miércoles, 24 de febrero de 2010

EL RAPERO DE EUROVISIÓN Y EL EX PRESIDENTE, DOS ALMAS GEMELAS.




La otra noche sentí vergüenza ajena. Y el otro día también. Estaba yo viendo en la tele la transmisión en directo del certamen de canciones aspirantes a participar en Eurovisión. Cuando apareció el rapero John Cobra me hizo gracia. Era algo diferente, un rap, algo así como una especie de Chikilikuatre del año pasado, pero tomándoselo en serio. El muchacho, se le notaba, venía del barrio bajo y era un provocador. Me recordó al Ramoncín de los primeros tiempos, cada uno en su estilo. Su voz, extrañamente fina y el coro deslabazado de las dos chicas sorprendían. Bueno, me dije, no saldrá esto, pero es divertido. Sin embargo, al terminar la canción, o lo que fuese aquello, parte del público, sin duda formado por fans de otros artistas participantes, se puso a silbarle y abucharlo, y el chaval montó en cólera y respondió como le han enseñado a responder en el lugar de donde procede: se puso a manosearse el "paquete" y a gritar invitando a que le hicieran una felación. Qué follón se armó. La Igartiburu, armada de una paciencia y una profesionalidad infinitas, trataba en vano de cortar el bochornoso espectáculo; el inefable Iñigo condenó al barriobajero energúmeno al ostracismo eterno en el mundo de la música juvenil; y el chaval se ganaba la fama y el dinero de próximas entrevistas en la tele basura a base de tacos y gestos soeces. Después, cuando aparecía el salón donde los participantes esperaban las puntuaciones del jurado y los televidentes, al denominado John Cobra no se le vio por ningún lado. Supongo que los de seguridad le invitaron amablemente a marcharse a su casa. Quedó el último en la clasificación. Y ganó su antítesis, un muchacho dulce y con talante (!) que cantaba un vals.


Unos días antes, nuestro paradógico ex Jefe de Gobierno, don José María Aznar, daba una conferencia en una Universidad española. A la salida, unos estudiantes le gritaron, increpándole su ya histórica participación en la Guerra de Irak. Seguramente los insultos fueron graves, y el señor, educado en colegios de curas y casa católica y burguesa, les dirigió un gesto que ahora se llama "peineta" (creo que la palabra la aplicó por vez primera el "sabio" entrenador de fútbol Luís Aragonés), y que de siempre se ha llamado de otra manera y que significa, sin lugar a dudas: "iros a tomar por...". Y se quedó tan pancho, demostrando los frutos de su sofisticada formación intelectual.


¿Qué diferencia hay entre mandar a la gente a realizar una felación o mandarla a recibir una penetración sodomita? Viene a ser lo mismo. Pero en unos indivíduos, sin prestigio ni representación, y sin educación cara, tiene cierta justificación, que en un señor de categoría internacional no la tiene.


Ayer, el director de Televisión Española pidió disculpas a los televidentes y comentó que se buscará algún procedimiento de selección que evite en años próximos tan bochornosas situaciones.


Ahora, deberíamos recibir también las disculpas del señor Rajoy en representación del Partido Popular, por la actitud de su ex presidente, y que nos asegurara que en el futuro se van a buscar procedimientos para que no se vuelva a poner a un señor de modales chulescos al frente de su formación política. Sería lo justo y lo equitativo. Porque almas tan semejantes deberían recibir un mismo trato en sus respectivos ámbitos, ¿o no?


Pero, bueno, de un tío que visita el Vaticano, representando a España como Jefe de su Gobierno, y se fotografía con el Papa con las piernas ostensiblemente cruzadas, tanto él como su señora, demostrando así que no tiene ni pajolera idea de lo que es el protocolo ni el respeto, se puede esperar cualquier cosa, porque la chulería no es privativa de los pobres, sino todo lo contrario.


A pesar de sus orígenes tan dispares, son tal para cual.


Qué país.


Miguel Ángel Pérez Oca.

lunes, 22 de febrero de 2010

¿DÓNDE ESTÁN LAS PLACAS DE LA PLAZA DEL MERCADO?






Alicante es una ciudad llena de monumentos que no conmemoran nada ni están dedicados a nadie, como el jinete gordito que estuvo frente a la Estación de Madrid, el busto de Agamenón (¿qué tendrá que ver este héroe homérico con Alicante?) o la señora de bronce que mira el horizonte desde el Cocó. Además son monumentos andariegos, que ya han sido casi todos cambiados de lugar alguna vez. Todo este sistema de conmemorar la nada fue invento del inefable alcalde Díaz Alperi, que, indudablemente, le tenía fobia a la memoria histórica y prefería una ciudad amnésica y “modelna” llena de cemento y figuritas inexpresivas. A las viejas esculturas (la mayoría obra de los Bañuls), como las dedicadas a Arniches, Chapí, Gabriel Miró y el doctor Rico, solo se añadió una en este indefinible periodo municipal: la figura en bronce del querido y añorado Gastón Castelló, sentado en un banco de la Plaza del Mercado, mirando al cielo, invitando a sentarse con él a charlar de mil cosas.
La escultura, de excelente realización, es obra de la artista polaca Isabela Jaiello, que ganó el concurso convocado para ello. A los pies de la figura entrañable de nuestro pintor había una plaquita incrustada en el pavimento que nos indicaba el nombre del personaje y algún dato más que no recuerdo, ni puedo comprobar porque esa plaquita ha desaparecido.
Primero, y como consecuencia de la renovación del pavimento de la plaza, el monumento fue cambiado de sitio, desde donde estaba ubicado, un lugar preferente y muy concurrido, visible desde los vehículos que circulan por la calle Calderón de la Barca, hasta el rincón más apartado y desierto de la plaza, allá al fondo, semioculto por los puestos de flores y las terrazas de los bares. Pero, además, al colocarlo en el nuevo sitio, siguiendo la tradición mudable de nuestro Ayuntamiento, desapareció la placa con el rótulo que definía al personaje. Hay quien dice que la famosa y modesta plaquita ya había desaparecido con anterioridad a la mudanza, no sé. El caso es que ahora, nadie que no sepa las circunstancias propias de la estatua puede adivinar quién es el representado. O sea, que el único monumento identificable que erigió Alperi, ha pasado a formar parte de la nómina de monumentos anónimos dedicados a la Nada y al Nadie que pululan por nuestra ciudad. Gastón Castelló se ha convertido en un señor anónimo sentado en un banco, allá al fondo de la plaza sin nombre (debería llamarse “Plaza del 25 de Mayo”, porque lo “del Mercado” es una obviedad que no define nada).
Ni Gastón Castelló podía haber sido peor tratado, ni el Ayuntamiento podía haber quedado peor.
Me figuro que la mudanza de Gastón se debió a la “inminente” instalación, en el
pavimento,muy cerca de su banco, de otra placa, esta nonata todavía, que se ha de colocar en homenaje a los 300 muertos del bombardeo del 25 de mayo de 1938. Placa ésta que está terminada y dispuesta para montarse en su sitio. De hecho, en el suelo frente a la puerta del Mercado, hay una zona cuadrada de diferente material que es sin lugar a dudas el lugar designado. ¿Por qué no se ha puesto todavía esta otra placa? El concejal Miguel Valor dijo en unas declaraciones recientes que estaría colocada antes del final de 2009 y, por lo que sea, ha faltado a su palabra. Lo siento mucho, porque Valor me parece un hombre cabal y cumplidor que se ha ganado el respeto de todos con su labor a favor de los monumentos alicantinos. Entonces, ¿por qué no está puesta ya? Pues nos dijo la Alcaldesa que por un malentendido acerca de una sola palabra en el rótulo. Los miembros de la Comisión Cívica de la Memoria Histórica presentaron un texto en el que se definía a los atacantes del terrible bombardeo como “aviadores fascistas italianos”, y a la señora alcaldesa eso de “fascistas” le parece de mal gusto. Pero, vamos a ver: lo de “aviadores fascistas italianos” es una definición histórica, similar a “tropas francesas napoleónicas” o “ejército sudista americano”. No se trata de un epíteto peyorativo. Los capitanes Zigiotti y de Prato, perpetradores de la matanza, eran aviadores voluntarios de la aviación fascista italiana, estaban orgullosos de serlo y se identificaban como tales. El régimen político de la Italia de entonces era el partido fascista de Mussolini. Nada más. Si se hubiera omitido lo de fascista y se hubiera dejado solo la nacionalidad, el texto no sería lo suficientemente explícito, porque combatientes italianos los había en los dos bandos en lucha. Si se hubiera omitido la nacionalidad y dejado lo de “fascistas”, algunas personas de la derecha actual se podrían ofender y dirían que no todos los que luchaban en el bando Franquista eran fascistas (los había monárquicos, requetés, agrarios de Gil Robles, católicos y, desde luego, muchos fascistas, que fueron todos metidos con calzador en Falange con el decreto de unificación). Así que esta es una polémica estéril. Y llegará el próximo 25 de mayo y la placa se quedará sin poner por culpa de un equívoco que quizá delata la ignorancia histórica de nuestra alcaldesa; lo que me parece muy raro porque me dio la impresión de que es muy lista.
Así que a ver qué hacemos, señora Alcaldesa. ¿Qué pasa con las placas de la Plaza del Mercado? ¿Rescatamos del anonimato a nuestro Gastón Castelló poniéndole de nuevo una placa rotulada a sus pies? ¿Colocamos de una vez el recordatorio a las 300 víctimas del bombardeo antes de que se muera el último abuelito superviviente? ¿O seguimos el excelso camino del anterior alcalde y hacemos oídos sordos a los ciudadanos que se preocupan por el prestigio de una ciudad que quiere mantener su identidad y respetar su historia?

Miguel Ángel Pérez Oca.

jueves, 18 de febrero de 2010

LAS VACAS SAGRADAS NO ME MOLAN


Que no, que las vacas sagradas no me molan, que odio a los pretendidos "líderes de opinión" y que odio ser políticamente correcto, ¿está claro? Pues eso, que a mi Marlon Brando siempre me pareció un actor mediocre y engreído; que nunca me ha gustado Picasso, ni siquiera en sus etapas rosas, azules y tal, con sus personajes inexpresivos; que Miró me parece repetitivo y Tapies innecesario. Que Camilo José de Cela, además de un prepotente, y salvados, relativamente, su "Familia de Pascual Duarte", su "Viaje a la Alcarria" y su "Colmena", me parece un escritor que no vale un Nobel, indiferente y egocentrista, incapaz de sufrir con sus personajes, incapaz en su arrogancia de sentir compasión o ternura por sus propias criaturas. Que Delibes sí se merecía el Nobel y no se lo dieron porque no estaba en la lista de los divinos. Que al lado de Sorolla la totalidad de los impresionistas francieses son un atajo de infelices; que la música concreta es una burla infecunda; que el arte abstracto solo se salva si demuestra tener mérito. Porque yo, y todos los seres humanos que conozco, van al circo o a una exposición para admirar el mérito de otras personas que hacen lo que los demás no somos capaces de hacer. Si yo fuera capaz de evolucionar en un trapecio a 20 metros de altura, ne nocesitaría ir al circo a verlo hacer a otros. Si yo fuera capaz de hacer lo que alguno de esos "creativos" que se autodenominan artistas, y lo somos la mayoría, si no nos lo impidiera una mínima decencia, no deberíamos molestarnos en ir a ver exposiciones de engendros y tomaduras de pelo. Hay gente que tiene un mérito enorme: Miguel Hernández, el poeta que hacía versos con sus vísceras, que sentía su alma en sus órganos internos, que le dolían los versos, es la antítesis de don Camilo. Dalí es un genio, mal visto por la izquierda por su aproximación al poder franquista y a los dólares americanos, pero, innegablemente, un genio. Quien ha visto las manos de Gala en el pequeño retrato del Museo de Figueras, que las compare con las de los personajes de los cuadros de Velazquez o de Goya o de Vicente López, y ya me dirá si tengo o no razón. Durante años, en los libros de Arte no aparecía Dalí, porque no se podía ser progresista y admirarlo. Pues yo soy rojo y lo admiro, aunque me repugne el personaje en sí ¿qué pasa? Prefiero Van Gogh a Gaugin, porque tras el primero adivino un sufrimiento creador de valores inefables. Prefiero la literatura de ciencia ficción, para mi el género literario más creativo del siglo XX y espero que del XXI, a los ladrillos de 500 páginas de rollos a lo fino que tanto se llevan; porque estoy convencido que no hay una sola historia que no se pueda contar en menos de 200 páginas, incluido el Quijote si lo despojamos de los cuentos e historias "colaterales" y de una segunda parte que no fue más que una respuesta reiterativa a un aprovechado. Confieso que estoy hasta el gorro de "Casablanca" y de aquel Bogart que hubiera sido incapaz de protagonizar una película de romanos. Me gusta Quevedo porque se ciscaba en todo, amo a Vicente Blasco Ibañez y a Gabriel Miró, al uno por sus historias, al otro por su sentido y refinado lenguaje, a los dos por su coherencia; y nunca soporté a Paco Umbral ni soporto a Pérez Reverte. ¿Qué le vamos a hacer?

Yo me proclamo libre, entera, absoluta y definitivamente LIBRE para opinar lo que me dé la gana sobre Arte y Literatura y a decir, siempre que me salga de las gónadas, que no me molan las vacas sagradas ni los genios oficiales ni los líderes indiscutibles.

No digamos nada si hablamos de política. Ahí soy iconoclasta hasta la médula. Me joden los líderes políticos y me avergüenza el culto a la personalidad.

Y el que no me quiera, que no me compre.

Que a gusto me he quedado y qué seguridad tengo de que a muchos les gustaría decir algo así si se atrevieran.

¡No seáis políticamente correctos, coño!

No sea que los carotas os engañen una vez más.

Hala.

Miguel Ángel Pérez Oca.

jueves, 11 de febrero de 2010

LOS VERSOS QUE NO ESCRIBIÓ MIGUEL


¿Os imagináis un mundo sin El Quijote, sin Hamlet, sin la Capilla Sixtina, sin Las Meninas, sin El Pensador, sin Lo Fatal, sin la Catedral de León o sin el Potala? Un mundo sin una de esas maravillas es como Nueva York sin las Torres Gemelas, un lugar en cuya silueta falta algo sustancial, algo que parece imprescindible, a pesar de que nadie lo echaría en falta si nunca hubiese existido. ¿Sabemos lo que se quedó Cervantes sin escribir, o Miguel Ángel sin esculpir? Nos falta, pero no lo sabemos; aunque Cervantes y Miguel Ángel murieron de muerte natural y quizá habían ya dado todo de sí... Pero Miguel Hernández vivió tan poco. ¿Qué hubiera escrito Miguel si, en lugar de morir de abandono en la enfermería de la cárcel de Alicante, a los 32 años, hubiera alcanzado la vejez, si hubiera encontrado sitio en el Stanbrook, o una plaza en el avión de Alberti, o si alguien se hubiera distraído en la frontera de portugal? ¿Qué cosas hubiera escrito, si en 10 años escribió lo que escribió, si hubiera dispuesto de otros 50 para asombrarnos con su sensibilidad visceral y profunda, para crear poesías que superasen lo insuperable, que fueran aún más allá de la elegía a Ramón Sijé o a las Nanas de la Cebolla? ¿Qué nos robó aquel maldito cura Almarcha cuando lo dejó morir de tisis por haber olvidado sus melífluas enseñanzas y hacerse comunista?

Como siempre, la Iglesia evita mancharse las manos de sangre, pero no por ética sino por simple higiene, y entrega al hereje al brazo secular para que lo ejecute. Una firma de Almarcha en un papel hubiera bastado para que Miguel fuera tratado en un sanatorio antituberculoso, entonces, cuando ya empezaba a haber penicilina. Pero ni siquiera le dejó ver a su Josefina y su Manolito, porque no estaba casado por la Iglesia. Almarcha, hipócrita y rencoroso, nos robó toda la obra de Hernández posterior a su muerte, su obra potencial, un enorme monumento poético que jamás conoceremos. Es como si alguien hubiera dejado morir al otro gran Miguel, el de Cervantes, en Argel, y así nos hubiera robado el Quijote. No lo sabríamos, la palabra "Quijote" no nos diría nada, pero España y el Mundo serían diferentes. Lo que nos robó el maldito cura Almarcha es de un valor incalculable. El mundo entero perdió 50 años de poesía inédita en la cima suprema del arte de hacer versos, esos versos que Miguel Hernández no llegó a escribir porque un cura indigno no estampó su miserable firma en un papel.

Hace unos días visité la casa museo de Miguel Hernández en Orihuela y estuve en su huerto, al pie de su higuera, sin apenas atreverme a rozar con la punta de mis dedos su rugosa corteza, y me vinieron los versos de Miguel a la cabeza:


"Temprano levantó la muerte el vuelo

Temprano madrugó la madrugada

Temprano estás rodando por el suelo"


y después...


"Volverás a mi huerto y a mi higuera

por los altos andamios de las flores

pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores..."


Y allí estaba yo, en aquel inmortal huerto, junto a la ya eterna higuera, y el vello se me puso de punta y las lágrimas tuvieron que ser contenidas por pudor ante el resto de los visitantes. Mi hija Marina dice que yo "lloro para adentro", y tiene razón.

Si Miguel no hubiera muerto tan temprano y de una manera tan cruel y humillante... Si hubiera podido regresar a su huerto y a su higuera... ¡Maldito obispillo Almarcha! ¡Qué tesoro incalculable le robó al mundo aquel tipejo mezquino, rencoroso e inmisericorde! ¡Qué lástima, en su caso, que no exista el Infierno... ni el Cielo, ni ese Dios vengativo y soberbio que él predicaba y del que se mostró tan digno siervo!

Por su culpa, nadie nos podrá devolver nunca los versos que no escribió Miguel.

Miguel Ángel Pérez Oca.

jueves, 4 de febrero de 2010

REFLEXIONES DE UN VIEJO PENSIONISTA


Los días primero de cada mes, en la sucursal bancaria donde tengo mi cuenta, se forma una interminable cola de viejecitos y viejecitas que acuden a retirar su magra pensión. Son gente de antes y quieren ver su dinerito y contarlo y guardárselo en casa para ir tirando durante el resto del mes. No les gustan los cajeros automáticos ni las tarjetas de crédito y prefieren calcular los precios en pesetas y pagar y cobrar en contante y sonante.

El señor Paco es uno de ellos. Tiene ya 90 años, y le falta una pierna a causa de la diabetes, habla más que escucha, entre otras cosas porque está bastante sordo, y se desplaza todas las mañanas de buen tiempo en busca de sol sobre una silla de ruedas que empuja una señora ecuatoriana con los papeles en regla, eso sí, que el señor Paco es muy legal para todo. Hace ya tres años que tiene solicitada una ayuda conforme a la Ley de Dependencia y aún no le han contestado; así que entre el sueldo de su asistenta y los gastos de la casa, la pensión siempre se le queda corta y los dineros que durante toda su larga vida estuvieron ahorrando él y su difunta esposa con tantos trabajos y sudores, va menguando mes tras mes en su cuenta bancaria, en una desesperante carrera entre la extinción del dinero disponible y la extinción del señor Paco. El final, inevitablemente trágico, es solo cuestión de tiempo.

-En Valencia prefieren ver carreras de coches y regatas y que venga el Papa a darles bendiciones antes que ocuparse de los viejos. Como los de PP son tan católicos, con confesarse y comulgar lo tienen todo arreglado y no les remuerde la conciencia... - suele decir en voz alta, no sé si a causa de su sordera o para que le oigan todos.

El otro día, después de entregar su libreta de ahorros en la ventanilla, y cobrar su pensión, sacó del bolsillo de la chaqueta una carta oficial del Ministerio de Trabajo y se colocó las gafas para cotejarla con las anotaciones de su cuenta.

-¿Ves, Dorita - le decía a su asistenta - ? Nos han engañado. Me han pagado lo que dice la carta.

Y se volvió hacia la empleada de la ventanilla.

-Alguien me tiene que explicar esta tomadura de pelo.

Y ante la cara de estupor de la bancaria, que tenía ante sí una interminable cola de ancianos iracundos, me ofrecí a asesorar al bueno del señor Paco.

-¿Ve, usted?, en esta carta dice que me han subido la pensión un uno por ciento.

Y me enseñó el impreso.

"Importe mensual en 2009 .- 1013,50 €"

"Revalorización 2010 (1%).- 10,14 €"

"Importe mensual 2010.- 1023,64 €"

-Hasta aquí, todo bien, poco, pero bien, ¿verdad?, pero siga leyendo...

"Retención IRPF: Tipo 6,35%.- 65,00 €"

"Importe líquido mensual 2010.- 958,64 €"

-¿Vale?

-Sí, señor Paco, pero ¿a dónde quiere ir a parar?

-Pues, mire usted mi libreta, ¿qué me han pagado este mes?

-Le han pagado los 958,64 € que dice la carta.

-Ahora mire lo que cobraba yo el año pasado...

Y miré las hojas anteriores de la libreta. Cada mes, tras el epígrafe "Pensiones", se podía leer la cantidad de 981,17 €.

-¿Ve? este año cobro menos que el año pasado y me dicen que me han subido la pensión. Me están engañando...

-¿A usted solo? - le dijo otro anciano grueso, con gorra de pana -. A todos, a todos los viejos nos entán engañando estos del Gobierno - y esgrimía también otra carta del ministerio de marras.

-Porque, si no me equivoco, 981,17 menos 958,64 son...

Y yo me adelanté al cálculo mental.

-Son 22,53 €

-Y eso por 12 meses...

-No, por 12 meses no, por 14 pagas.

-Peor me lo pinta.

-Son 315,42 €

-O sea que me dicen que me han subido el 1% y me pagan 315,42 euros menos al año, que en pesetas serían...

Tuve que sacar bolígrafo y papel.

-Pues 315,42 por 166, exactamente 52.359,72 pesetas.

-¡Me roban cincuenta y dos mil pesetas y me dicen que me han subido la pensión! ¡Ladrones, ladrones!

Yo intenté calmarlo, explicándole que esas retenciones se le liquidarían cuando hiciera la Declaración de la Renta y, probablemente, le saldría a devolver.

-¿Cuando? ¿Ahora en mayo, cuando me manden el borrador?

-No, ahora en mayo es la declaración del año pasado, o sea de 2009. Será cuando haga la de este año, o sea en mayo del 2011, y si le sale a devolver, pues lo cobrará uno o dos meses después.

Y el señor Paco me miró de una forma que me hizo extremecer.

-Mire, usted, yo ya tengo 90 años. ¿Cree usted que me importa mucho lo que me puedan devolver dentro de año y medio? Si lo más seguro es que yo ya no esté para cobrarlo. ¡Yo quiero mi dinero ahora! Lo han dicho en esta carta y es mentira. Esta carta es una burla y un insulto... pero la próxima vez los va a votar su tía.

Y el resto de los abueletes asentía en medio de un clamor general. Hasta la empleada del banco movía la cabeza arriba y abajo, en apoyo del señor Paco. Y eso que en las últimas elecciones la había visto en el colegio electoral de interventora del PSOE.

-Y usted - le dijo el señor Paco a la joven bancaria - aplíquese el cuento, que la quieren jubilar a los 67 años. Como ven que la vida se ha alargado, no van a dejar que la sobra de tiempo la disfrutemos nosotros, cuando nos pueden explotar dos años más. Y no quedará ahí la cosa...

-Pues, eso que éstos son los socialistas- apuntó el de la gorra - que como ganen los otros, veremos lo que nos hacen a todos para arreglar lo de la crisis, lo de la crisis de ellos, claro.

-Pues, eso, que menos mal que para el 2012 yo ya no estaré - concluyó el señor Paco -, porque me iba a joder mucho tener que elegir entre Caperucita Roja y el Lobo.

Y todos echaron unas risas casacadas por la bronquitis y el tabaco.

Pero el señor Paco se puso muy serio.

-Yo estuve en la batalla del Ebro, ¿saben? y vi correr ríos de sangre, y morir a muchos compañeros gritando "Viva el Socialismo". Y lo que es peor, tuve que matar. En un combate cuerpo a cuerpo vino hacia mí un soldado de Franco con la bayoneta calada y yo le apunté entre los ojos, disparé y lo dejé frito. Se cayó de espaldas, mirándome, mientra la diñaba. Y esos ojos se me quedaron clavados en el alma. Y ahora, cuando cada noche me sientio más cerca de la muerte, esos ojos se hacen cada vez más grandes y más acusadores. Aquel hombre debía tener madre y quizá mujer e hijos, y yo lo había matado y me había manchado las manos de sangre para que triunfaran la Democracia y el Socialismo. Y ahora hay democracia y mandan los socialistas... y me roban cincuenta y dos mil pesetas.

Y dos lágrimas increiblemente gruesas corrieron por las mejillas del viejo.

-Y si ganan los otros aún será peor - concluyó, dándole la razón al de la gorra -. Porque si estos, que de rojos solo tienen la caperucita, se atreven a hacer cosas así, ¿qué harán esos lobos con traje de señorito que aún no me han pagado lo de la Ley de la Dependencia?

-Entonces, ¿a quien tenemos que votar? - preguntaba un anciano calvo que se apoyaba en una muleta ortopédica.

-Depende - contesto el señor Paco.

-¿Depende de qué?

-De que tengamos la absurda pretensión de que nuestro voto sirva para algo o nos conformamos con que sea solo un testimonio de que estamos hasta los cojones, con perdón de las señoras.

-Hombre, yo es que no quiero que mande el PP. Eso es aún peor que estas tonterías que hace el PSOE - arguyó el de la muleta - Yo creo que estos lo hacen mal, pero con buena intención, mientras que los otros lo harán peor y, además, con toda la mala leche de los señorones que se creen superiores a los trabajadores y los viejos.

- Pues vota a Izquierda Unida, que es de izquierdas de verdad, que ya sabemos que no va a tener una mayoría en el Parlamento para poder gobernar, pero que podrá cantarles las cuarenta a todos estos incompetentes y piratas que nos mandan... Qué pena que ya no se presente Labordeta, que los mandaba a la mierda... Pero, bueno, si no te apetece calentarte la cabeza, pero quieres dejar claro que estás harto, vota en blanco, o mejor a Elsa Pataky, que al menos está buena, y usted, señora, a Brad Pitt, no se me vaya a enfadar - cerró la conversación en un característico gesto de humor socarrón que todos le conocemos desde hace mucho tiempo y que es el que, sin duda, le ha ayudado a sobrevivir casi un siglo de injusticias y humillaciones en esta asquerosa sociedad capitalista.

Sin embargo, al marcharse, vi cómo se miraba las manos y se le humedecían los ojos.

-Me han robado cincuenta y dos mil pesetas... a mí, que maté por ellos.

Y yo me pregunto: Si la única alternativa "util" que tenemos es votar a Caperucita Roja o al Lobo, ¿creen ustedes que de verdad vivimos en una democracia?


Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 2 de febrero de 2010

Del pensionista Mikelántropo Alikantinensis.


Os voy a transcribir un correo que hace unos días he mandado a un montón de amigos. Le he quitado algunos tacos y frases malsonantes que fácilmente adivinaréis; pero conservo el sentido general de esta especie de artículo desahogo que he escrito y publicado aún a riesgo de enfadarme con algunos buenos amigos a los que siento haber ofendido. Ellos no se lo merecen, pero ciertos personajes de la llamada "izquierda moderada" sí.


Dice así:


"Papá", "mamá..." ya voy aprendiendo de nuevo a hablar y también sé hacer "palmas palmitas" y cantar la Internacional (versión marxista leninista) con el puño cerrado. Estoy empezando a despertarme de los ansiolíticos, pero me parece que voy a volver a tomármelos y sumirme de nuevo en el maravilloso mundo de Morfeo y los "erotic dreams" de la tele porno, porque el mundo que me encuentro al regresar de mi viaje al planeta Dormitonia es todavía peor que el que dejé cuando me convertí en el Bello Durmiente. Acabo de recibir una misiva del Ministerio de Trabajo e Inmigración (Gobierno de España... ¿o desgobierno? bueno, lo que sea) donde me dicen que me suben la pensión un 1% y después de comunicarme también lo que me retienen resulta que lo que cobro, que es lo que me interesa a mi y a todos los viejecillos provectos, chochos y , a pesar de ciertos politicastros, votantes, es que me han bajado la pasta contante y sonante algo así como casi 200 € al año (exactamente 13,92 € al mes). O sea, que me lo han subido pero me dan menos. Y, claro, el pensionista que no entiende de macroeconomía y cálculos de graduado social, se cisca en el señor de las cejitas. ¿Sabéis que os digo? Que le den morcilla al chico este del talante y de lo políticamente correcto, que se vaya a hacer puñetas con sus poses de niño bueno y de chico listo... ¿Veis lo que he cambiado? Se acabó el voto útil,a partir de ahora me hago votante de Izquierda Unida, como mi entrañable compañera literaria Ángeles Cáceres, porque tener que elegir entre la derecha franquista y la derecha gilipoyas-progre-correcta, o sea, entre los sinvergüenzas y los tontilocos, no me sale de los artributos esos que hay en las proximidades de la santa próstata. Que no, que a esta gente le pasa algo en las meninges y se han quedado tontos ( o lo eran ya pero lo disimulaban mejor). Mirad, el PP tiene la FAES, ese gabinete que estudia la forma de que ganen las elecciones a cambio de lo que sea, pero el PSOE debe tener un gabinete que estudia la forma de que las pierdan inevitablemente, irrefutablemente y gilipoyamente. Digo yo si no será que alquilan la FAES los fines de semana para que les den ideas (eso que se hace con el cerebro cuando se usa) y se las administren por vía rectal (que es por donde se piensa cuando no se sabe usar la mollera). El año pasado nos dieron los famosos 400 € de tal manera y combinación de menores retenciones y arreglos en la Declaración de la Renta, que consiguieron que no se enterara nadie, y ahora nos suben las pensiones de forma que parezca que las bajan. "Oye - nos dicen, como si fuéramos tan idiotas como ellos - te subo la pensión y te pago menos que antes". ¿ A que suena a burla si no supiéramos que es incompetencia?

Y además asustan al personal diciendo que están estudiando (?) la forma de que la gente se jubile a los 67 años y que solo se puedan prejubilar los altos directivos, es decir, los mamarrachos que han provocado la crisis, precisamente. ¿Pero están locos o qué? ¿Y lo de los "temores" de que la Seguridad Social no se va a poder autofinanciar? Pues, ¿qué pasa si la caja de la Seguridad Social no alcanzase para todas las pensiones? ¿Acaso se autofinancia el Ejército, o el Cuerpo Diplomático, o las carreteras (excepto las autopistas de pago, que son las menos)? Si un día el Gobierno no tiene para pagar a los viejos, que vendan un portaaviones, coño. ¿Es que los soldados se pagan los tanques y los fusiles? ¿Es que los jueces van por la tarde al Juzgado a hacer bricolaje para arreglar el mobiliario? ¿Por qué solo el sector de las pensiones se tiene que autofinanciar? ¿Porque lo dice un puto economista de tres al cuarto, sacerdote del dogma del Santísimo Mercado Libre? Si se puede pagar un carísimo avión de combate ( o mil ) con los impuestos generales que pagamos todos, también se podría cubrir el déficit de las pensiones de la misma manera, ¿o no?

Yo fui de los que gritaron "¡Zapatero, no nos defraudes!" Pues bien, no me ha defraudado, porque una vez comprobado que a este chico le falta un hervor, un disminuido que piensa las palabras de una en una no puede defraudar a nadie. ¿Y todos los tontitos lameculos que le rodean: la prima donna Pagín, de perfecta declamación teatral, y el tontiño de Pepiño...? Que se vayan a hacer puñetas o se busquen a un jefe de verdad, que algunos válidos miembros del Gobierno merecerían alguien que los supiera liderar en lugar de liarlos en contradicciones y meteduras de pata. Y no os digo nada a nivel local (uf) y autonómico (puag) porque las lágrimas anegarían el teclado y se podría producir un cortocircuito que me espachurrara el ordenata.

Mejor me hincho de nuevo a Diazepán, Trankimazín, porros de lechuga y lavativas de opiáceos variados. Qué vergüenza, Dios.

Y ahí están, sin decir esta boca es mía, sin saber responder a los insultos y a las mentiras de los neofranquistas de la oposición, simpre guardando pudorosamente las formas, con su ya odioso talante, políticamente correctos e ineficaces, como con miedo a ofender, quitecitos en espera de que el profe (el pueblo) los mande a correr al patio, por bobos, y dejando que el tonto de la clase, el niño Rajoy, gane las elecciones por incomparecencia del rival y le toque la Jefatura del Gobierno en una tómbola.

La culpa la tengo yo por haber votado a unos señoritos que se metieron en el PSOE porque estaba de moda y molaba mucho. Y que me perdonen los socialistas de verdad, que lo que tienen que hacer, digo yo, es ponerse a gritar tacos malsonantes de una vez, en lugar de cogérsela con papel de fumar, y que pierdan el miedo a quedarse sin su puesto en el partido a causa de cualquier puñalada trapera de la "familia" de un presunto y autodefinido candidato a jefe de la oposición local, autonómica o nacional.

Recibid los más iracundos y desesperados saludos fraternales de este que ha empezado a añorar los tiempos en que se cazaban mamuts y la gente se vestía con pieles de oso piloso. Uno, entonces, no tenía que sufrir el periódico espanto de temer que quizá está votando a un incompetente, un histrión vacío o un malnacido corrupto para que le gobierne los próximos 4 años. Entonces se le pedía consejo al viejo más sabio y se iba uno detrás del compañero más bruto a matar al mamut más tonto. La vida era sencilla para mi antepasado Mikelántropo Alikantinensis.

Uh, uh.


Miguel Ángel Pérez Oca (en estado de desesperación política).