Presentación de la novela “LA CRUZ AUSENTE”,
de Miguel Ángel Pérez Oca.
En la noche del 30 al 31 de marzo de 1939, en el puerto de Alicante, mientras la Segunda República se hundía a su alrededor, el comandante del Ejército Republicano Benavides Fuster le contaba a su hija Moneta la rara historia de una cruz rodeada de misterios y leyendas. Antes que comandante, Fuster había sido inspector de policía y había investigado la desaparición de la Cruz de Caravaca en una noche de Carnaval de 1934. Nunca se supo quién fue el ladrón y hoy día el misterio pervive y la Cruz sigue ausente. Fuster sabía que iba a morir en cuanto fuera identificado por los falangistas que aguardaban a la entrada del puerto para conducir a varios miles de desesperados y vencidos republicanos al cercano e improvisado campo de concentración conocido como Campo de los Almendros. La investigación del robo lo había obsesionado durante años y el resultado de sus pesquisas no podía desaparecer con él. Por eso relató a su hija la historia de un caballero templario anónimo que en el siglo XIII había tomado posesión de una alcazaba musulmana en la frontera del Reino de Granada en nombre del príncipe Alfonso de Castilla, y había dejado en ella la cruz cimera de su estandarte. En el envés del Lignum Crucis que guardaba en su interior estaba el secreto de su origen legendario y los motivos de su futura desaparición. El castillo se llamaba Ksar al Kravak y el nombre del caballero nos es desconocido. La niña Moneta sería la depositaria de estos secretos hasta que hubiera de nuevo democracia en España y pudiera encontrar a un escritor que los diera a conocer. Y ese escritor fui yo.
De alguna manera, este libro es una continuación de mi novela “25 DE MAYO, la tragedia olvidada”. De nuevo recordamos los sucesos más importantes de la Guerra Civil en Alicante: El terrible comienzo, los bombardeos y, sobre todo, el trágico final en el puerto. Incluso aparece un personaje que ya se mencionaba en aquella novela: el comisario político Antonio Pitaluga, futuro padre del detective Giordano Pittaluga.
El próximo miércoles día 16 de junio de 2010, a las 20,15 horas, en la Sede Universitaria de Alicante, Avenida de Ramón y Cajal, 4, sala “Rafael Altamira”, presentaré esta novela, acompañado de mi buen amigo el escritor Mariano Sánchez Soler, del estudioso de la Cruz de Caravaca Gregorio L. Piñero Sáez, una de las personas que más saben de esa famosa Cruz, de la poeta alicantina Julia Díaz Climent y del Gerente de Editorial Club Universitario (ECU) José Antonio López Vizcaíno.
Para mí, esta presentación es un acontecimiento muy importante, en el que voy a dar a conocer la que pienso es la mejor de todas mis obras. Por eso me gustaría sentirme acompañado de todos mis amigos y amigas. Y por eso cuento con todos vosotros.
Nos vemos el 16, ¿vale?
Miguel Ángel Pérez Oca.
de Miguel Ángel Pérez Oca.
En la noche del 30 al 31 de marzo de 1939, en el puerto de Alicante, mientras la Segunda República se hundía a su alrededor, el comandante del Ejército Republicano Benavides Fuster le contaba a su hija Moneta la rara historia de una cruz rodeada de misterios y leyendas. Antes que comandante, Fuster había sido inspector de policía y había investigado la desaparición de la Cruz de Caravaca en una noche de Carnaval de 1934. Nunca se supo quién fue el ladrón y hoy día el misterio pervive y la Cruz sigue ausente. Fuster sabía que iba a morir en cuanto fuera identificado por los falangistas que aguardaban a la entrada del puerto para conducir a varios miles de desesperados y vencidos republicanos al cercano e improvisado campo de concentración conocido como Campo de los Almendros. La investigación del robo lo había obsesionado durante años y el resultado de sus pesquisas no podía desaparecer con él. Por eso relató a su hija la historia de un caballero templario anónimo que en el siglo XIII había tomado posesión de una alcazaba musulmana en la frontera del Reino de Granada en nombre del príncipe Alfonso de Castilla, y había dejado en ella la cruz cimera de su estandarte. En el envés del Lignum Crucis que guardaba en su interior estaba el secreto de su origen legendario y los motivos de su futura desaparición. El castillo se llamaba Ksar al Kravak y el nombre del caballero nos es desconocido. La niña Moneta sería la depositaria de estos secretos hasta que hubiera de nuevo democracia en España y pudiera encontrar a un escritor que los diera a conocer. Y ese escritor fui yo.
De alguna manera, este libro es una continuación de mi novela “25 DE MAYO, la tragedia olvidada”. De nuevo recordamos los sucesos más importantes de la Guerra Civil en Alicante: El terrible comienzo, los bombardeos y, sobre todo, el trágico final en el puerto. Incluso aparece un personaje que ya se mencionaba en aquella novela: el comisario político Antonio Pitaluga, futuro padre del detective Giordano Pittaluga.
El próximo miércoles día 16 de junio de 2010, a las 20,15 horas, en la Sede Universitaria de Alicante, Avenida de Ramón y Cajal, 4, sala “Rafael Altamira”, presentaré esta novela, acompañado de mi buen amigo el escritor Mariano Sánchez Soler, del estudioso de la Cruz de Caravaca Gregorio L. Piñero Sáez, una de las personas que más saben de esa famosa Cruz, de la poeta alicantina Julia Díaz Climent y del Gerente de Editorial Club Universitario (ECU) José Antonio López Vizcaíno.
Para mí, esta presentación es un acontecimiento muy importante, en el que voy a dar a conocer la que pienso es la mejor de todas mis obras. Por eso me gustaría sentirme acompañado de todos mis amigos y amigas. Y por eso cuento con todos vosotros.
Nos vemos el 16, ¿vale?
Miguel Ángel Pérez Oca.
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