domingo, 5 de abril de 2020

EQUIDISTANCIA.


EQUIDISTANCIA INMORAL.

            Por medio de este escrito que voy a publicar exclusivamente en mi blog y en mi cuenta de Facebook, pretendo demostrar que una posición de equidistancia entre dos bandos puede ser sumamente inmoral, si uno de los dos bandos no actúa honestamente de manera claramente manifiesta. No se puede ser equidistante a la hora de juzgar a los nazis y a sus víctimas, por ejemplo. Bien, pues en el caso de esta situación de emergencia que nos tiene a todos confinados y temiendo por nuestra salud y nuestra vida, yo estimo que no se puede ser honradamente equidistante. Los dos sectores políticos de este país se están comportando de forma muy diferente con respecto a la lucha contra la pandemia. Por parte de la derecha su utiliza la manipulación y la mentira sistemáticamente para desacreditar al Gobierno de coalición y sacar rédito político, a la vez que correr una cortina de humo sobre el hecho de que los recortes llevados a cabo por el pasado gobierno del PP en la última crisis han motivado la debilidad inicial de nuestra sanidad pública. Por parte de la izquierda gobernante no he visto nada de eso, sino un afán de arrimar el hombro en esta lucha. Así pues no concibo que se pueda decentemente ser equidistante en este doloroso tema.
            Esta situación pone a las personas honestas en una difícil situación. Si se esfuerzan por denunciar los deshonestos manejos de la oposición, se enfrentan a las descalificaciones de aquellas personas conservadoras que no quieren ver esta condenable actitud, o han sido hasta tal punto manipuladas que ya no tienen criterio libre. A mí me ha costado abandonar mi grupo de Wasap ante la actitud de cierto personaje que pretende hacer valer su alta condición universitaria para contribuir a la manipulación de su sector político, disfrazado de personaje ecuánime y equidistante. Si esto sigue así, tendré que abandonar mi queridísima tertulia literaria y el individuo en cuestión habrá logrado su propósito de neutralizar un foco de denuncias más que justificadas. Y ante esta situación, compañeros de la tertulia que coinciden conmigo, callan temerosamente para ahorrarse conflictos, y con eso le hacen el juego al personaje tóxico en cuestión.
            No se puede decir impunemente que todos los políticos son iguales y que todos manipulan porque no es verdad. Y no hay que consentir que nadie se atreva a decirlo.
            Es imprescindible ser honesto y denunciar valientemente estas actitudes que no hacen más que beneficiar a los políticos neofranquistas que están emponzoñando esta penosa situación. Si no somos valientes y honestos, nuestro país volverá a ser el coto de caza de los de siempre.
            Lo siento mucho, pero aunque resulte molesto, es así.
            Y perdonad por el rollo.
                                                                       Miguel Ángel Pérez Oca.

6 comentarios:

miguel sarceda dijo...

querido amigo, estoy completamente de acuerdo con lo que dices.

PacoM dijo...

Cierto todo lo que dices y se puede extrapolar a todos los grupos de WhatsApps, en especial a los bastante numerosos, en los que por culpa de uno o dos "tóxicos", estropean el grupo, ya que la mayoría, que no buscan enfrentamientos, callan, y el tóxico, entonces, piensa que le están apoyando y se crece con más comentarios, imágenes y vídeos de los denominados "fake news", y finalmente, o se produce un enfrentamiento con pérdida de amistades, o te retiras del grupo, esperando que los demás hagan lo mismo y los tóxicos, finalmente, se queden solos. Yo también pertenezco a varios grupos y, en todos, hay algún (más de uno) tóxico. En uno de los grupos, debido a los continuos enfrentamientos, tuvimos que prohibir los mensajes, imágenes videos y comentarios sobre temas políticos o religiosos, y ahora funciona mejor, aunque hay alguno, que de vez en cuando pone algo, que rápidamente es increpado por otro para que no vuelva a hacerlo, y rápidamente contesta con un "ay, me he equivocado, no era para ese grupo".

Miguel Ángel Pérez Oca dijo...

Miguel Sarceda: Me has mandado repetido tu comentario, por eso he eliminado uno de ellos. Muchas gracias por tu apoyo.

PacoM: Gracias por tu comentario. Pero nuestro caso es el opuesto. Algunos, tóxicos o no, pretenden que no hablemos de política, aunque otros estimamos que la situación es tan grave que no podemos seguir callando ante la oleada de manipulación interesada y desleal de cierta derecha, pero en cuanto opinamos, hay tóxico que mete su baza y después nos recuerdan a nosotros que no debemos tocar esos temas, cuando nos atrevemos a responder.Y los demás callan para evitar conflictos. Es lamentable y por eso me he cansado de aguantarlos.

el sindrome de ulises el blog de eusebio perez oca dijo...

Se dice que la revolución de los pobres se acaba en la panadería de la esquina. Ellos solo tienen hambre. Y quieren comer para no morir. Mientras los reaccionarios, que siempre acaban ganando, reescriben la historia. La Biblia, el Mein Kampf, las obras completas de José Antonio, etc son cuentecillos mediocres de vividores que se sustentan en el poder mediante la fuerza desmedida. La inquisición, la Gestapo, la Falange Española, etc.... son sus fuerzas de choque, sus talibanes sangrientos. Todo régimen tiende a defenderse con la fuerza de los suyos y hemos visto desmanes terribles en todas partes. Pero cuando esa fuerza es el propio pueblo.....se le denigra mediante mentiras. Cuando las mentiras no sirven aparece un Moises, un Goering, un Queipo de Llano. Ahora estamos en la primera fase. La de la mentira sistemática. Ellos mienten y usan el dinero sustraído con sus chiringuitos y durante años al pueblo para pagar sus campañas de intoxicación. Sus voceros son los Inda, Maruhenda, Antonio Rojo, Jomeini Losantos, etc. Si con ellos no basta, recurrirán a "los puños y las porras". Es decir a las pistolas y las bombas. Como hicieron con los terroristas ultrahispanos en el año 1932. Ya está preparando el tema el afasico genocida Aznar, padre putativo de VOX. Si no al tiempo. Ya vemos los mensajes pagados y voceados por los medios que están siendo denunciados constantemente por la prensa decente e incluso por la policía. De forma automática se emiten mensajes falsos que son remitidos a miles de destinatarios que aleatoriamente han sido "captados". Con que solo un diez por cien de estos continué la cadena ya han logrado su objetivo. Inundar de falsedades la cabeza de muchos ciudadanos. De esta manera, a los ojos del pueblo llano, los malos son los de siempre. Yo, a los tres años, me hice un pregunta. Fue a los pocos días de enterarme que mi padre había estado en la cárcel. Pregunté quien había metido en la cárcel a mi padre. "Fue Franco". Me contestaron. Franco era un señor bajito con cara de buena persona y que mandaba. Tanto que los curas lo llevaban bajo palio. Mi padre solo hacia que trabajar y cuidar a su familia. Era muy bueno, mucho. Había sido militar y aún le llamaban "el Capitá". Uno de los dos mentía. No se puede ser bueno y meter en la cárcel a otra persona buena. Era evidente que Franco era el mentiroso. Después supe que era un asesino, un genocida, un tirano, un traidor, etc. Sus herederos ideológicos y monetarios son los mentirosos de hoy. Esperemos que se queden ahí.

Eusebiet d´Alacant

Ana Ponce de León dijo...

Yo, que sí estoy en el grupo de whatsapp y he visto todo lo que ahí se ha puesto, no esntiendo tu intención de abandono. No me cabe en la cabeza que te plantees eso, además de ser, tú, uno de los pilares de la tertulia, no me explico como una persona libre como tú no se da cuenta de que en el grupo de whatsapp no hay mentes maleables, todos estamos formados y nadie cambiará de opinión, ni en tu favor ni en tu contra. No puedes evitar eso.
Por supuesto que los truhanes aprovecharan el momento, los trileros harán trampas, pero podremos evitarlo. pero si te vas del grupo habrá uno menos para defender lo cierto. un escalón más que podrá aprovechar quien está acostumbrado a hablar y sentar cátedra.

Miguel Ángel Pérez Oca dijo...

Gracias a todos por vuestro apoyo y comprensión. Todavía no puedo decir que esté de buen humor (en esta situación pandémica no es fácil), pero ya voy reponiendo el ánimo.

Ana: Gracias por tus palabras. No me considero tan importante como para que mi falta fuera demasiado sensible. Sin embargo, te aseguro que no me voy a ir, ni del Wasap ni, mucho menos, de la Tertulia. Sería darle un triunfo a quien no se lo merece. Sí te digo que si quien todos sabemos no volviera nunca más por la tertulia, al menos a mí me haría un gran favor que le agradecería toda la vida. Y si piensa volver, que no me salude, por favor. No me gusta girar la cara.

Dicho todo lo cual, hoy me acostaré pronto y trataré de dormir el sueño de los justos, aunque no sé si soy justo... ¡Y mañana, seguramente, será otro día!