Mi amigo Joaquín Botella me manda un artículo de un sacerdote progresista - José Miguel Burgui - que es muy interesante. A mí, la verdad, lo que le ocurra a la Iglesia me tiene sin cuidado, y en todo caso, vista su desagradable historia, lo tiene merecido; pero comprendo que hay mucha gente de bien que no quiere prescindir de ella y de la fe cristiana. Por eso creo que resulta muy ilustrativo ver el punto de vista de esas buenas gentes que no se merecen la Iglesia que tienen.
Ahí va, con una introducción del amigo Botella.
José Miguel Burgui Ongay es el segundo cura con el que he hecho amistad en mis 49 años de vida (estudié diez en los Maristas y, tal y como me habían enseñado ellos, me sacudí el polvo cuando me “invitaron” a abandonar la institución). José Miguel es salesiano y fue profesor de Religión de mi hijo cuando tenía quince años. A esas edades, en las que el profe es el enemigo a batir, me sorprendió que a mi hijo le cayera bien el curica. Así que le mandé recado con el francotirador, él aceptó satisfacer mi curiosidad y nos vimos un día. Desde entonces, hace ya... ¡nueve años!, no hemos tenido oportunidad de volvernos a ver, pero la amistad que se despertó en nuestro encuentro se ha conservado a través del correo electrónico. El último email, por venir, precisamente, de un sacerdote, me llamó especialmente la atención, y por ello le pedí al dueño de este blog que lo publicara: muchas gracias, una vez más, mi buen amigo Miguel Ángel.
¿Qué quién es José Miguel Burgui Ongay? Bueno, su interminable currículo comienza con la siguiente reseña:
1942-UJUÉ (Navarra), 31 Julio, S. Ignacio de Loyola. Es el 9º hijo de 10. Luis y Martina.
Y el resto he intentado resumirlo de la siguiente manera: cuenta, entre otros títulos académicos, con dos licenciaturas (Letras y Ciencias Catequéticas); es fundador de diversas asociaciones para hacer mejor la vida (grupos de scouts, bandas de música...); colaborador en multitud de actividades (campamentos, guía en las catacumbas...); viajero impenitente, ha vivido en numerosos lugares de España, y en Roma; es un escritor empedernido (ensayo, poesía, cuento...); pero, su peor defecto, aparte de ser párroco y un profesor de Religión capaz de conquistar a sus alumnos (circunstancia que aprovecha alevosamente para, sin emperrarse en salvarlos de las calderas de Perico Botero, trasmitirles su solidaria visión de la vida), es que es un vicioso del Camino de Santiago, a cuya cita viene asistiendo con cierta asiduidad desde 1984, pues sólo faltó en 1987. Todo ello sin olvidar que también es un atrevido internauta, porque no todos los jóvenes nacidos en 1942 tienen una web como la suya: www.burgui.net
Pero obras son amores y no buenas razones, así que aquí la dejo, amable lectora, con las reflexiones de mi amigo “el Burgui”, que sigue siendo coleguilla del que fuera su alumno, mi hijo, a quien, afectuosamente, él sigue llamando “el capullito”, seguramente sin pararse a pensar que ya es todo un hombre…
joaquinbotella.com
LA IGLESIA, ¿VA AL ABISMO?
¿NOS QUEDAMOS SOLOS?
He tomado algunos puntos de la carta enviada al Papa Benedicto XVI por parte del gran jesuita egipcio-libanés HENRI BOULARD, la cual rubrico. Tiene 78 años y es muy conocido por sus escritos, estudios, trabajo y empeño por la Iglesia. Lanza en la ca rta como un SOS. He resumido y asimilado, así espero, su contenido.
¿Se hunde? ¿Podrán las puertas del Infierno contra ella?
Veamos algunas cuantas constataciones:
1.- La práctica religiosa está en constante declive. Quienes frecuentan la Iglesia son personas mayores que pronto desaparecerán. Habrá que cerrar iglesias o transformarlas en museos, bibliotecas...
2.-Seminarios y noviciados se vacían. No hay vocaciones, ¿quién tomará el relevo?
3.-Muchos sacerdotes abandonan el sacerdocio y son bastantes y de edad los que llevan varias parroquias, cuando debieran estar jubilados.
4.-El lenguaje de la Iglesia es obsoleto, aburrido, repetitivo, moralizante, inadaptado a nuestra época.
Hay que inventar un nuevo lenguaje.
5.-Sólo se podrá hacer esto con una renovación en profundidad de la teología y de la catequéstica.
Nuestra fe es muy cerebral, abstracta, dogmática y se dirige muy poco al corazón y al cuerpo. Falta mística.
6.-Muchos cristianos se vuelven y miran las religiones de Asia, a sectas, new-age, ocultismos... Van a buscar el alimento que no encuentran y lo hacen en otra parte. Hoy la fe de otros tiempos son restos de un pasado acabado.
7.-En lo moral y ético los dictámenes del Magisterio son repetidos hasta la saciedad: matrimonio, contraconcepción, aborto, eutanasia, homosexualidad, matrimonio de sacerdotes, divorciados vueltos a casar...
Todo esto produce indiferencia. Estos problemas necesitan un tratamiento menos categórico y más pastoral, sociológico, psicológico y todo en línea evangélica.
8.-Europa ha llegado a la madurez y parece que la iglesia la trate como menor de edad. Este paternalismo de una Iglesia “Mater et Magistra” está desfasado. No sirve hoy. Los cristianos pueden pensar por sí y ya no se tragan cualquier cosa.
9.-Las naciones muy católicas de otros tiempos han dado un giro de 180 grados y han caído en el ateísmo, anticlericalismo, agnosticismo, diferencia. En otras naciones, el proceso esta en marcha.
10.-El diálogo con otras iglesias y religiones está en retroceso.
Frene a estos hechos, la reacción de la Iglesia es doble:
a)Tiende a minimizar la gravedad de la situación
Se consuela con la acción y vida de lo más tradicional y con los países del tercer mundo.
b)Apela a la confianza en el Señor, que la ha sostenido durante siglos.
Respuesta a todo esto:
-No es apoyándose en el pasado como se resolverán los problemas
-La vitalidad de las iglesias del tercer mundo es equívoca, aparente. Estas nuevas iglesias tarde o temprano pasarán por esto mismo.
-La modernidad es irreversible. La Iglesia le dio la espalda... El Vaticano II intentó recuperar cuatro siglos de retraso pero la Iglesia va cerrando puertas que se abrieron y se vuelve a Trento y al Vaticano I en lugar de ir al Vaticano III.
¿Seguiremos escondiendo la cabeza en la arena?
¿Por qué no mirar las cosas de frente?
¿Vamos a seguir dando la espalda a críticas en lugar de lanzarnos a la renovación?
Hay que mirar hacia delante, no atrás. La Iglesia debe ser “luz del mundo”, “sal de la tierra”, “levadura en la masa”.
La Iglesia está a la cola después que fue locomotora durante siglos.
La Historia no espera “Son menos cinco” y el vuelo sale, el tren se parte.
En nuestra época, el ritmo se embala y acelera.
En lo comercial, si se constata un déficit o disfunción, inmediatamente se reúne a expertos, se movilizan energías para ver y recuperar lo no ganado o perdido.
¿Por qué la Iglesia no hace algo de esto, moviliza energías, pone en marcha sus fuerzas vivas?
¿Pereza, dejadez, orgullo, falta de imaginación, falta de creatividad, quietismo, inseguridad, el Señor lo arreglará, falsa confianza que como en el pasado se superaron otras crisis?
Hoy es urgente una triple reforma, a saber:
1.-Reforma teológica y catequética para repensar y formular la fe para nuestros contemporáneos. Una fe que no significa, que no da sentido a la existencia, que sólo es adorno; no vale. Es el caso actual.
2.-Reforma pastoral. Repensar las estructuras heredadas del pasado.
3.-Reforma espiritual, revitalizar: -la mística – Repensar los sacramentos que tengan una dimensión existencial, en conexión con la vida.
La Iglesia hoy es demasiado formalista. La institución asfixia el carisma; cuenta la estabilidad exterior, la presentación, lo superficial, la fachada. ¿No seremos como los sepulcros blanqueados?
¿Soluciones?
Convocar un Sínodo general a nivel de toda la Iglesia universal en el que participaran todos los cristianos – católicos y otros- para examinar los puntos expuestos y más.
Así se llegarían a conclusiones claras de acción.
José Miguel Burgui Ongay
(www.burgui.net)
Ahí va, con una introducción del amigo Botella.
José Miguel Burgui Ongay es el segundo cura con el que he hecho amistad en mis 49 años de vida (estudié diez en los Maristas y, tal y como me habían enseñado ellos, me sacudí el polvo cuando me “invitaron” a abandonar la institución). José Miguel es salesiano y fue profesor de Religión de mi hijo cuando tenía quince años. A esas edades, en las que el profe es el enemigo a batir, me sorprendió que a mi hijo le cayera bien el curica. Así que le mandé recado con el francotirador, él aceptó satisfacer mi curiosidad y nos vimos un día. Desde entonces, hace ya... ¡nueve años!, no hemos tenido oportunidad de volvernos a ver, pero la amistad que se despertó en nuestro encuentro se ha conservado a través del correo electrónico. El último email, por venir, precisamente, de un sacerdote, me llamó especialmente la atención, y por ello le pedí al dueño de este blog que lo publicara: muchas gracias, una vez más, mi buen amigo Miguel Ángel.
¿Qué quién es José Miguel Burgui Ongay? Bueno, su interminable currículo comienza con la siguiente reseña:
1942-UJUÉ (Navarra), 31 Julio, S. Ignacio de Loyola. Es el 9º hijo de 10. Luis y Martina.
Y el resto he intentado resumirlo de la siguiente manera: cuenta, entre otros títulos académicos, con dos licenciaturas (Letras y Ciencias Catequéticas); es fundador de diversas asociaciones para hacer mejor la vida (grupos de scouts, bandas de música...); colaborador en multitud de actividades (campamentos, guía en las catacumbas...); viajero impenitente, ha vivido en numerosos lugares de España, y en Roma; es un escritor empedernido (ensayo, poesía, cuento...); pero, su peor defecto, aparte de ser párroco y un profesor de Religión capaz de conquistar a sus alumnos (circunstancia que aprovecha alevosamente para, sin emperrarse en salvarlos de las calderas de Perico Botero, trasmitirles su solidaria visión de la vida), es que es un vicioso del Camino de Santiago, a cuya cita viene asistiendo con cierta asiduidad desde 1984, pues sólo faltó en 1987. Todo ello sin olvidar que también es un atrevido internauta, porque no todos los jóvenes nacidos en 1942 tienen una web como la suya: www.burgui.net
Pero obras son amores y no buenas razones, así que aquí la dejo, amable lectora, con las reflexiones de mi amigo “el Burgui”, que sigue siendo coleguilla del que fuera su alumno, mi hijo, a quien, afectuosamente, él sigue llamando “el capullito”, seguramente sin pararse a pensar que ya es todo un hombre…
joaquinbotella.com
LA IGLESIA, ¿VA AL ABISMO?
¿NOS QUEDAMOS SOLOS?
He tomado algunos puntos de la carta enviada al Papa Benedicto XVI por parte del gran jesuita egipcio-libanés HENRI BOULARD, la cual rubrico. Tiene 78 años y es muy conocido por sus escritos, estudios, trabajo y empeño por la Iglesia. Lanza en la ca rta como un SOS. He resumido y asimilado, así espero, su contenido.
¿Se hunde? ¿Podrán las puertas del Infierno contra ella?
Veamos algunas cuantas constataciones:
1.- La práctica religiosa está en constante declive. Quienes frecuentan la Iglesia son personas mayores que pronto desaparecerán. Habrá que cerrar iglesias o transformarlas en museos, bibliotecas...
2.-Seminarios y noviciados se vacían. No hay vocaciones, ¿quién tomará el relevo?
3.-Muchos sacerdotes abandonan el sacerdocio y son bastantes y de edad los que llevan varias parroquias, cuando debieran estar jubilados.
4.-El lenguaje de la Iglesia es obsoleto, aburrido, repetitivo, moralizante, inadaptado a nuestra época.
Hay que inventar un nuevo lenguaje.
5.-Sólo se podrá hacer esto con una renovación en profundidad de la teología y de la catequéstica.
Nuestra fe es muy cerebral, abstracta, dogmática y se dirige muy poco al corazón y al cuerpo. Falta mística.
6.-Muchos cristianos se vuelven y miran las religiones de Asia, a sectas, new-age, ocultismos... Van a buscar el alimento que no encuentran y lo hacen en otra parte. Hoy la fe de otros tiempos son restos de un pasado acabado.
7.-En lo moral y ético los dictámenes del Magisterio son repetidos hasta la saciedad: matrimonio, contraconcepción, aborto, eutanasia, homosexualidad, matrimonio de sacerdotes, divorciados vueltos a casar...
Todo esto produce indiferencia. Estos problemas necesitan un tratamiento menos categórico y más pastoral, sociológico, psicológico y todo en línea evangélica.
8.-Europa ha llegado a la madurez y parece que la iglesia la trate como menor de edad. Este paternalismo de una Iglesia “Mater et Magistra” está desfasado. No sirve hoy. Los cristianos pueden pensar por sí y ya no se tragan cualquier cosa.
9.-Las naciones muy católicas de otros tiempos han dado un giro de 180 grados y han caído en el ateísmo, anticlericalismo, agnosticismo, diferencia. En otras naciones, el proceso esta en marcha.
10.-El diálogo con otras iglesias y religiones está en retroceso.
Frene a estos hechos, la reacción de la Iglesia es doble:
a)Tiende a minimizar la gravedad de la situación
Se consuela con la acción y vida de lo más tradicional y con los países del tercer mundo.
b)Apela a la confianza en el Señor, que la ha sostenido durante siglos.
Respuesta a todo esto:
-No es apoyándose en el pasado como se resolverán los problemas
-La vitalidad de las iglesias del tercer mundo es equívoca, aparente. Estas nuevas iglesias tarde o temprano pasarán por esto mismo.
-La modernidad es irreversible. La Iglesia le dio la espalda... El Vaticano II intentó recuperar cuatro siglos de retraso pero la Iglesia va cerrando puertas que se abrieron y se vuelve a Trento y al Vaticano I en lugar de ir al Vaticano III.
¿Seguiremos escondiendo la cabeza en la arena?
¿Por qué no mirar las cosas de frente?
¿Vamos a seguir dando la espalda a críticas en lugar de lanzarnos a la renovación?
Hay que mirar hacia delante, no atrás. La Iglesia debe ser “luz del mundo”, “sal de la tierra”, “levadura en la masa”.
La Iglesia está a la cola después que fue locomotora durante siglos.
La Historia no espera “Son menos cinco” y el vuelo sale, el tren se parte.
En nuestra época, el ritmo se embala y acelera.
En lo comercial, si se constata un déficit o disfunción, inmediatamente se reúne a expertos, se movilizan energías para ver y recuperar lo no ganado o perdido.
¿Por qué la Iglesia no hace algo de esto, moviliza energías, pone en marcha sus fuerzas vivas?
¿Pereza, dejadez, orgullo, falta de imaginación, falta de creatividad, quietismo, inseguridad, el Señor lo arreglará, falsa confianza que como en el pasado se superaron otras crisis?
Hoy es urgente una triple reforma, a saber:
1.-Reforma teológica y catequética para repensar y formular la fe para nuestros contemporáneos. Una fe que no significa, que no da sentido a la existencia, que sólo es adorno; no vale. Es el caso actual.
2.-Reforma pastoral. Repensar las estructuras heredadas del pasado.
3.-Reforma espiritual, revitalizar: -la mística – Repensar los sacramentos que tengan una dimensión existencial, en conexión con la vida.
La Iglesia hoy es demasiado formalista. La institución asfixia el carisma; cuenta la estabilidad exterior, la presentación, lo superficial, la fachada. ¿No seremos como los sepulcros blanqueados?
¿Soluciones?
Convocar un Sínodo general a nivel de toda la Iglesia universal en el que participaran todos los cristianos – católicos y otros- para examinar los puntos expuestos y más.
Así se llegarían a conclusiones claras de acción.
José Miguel Burgui Ongay
(www.burgui.net)
4 comentarios:
Sin rencor, pero deberian dar un paso al frente.
Epoca
Me pregunto. Còmo reunir a todos??
Còmo hacer que se pongan de acuerdo en algo?? La evoluciòn es sabia y da su lugar a cada uno, todo es perfecto tal como`està, toca a cada quien lo suyo por una eternidad... Slds. desde Panamà.
Gracias, amigo panameño. Siempre es agradable saber que lo leen a uno desde tan lejos... o tan cerca, según se mire.
Un saludo cordial.
Me reconforta, por un lado darme cuenta que hay quienes se plantean la renovación espiritual dentro de la iglesia y especialmente en el ser humano. Por otro lado, fui alumno de D. Miguel en el colegio salesianos de Cartagena y toda la vida me impacto su 'bondad', un cordial saludo y animo con el blog.
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