miércoles, 4 de abril de 2018

UNA INSTALACIÓN EJEMPLAR.


 El tema de la Tertulia era "Qué difícil me lo ponéis" y yo presenté este trabajo que os pongo aquí:


UNA INSTALACIÓN EJEMPLAR.

            Estaba harto de tanta chapuza. Él era un hombre meticuloso, maniático del orden, amante de las cosas bien hechas, y no estaba dispuesto a incrementar la productividad en sus instalaciones a base de parches y componendas. No, señor. De momento, su jefe inmediato ya llevaba dos horas de retraso y eso era algo que le desesperaba. Nunca había soportado la falta de puntualidad. Así que, sentado en su despacho, tamborileaba los dedos contra la madera de su mesa cuidadosamente ordenada.
            Por fin se oyeron voces en el exterior. Se acercaba el coche del Jefe. Y salió a recibirlo. Ya había pensado en la frase que le diría, para que la transmitiera a las más altas instancias. “Qué difícil me lo ponéis”, le iba a decir, sin ningún miedo a reprimendas de la autoridad.
            El Jefe lo miró de arriba abajo con sus ojillos miopes tras las gafas redondas de montura metálica.
            -Sí – le había dicho-, ya sé que te lo ponemos muy difícil. Pero no hay más remedio. Tenemos que dar una solución definitiva a este enojoso asunto. Cada vez nos llegan más cargamentos y hay que darles salida inmediatamente. Y tú eres el único capaz de organizar esto de forma eficaz. Los demás directores son unos incapaces, demasiado torpes para este trabajo que debe ser meticuloso, limpio y barato. Te dotaremos con los medios necesarios. Por eso no te preocupes.
            -Pero, en tan poco tiempo no sé si podré organizarlo…
            -Pues claro que podrás. Arriba confían plenamente en tu capacidad.
            Cuando su jefe se marchó, él se sintió invadido por sentimientos encontrados. Por un lado, se sentía orgulloso de que sus superiores lo tuvieran en tan gran estima. Por otro, el esfuerzo le iba a obligar a estar más tiempo lejos de sus seres queridos. Y él adoraba a su hijita pequeña, tan rubia, tan angelical y tan precoz en sus habilidades musicales. Ya tocaba el piano con la soltura de un profesional. Y era el vivo retrato de su madre, la dulce esposa que sabía hacerlo feliz y con la que disfrutaba de la vida apacible y exquisita que compartían en casa. Además, en el club se le apreciaba mucho, y a él le encantaba platicar con sus amigos… Pero antes que nada estaba el deber. Así que esa noche, como otras muchas en el futuro, la pasaría en el despacho supervisando los documentos y haciendo cálculos de viabilidad.
            Puso a la izquierda las ofertas de una joyería que se haría cargo de todas las existencias de anillos, dientes, monturas y demás objetos de oro, y de fabricantes de moqueta, dispuestos a comprar cabello humano. A la derecha colocó los presupuestos de los constructores de barracones, del laboratorio suministrador de Zyklon B, de fabricantes de hornos crematorios y de fontaneros preparados para instalar fumigadores de gas con apariencia de duchas inocentes. También examinaría las fichas de los presos comunes dispuestos a ser capos y verdugos.
            -Bueno – se dijo -, a trabajar. Auschwitz va a ser una instalación ejemplar.

                                                                                  Miguel Ángel Pérez Oca.


1 comentario:

el sindrome de ulises el blog de eusebio perez oca dijo...

Esa misma mentalidad de "eficacia" por encima de lo justo o lo in justo, la siguen aplicando, en la actualidad, los neoliberales. Al menos en la zona en que vivimos.
Vergüenza.

Eusebiet.