A lo mejor os suena a paradoja, pero cuando me dicen de alguien que es una persona profundamente religiosa y patriota, me echo a temblar. La de muertes violentas, persecuciones injustas, odios seculares y penalidades sin cuento que han tenido lugar en este triste planeta a la sombra de una bandera, un discurso demagógico, un crucifijo, una media luna, una estrella de David o un libro sagrado. No creo necesario volver a hablar de la Inquisición, de los crímenes de nuestra Guerra Civil, del Holocausto nazi, de los desastres y genocidios de la antigua Yugoslavia, de las matanzas entre cristianos y musulmanes en algunos países africanos, de los atentados de Nueva York, Madrid y Londres, de las penalidades y abusos sufridos por palestinos y saharauis, de ese soldado americano que ha masacrado a no sé cuántos afganos… siempre en nombre de Dios o de una Patria.
Qué triste, qué horriblemente triste.
Ahora oigo por la radio que un, al parecer, solitario islamista, adicto a la Jihad y autor de al menos siete asesinatos, ha sido acribillado a balazos por la policía francesa después de un largo asedio. Era un hombre joven e inteligente que, movido por una fe inquebrantable en su Dios (que con distinto nombre, es también el de nuestra civilización), ha asesinado a tres militares, tres niños y un maestro. A los militares los ha ajusticiado por ser militares franceses siendo musulmanes. A los niños y a su maestro, por ser judíos. En un principio, por lo visto, los crímenes se atribuyeron a algún neo nazi. En ese caso, las víctimas podrían ser también las mismas, los niños y el profesor por judíos y los militares por ser musulmanes aunque fuesen militares. Solo que en lugar de hacerlo en el nombre de Dios, lo hubiera hecho en el nombre de la Sagrada Patria Francesa y de la Raza presuntamente superior. Y es que los extremos se tocan y todos los caminos llevan a Roma.
Qué triste y que paranoico resulta que alguien pueda pensar que Dios se pone contento cuando ve una masacre; que Dios pueda exigir la muerte violenta de nadie. O que la Patria exija el derramamiento de sangre de niños y demás gente indefensa. Los aviadores americanos que arrasaron Hiroshima, mataron a 200.000 personas, hombres, mujeres y niños, porque eran japonesas. Los cruzados que conquistaron Jerusalén masacraron a todos sus habitantes, hombres, mujeres y niños, porque eran musulmanes.
No conozco un dicho más monstruoso que ese que dice: "A Dios rogando y con el mazo dando".
Y no me imagino a ningún ateo cosmopolita cometiendo esos crímenes horribles que la Patria y Dios justifican con tanta facilidad. ¿O sí? ¿Qué era Stalin?
Quizá las ideologías se corrompen con facilidad, y una idea que nace como salvadora, sea la prédica de un rabino del siglo I llamado Jesús, o de un filósofo del siglo XIX llamado Marx, se convierten en dogmas intransigentes equivalentes en todo a ese integrismo religioso o patriotero que he criticado al principio. El caso es que el mono depredador que siempre hemos sido llega con frecuencia a la conclusión de que el que no piensa como los ancianos de la tribu debe ser aniquilado.
Qué triste, qué horriblemente triste.
Ahora oigo por la radio que un, al parecer, solitario islamista, adicto a la Jihad y autor de al menos siete asesinatos, ha sido acribillado a balazos por la policía francesa después de un largo asedio. Era un hombre joven e inteligente que, movido por una fe inquebrantable en su Dios (que con distinto nombre, es también el de nuestra civilización), ha asesinado a tres militares, tres niños y un maestro. A los militares los ha ajusticiado por ser militares franceses siendo musulmanes. A los niños y a su maestro, por ser judíos. En un principio, por lo visto, los crímenes se atribuyeron a algún neo nazi. En ese caso, las víctimas podrían ser también las mismas, los niños y el profesor por judíos y los militares por ser musulmanes aunque fuesen militares. Solo que en lugar de hacerlo en el nombre de Dios, lo hubiera hecho en el nombre de la Sagrada Patria Francesa y de la Raza presuntamente superior. Y es que los extremos se tocan y todos los caminos llevan a Roma.
Qué triste y que paranoico resulta que alguien pueda pensar que Dios se pone contento cuando ve una masacre; que Dios pueda exigir la muerte violenta de nadie. O que la Patria exija el derramamiento de sangre de niños y demás gente indefensa. Los aviadores americanos que arrasaron Hiroshima, mataron a 200.000 personas, hombres, mujeres y niños, porque eran japonesas. Los cruzados que conquistaron Jerusalén masacraron a todos sus habitantes, hombres, mujeres y niños, porque eran musulmanes.
No conozco un dicho más monstruoso que ese que dice: "A Dios rogando y con el mazo dando".
Y no me imagino a ningún ateo cosmopolita cometiendo esos crímenes horribles que la Patria y Dios justifican con tanta facilidad. ¿O sí? ¿Qué era Stalin?
Quizá las ideologías se corrompen con facilidad, y una idea que nace como salvadora, sea la prédica de un rabino del siglo I llamado Jesús, o de un filósofo del siglo XIX llamado Marx, se convierten en dogmas intransigentes equivalentes en todo a ese integrismo religioso o patriotero que he criticado al principio. El caso es que el mono depredador que siempre hemos sido llega con frecuencia a la conclusión de que el que no piensa como los ancianos de la tribu debe ser aniquilado.
Qué difícil resulta en este mundo de odios e intransigencias ser moderado en el amor a la tierra que nos ampara, en la religión, en el ateísmo incluso, y aceptar como premisa insoslayable que el otro, si es respetuoso y sincero, puede tener razón; y que si no la tiene, merece tanto respeto como si la tuviera. Por eso cuesta tanto alcanzar la verdadera Democracia.
A lo peor es que no tenemos remedio.
Miguel Ángel Pérez Oca.
A lo peor es que no tenemos remedio.
Miguel Ángel Pérez Oca.
2 comentarios:
Dos reflexiones. Stalin era un montruo. De joven fue seminarista. De mayor fue un "sacerdote del marxismo-leninismo". Un dogmatico. Murio en la cama. Pienso en Olof Palme. Asesinado por intentar la paz en Oriente Medio. El objetivo de Palme era mucho más ambicioso y dificil que el de Stalin. Siempre es mas dificil convencer con la razón que vencer por la fuerza. Palme estuvo más cerca del objetivo que Stalin. Lo cual demuestra que la paz, la justicia, la inteligencia y la ausencia de dogmatismos puede llegar muy lejos. Era peligroso. Se lo llevó el Mossad.
Un soldado heroico y ejemplar asesina 17 afganos, varios niños. ¡Se ha vuelto loco!. Solo les falta decir: ¡Pobrecillo! lo ha hecho por que estaba estresado. Un fanatico, un loco, asesina a 7 seres humanos y da sus razones. ¡¡Es un islamista!!. Que malos son los islamicos. Israel asesina todos los días a decenas de palestinos. Y todos callan. Las fuerzas armadas, pagadas por occidente y entrenadas en Qatar, que casualidad como en Libia, atacan al regimen Sirio. El regimen dictatorial pero no islamico se defiende. El regimen "legal" es el malo. Tarde o temprano caera. Ya va siendo hora. Pero ¿Quien lo susttuira? ¿Los Hermanos Musulmanes como en Libia?. ¿Donde está el negocio?. Es evidente. Y mientras como bien dices, una cruz, una bandera, un dios, una frontera un color de piel, seran motivo para que nos despedacemos. Seran, mas bien, excusas. Ahora el Papa romano visita Mexico y Cuba. ¿Que pinta este personaje caduco en esos paises? ¿Que está tramando? Al tiempo. Me recuerda al copnocido Vicente Ferer. El predicador que hablaba más que Fidel Castro. Avisaba de su visita a una ciudad para lograr la conversión de los infieles. Sus "Seguidores", le precedian. Asesinaban impunemente a los distintos, musulmanes, judios, ateos, descreidos, pecadores, etc. Al llegar el Padre Vicente las conversiones eran automáticas. Por supuesto las autoridades miraban para otro lado si no apoyaban a los asesinos. Así es la vida.
No sé si a Palme se lo cargó el Mossad, pero sí sé, con toda seguridad, que el que lo hizo, o lo mandó hacer, se escudó detrás de alguna idea religiosa o patriótica.
En cuanto al régimen de Siria, no sé si se difiende o ataca, pero asesinar civiles a mansalva no es forma de defenderse.
Las dictaduras, que si no se justifican por motivos religiosos lo hacen por motivos nacionalistas, son todas despreciables.
Y en cuanto a Occidente, o sea, el Capitalismo global, actúa siempre por meros intereses económicos, pero las excusas democráticas que les facilitan los déspotas religiosos o nacionalistas les vienen muy bien.
En el fondo, todo es cuestión de "pasta" y los fanatismos son para la carne de cañón; que ya hay que ser tonto para matar y morir por los "líderes" de turno, se trate de sacerdotes o de caudillos.
Y así rueda el mundo.
Miguel Ángel Pérez Oca.
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