viernes, 16 de abril de 2010

¿ES JUSTA LA JUSTICIA?


Me encuentro perplejo y hasta me da miedo lo que estoy pensando. Porque ¿es justa la Justicia? Llevamos ya cuatro años que el Tribunal Constitucional se debate en incertidumbres ante el Estatut de Catalunya. Y el Supremo se está pensando si Gazón prevaricó o no en el caso de la investigación de los crímenes del Franquismo. En ambos casos unos miembros del honorable Tribunal piensan una cosa y otros otra. Pero, vamos a ver: ¿Es que las leyes no son lo suficientemente explícitas, para que no haya lugar a dudas? Si la sentencia se acuerda por mayoría y se supone que la decisión del Tribunal es justa, ¿son injustos los juecen que no están de acuerdo con ella? Si a la vista de las denuncias y de las leyes no se puede saber cuál va a ser la decisión del tribunal, ¿por qué hemos de suponer que la sentencia final va a ser justa? He oìdo comentar a algún abogado, respecto a un juicio cualquiera, que la sentencia dependerá del juez "que nos toque". ¿Cómo? Si hay jueces que dicen una cosa y otros que dicen otra, y solo puede haber una justicia, la justa, ¿todos los juicios son justos? No sé qué pensar. Quizá el error estriba en llamar "Justicia" a las decisiones de los tribunales. Se deberían llamar "decisiones administrativas sobre presuntas violaciones de la legalidad vigente". Quizá el error es consentir las pretensiones de infalibilidad y autoridad moral de unos funcionarios que obtienen su puesto en oposiciones juzgadas por sus futuros compañeros y que ejercen el tercer poder del Estado sin haber sido elegidos por el pueblo. Que no se siga representando a la Justicia con una venda en los ojos "imparcial ante los delincuentes", que se la represente con los ojos abiertos, muy abiertos, y la mente llena de ideas preconcebidas de orden moral, político, e incluso posibles prejuicios de todo tipo. Que, al fin y al cabo, sus señorías son personas y como tales sujetas a múltiples subjetivismos.
Y yo sigo perplejo. ¿No sería mejor que los jueces supremos y constitucionales se fueran de vacaciones y se respetara la voluntad del pueblo catalán con su Estatut y del señor Garzón en su ánimo de juzgar de una vez los crímenes, genocidios y monstruosidades del funesto Franquismo? Es que van a acabar con el poco espíritu ciudadano que nos queda.

¿Verdad?

Miguel Ángel Pérez Oca.

1 comentario:

Joaquín Botella dijo...

Mi padre afrontó un proceso civil por una suspensión de pagos de casi 400 millones de pesetas, a finales de los ochenta: si hay un mundo corrupto, es, desde luego, el judicial. Doy fé, que para eso soy fedatario público de profesión, aunque no cobre lo mismo qeu los notarios.

Joaquín Botella