En noviembre hará justo veinte años de la caída del muro de Berlín, que certificó la muerte del comunismo. El sistema de economía estatal implantado en la Unión Soviética, China y otros muchos países se mostró incapaz de resistir la competencia con el sistema capitalista. Los defensores del capitalismo, enardecidos por su victoria, quisieron llevar este sistema asimétrico, injusto y terrible a sus últimas consecuencias y en veinte años fueron apartando a los Estados de toda intervención en sus tejemanejes, se han resistido a cualquier traba o control de sus pelotazos, no han consentido limitar sus acciones contra la ecología y han puesto en peligro a toda la vida del planeta, han esquilmado al Tercer Mundo hasta situaciones de hambre y miseria intolerables, no han tenido ni un solo rasgo de misericordia o solidaridad, y en su rapiña, los adalides de este comportamiento inhumano han llevado la economía mundial al borde del abismo. Ahora una crisis sin precedentes conduce al mundo desarrollado a la bancarrota. Parece que veinte años después del fracaso del socialismo llamado real, es ahora el capitalismo el que nos muestra su fracaso.
Y es que un sistema basado en la rapiña del capital sobre los derechos del trabajo no puede sobrevivir eternamente sin los adecuados correctivos. Uno trabaja toda su vida y no pinta nada en su empresa, otro desembolsa una sola vez una cantidad de dinero y es el jefe para toda la vida, ¿es esto justo? El comunismo estaba basado en la idea de la igualdad económica y social, pero la corrupción y la falta de democracia lo hicieron fracasar. En los países capitalistas hay democracia política, pero no social ni económica, y los abusos de los ricos nos han llevado a la crisis.
¿Es que nunca va a ser posible combinar la democracia política con la igualdad económica, la justicia con la libertad?
Ahora o nunca; porque si al final salimos de esta sin haber cambiado el sistema, tendremos lo que nos merecemos.
Miguel Ángel Pérez Oca.
Y es que un sistema basado en la rapiña del capital sobre los derechos del trabajo no puede sobrevivir eternamente sin los adecuados correctivos. Uno trabaja toda su vida y no pinta nada en su empresa, otro desembolsa una sola vez una cantidad de dinero y es el jefe para toda la vida, ¿es esto justo? El comunismo estaba basado en la idea de la igualdad económica y social, pero la corrupción y la falta de democracia lo hicieron fracasar. En los países capitalistas hay democracia política, pero no social ni económica, y los abusos de los ricos nos han llevado a la crisis.
¿Es que nunca va a ser posible combinar la democracia política con la igualdad económica, la justicia con la libertad?
Ahora o nunca; porque si al final salimos de esta sin haber cambiado el sistema, tendremos lo que nos merecemos.
Miguel Ángel Pérez Oca.
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