Durante muchos años Vicente Hipólito fué la voz de nuestra ciudad. Radio Alicante nos lo ofrecía todas las mañanas en onda media, rivalizando con Paloma Serrano en frecuencia modulada, desde el cierre de la emisión nacional con Iñaki Gabilondo y, después, con Francino, a eso de las 12 y media, hasta las 2, la hora de comer. Y por la tarde, al cierre de La Ventana de Gemma Nierga, nos seguía deleitando la estupenda Silvia Cárceles, con cosas nuestras; todo esto aderezado con las noticias locales de Carlos Arcaya y otras muchas colaboraciones, música, cine, deportes, de la excelente plantilla de la emisora. Pero ahora, de hecho, Radio Alicante se nos va a Valencia. Sí, como lo leen ustedes. La mitad de esa eficiente y profesional plantilla se irá a la calle y las emisiones locales se quedarán en poco más de una horita matinal de apresurados comentarios y entrevistas. El resto del tiempo se lo repartirán la emisión nacional, siempre interesante y amena, y un discutible monopolio de nuestro Cap y Casal (de Valencia capital). Por lo visto, esa es la política actual de la Cadena SER, del Grupo Prisa; que es la nuestra, la más objetiva, la mejor informada, sí, sí, pero es una empresa mercantil como todas las demás, y por encima de los ideales están los puñeteros beneficios, y, en teoría, cuantos menos sueldos, menos gastos e instalaciones, más pasta para los accionistas, ¿Eh, señores Polanco y cía.?).
Pues, miren ustedes, yo creo que se equivocan de medio a medio, y que cada vez van a tener menos audiencia en Alicante, y a la postre perderán ustedes dinero y tiempo. ¿Es que no saben, señores de la SER en Madrid, que a los alicantinos nos importa un bledo lo que nos cuenten los valencianos (de Valencia capital), cuando se miran el ombligo? Somos unos "valencianos raros" - ya lo decía Joan Fuster - , que nunca se han llevado demasiado bien con los otros valencianos (de Valencia capital). Somos los díscolos de "más allá del Mascarat", separados de la metrópoli valenciana por la Serra Bernia, el Ait Xortá y el Benicadell. Fuimos "botifleros" (y a mucha honra por lo que significa de partidarios del progreso y de la funcionalidad del estado borbónico) en lugar de "maulets" (los "maulets" intentaron saquearnos y los espantamos a cañonazos desde Santa Bárbara). En Valencia, el caballero D'Asfeldt es un villano que incendió Xátiva, aquí es el héroe que nos libró de la ocupación inglesa. Fuimos afrancesados, porque los franceses inventaron la Democracia moderna y la Enciclopedia, pero aquí no entraron nunca las fuerzas napoleónicas de Suchet, que venían de Valencia; como de Valencia vino Roncalli a fusilar a Pantaleón Boné.
Y que nadie se crea que soy un facha de los del "Sureste" porque digo cosas políticamente incorrectas a juicio de los nacionalistas. A mí el nacionalismo me importa un bledo pero, si tengo que pronunciarme en ese sentido, prefiero considerarme catalán del sur antes que valenciano (de Valencia capital); porque ya es desgracia que un país se llame como su capital y que los capitalinos, por ello, se puedan considerar más importantes que los provincianos como yo. Nuestra provincia es la cuarta de España en el terreno económico, la de Valencia la tercera; así que competimos con ellos y les mojamos la oreja cuando nos dejan. Y, por supuesto, somos más importantes que Sevilla, Bilbao o A Coruña, donde seguro que hay emisoras de la SER dando emisiones locales a toda pastilla. Por eso no nos da la gana que en nuestra radio local se cuele alguien de Valencia a contarnos sus cosas que no nos interesan. En una palabra, que si Radio Alicante se va a hacer desde Valencia, la va a oir su tía. Para eso pongo Radio Barcelona.
Estaríamos buenos.
Miguel Ángel Pérez Oca.
(Este artículo se ha publicado conjuntamente con el Blog ALICANTE VIVO).
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