aparece en las crónicas el 20 de septiembre de 1519, cuando parte de Sanlucar de Barrameda al mando del capitán Mendoza, con otros cuatro navíos: La Trinidad mandada por Magallanes, jefe de la flota, la San Antonio que capitanea Juan de Cartagena, veedor del Rey, la Concepción del capitán Quesada y la Santiago del piloto Serrano. La expedición iba a la conquista de las islas de las Especias y estaba formada por 265 hombres. Elcano no era aún el capitán de la Victoria, sino que comenzó siendo maestre de la Concepción.
Desde el principio del viaje, Magallanes y el veedor Juan de Cartagena se enfrentaron violentamente, hasta el punto de que el primero arrestó al segundo de manera ilegal, dado que el Veedor, por su condición de representante del Rey, era inviolable.
Después de recalar en Sao Paulo y en el Río de la Plata, se dirigieron al sur, hasta detenerse a invernar, en condiciones muy duras, en el golfo de San Julián, en cuyas cercanías se perdería la nao Santiago, salvándose casi todos sus tripulantes.
En el golfo de San Julián se amotinaron los capitanes Quesada y Mendoza, y liberaron a Juan de Cartagena. Pero Magallanes, avisado, se les adelantó y mandó al alguacil Espinosa a que, mediante una treta, asesinara a puñaladas al capitán Mendoza, de la Victoria. Después interceptó a la Concepción de Quesada, que intentaba huir, sofocando la rebelión. Él hubiera querido ejecutar a más de 40 hombres, incluido Elcano, pero ante la actitud indignada del resto de los tripulantes, tuvo que conformarse con decapitar a Quesada y abandonar en una isla desierta a Cartagena y al cura de la Reina, implicado también en el complot. La Victoria navegará en adelante al mando de Serrano.
Poco después se descubriría el Estrecho de Magallanes, donde desertó la San Antonio, que se volvió a España; mientras los tres navíos restantes se enfrentaban al Océano Pacífico, en cuya travesía el hambre y el escorbuto diezmaron a las tripulaciones.
Al fin, la expedición descubrió las Islas Filipinas. Magallanes impuso el bautismo a todos los habitantes de Zebú, quemando una aldea que se negaba a convertirse al Cristianismo, y el caudillo Zilapulapu se alzó en armas y mató al jefe de la flota española en la batalla de Mactán. Poco después, el rey de Zebú invitaba a los marinos sobrevivientes a una cena de despedida, donde mandó asesinarlos, cayendo acuchillados más de cincuenta hombres. Las tres naves escaparon a duras penas con los tripulantes que se habían quedado de guardia; y después de quemar la Concepción por su mal estado y falta de hombres, el maestre Elcano se hizo cargo de la Victoria; y entre él y Espinosa destituyeron al piloto Carvallo, nuevo jefe de la flota, por su mal comportamiento durante su estancia en Borneo. El jefe sería ahora Espinosa, que llevó a las dos naves hasta las islas Molucas, objetivo de la expedición. Después de cargar las bodegas con especias, Elcano partiría para Europa por el cabo de Buena Esperanza; lo que era ilegal, ya que violaba el tratado de Tordesillas. Y Espinosa intentaría volver atravesando de nuevo el Pacífico, según el primitivo plan de Magallanes, que nunca tuvo intención de dar la vuelta al mundo; pero sus hombres enfermaron y acabaron volviendo a las Molucas, donde fueron capturados por los portugueses. Solo sobrevivirían Espinosa y el marinero Ginés de Mafra.
Después de perder la mitad de sus tripulantes en las islas de Cabo Verde, apresados por los portugueses, Elcano consiguió llegar con 17 compañeros a Sanlucar de Barrameda, el 6 de septiembre de 1522, a bordo de la nao Victoria.
Poco después Elcano regresaría al Pacífico, falleciendo de escorbuto el 4 de agosto de 1526.
La Victoria fue reparada y vendida a un comerciante que la dedicó al tráfico entre España y las Antillas. Cruzó el Atlántico varias veces, hasta que en un viaje de regreso a España desapareció con toda su tripulación.
En algún lugar oscuro del fondo del océano, reposa para siempre este barco que realizó la mayor hazaña de todos los tiempos.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 7-10-2008)