Llevamos justo 100 días de gobierno del PP y el escándalo es ya insoportable. Mientras un obrero honrado puede ser despedido por estar enfermo, un delincuente de la droga o del ladrillo puede blanquear su dinero negro pagando el 10% al Gobierno convertido en una especie de "Padrino". Estamos en manos de la mafia política de la caspa y la gente malcarada. Hay que ver la jeta de los ministros de Exteriores (ese que se presentó al ministro británico con un inoportuno y anacrónico "Gibraltar español") e Interiores (el que dijo que los antidisturbios de Valencia se habían portado "de manera impecable") o la del Ministro de Hacienda (viejo conocido, capaz de decirnos lo del dinero negro y que no se le caiga la cara de vergüenza) o la "inefable" (por decir algo) señora de Empleo. Brrrrr.... qué miedo.
El 29 hubo huelga general. La policía ocupaba la calle en un despliegue desmesurado e innecesario; ya que todavía los trabajadores se aguentan las ganas de mandarlo todo a paseo, pero como la cosa siga así, ya veremos. Es curioso que la huelga no fue todo lo masiva que debiera y sin embargo las manifestaciones de la tarde superaron con creces todas las previsiones. ¿A qué se debe este desfase? Pues está claro: por la tarde se menifestaron muchos trabajadores que por la mañana habían sido amenazados por sus empresas con un despido a la nueva moda barata de la "Reforma Rajoy" si faltaban al trabajo. Por la tarde, cabreados y humillados, eran los que más gritaban. También gritaban otros que tan solo hace cien días habían votado PP, en la creencia ingénua de que Rajoy cumpliría sus promesas electorales. Ya saben: "No subiré los impuestos, no bajaré las pensiones, etc. etc.". Ahora se sienten estafados, y si en estos momentos se celebraran de nuevo elecciones, el PP lo iba a tener crudo. Pero esa es la especialidad congénita de la Derecha: Mentir al pobre para timarle sus votos y dárselos en bandeja al rico. Parece mentira que en tan solo 100 días se pueda perder toda la legitimidad de una mayoría abrumadora, y con ella la vergüenza. Se ha visto en Andalucía, donde las encuestas iban con ratraso detrás del creciente y vertiginoso cabreo del pueblo.
El 29 hubo huelga general. La policía ocupaba la calle en un despliegue desmesurado e innecesario; ya que todavía los trabajadores se aguentan las ganas de mandarlo todo a paseo, pero como la cosa siga así, ya veremos. Es curioso que la huelga no fue todo lo masiva que debiera y sin embargo las manifestaciones de la tarde superaron con creces todas las previsiones. ¿A qué se debe este desfase? Pues está claro: por la tarde se menifestaron muchos trabajadores que por la mañana habían sido amenazados por sus empresas con un despido a la nueva moda barata de la "Reforma Rajoy" si faltaban al trabajo. Por la tarde, cabreados y humillados, eran los que más gritaban. También gritaban otros que tan solo hace cien días habían votado PP, en la creencia ingénua de que Rajoy cumpliría sus promesas electorales. Ya saben: "No subiré los impuestos, no bajaré las pensiones, etc. etc.". Ahora se sienten estafados, y si en estos momentos se celebraran de nuevo elecciones, el PP lo iba a tener crudo. Pero esa es la especialidad congénita de la Derecha: Mentir al pobre para timarle sus votos y dárselos en bandeja al rico. Parece mentira que en tan solo 100 días se pueda perder toda la legitimidad de una mayoría abrumadora, y con ella la vergüenza. Se ha visto en Andalucía, donde las encuestas iban con ratraso detrás del creciente y vertiginoso cabreo del pueblo.
Y mientras, el Jimenez Losantos recomendando a los policías que atropellaran a los piquetes, y los mandamases de los grandes centros comerciales amenazando a sus empleados, y ¡todavía no están en la cárcel! ¿Estamos en un estado de Derecho? ¿De verdad? Esta gente se limpia el culo con la Constitución y nadie les mete mano. Inaudito.
En fin, esperaremos a que en Andalucía, Extremadura y Asturias reine la sensatez de la Izquierda. A ver si PSOE e IU saben unirse y darle caña a esos sinvergüenzas que protegen a los delincuentes y se ceban con jóvenes, enfermos, viejecitos y demás seres indefensos. Que no tienen dignidad ni la pueden tener y ser a la vez del partido de Rajoy. Es lo que hay.
Yo que creía que lavar dinero negro es un delito. ¿Se podrá denunciar al Jefe del Gobierno en el Juzgado de Guardia?
Miguel Ángel Pérez Oca.
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