Nada, que no desisten, se han empeñado en hacer de Rabassa el forúnculo de Alicante, y no paran. Ahora la Consellería da el visto bueno definitivo y el tumor urbanístico se podrá desarrollar impunemente. Han estado 16 años sin hacer una sola vivienda protegida, y ahora, ante la necesidad de contar con cierto apoyo popular, utilizan la demagogia y quieren hacernos creer que, esta vez sí, se van a hacer un montón de viviendas baratas en Rabassa. Todas las viviendas baratas juntitas en un gueto, como le gusta a la derechona local. Más demagogia: Las desaladoras eran lo peor de lo peor, una desaladora, según un preboste del P.P., polucionaba más que no sé cuantos miles de coches con el motor en marcha; pero ahora, como hace falta agua para Rabassa, pues la desaladora de Mutxamel ya es buena y saludable. Pero qué empeño, qué obsesión con Rabassa. ¿Por qué será? ¿Dónde estará el negocio, ahora que nadie vende un piso ni por casualidad?
Yo, generalmente, paso de estos rollos de la economía, pero es que este me intriga. Algo estudié en mi tierna adolescencia, que hice Comercio y soy Profesor Mercantil; aunque siempre me habían importado un rábano los negocios, hasta hoy. Yo estudié Comercio a la fuerza, porque entonces no teníamos Universidad en Alicante, y era lo que había. Y esta sería una buena ocasión para recurrir a los conocimientos adquiridos entonces. Pero ya les decía antes que, a pesar de mis viejos estudios, no consigo entender dónde está el negocio. En mi barrio hay tres obras paradas porque los constructores no encuentran compradores para sus pisos, y en la tele he visto a un promotor madrileño que regala pisos para quitárselos de encima. Así que, ¿para qué quiere nuestro Gran Constructor levantar 14.000 viviendas ahora, en plena crisis del ladrillo, precisamente en Rabassa? La verdad, yo debo ser muy burro, porque no acierto a explicarme cómo se puede sacar dinero hoy día de un monstruo de cemento. ¿Alguien me lo puede explicar?
¿No será que el Gran Constructor es un filántropo que quiere hacernos felices a todos realizando allí la Utopía de Tomás Moro? Pasta para intentarlo tiene, pero si no ha conseguido que suba el Hércules…
Miguel Ángel Pérez Oca.
Yo, generalmente, paso de estos rollos de la economía, pero es que este me intriga. Algo estudié en mi tierna adolescencia, que hice Comercio y soy Profesor Mercantil; aunque siempre me habían importado un rábano los negocios, hasta hoy. Yo estudié Comercio a la fuerza, porque entonces no teníamos Universidad en Alicante, y era lo que había. Y esta sería una buena ocasión para recurrir a los conocimientos adquiridos entonces. Pero ya les decía antes que, a pesar de mis viejos estudios, no consigo entender dónde está el negocio. En mi barrio hay tres obras paradas porque los constructores no encuentran compradores para sus pisos, y en la tele he visto a un promotor madrileño que regala pisos para quitárselos de encima. Así que, ¿para qué quiere nuestro Gran Constructor levantar 14.000 viviendas ahora, en plena crisis del ladrillo, precisamente en Rabassa? La verdad, yo debo ser muy burro, porque no acierto a explicarme cómo se puede sacar dinero hoy día de un monstruo de cemento. ¿Alguien me lo puede explicar?
¿No será que el Gran Constructor es un filántropo que quiere hacernos felices a todos realizando allí la Utopía de Tomás Moro? Pasta para intentarlo tiene, pero si no ha conseguido que suba el Hércules…
Miguel Ángel Pérez Oca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario