jueves, 7 de mayo de 2020

CATARSIS.



Catarsis, del griego Khátharsis, purificación. En la definición de tragedia de la Poética de Aristóteles, se entiende como purificación de las pasiones del ánimo mediante las emociones que provoca la contemplación de una situación trágica.
Una catarsis, cuando se produce, nos deja a todos desnudos del alma; y así quedan todos a la vista, con sus defectos, sus virtudes, sus pecados y sus méritos. Y entonces podemos identificar, sin lugar a dudas, a todos los honestos, a los malvados, a los ocultos, a los ingenuos, a los egoístas, a los mezquinos,a los hipócritas, a los que disimulan por comodidad, a los cobardes...
Y eso es saludable. Aunque a veces provoca el derrumbamiento de los castillos de naipes, que caen como lo que son: castillos de naipes.
En ocasiones, un ser malvado entra en el castillo y hace algo soez, que solivianta a los honestos y provoca una catarsis, una catarsis que pone en evidencia que el castillo era de naipes, que todos los presentes son actores que desempeñan un papel: los unos con propiedad, porque no fingen y aparecen como siempre se han mostrado; otros, al caérseles el disfraz, se evidencian como lo que son: actores que fingen. Y entonces se demuestra cuán pocos son los auténticos entre los homo sapiens. Y así se verifica, una vez más, que solo lo verdadero tiene el valor que aparenta.
Por eso la catarsis siempre es saludable.
Adviértote, mortal, que debes estar siempre en disposición de ser desnudado por la catarsis. No sea que los otros vean en tu desnudez tu verdadera naturaleza.

Dadme una catarsis, dioses.
Ponedme a prueba.
Que no tema al desnudo, dioses.
Que así me vean.

Que si me miro al espejo, dioses,
no me avergüence.
Y que mi ser esté limpio, dioses,
de aquí a la muerte.

Que si quisiera mostrarme, dioses
como he nacido,
las carnes de mi alma, dioses
sean de Cupido.

Dadme una catarsis, dioses
y que me entiendan.
Que mire al otro lado, dioses.
quien lo merezca.

Vladimiro Churlowski.


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