jueves, 4 de octubre de 2012

CARTA A UN SOCIALISTA ALICANTINO.



Para clarificar de forma definitiva, sobre todo a algunos queridos amigos del PSOE, cuál es mi postura respecto a los acontecimientos ocurridos recientemente en el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Alicante, he escrito esta carta abierta que os pongo a continuación y de la que me gustaría que opinaseis libremente:


CARTA A UN SOCIALISTA ALICANTINO.

4 de octubre de 2012.

            Mi querido amigo y compañero de ideales:
                                                                                  Te escribo esta carta para intentar explicarte cuál es mi posición ante lo ocurrido estos días pasados en el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Alicante.
            Quiero decirte, antes que nada, que, aunque votante del PSOE en las últimas elecciones y en ocasiones anteriores (otras veces he votado a IU), no soy militante de tu partido, por diversas razones, todas ellas atribuibles a mi acendrado sentido crítico de independencia intelectual que no me permite aceptar, así como así, las directrices y razones que me pudiera dictar la dirección de un partido al que estuviese afiliado; lo cual no quita para que me haya mojado apoyando al PSOE en diversas campañas que me parecieron dignas de mi contribución, actitud que buenos disgustos me ha procurado con amigos de la izquierda en enfrentamientos muy desagradables que no viene al caso comentar ahora. Sí te diré, para resumir, que para mí lo primero es el socialismo democrático y después el PSOE que, por desgracia, no siempre son la misma cosa.
            Voy a comentarte en esta carta cuál es mi idea de la democracia que practicamos en este país: No me gustan las listas cerradas, porque conceden demasiado poder a los “aparatos” de los partidos, en detrimento de la lealtad que los elegidos deberían guardar hacia sus votantes, por encima de la que deben a sus dirigentes. Pero, en fin, ya que en estos momentos los partidos son los que elaboran esas listas cerradas, sería democráticamente obligado que dichas listas fueran inamovibles para los partidos, una vez que fueran elegidas, de la misma manera que lo son para los votantes en el momento de la elección. Quiero decir que si yo he votado a la lista del PSOE en las últimas elecciones municipales, y en esa lista iba Elena Martín como cabeza y Pablo Rosser como otro de los integrantes en la misma, que salió como concejal por pertenecer su número al de los que quedaban incorporados a la corporación, por los votos recibidos, ese orden y esa lista son sagrados y deben permanecer inamovibles, porque la Democracia así lo exige en obediencia a la voluntad del Pueblo Soberano manifestada en las urnas. No puedo aceptar que un comité local imponga ningún cambio a posteriori a lo que el pueblo soberano ha decidido, puesto que el que manda (o debiera mandar en una verdadera democracia) es el pueblo, el que vota, o sea: yo, y todos los demás que pusieron su confianza en la lista presentada en su día por tu partido. Imponer desde fuera de las urnas un cambio en la cabeza del grupo o, lo que es peor, realizar una maniobra maquiavélica (propia por otra parte de algunos amigos nuestros que ambos conocemos) para forzar la dimisión de uno de los miembros de dicho grupo es, sin paliativos de ninguna clase, traicionar a la democracia. Todos sabemos que Pablo Rosser es empleado municipal, con cargo de Arqueólogo, y que la situación de empleado municipal es incompatible por ley con la de concejal. Por eso Rosser estaba en situación de excedencia y, al negársele el sueldo de concejal, ha tenido que volver a entrar en la nómica del Ayuntamiento y, consecuentemente, presentar su dimisión. Eso, en mi tierra se dice: no se ha ido que lo han echado. Y esa maniobra, que a mí me parece innoble, puede ser legal pero siempre será ilegítima, dado que modifica, de forma si quieres indirecta, pero con la clara intención de su resultado, la constitución del Grupo Muncipal Socialista de Alicante que yo (y varios miles más), voté (votamos) en las últimas elecciones locales.
            No voy a consentir de ninguna manera que se altere mi voto democrático desde la dirección de un partido, el que sea, que debe estar sometido a la voluntad soberana del pueblo. Y en esto me es indiferente si la gestión de los afectados ha sido mejor o peor que la que lleven a cabo los designados espurios que dicha dirección se haya atrevido a imponernos ahora. No es esa la cuestión, ni la disciplina de partido justifica estas acciones, porque la lealtad de los votados se debe a los votantes, y el partido en cuestión no tiene nada que decir (o no debería tenerlo) al respecto. La democracia debe estar por encima de la voluntad de los dirigentes de los partidos o no es democracia. Y si no les gusta cómo lo hacen, que se esperen 4 años y propongan otra lista cuando toque, que al fin y al cabo a ellos, los dirigentes, los han votado solo unos pocos cientos de militantes del PSOE, mientras que a los concejales de su grupo los han elegido miles de alicantinos.
            Esta es mi postura, independientemente de mi amistad con Pablo Rosser, ya que también he sido amigo por muchos años (ya no sé si me puedo considerar amigo todavía) de quien creo que ha participado en la elaboración de esta triste maniobra; que, no sé si lo sabéis, pero va a hacer mucho daño al PSOE local y también a nivel nacional, porque los votantes no somos tontos y no nos gusta que nos tomen el pelo. En las próximas urnas se verá la respuesta de los votantes a la deslealtad de la cúspide socialista.
            Y es una pena, porque no hay cosa que yo desee más que ver de una vez a un gobierno de izquierdas en nuestro Ayuntamiento; un gobierno de izquierdas formado por el PSOE, con o sin coalición con IU o cualquier otra formación de la izquierda. Y quizá, vistas las maniobras dudosamente democráticas del PSOE local y su orientación hacia las tendencias más liberales de la socialdemocracia, un contrapeso de IU por vuestra izquierda serviría para autentificar la democracia en un hipotético Ayuntamiento alicantino, que me temo nunca veremos mientras nuestro grupo local se desangre en luchas intestinas que lo ponen en ridículo y evidencian la preponderancia de los personalismos sobre la idea socialista, la democracia y los intereses de la ciudad, que deben estar siempre por encima de las directivas de los partidos.
            En fin, te pido perdón por haberme extendido demasiado, pero considero que las cosas, entre amigos y compañeros, deben estar claras en todo momento. ¿No crees tú lo mismo?
            Un abrazo muy fuerte, con el deseo de tu honesta reflexión al respecto.
            Tu amigo,
            Miguel Ángel Pérez Oca.

5 comentarios:

Agustín Conchilla Márquez dijo...

Yo también soy votante del PSOE desde que tengo uso de razón y también soy y deseo ser libre y tengo miedo a la pertenencia por el "pecado capital" de perder mi libertad. O lo es equivalente: sentir el yugo de la mordaza por pertenecer a tal o cual sector... Y también estoy contigo y con los compañeros que han sido vilipendiados por la acción del totalitarismo que mana y se radicaliza en unos pocos mequetrefes que se consideran dueños del sillón en que miles de votantes le colocamos y solo a nosotros nos corresponde en calidad de pueblo soberano.

Agustín Conchilla

Miguel Ángel Pérez Oca dijo...

Quiero agradecer a los muchísimos correos, testimonios personales y llamadas telefónicas en apoyo a mi carta que he recibido estos días.
Creo que el general rechazo a la clase política que estas comunicaciones expresan requiere una profunda reflexión por parte de las cúpulas de todos los partidos y una valiente apuesta por el ya urgente e inevitable cambio de la Ley Electoral (listas abiertas, referendums vinculantes, etc.), o incluso una reforma profunda de la Constitución para que los políticos ejerzan su misión con plenas garantías para el Pueblo Soberano. ¿O no?
Gracias a todos.
MAPérezOca.

Eusebio Pérez Oca dijo...

Estoy recien llegado del Cantabrico. Cansado y feliz. Mi primera visita ha sido a Gernika. Como comentario contar que en las juntas a pie de árbol o en la sala de las Juntas, no podian entrar ni curas ni abogados, por que ambos lo enredan todo, ni mujeres. Esto último era, desgraciadamente normal en la época, allí y en el resto del mundo. Aquí, hoy, en la política se nos han colado beatos y leguleyos. No curas o abogados, que todos tiene derecho, si no aquellos que aprovechando el uso del conocimiento de las "normas" y la interpretación de las ideologias, han formado un batiburrillo donde lo último es el pueblo y su voluntad. El PP es elegido copn un programa que solo los indocumentados podrian creer que aplicaran. Recordemos al bocazas de Arenas pidiendo hablar en televisión y a la vez negando el derecho a hacerse en una televisión pública. Recordemos a Mariano el Catalizador y su valía de "al menos doscientos puntos de prima de riesgo". Empleo, libertad,...MENTIRAS. Todo por el poder. Eso lo hace la derecha y no te extraña. Zaplana, Aguirre. Transfugas, dinero. Pero ¿el PSOE?. Siempre he pensado que quien desde la izquierda se comporta como si fuese de derechas...es que es de derechas. ¿Cuando un PSOE de izquierdas en todos sus aspectos?. La ética exige que se cumpla con el pueblo. Y como yo tambien apoyé a Elena, lo digo claro: ME SIEWNTO ESTAFADO. Icluso por la misma Elena que se ha doblegado a las manipulaciones del DINOPOLIS alicantino.
Lo siento.

Eusebio Pérez Oca

Sergio Casares dijo...

Estimado Pérez Oca: Yo también soy votante del PSOE y formé parte de la candidatura de Elena Martín a la Alcaldía de Alicante. Soy, además, funcionario municipal y conozco desde hace 24 años a Pablo Rosser Limiñana. Decir que me siento estafado por lo ocurrido sería decir poco. Ha sido todo un golpe de estado a la soberanía popular, a los miles de votantes que optaron por un programa electoral dirigido por Elana Martín y Coordinado precisamente por Pablo Rosser. El programa electoral constituye un contrato con los electores y tergiversarlo o manipularlo sería un fraude en toda regla. Y he aquí la cuestión de fondo. La oposición del grupo municipal socialista a la llegada de basuras de fuera o la postura frente a las actividades industriales en el Puerto y, por último, la modificación de la ordenanza municipal de los veladores ha puesto en contradicción los intereses generales de la ciudadanía frente a los intereses particulares de determinados empresarios, que hoy por hoy dirigen el PSOE alicantino. Y, como dices, la gente no es tonta y se da perfecta cuenta de las maniobras que se están produciendo en el seno del partido. Y ante ello, qué hace la provincial? y qué hace Ximo Puig? Pues mirar para otro lado, si eso les beneficia en sus intereses futuros. Es necesaria una primavera socialista, un renacimiento de ideas y principios en el seno del socialismo alicantino.

Miguel Ángel Pérez Oca dijo...

A Sergio Casares:
Completamente de acuerdo con tu comentario, que suscribo en todo. Te ruego que leas el diario Información del hoy, día 13, en el que se publica una carta respondiendo al artículo de Ull en defensa de Ull, de hace unos días.
Gracias por entrar en mi blog.
Miguel ángel Pérez Oca.