miércoles, 24 de noviembre de 2010

VOTAR EN DEFENSA PROPIA.


Este es el texto de una carta que alguien ha mandado a alguien. Como no tiene desperdicio, no me resisto a mostrárosla. Que os aproveche.

"Irse a una isla desierta es una opción, o a una cabaña de troncos en plena Sierra Aitana, o a un país donde nos importe un bledo sus avatares políticos. No creas que no me lo pienso... hasta que oigo al señorito Rajoy y sus adláteres diciendo las sandeces de siempre, intentando meterle el dedo en el ojo a ZP a cuento de lo que sea, aunque con ello desprestigien a España ante el mundo y nos pongan las cosas más difíciles a todos los españoles. Entonces monto en cólera y quisiera estar presente y tener a mano una gran boñiga de vaca para lanzársela a la cara. Qué placer, que ilusión me haría; pero en fin, esas no dejan de ser fantasías en la oscuridad. Lo que quiero decirte es que no puedo sufrir el ejercicio de la resignación o la indiferencia ante esta pandilla de bellacos que han montado su ventilador para esparcir la mierda por toda España y hacer creer a los españoles incautos (que hay muchos, por desgracia) que todos los políticos son iguales y que la corrupción es cosa de todos, y que el que no roba es porque no ha tenido ocasión. ¡PUES NO, SEÑOR, TODOS LOS POLÍTICOS NO SON IGUALES! Lo que pasa es que cree el ladrón que todos son de su condición.
Yo no me voy a rendir. Así que me estoy planteando lo que debo hacer. Tengo claro que no voy a votar a nadie porque me caiga simpático o sea el más afín a mi concepto del Estado. El PSOE está en un mal momento, de acuerdo, con menos energía y capacidad de respuesta de las que le hacen falta, con muy pocos líderes con carisma y sin paraguas para aguantar el chaparrón económico. Izquierda Unida sería mi preferida, si tuviera la más mínima posibilidad de gobernar en mi Ayuntamiento, en mi Comunidad, en España. Los verdes están eso: verdes. El Bloc y demás nacionalistas, además de en una minúscula minoría, viven en la inopia histórica. Entonces, ¿qué debemos hacer? Mi querido amigo y maestro M……….. me ha dado la solución con una de esas frases que no tienen desperdicio y que no se olvidan nunca. Me dijo: Tú lo que quieres es que no gobierne ni un minuto más ese agresor político en que se ha convertido el PP, ¿verdad? Entonces, amigo, lo que tenemos que hacer es VOTAR EN DEFENSA PROPIA. ¿Te das cuenta del profundo significado del concepto? VOTAR EN DEFENSA PROPIA. O sea, votar para que no gane el PP, y todo lo demás es secundario, nos guste o no, porque acabar con el PP de los corruptos y los prepotentes es imprescindible. ¿Y quien puede vencer en las urnas al PP, después de todo y a pesar de su actual debilidad y sus muchos errores? Solo el PSOE. Yo quisiera que gobernase Izquierda Unida, pero si los votara mi papeleta se perdería en el limbo de los papelitos inútiles. Tengo que votar a aquel que pueda echar de una puñetera vez al PP de mi gobierno local y autonómico, a la vez que le impida acceder a la gobernación del Estado. Y no solo tengo que votarlo, sino que debo ayudarlo con toda mi alma para que supere ese bache anímico en el que está encenagado. Después, si triunfa, ya tendré tiempo de criticarlo y combatir todas aquellas de sus acciones políticas que me parezcan cobardes (¿Sahara?) o derechistas (¿medidas económicas, pensiones, edad de jubilación?). Pero ahora me tengo que poner el casco, taparme la nariz, subirme las mangas de la camisa y ponerme a la faena, mientras canto para mis adentros aquello de "No nos moverán". Esto es la guerra. En todas partes hay carotas e incapaces metidos a políticos, como en todas las demás profesiones, pero la mayoría de los sinvergüenzas corruptos están en la derecha (es su naturaleza) y la totalidad de los idealistas están en la izquierda (también es su naturaleza). El hecho de que la derecha se presente unida con un solo partido, mientras la izquierda se atomiza en partidos, partidillos y partidetes y, además, muchos izquierdistas se anarquicen y se abstengan, presas del desánimo, es lo que le da los triunfos a los señoritos de la derecha casposa y corrupta. ¡Y tenemos que ganar! Mejor dicho: ¡Tenemos que conseguir que no ganen los malos!
Así que: ¡A las barricadas! ¡Llenemos las urnas, aunque estemos votando a los tibios e ilusos! Porque esta vez el enfrentamiento va a ser la madre de todas las elecciones: Los ilusos contra los sinvergüenzas (que ya lo dijo en un lúcido artículo Cela hijo). Yo prefiero que me gobierne un iluso (quizá no lo sea tanto, si al final presentan a Rubalcaba) que un sinvergüenza de voz meliflua, que miente y sabe que está mintiendo... y sabe que nosotros sabemos que está mintiendo y lo sabe.
Y lo siento por los candidatos de la izquierda real, pero es que no tienen ninguna oportunidad, y solo van a conseguir dispersar el voto de la izquierda. Lo que tendrían que haber hecho hace tiempo, todos, es formar una sola candidatura de Izquierdas en toda España, un nuevo Frente Popular, recuperando la palabra “Popular” para el verdadero pueblo. ¿O es que la derecha puede unirse y la izquierda no?
Recibe un abrazo fuertote, con la esperanza de que, cuando llegue la fecha, te afiles las uñas, frunzas el ceño, saques pecho, pises firme camino del Colegio Electoral y, aunque sea tapándote la nariz, introduzcas la papeleta en la urna... EN DEFENSA PROPIA. Porque, como diría Benito XVI, "Votar en defensa propia no es pecado".
Tu amigo …………..

P.D. Puedes usar mis argumentos, aunque te ruego que no desveles mi identidad a los amigos. Que uno ya tiene bastante con discutir con su propia conciencia."

sábado, 20 de noviembre de 2010

AYER, EN LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO.


Ayer, día 19, a las 20, estábamos ante el Ayuntamiento unas 400 personas para protestar contra la corrupción. Se exhibieron pancartas de partidos políticos y organizaciones ciudadanas, muchos asistentes llevaban velas encendidas en una simbólica reclamación de luz administrativa, y no se gritó ni se insultó a los presuntos corruptos, como hubieran deseado los no aludidos para poder acusar de calumniadores a los impecables manifestantes. Por su parte, los responsables del Ayuntamiento, una vez más, mostraron su mala fe dejando en funcionamiento los surtidores de la plaza, lo que restringía un gran espacio para los ciudadanos preocupados por el tema de la corrupción que pudieran acudir allí, con peligro de recibir un remojón.

400 asistentes, como dijo Manolo Alcaraz, son más de los que esperábamos, pero menos, muchos menos, de los que deseábamos. En esta ciudad de casi 400.000 habitantes se podría decir que solo uno de cada mil ciudadanos se ha molestado en manifestar públicamente su temor a que esta ciudad y toda la Comunidad Valenciana acabe transformándose en una nueva Sicilia, con su mafia y sus corruptelas y, sobre todo, con el silencio, la impotencia y la indiferencia de la población. Y eso es triste, muy triste. Yo no sé si la presencia de los partidos políticos fue contraproducente y si los ciudadanos no hubieran preferido una manifestación contra la corrupción política en general; pero es que salvo muy contados y poco importantes casos, la judicialmente presunta pero políticamente escandalosa corrupción recae sobre el P.P. y es lógico que los demás partidos muestren su radical rechazo. Por desgracia, ni siquiera los partidos y los sindicatos presentes fueron capaces de movilizar a sus propios militantes y afiliados para que la plaza estuviera llena hasta los topes - o hasta los chorros de la fuente, al menos - de ciudadanos indignados.

¿Qué nos pasa? ¿Por qué la corrupción, los abusos y los cohechos, los sobornos y los monopolios de hecho no inquietan, indignan y mueven a los ciudadanos? ¿Por qué somos los de siempre los que manifestamos nuestra preocupación por lo que ocurre en nuestra política local, autonómica y nacional?

Cuando la corrupción fue cosa de unos cuantos dirigentes del PSOE para "forrarse" o para financiar ilegalmente al partido, la indignación general hundió la carrera del presidente Felipe González, y acabó con el director de la Guardia Civil, un Ministro y un Director General en la cárcel. El PSOE tuvo que afrontar una larga travesía del desierto y hubo que recurrir a un político nuevo e inmaculado, Zapatero entonces, para poder aspirar de nuevo al poder.

En cambio ahora, el mal olor que viene del PP no inmuta a los imputados y sus correligionarios, y las encuestas no acusan el repudio general de un pueblo que permanece inerme e indiferente ante esta desgracia pública.

Yo creo que la funesta sombra de Aznar planea sobre la quiebra política de España. Aznar rompió la baraja con su estrategia de convertir al contrincante político en enemigo mortal. "A los socialistas ni agua, caiga quien caiga" enseñó el maestro del odio político a sus discípulos. Y así estamos ahora: Si el PSOE se muestra cauto antes de condenar lo que está pasando en el Sahara, los del PP dicen que ha traicionado vergonzosamente a los saharahuis; pero si se enfrentara a Marruecos de forma tajante, los del PP dirían que está poniendo en peligro los puestos de trabajo de los pescadores que faenarán en aguas saharauis con un acuerdo que hay que negociar en breve. Rajoy tiene la cara dura de decir que Zapatero se encontró un país próspero que ha arruinado con su incompetencia, como si el resto de Europa y el resto del Mundo no estuvieran acusando la misma crisis económica. Le exige a Zapatero que dimita y convoque elecciones ante sus reiterados fracasos, pero él no dimite después de haber perdido dos elecciones seguidas. Y ahora, en su desvergüenza "aznariana", además de desprestigiarnos ante las demás naciones en declaraciones que se podrían calificar de traición a esa Patria que dicen defender, han arruinado la política española propagando la falacia de que "todos los políticos son iguales", o como dijo el otro día Ripoll: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra". El caso es propagar la caca para que manche a todos por igual, sean o no unos chorizos.

Pues, no, señor. Todos los políticos no son iguales. Y eso deberán comprenderlo los ciudadanos, pese a las insidias de los imputados y sus aliados, o la política española no podrá tener regeneración posible. La escasa comparecencia de ayer ante el Ayuntamiento es una prueba palpable de ello.

Como no reaccionemos a tiempo, estamos perdidos, y nos encaminaremos a una edición corregida y aumentada de la Sicilia mafiosa.

Las elecciones municipales están ahí. Y un poco más tarde, las generales. Solo nos queda una oportunidad para salvar nuestra Terreta, nuestra Comunidad y nuestra Democracia.

O nos espabilamos o estamos perdidos.

Hagan juego, señores.

Miguel Ángel Pérez Oca.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

domingo, 14 de noviembre de 2010

OS LO RECUERDO, EL 19 A LAS 20 EN LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO.


No os olvidéis. Con corrupción no hay democracia. La democracia se gana día a día, protestando de los desmanes de ciertos políticos, denunciando lo que haya que denunciar, vigilando siempre para que no se menoscabe la libertad imprescindible. Pasadlo a vuestros amigos y traed velas. A ver si llenamos la Plaza del Ayuntamiento hasta la bandera.

El que no vaya que luego no proteste.

Ya sabéis: EL 19 A LAS 20.

sábado, 13 de noviembre de 2010

LO DEL SAHARA YA PASÓ EN IFNI HACE DOS AÑOS.







¿De qué se sorprenden ustedes? La Monarquía absoluta tiene esas cosas. Es una dictadura hereditaria por la gracia de Dios (o de Alá, que es lo mismo). En un régimen como ese, o como en el nuestro de hace treinta y tantos años, la policía puede hacer lo que le dé la gana y cargarse a quien quiera, justificándolo con un papelito. De hecho, en un régimen como ese la policía da más miedo que los delincuentes, que yo bien me acuerdo. Se puede impedir que los periodistas informen de lo que pasa y hasta se puede acojonar a los gobiernos democráticos vecinos con chulerías y caprichitos del Monarca que ejerce el despotismo, sea este o no ilustrado.



Hace dos años, en Sidi Ifni, que fue provincia española hasta que Franco regaló el territorio a su "hermano" Hassan II en 1969, se produjeron unos disturbios muy parecidos a los de estos días en la capital del Sahara occidental. En esta ocasión las reclamaciones también eran meramente económicas, sin trasfondo político, y como en esta ocasión la policía y el ejército se pasaron dando palos y reventando casas a diestro y siniestro. Resulta que en Ifni se había construido un excelente puerto pesquero que despertó las espectativas de encontrar trabajo por parte de la gente joven que, sin embargo, se vieron frustradas por el amiguismo y el enchufe con que se dieron los puestos a gente marroquí no autóctona. Los chicos, agobiados por el paro y la miseria, montaron en cólera y levantaron barricadas a la entrada de las instalaciones portuarias, impidiendo la salida de los camiones frigoríficos que llevan el pescado a ciudades del norte. El pescado se pudrió y las empresas pesqueras perdieron dinero. Y para sofocar esta actitud levantisca se mandaron a Ifni 5000 policías, para una población de 20000 habitantes (un policía para cada cuatro ifneños), se cercó la ciudad por parte del ejército y se apaleó a los manifestantes, así como se violaron y saquearon hogares particulares. Se habló de 7 muertos, aunque nunca pudieron comprobarse. Y como Ifni no tiene el caché mediático del Sahara, ni un solo periodista se molestó en informar de lo que estaba pasando. Los que habíamos viajado a Ifni el año anterior recibimos correos electrónicos con imágenes sacadas con teléfono móvil que ponían los pelos de punta (arriba pongo algunas). Yo escribí una carta de protesta al Embajador de Marruecos, otra al presidente del Gobierno señor Zapatero, y otra a Leire Pajín, que entonces ostentaba un cargo relacionado con la cooperación internacional. Lamentablemente, no recibí ninguna respuesta. En aquella ocasión, como en esta, nuestro Gobierno miró para otro lado de manera vergonzosa. Y es que las monarquías absolutas acojonan, ¿verdad? Eso de que un tío mande "por la gracia de Dios" suena muy serio. Recuerdo que en las viejas monedas del Tío Paco también aparecía la famosa frasecita, que justifica cualquier barbaridad impune.



Ahora la historia se repite y, al menos, esta vez sale en los periódicos y la tele y escandaliza a las buenas conciencias. Los pobres ifneños ni siquera tuvieron ese consuelo.



Ojalá un día los bahamaraníes de Ifni y los saharauis puedan decidir su propia suerte en un régimen democrático como Dios manda, o debiera mandar.



Miguel Ángel Pérez Oca.

jueves, 11 de noviembre de 2010

LAS OPINIONES DE HERR RATZINGER.











He esperado unos días para calmar mis ánimos y no pasarme de rosca, pero la verdad es que las opiniones vertidas en discursos y declaraciones a la prensa de Herr Joseph Ratzinger, más conocido como Papa Benedicto XVI, con motivo de su reciente visita a España, en concreto a Santiago de Compostela y Barcelona, me han llenado de indignación. Ya a bordo del avión se atrevió a comparar la actual actitud de indiferencia religiosa de muchos españoles de hoy con el anticlericalismo violento de los años 30. Debería saber el señor Ratzinger que aquello era, realmente, anticlericalismo; lo de hoy es solo a-clericalismo. Hay una diferencia sustancial entre ambas actitudes: en los años 30, una gran multitud de españoles odiaba a los curas por su posicionamiento político en contra de los pobres y los obreros y su estrecha simbiosis con terratenientes, miembros de la alta burguesía conservadora, partidos derechistas e incluso abiertamente fascistas y militares golpistas. La jerarquía eclesiástica de entonces se apresuró a proclamar que la rebelión militar era una “Santa Cruzada”, justificando así masacres y actos de extrema crueldad. Esa animadversión, cuyo resultado final fue el asesinato y la persecución de clérigos y religiosas que en absoluto pretendo justificar aquí (yo soy enemigo de toda violencia), se la habían ganado a pulso dada la escandalosa índole de esas actitudes políticas y sociales, que no casaban en absoluto con la doctrina de Aquel que dijo que era más fácil que un camello pasara por el ojo de la aguja que un rico entrara en el Reino de los Cielos. De siempre se ha dicho en España por parte de muchos honrados creyentes: “Yo creo en Dios, pero no en los curas”. Y debo advertir que todo esto lo comento salvando la actitud personal y consecuente de algunos religiosos que se han comportado y se comportan de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo y que, en ocasiones, pagan injustamente la actitud acomodaticia y prepotente de sus colegas, que predominan en una tendencia que el Cristianismo sufre desde Constantino.
Lo de hoy, a pesar de lo que diga Ratzinger, es muy diferente. El descrédito y el fracaso de los dirigentes católicos, sobre todo desde que se alejaron de la propuesta de modernización del recordado Juan XXIII y se adhirieron a la proclama ultraconservadora de Juan Pablo II, tras la sospechosa muerte de su predecesor, es tan evidente que en la actualidad han perdido su tradicional influencia sobre la mayoría del pueblo. Ahora ya ni siquiera tienen enemigos. Simplemente, la gente, sobre todo la juventud, pasa de ellos, los ignora, no les hace ni caso, ni siquiera los que se siguen proclamando católicos, sobre todo en temas como la contracepción, el papel de las mujeres, la igualdad de los homosexuales, etc., en una proporción que crece de manera exponencial.
Así que herr Ratzinger haría bien en practicar la sana autocrítica y preguntarse qué han hecho mal, aunque quizá es simplemente que la religión y la cultura científica son incompatibles y el triunfo arrollador de la segunda está acabando con la primera. Yo no lo creo. Estoy seguro de que una Iglesia actualizada e integrada en la sociedad civil, con unos sacerdotes ciudadanos y ciudadanas, casados (el que quiera), cultos y trabajadores, seguiría siendo útil a una sociedad moderna, al menos para los que necesitan un remedio a su tanatofobia y un consuelo para sus ansias de trascendencia. En Sudamérica, la Teología de la Liberación ejerció y ejerce una saludable influencia sobre el pueblo castigado por la explotación y los abusos caciquiles, y ha dado valiosos mártires a la Iglesia (monseñor Romero, padre Ellacuría, etc.), que, por cierto, las actuales jerarquías, tan afines al Opus Dei, no han honrado debidamente.
En uno de los discursos de Benedicto XVI se hizo una sesuda disquisición teológica sobre la Libertad y la Verdad. Me gustaría leer el texto íntegro, que no he podido hallar en los medios, porque me temo lo peor. Poner en el mismo saco estos dos conceptos es muy peligroso, porque, ¿qué pretende decirnos Ratzinger, que para ser libre hay que estar en posesión de la Verdad? ¿Qué los que no saben la Verdad no pueden ser libres? Porque, claro, dado que la Religión Católica y sus dogmas pretenden ser la Verdad, volvemos al monopolio ideológico de siempre, ese que produjo en su día la Inquisición, las guerras religiosas y la enseñanza oficial en tiempos del franquismo. Yo diría que lo mejor que podría hacer la Iglesia sería ocuparse menos de la Verdad, que para eso están los científicos y, en todo caso y siempre con la salvaguardia de la tolerancia, los filósofos, y defender más la Libertad y la Justicia para los desfavorecidos por este sistema injusto impuesto por los que de ninguna manera pasarían por el ojo de una aguja.
Y lo que también me ha indignado es la actitud servil del Gobierno de España que, ante tales manifestaciones ni siquiera disiente ni protesta como es debido. Se obsequia a la Iglesia con la retirada de la Ley de Libertad Religiosa, se gasta un pastón en fastos y seguridad, dinero que estaría mejor empleado en África en manos de organizaciones de ayuda, se asiste a las ceremonias solemnes en pleno, por parte de los jefes del Estado, el Gobierno y las autonomías afectadas, y no se osa dar una merecida respuesta a las imprudentes y falsas afirmaciones de este señor que de jovencito perteneció a las Juventudes Hitlerianas y es jefe de una Iglesia que no excomulgó a Hitler, Mussolini y Franco por sus matanzas y su dictadura, sino que les apoyó políticamente y miró para otro lado cuando tocaba comprometerse con las enseñanzas de su Fundador.
Ya lo dijo Bertrand Russell: “Que una buena persona haga el bien es lo natural, pero para que una buena persona haga el mal hace falta la religión”. La religión mal entendida, añadiría yo.
Por mi parte, me gustaría no volver a pagar con mis impuestos otra enojosa visita como esta del señor Ratzinger.
Miguel Ángel Pérez Oca.

viernes, 5 de noviembre de 2010

ACABEMOS CON EL PARO VENDIENDO TANQUES.


No me cansaré nunca de leer el revelador y políticamente incorrecto discurso del fotógrafo de prensa Gervasio Sánchez al recibir el premio "Ortega y Gasset" que le otorgó el diario El País en 2008. Ante destacadas figuras del Gobierno y otras instituciones del Estado, Gervasio denunció la inmoralidad de todos los Gobiernos españoles de la democracia, desde Suarez a Zapatero, que han estado vendiendo minas personales y otras armas a países en conflicto, y que después no han hecho nada para indemnizar a las víctimas civiles e inocentes, o a sus deudos, por sus muertes, padecimientos y graves secuelas.

El discurso apenas salió en los medios, silenciado por quienes pueden hacerlo y también podrían no rebajar a este país al rango de los vergonzosos traficantes de armas, o lo que es lo mismo traficantes de muerte y dolor.

Ahora me entero con estupor, porque me lo dicen a bombo y platillo esos mismos medios que callaban ante las acusaciones de Gervasio, que el Gobierno de España va a vender una flota de 250 carros de combate Leopard a Arabia Saudí. Teniendo en cuenta que Arabia es un país gobernado por una aristocracia de integristas islámicos, donde hasta hace poco las mujeres no podían conducir y ahora mismo han de ir tapadas como las afganas, pero de negro, y que está en una zona caliente, demasiado cercana a Israel, Palestina, Somalia, Iraq, Siria, Afganistán, Pakistán, etc. me imagino que estos señores no han comprado los tanques para hacer desfiles, sino para matar, que es para lo que sirven los tanques.

Estos carros blindados y armados se hacen en Trubia, donde el contrato para su fabricación estaba a punto de expirar, una vez satisfecha la demanda del Ejército Español. Ahora, por lo visto, el Gobierno Saudí, que tiene mucha prisa por tener estas armas para combatir la insurgencia, no sabemos si democrática o todavía más integrista que ellos, se quedará con los ya fabricados y apenas usados de nuestro ejército, y la fábrica de Trubia hará otros 250 para España. Con lo cual se evitará el paro que se veía venir en la factoría.

Estupendo, combatiremos el paro vendiendo armas de destrucción masiva, y todos tan contentos. Y no se nos cae la cara de vergüenza. No hay otra manera digna de combatir el paro, de convertir la famosa factoría de Trubia en una fábrica de ambulancias blindadas, o de cochecitos y juguetes para niños sin piernas ni brazos que, al fin y al cabo, han sido sus víctimas y están tullidos o ciegos, los que no murieron, como consecuencia del empleo de las armas que ellos, u otros fabricantes de igual calaña, fabrican.

¿Es que nuestro Gobierno no tiene vergüenza? ¿A ustedes qué les parece, señor ministro de Industria y señora ministra de Defensa? ¿No tienen nada que decir? Señora ministra, usted ha sido madre hace poco y sabe lo que es preocuparse por la salud de un hijo. ¿Puede dormir por las noches con la conciencia tranquila? ¿Y usted, presidente Zapatero, cree que la mejor forma de solucionar el problema del paro consiste en vender muerte y dolor a los extranjeros, en lugar de utilizar la industria bélica nacional en la defensa exclusiva de nuestro Estado democrático? En cuanto a ustedes, ingenieros y trabajadores de Trubia: Hace unos pocos años había trabajo de sobra en España para gente de su calificación laboral. ¿No fueron capaces de renegar de esa vergonzosa industria y buscarse un empleo más digno? La industria de las energías renovables, por ejemplo, necesitaba gente con experiencia como ustedes. O también podían haberse ido voluntarios a una ONG de las muchas que intentan paliar el daño que ustedes hacen a la Humanidad.

Miren, yo he trabajado en la industria del tabaco y cuando me conciencié de que es un producto dañino para la salud, aproveché el primer ERE para jubilarme y dedicarme a otras cosas, entre las que está escribir en este blog y tocarles a ustedes, y a otros muchos, las narices.

Tomen ejemplo. Mejor dicho, haber tomado ejemplo cuando era posible, porque ahora se tendrán que fastidiar y en cuanto terminen de hacer esos dichosos 250 Leopard para echar más leña al fuego de Oriente Medio, se van ustedes al paro, que no sé de nadie que se lo merezca más.

Prefiero seguir perteneciendo a un país con problemas de paro que a uno con problemas de conciencia.


Miguel Ángel Pérez Oca.

lunes, 1 de noviembre de 2010

el 19 a las 20



















Ante los aires Presuntamente Putrefactos que circulan por nuestra política local, la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas (PIC) ha convocado una concentración en la Plaza del Ayuntamiento el Viernes 19 a las 20 horas, para exigir transparencia en los temas de corrupción ¡Ya! Se recomienda llevar velas. Los ciudadanos no podemos permanecer inpasibles ante los casos de presunta corrupción que están apareciendo en los medios, y el consiguiente silencio de los responsables. Los políticos del PP no tienen derecho a silbar y mirar para otro lado cuando circulan tan alarmantes noticias. Al menos, los del PSOE, por motivos mucho menos graves dimiten y se van a su casa, como Dios manda. Pero hay quien sostiene que los resultados de las urnas pueden absolver a los imputados por los jueces y confía en que los electores permanezcan adormecidos por su propaganda. Que se sepa todo con pelos y señales y que los votantes, si no quieren ser cómplices de la corrupción, se lo piensen muy bien antes de votar a quien no se lo merece. Así que, ya sabéis, el 19 a las 20 en la Plaza del Ayuntamiento. ¡TRANSPARENCIA YA!

Os lo recordaré cuando falten pocos días.