lunes, 17 de septiembre de 2012

MANIPULACIONES Y PROVOCACIONES EN EL 15S

Los trabajadores de la Comunidad Valenciana avanzan por la Calle de Serrano.
Otra vista de las marchas que confluían en la Plaza de Colón.
El helicóptero provocador que debería haber estado para velar por la seguridad en lugar de interrumpir a los oradores y provocar situaciones potencialmente peligrosas. ¿Está permitido ponerse en vuelo estático a poca altura sobre masas de gente?

Pues nos fuimos a Madrid y fuimos muchos, muchísimos, y no solo sindicalistas de CCOO, UGT, USO, Intersindical de la Enseñanza, Sindicatos de Funcionarios; también bomberos, policías, sanitarios, médicos, cuidadores de parques y jardines, pensionistas, asociaciones de afectados por la Ley de Dependencia, etc., etc., etc. Madrid estaba hasta los topes. Cuando llegamos en nuestro autobús, ya por Atocha estaba todo lleno de camisetas rojas, verdes y de otros colores simbólicos, pancartas, gente risueña y sin embargo preocupada, madres con cochecitos de niño, jóvenes y viejos indignados... Los verdaderos indignados, los curritos a los que se les ha bajado el sueldo, jubilados que ahora tienen que pagar por las medicinas y que temen que les bajen las pensiones de las que dependen quizá la comida o la hipoteca de sus hijos parados, y que dado que el presidente Rajoy ha dicho que no va a tocar las pensiones temen, precisamente, que las toque. Esa es la credibilidad de este gobierno, que ha hecho bueno cualquier gobierno anterior. La Plaza de Colón estaba llena hasta los topes, como el paseo de la Castellana, la calle Serrano, y todos los paseos y calles desde los que confluían  cientos de miles de manifestantes. Pancartas ingeniosas, banderas republicanas, comportamiento impecable por parte de los manifestantes, sin una nota de mal gusto, sin una provocación. La mayor manifestación que se recuerda en Madrid... Y sin embargo, la derecha, como siempre, demuestra la baja clase de la pretendida clase alta. No pueden vivir sin hacer trampas, sin manipular, sin provocar desde posiciones de poder, de las que abusan sistemáticamente.
Y lo digo porque cuando vi el telediario de la noche se me cayó el alma a los pies. Desde que el Gobierno ha reconquistado la televisión oficial, ésta se ha vuelto otra vez un panfleto conservador, con nuevos "profesionales" al estilo Urdaci. Nos decía la locutora que allí había "unas 65.000 personas" y ofrecían una imagen de la Plaza de Colón con algunas calvas de gente, en grupos nada densos. Claro, como que la imagen la habían tomado a las 11'30, media hora antes de la cita, que era a las 12, y antes de que llegaran las grandes masas procedentes del País Valenciá, Andalucía, etc. Puedo dar fe de que vi a las cámaras de televisión en las terrazas de un edificio contiguo a las Torres que fueron de Rumasa, antes de la cita y que a las 12 ya no estaban allí. Y que las tomas cercanas se hicieron en Cibeles y Neptuno, cuando todavía estaban organizándose las marchas. El caso era minimizar todo lo posible la masiva afluencia de perjudicados por la política clasista e incompetente de este Gobierno que ganó las elecciones con un programa mentiroso y estafador.
Después, durante los discursos, un helicóptero de la policía nacional se acercaba hasta ponerse en la vertical de la tribuna a muy baja altura, como veréis en la foto que adjunto, de manera que el ruido de las aspas no dejaba oír las palabras de los líderes sindicales. La maniobra era premeditada y sistemática, que ya sería casualidad que cada visita del aparato coincidiera con el comienzo de cada discurso.
Qué poca clase tiene la pretendida gente de clase. Qué gentuza marrullera se nos ha puesto encima con el ánimo de que la crisis no toque los intereses de los señoritos, de los curas, de los banqueros. La caspa nos gobierna gracias a la estafa política, perpetrada con un programa que sabían muy bien que les serviría para ganar las elecciones pero que no iban a cumplir en absoluto, desde el primer momento. Serán legales pero se han vuelto ilegítimos y no merecen nuestro respeto ni nuestra obediencia.
Que les den morcilla. La próxima vez seremos más. Y si se arma la gorda en este país, será de su exclusiva responsabilidad. Porque a partir de determinada cantidad de desesperados y de gente que no tiene nada que perder, todo es posible. No faltaría más que nos toquen las pensiones. Pero frente a ellos ya tienen hasta a los policías y a los bomberos en su contra. 
Después, el domingo por la noche ves "Salvados", de Ebole, en la única cadena decente que queda en el país y se te ponen los pelos de punta. Este camino no nos lleva más que al desastre, porque, claro, los señoritos del PP no van a reconocer que lo que pasa es que el Capitalismo ha fracasado y que hay que buscar otro sistema cuyo objetivo y protagonista estelar no sea el cochino dinero sino las personas.
Al final perderemos todos, incluido el piloto del helicóptero y los cámaras y presentadores de TVE.
A menos que nos espabilemos y en la próxima manifestación seamos 6 ó 7 millones.
Ellos dirán que fuimos 3 ó 4 mil, pero si soplamos todos a la vez (o si votamos cuando corresponda), puede que la Moncloa salga volando hasta el vertedero más próximo.

Micalet d'Alacant.

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