sábado, 29 de diciembre de 2012

SINTIÉNDOLO MUCHO...

     

     Cuando abrí este blog me propuse no censurar ningún comentario que se me enviase, y hasta ahora los he publicado todos, aunque en ellos se incluyeran insultos a mi persona y juicios temerarios sobre mi conducta; pero, sintiéndolo mucho, no aceptaré, a partir de hoy, ningún comentario en el que se dedique a nadie menciones insultantes a su familia, como: "hijos de p...", "me c... en sus muertos", etc.
     Recientemente he recibido un comentario a uno de mis artículos en el que el comunicante me acusaba de haber consentido insultos de ese cariz en otro blog distinto del mío. Por supuesto, le he pedido perdón por mi descuido y, a pesar de que no había leído el texto de marras ni tenía nada que ver con él,  le he asegurado que, al menos en mi blog, eso ni ha sucedido ni sucederá jamás.
     Una cosa es la calificación moral que pueda, o no, merecerse, por su conducta, determinado individuo o colectividad, según la opinión libre del comentarista, y otra los insultos violentos que pretendan herir sus sentimientos filiales o familiares atacando a terceras personas solo relacionadas con el criticado por un vínculo de sangre. 
     En este blog he dedicado juicios muy duros a determinados personajes, y no me arrepiento de ello; pero en todos los casos mis calificativos iban dirigidos exclusivamente a la persona o personas criticadas, que según mi libre criterio se lo merecían. Dichas personas han tenido siempre la oportunidad de desmentirme o defenderse de mis acusaciones dirigiendo un comentario a mi blog, que de ninguna manera sería censurado. También sé que determinados epítetos se refieren a la catadura moral del afectado y que su significado no es aplicable literalmente (las pobres prostitutas no se lo merecen), pero también sé que hay otras formas de decir lo mismo sin involucrar a las madres o a las personas fallecidas, que merecen todo nuestro respeto.
     Todo tiene un límite. Lo siento.

                                                                                               Miguel Ángel Pérez Oca.

P.D.- No nos hagamos mala sangre, ¿eh? Hala, así que FELICES PASCUAS Y MIS MEJORES DESEOS - A TODOS, TODOS - PARA EL AÑO 2013.  Y perdonad las molestias.

2 comentarios:

Eusebio Pérez Oca dijo...

El llamado así mismo "FONTCALENT" te llamó "rata" y "mentiroso". Despues me llamó "payaso". El tal Juan Antonio Más era el chulito del instituto Figueras Pacheco y "chuleaba" a los menores quem él. Así lo hizo con una conocido que llevaba una bolsa de Set I Mig con la Senyera. Le obligó a tirarla. Al cabo de los años, mira que casualidad, me lo vuelvo a encontrar. Y encima alardeando de su valentia. Y llamandote rata y mentiroso. Le exigí que para insultar habia que tener el valor de poner el nombre. Entró en Alicante Vivo y conminé a mis amigos a que no publicaran insultos ni anónimos. No me contestaron. Al "valiente" le llamé de todo y escribió por otro lado haciendo una pregunta. Con la colaboración pertinente pude comprobar que el IP era el mismo. Le escribí de forma correcta aclarandole las dudas. Veo que sigue acosando y eso no lo consiento. Espero que publiques esto y que él lo lea. Y si quiere algo QUE LO DIGA. Pero chulerias de nadie. Te rogaría comprobaras si sigue con el pseudonimo FONTCALENT o como Juan Antonio Más.

Eusebio Pérez Oca.

Miguel Ángel Pérez Oca dijo...

Déjalo ya, Eusebio, no vale la pena. No sé quién es FONTCALENT ni el señor Más, ni quiero saberlo; pero haya dicho de mí lo que haya dicho, ni su madre ni sus muertos tienen la culpa de nada. Yo, por mi parte, creo que el mayor castigo que se puede infligir a determinados individuos es ignorarlos. Porque lo que ellos quieren es que entres al trapo, para torearte. Que se queden con las ganas, gritándole a la pared, y no les demos la más mínima excusa para sentirse ofendidos y cargados de razón. A mi, desde luego, ni FONTCALENT, ni "anónimo", ni el tal señor Mas, ni nadie de esa cuerda va a conseguir ponerme nervioso y que abandone las buenas formas; así son ellos los que quedan en evidencia.
Son como la lluvia, cuando llueve abro el paraguas y ya está: A bailar como Gene Kelly. Y que les den.
Tranqui, tronco, que eso es lo que quieren.
Feliz año, incluso a nuestros "amables" comentaristas de marras.
Miguelín.